viernes, 30 de junio de 2017

JUAN CARLOS I, EL GRAN AUSENTE


                        En este país, donde la polémica por todo y por nada es el deporte nacional, la ausencia del Rey Emérito, Juan Carlos I, en la sesión solemne de las Cortes Generales para conmemorar el cuarenta aniversario de las primeras elecciones democráticas postfranquistas del 15 de junio de 1977 ha desatado un debate público mediático de envergadura. Y en este caso no exento de razón aunque de haber asistido nada aseguraba que se hubiese desencadenado otro debate por motivos contrarios; siempre los hay cuando se pretende buscarle los tres pies al gato. En efecto, en dicha conmemoración, a la que fueron invitados los principales artífices vivos de la Transición y en caso contrario sus familiares (como las nietas de La Pasionaria, por ejemplo), el gran ausente, incomprensiblemente, ha sido Juan Carlos I, probablemente el gran protagonista, junto a Suárez y el resto de líderes políticos de la época, del tránsito modélico de una dictadura a una democracia mediante el consenso, que tanto se echa hoy en falta en asuntos de Estado. Por lo demás, en tan interesante evento, presidido obviamente por Felipe VI y Letizia, la Presidenta del Congreso, Ana Pastor, con toda razón ha sostenido que “estamos orgullosos de lo que hemos construido unidos” y el Rey Felipe ha dejado bien claro que “fuera de la Ley sólo hay arbitrariedad, imposición e inseguridad”, exigiendo que “ningún camino rompa la convivencia” y pidiendo cumplir la Ley para no volver a la “España desgarrada”; una reivindicación, sin duda, al consenso político perdido como fórmula ideal para responder a los temas importantes, y un rechazo a los desafíos independentistas, sin nombrarlos, y al creciente objetivo por parte de algunos, de desacreditar aquella difícil Transición, tan difícil de lograr, que ha traído los cuarenta mejores años de la Historia de España en progreso y libertad. Por lo demás y con toda razón del mundo, Juan Carlos I, aplaudido merecidamente en cada mención a su persona en dicho acto, marcado por su incomprensible ausencia, ha trasladado a su entorno su gran malestar por no haber sido invitado, al parecer, porque Zarzuela veía una “anomalía” la coincidencia en acto de semejante calado de los dos reyes, mientras Moncloa y el Congreso se desmarcan del veto a su presencia en el mismo, la Casa Real achaca su ausencia al protocolo del acto en el Parlamento, Iglesias dice que “hubiera tenido todo el sentido del mundo” su asistencia, y Hernando afirma que “nadie lo entiende”. En fin, entre todos la mataron y ella sola se murió. Mientras tanto, pasa desapercibida la verdadera anomalía que supone la asistencia de algún líder socialista, como Odón Elorza, al acto alternativo organizado por Podemos, así como dicho acto en sí mismo, convocado por un movimiento político que no tiene reparo alguno en... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

martes, 27 de junio de 2017

REFERÉNDUM, NO; VOTAR, SÍ


                        La última incongruencia del “nuevo PSOE” de Sánchez no tiene desperdicio. Ante la incomprensible manifestación de uno de los alcaldes socialistas, el de Blanes, andaluz de nacimiento y catalán de adopción, advirtiendo a su partido de “iré a votar aunque me cueste el carnet” y sumándose así a otros ediles socialistas de siete municipios que, desafiando a Iceta, respaldan de alguna forma el ilegal referéndum, la dirección de Ferraz (la de los militantes) no sólo no les corrige ni les sanciona sino que, además, por boca de su portavoz, Óscar Puente, les avala ya que no ve “reprochable” que sus concejales participen en la hipotética consulta ilegal del 1-O, aunque, por otro lado rechaza el referéndum. ¿Alguien lo entiende? Es más, Miguel Lupiañez, que así se llama la lumbrera que gobierna en Blanes, tras negar el voto al resto de los españoles, que es lo que en definitiva se pretende con el ilegal referéndum, se pregunta, como alcalde, “qué daño hace depositar un voto en urna” y se contesta que “ninguno”, argumenta que, aunque se trata de “un referéndum ilegal” y la actuación “debe ser contundente”, hay que poner límites ya que “no se trata de un delito sino de una falta administrativa” y remata añadiendo que en Cataluña, comparada con el resto de España, “se vive de otra manera” y que “pasa igual con Dinamarca frente al Magreb, como España es distinta a Cataluña”, recordando que nació en La Alpujarra y que a los ocho años emigró con sus padres. Vamos, que le ha faltado decir, como en su día decía Jordi Pujol, que el resto de españoles, especialmente los andaluces, respecto a los catalanes son unos gandules que viven del cuento. Pero lo grave no es que este lumbreras diga lo que dice y se comporte como se comporta, colocándose en el más patético irrealismo, insultando a los españoles que no vivan en Cataluña como él y dando una bofetada a los más elementales principios democráticos y socialistas; lo grave es, sin lugar a dudas, que su partido, el “nuevo PSOE” de Sánchez, justifique semejantes barbaridades, olvidando que, como alcalde, es una autoridad, democráticamente elegida, y, como tal, no sólo ha de acatar la legalidad establecida sino incluso defenderla. ¿Cómo se puede reconocer un acto como ilegal y a su vez participar en él desde una perspectiva democrática? ¿Cómo puede avalarlo un partido con pretensiones de gobernar un Estado democráticamente? ¿Con qué garantías dicho partido pedirá el voto a todos los españoles, incluidos los catalanes, en las próximas elecciones legalmente establecidas y convocadas en tiempo y forma? En fin, el “nuevo PSOE” de Sánchez, el de la militancia, no da pie con bola y s.... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

sábado, 24 de junio de 2017

PEDRO SÁNCHEZ, POCO FIABLE


                        Sólo a una semana después del Congreso Federal que ha ratificado de nuevo a Pedro Sánchez en el liderazgo del PSOE de los militantes, el filopodemita líder socialista ya da de nuevo sobradas muestras de poca fiabilidad y mucha inconsistencia como hombre de Estado y, al igual que hizo la anterior vez (cuando lideraba el PSOE de siempre), rompiendo el acuerdo para elegir los cargos de las principales instituciones europeas, rompe ahora de nuevo con sus aliados y rechaza el Tratado UE-Canadá de Libre Comercio, obligando a su “nuevo PSOE” a corregir el voto, pasando vertiginosamente del sí al no a dicho Tratado, para quedarse finalmente con la abstención definitiva, en menos de 24 horas. En efecto, todas las posturas posibles en un instante, pues tras haber apoyado el Tratado en el Parlamento Europeo, junto al resto de partidos socialdemócratas y otras fuerzas políticas moderadas y mayoritarias en Europa, y tras haber hecho lo propio en la pertinente Comisión del Congreso de los Diputados, antes de pasarlo al Pleno, ya que ha de ser ratificado por todos los parlamentos de los países miembros de la UE, sorprendentemente, por boca de la nueva Presidenta socialista, Cristina Narbona, se anuncia el rechazo al mismo en el pleno, alineándose así con IU-Podemos y con el resto de fuerzas políticas eurófobas, provocando la sorpresa mayúscula en extraños y propios pues sólo la izquierda radical y la extrema derecha radical europea están en semejante posición. Obviamente toda Europa censura la posición de Sánchez contra la globalización, al extremo de que hasta el mismísimo Moscovici, Comisario Europeo de Economía y socialista por cierto, sorprendido ante la inconsistencia política de Sánchez, se reúne con él y le reprocha que no respete el “patrimonio común” del proyecto europeísta, le aclara además que “es el acuerdo comercial más progresista” y le aconseja que “hay que conciliar ser de izquierdas y ser creíble”, para diferenciarse de otras izquierdas populistas, y que “no siga los pasos del socialismo francés”, totalmente destrozado. Y, ante tales recomendaciones, Sánchez confirma a Moscovici que ni sí, ni no, simplemente abstención, con lo que ni se alineará con la extrema derecha (de Le Pen, por ejemplo) y la extrema izquierda (de Iglesias, por ejemplo) en el rechazo al Tratado, ni con la mayoritaria postura de las fuerzas políticas europeístas, entre ellas la socialdemocracia europea, en el apoyo al Tratado. Ya ven, al final, ni unos ni otros, sólo Sánchez y su “nuevo PSOE” están acertados en Europa, el resto está equivocado, no sabemos si todo este recorrido ideológico es producto de una previa consulta a los militantes o de una decisión del actual aparato que lidera, ya que anunció que todo lo importante lo consultaría previamente con la militancia. Sí sabemos que en esta alocada deriva para captar votos (o apoyos) de Podemos, el PSOE revisará... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)