En esta España que crece
a un ritmo del 4% no es de extrañar que su gobierno, en este caso el gobierno
de Rajoy (si fuera cualquier otro haría exactamente igual) se aferre a la
Economía como principal baza electoral para intentar conseguir la renovación de
su mandato una legislatura más. A la Economía y al grave asunto del
independentismo en Cataluña. Por eso Rajoy traza una “ruta social” en busca del
electorado, aprobando unos Presupuestos con los que confía reconciliarse con
los españoles, anunciando medidas que “empezarán a devolver los esfuerzos” a
los ciudadanos y destinando al efecto el 53´5% de los mismos a gasto social,
además de mantener la subida de las pensiones en un 0´25% y los sueldos de los
funcionarios el 1%, saliendo de la congelación anterior. Se le achaca que
dichos presupuestos son de vocación electoralista y Rajoy, reconociendo que el
empleo y el crecimiento son sus “avales”, mantiene que precisamente por ello es
por lo que puede en estos Presupuestos, los últimos de la legislatura, destinar
tales cantidades al gasto social y vislumbra “el periodo de bienestar más largo
de nuestra historia reciente” añadiendo que él trabaja “por tener más futuro
que pasado” y advirtiendo que “gobiernos de tres partidos” pueden romper el “círculo
virtuoso en el que ha entrado España” para caer de nuevo en el círculo vicioso
anterior, alertando de la repetición en España de los recientes pactos
municipales ya que la inestabilidad política amenaza la recuperación. Por eso
también, mantiene con firmeza rotunda su frontal oposición al independentismo
de Artur Mas y compañía, reiterando con firmeza que “no habrá independencia de
Cataluña de ninguna forma”, mientras que Pedro Sánchez, incomprensiblemente, en
vez de sumarse a semejante obviedad, dice que “el mejor aliado de Mas es Rajoy
en la Moncloa”, pero sin despejar qué haría él si fuese el inquilino de la
misma. Y, ya que estamos en el asunto soberanista, Colau se une a Mas y pone el
Ayuntamiento de Barcelona al servicio del independentismo, diciendo ahora que
irá a la Diada y participará en ella como sea (como todo el mundo esperaba, lo
anterior eran milongas) y asegurando que España tiene “una salud democrática
deteriorada” y, en efecto, no le falta razón, ya que... (sigue leyendo en
No hay comentarios:
Publicar un comentario