Como lo oyen, en pleno
revuelo mediático y político tras destaparse el “caso Lezo” en la Comunidad de
Madrid y mientras PSOE y Ciudadanos intentan responder unidos a la corrupción
en las filas populares, pactando entre otras cosas la reprobación de la cúpula
fiscal y otras medidas por la regeneración, Pablo Iglesias, como si fuera el Justiciero
solitario, se desmarca y propone en solitario una moción de censura contra el
mismísimo Rajoy. Nada que objetar a la medida de la moción de censura
constructiva, que no destructiva, recogida en nuestra Constitución, pero sí
todas las objeciones a tomar las instituciones como plataformas circenses para
hacer propaganda política personal, como hace Iglesias otra vez más, en vez de
aportar en ellas propuestas viables y creíbles tendentes a resolver los
problemas y mejorar la situación. En efecto, Pablo Iglesias, intentando
instrumentalizar el Parlamento, sin consultar previamente a nadie, incluido su
propio partido (salvo a su pareja en el liderazgo podemita y a nivel personal
Irene Monteo, supongo) y, menos aún, al resto de la oposición, anuncia a bombo
y platillo, buscando un golpe de efecto y no una solución, que va a presentar
en el Congreso de los Diputados una moción de censura para derribar el gobierno
de Rajoy. Y lo hace de forma esperpéntica, además de inútil (para prosperar
necesitaría mayoría absoluta), pasándose por el arco del triunfo que la moción
(al margen de que prospere o no) requiere (tal como hicieron Felipe González y
Hernández Mancha en su momento, únicos que han presentado mociones de censura
anteriormente en España) la presentación de un proyecto alternativo y de un
candidato a Presidente de Gobierno, al extremo de que su pareja Irene Montero,
preguntada si el candidato sería Iglesias, se sale por la tangente con el
consabido “ahora no es momento de hablar de personas”. Y, obviamente, sin
proyecto alternativo y sin candidato, el objetivo de Podemos o más bien de su
secretario general, se convierte en un fiasco pues todos los partidos de la
oposición, salvo ERC (tanto monta, monta tanto), critican su plan, que, en
definitiva pretende desafiar al PSOE, y rechazan la esperpéntica iniciativa en
el fondo y en la forma, tachándola de “fuegos artificiales” y de “circo”; los
socialistas afirman que “ahora no nos va a engañar, actúa de mala fe”, los
naranjas que “no vamos a apoyar ningún número de circo” y los peneuvistas que
“no parece una forma seria de hacer política, mientras en el PP le instan a que
la presente cuanto antes acusándole de “iniciativas, cero pelotero; numeritos,
todos los días”. Una vez más... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
viernes, 28 de abril de 2017
FRANCIA COMO EJEMPLO
Tras los resultados de
las elecciones presidenciales francesas en la primera vuelta, algunos han
querido ver ciertos paralelismos entre el panorama político de Francia y de
España cuando, a simple vista, ni el modelo de Estado, ni el sistema electoral,
ni la estructura territorial, ni la memoria histórica de ambos países son
comparables. Baste señalar, por ejemplo, que en España no hay elecciones
presidenciales, como las que se acaban de celebrar en Francia, o que los
españoles tenemos un sistema electoral proporcional mientras los franceses lo
tienen mayoritario a dos vueltas. No obstante, de la primera vuelta de las
presidenciales francesas (veremos qué pasará en las legislativas, con tantas
circunscripciones como diputados para elegir directamente uno en cada una de
ellas y por tanto nada que ver con España), lo más parecido a las generales
españolas en términos de apoyos porcentuales, sí se pueden hacer algunas
comparaciones entre ambas y sacar determinadas conclusiones en lo referente al
mapa político resultante según las preferencias ideológicas de los franceses y
de los españoles (cuestión distinta es la segunda vuelta, inexistente en
España, en la que los galos habrán de elegir entre los dos candidatos más
votados en la primera vuelta), aunque allí el objetivo sea elegir al Jefe de
Estado y aquí al Presidente del Gobierno. Y en términos porcentuales el 23´9%
de franceses apuesta por el centrista-liberal Macron, el 21´4% por la
ultraderechista Le Pen, el 19´9% por el conservador Fillon, el 19´5% por el
radical izquierdista Melenchon y el 6´2% por el socialista Hamon; mientras que
en las últimas elecciones generales en España el 33% de los españoles apostó
por el conservador Rajoy, el 22´7% por el socialista Sánchez, el 21´1% por el
radical izquierdista Iglesias y el 13% por el centrista Rivera. De entrada
pues, y en términos comparativos, podemos concluir, salvando las distancias y
los matices, que el radicalismo, euroescéptico y antisistema, representa en
Francia el 40´9%, dividido entre la ultraderecha y la ultraizquierda, mientras
que... (sigue leyendo en Blog Ojo crítico, http://jcremadesena.blogspot.com.es/)
miércoles, 26 de abril de 2017
Y ESPERANZA AGUIRRE DIMITIÓ
Se destapó
definitivamente con el “caso Lezo” el gigantesco escándalo de corrupción en la
Comunidad de Madrid, mientras el juez Velasco investiga otra vía de
financiación ilegal del PP, rastreando el destino de 16´5 millones de dicha
Comunidad, y, finalmente, la ola de corrupción entre los populares madrileños
alcanza políticamente a Esperanza Aguirre, la ex presidenta madrileña, quien,
tras decir a Maíllo que “este calvario ha terminado” y enviar a Rajoy un SMS
para informarle de su decisión de dejar la política, comparece ante los medios
para dar a conocer su dimisión al sentirse “engañada y traicionada” por Ignacio
González, su mano derecha indiscutible, asumiendo así su responsabilidad
política por no haber vigilado más y mejor la gestión de sus subordinados,
nombrados directamente por ella. Alcanzada pues por la ola de corrupción,
aunque ella directamente no esté investigada, Aguirre deja la política y tanto
el PP de Madrid como a nivel nacional responden con frialdad a su decisión e
intentan limitar la responsabilidad política de la “operación Lezo” a la
dimisión de la dirigente que, en su día, aspiró a disputar al propio Rajoy el
liderazgo del partido; pero la oposición, ante tan suculento bocado, no se
conforma y acomete una ofensiva para pedir explicaciones al Gobierno de Rajoy,
exigiendo que Nieto, “número dos” de Zoido, explique su cita con el hermano de
Ignacio González y criticando a Catalá por mandar un SMS al expresidente
madrileño que decía “ojalá se cierren los líos”, que el ministro desvincula del
caso ya que, enviado el mensaje hace un año, se refería a los líos de
gobernabilidad que por aquel tiempo había en España. En definitiva, tirios y
troyanos a la gresca, mientras en Génova se teme que Ciudadanos fuerce a Rajoy
a comparecer en el Congreso y ya se piden dimisiones de ministros en el
Parlamento, complicando la agenda política del Ejecutivo, que atraviesa una
difícil situación, lo que añade incertidumbres al desarrollo de esta complicada
legislatura con un PP en la cuerda floja, por lo que ya se apunta incluso a
nuevas elecciones que, visto lo visto, serían poco recomendables en estos
momentos. Entretanto el juez Velasco, que investiga a Zaplana y a Villar Mir y
pide información sobre otros 58 presuntos implicados en la trama, concluye que
Casals y Marhuenda no coaccionaron a Cifuentes y confirma su inocencia cerrando
la investigación tras constatar que no existió ninguna “campaña” contra la
Presidenta de Madrid para favorecer a Edmundo Rodríguez, mientras se publica
que... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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