Si para algunos ETA
certifica su derrota, se rinde y entrega sus armas, o, para otros, lo que hace
ETA en Bayona es burlarse con la escenificación de su famoso “desarme”, lo cierto
es que la banda terrorista desvela ocho zulos (los mediadores se habían
comprometido a facilitar la localización de doce), dispersos por el País Vasco
francés, y entrega más de un centenar de armas (pistolas y rifles) y cierta
cantidad de explosivos caducados. El Gobierno español, que describe el paso
como “la derrota de ETA por parte de la democracia”, advierte a la banda
terrorista de que “no habrá impunidad por sus delitos”, mientras el entorno de
la banda pide contrapartidas y Arnaldo Otegi, secretario general de Sortu,
reconoce en definitiva, refiriéndose a la banda, que “no supimos ver que la
sociedad nos pedía el fin de la lucha armada”, pues, en efecto, la violencia es
un sinsentido en una sociedad democrática. Por otro lado, esta entrega de armas
a las autoridades francesas, un “desarme” respaldado por el Vaticano sin contar
con los obispos vascos, dado que aún quedan por aclarar más de 300 asesinatos
terroristas, requiere la petición al país vecino de la entrega de las mismas
precisamente para intentar esclarecerlos por si algunas de dichas armas
pudieran aportar pistas al respecto, aunque se sospecha que las que se usaran
en semejantes asesinatos no se habrán entregado, ya que es obvio que no todo el
arsenal ha sido entregado, probablemente, entre otras razones, porque ni los
actuales dirigentes etarra sepan ni donde están escondidas; en todo caso, el
acuerdo firmado por Rajoy y Hollande permitirá traerlas a España y el juez
Velasco y un fiscal de la Audiencia irán a Francia para analizarlas las armas
de ETA, que ahora exige a sus presos un comunicado de apoyo al “desarme”, en el
que, según algunos, no ha entregado, al menos, 160 pistolas, 5 toneladas de
explosivos, 3 misiles, ni “el aparato de falsificación” y, obviamente, sin
colaborar en el esclarecimiento de los asesinatos citados y sin disolverse
definitivamente, que es lo que se exige casi unánimemente, con lo que sin
justicia no hay fin posible. El “desarme” pues, siendo una buena noticia, no
deja de generar una serie de dudas e incertidumbres sobre el definitivo cierre
de este negro y sangriento capítulo, demasiado largo y cruel, de nuestra
historia reciente que debiera haberse cerrado justo cuando la inmensa mayoría
de españoles decidieron apostar por una convivencia en paz y libertad bajo el
marco democrático diseñado en nuestra vigente Constitución y en ello reside... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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