En este país, donde la
polémica por todo y por nada es el deporte nacional, la ausencia del Rey
Emérito, Juan Carlos I, en la sesión solemne de las Cortes Generales para
conmemorar el cuarenta aniversario de las primeras elecciones democráticas
postfranquistas del 15 de junio de 1977 ha desatado un debate público mediático
de envergadura. Y en este caso no exento de razón aunque de haber asistido nada
aseguraba que se hubiese desencadenado otro debate por motivos contrarios;
siempre los hay cuando se pretende buscarle los tres pies al gato. En efecto,
en dicha conmemoración, a la que fueron invitados los principales artífices
vivos de la Transición y en caso contrario sus familiares (como las nietas de
La Pasionaria, por ejemplo), el gran ausente, incomprensiblemente, ha sido Juan
Carlos I, probablemente el gran protagonista, junto a Suárez y el resto de
líderes políticos de la época, del tránsito modélico de una dictadura a una
democracia mediante el consenso, que tanto se echa hoy en falta en asuntos de
Estado. Por lo demás, en tan interesante evento, presidido obviamente por
Felipe VI y Letizia, la Presidenta del Congreso, Ana Pastor, con toda razón ha
sostenido que “estamos orgullosos de lo que hemos construido unidos” y el Rey
Felipe ha dejado bien claro que “fuera de la Ley sólo hay arbitrariedad,
imposición e inseguridad”, exigiendo que “ningún camino rompa la convivencia” y
pidiendo cumplir la Ley para no volver a la “España desgarrada”; una
reivindicación, sin duda, al consenso político perdido como fórmula ideal para
responder a los temas importantes, y un rechazo a los desafíos independentistas,
sin nombrarlos, y al creciente objetivo por parte de algunos, de desacreditar
aquella difícil Transición, tan difícil de lograr, que ha traído los cuarenta
mejores años de la Historia de España en progreso y libertad. Por lo demás y con
toda razón del mundo, Juan Carlos I, aplaudido merecidamente en cada mención a
su persona en dicho acto, marcado por su incomprensible ausencia, ha trasladado
a su entorno su gran malestar por no haber sido invitado, al parecer, porque Zarzuela
veía una “anomalía” la coincidencia en acto de semejante calado de los dos
reyes, mientras Moncloa y el Congreso se desmarcan del veto a su presencia en
el mismo, la Casa Real achaca su ausencia al protocolo del acto en el
Parlamento, Iglesias dice que “hubiera tenido todo el sentido del mundo” su
asistencia, y Hernando afirma que “nadie lo entiende”. En fin, entre todos la
mataron y ella sola se murió. Mientras tanto, pasa desapercibida la verdadera
anomalía que supone la asistencia de algún líder socialista, como Odón Elorza,
al acto alternativo organizado por Podemos, así como dicho acto en sí mismo,
convocado por un movimiento político que no tiene reparo alguno en... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
viernes, 30 de junio de 2017
martes, 27 de junio de 2017
REFERÉNDUM, NO; VOTAR, SÍ
La última incongruencia
del “nuevo PSOE” de Sánchez no tiene desperdicio. Ante la incomprensible
manifestación de uno de los alcaldes socialistas, el de Blanes, andaluz de
nacimiento y catalán de adopción, advirtiendo a su partido de “iré a votar
aunque me cueste el carnet” y sumándose así a otros ediles socialistas de siete
municipios que, desafiando a Iceta, respaldan de alguna forma el ilegal
referéndum, la dirección de Ferraz (la de los militantes) no sólo no les
corrige ni les sanciona sino que, además, por boca de su portavoz, Óscar
Puente, les avala ya que no ve “reprochable” que sus concejales participen en
la hipotética consulta ilegal del 1-O, aunque, por otro lado rechaza el
referéndum. ¿Alguien lo entiende? Es más, Miguel Lupiañez, que así se llama la
lumbrera que gobierna en Blanes, tras negar el voto al resto de los españoles,
que es lo que en definitiva se pretende con el ilegal referéndum, se pregunta,
como alcalde, “qué daño hace depositar un voto en urna” y se contesta que
“ninguno”, argumenta que, aunque se trata de “un referéndum ilegal” y la
actuación “debe ser contundente”, hay que poner límites ya que “no se trata de
un delito sino de una falta administrativa” y remata añadiendo que en Cataluña,
comparada con el resto de España, “se vive de otra manera” y que “pasa igual
con Dinamarca frente al Magreb, como España es distinta a Cataluña”, recordando
que nació en La Alpujarra y que a los ocho años emigró con sus padres. Vamos,
que le ha faltado decir, como en su día decía Jordi Pujol, que el resto de
españoles, especialmente los andaluces, respecto a los catalanes son unos
gandules que viven del cuento. Pero lo grave no es que este lumbreras diga lo
que dice y se comporte como se comporta, colocándose en el más patético
irrealismo, insultando a los españoles que no vivan en Cataluña como él y dando
una bofetada a los más elementales principios democráticos y socialistas; lo
grave es, sin lugar a dudas, que su partido, el “nuevo PSOE” de Sánchez,
justifique semejantes barbaridades, olvidando que, como alcalde, es una
autoridad, democráticamente elegida, y, como tal, no sólo ha de acatar la
legalidad establecida sino incluso defenderla. ¿Cómo se puede reconocer un acto
como ilegal y a su vez participar en él desde una perspectiva democrática?
¿Cómo puede avalarlo un partido con pretensiones de gobernar un Estado
democráticamente? ¿Con qué garantías dicho partido pedirá el voto a todos los
españoles, incluidos los catalanes, en las próximas elecciones legalmente establecidas
y convocadas en tiempo y forma? En fin, el “nuevo PSOE” de Sánchez, el de la
militancia, no da pie con bola y s.... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
sábado, 24 de junio de 2017
PEDRO SÁNCHEZ, POCO FIABLE
Sólo a una semana
después del Congreso Federal que ha ratificado de nuevo a Pedro Sánchez en el
liderazgo del PSOE de los militantes, el filopodemita líder socialista ya da de
nuevo sobradas muestras de poca fiabilidad y mucha inconsistencia como hombre
de Estado y, al igual que hizo la anterior vez (cuando lideraba el PSOE de
siempre), rompiendo el acuerdo para elegir los cargos de las principales
instituciones europeas, rompe ahora de nuevo con sus aliados y rechaza el
Tratado UE-Canadá de Libre Comercio, obligando a su “nuevo PSOE” a corregir el
voto, pasando vertiginosamente del sí al no a dicho Tratado, para quedarse
finalmente con la abstención definitiva, en menos de 24 horas. En efecto, todas
las posturas posibles en un instante, pues tras haber apoyado el Tratado en el
Parlamento Europeo, junto al resto de partidos socialdemócratas y otras fuerzas
políticas moderadas y mayoritarias en Europa, y tras haber hecho lo propio en
la pertinente Comisión del Congreso de los Diputados, antes de pasarlo al
Pleno, ya que ha de ser ratificado por todos los parlamentos de los países
miembros de la UE, sorprendentemente, por boca de la nueva Presidenta
socialista, Cristina Narbona, se anuncia el rechazo al mismo en el pleno, alineándose
así con IU-Podemos y con el resto de fuerzas políticas eurófobas, provocando la
sorpresa mayúscula en extraños y propios pues sólo la izquierda radical y la
extrema derecha radical europea están en semejante posición. Obviamente toda
Europa censura la posición de Sánchez contra la globalización, al extremo de
que hasta el mismísimo Moscovici, Comisario Europeo de Economía y socialista
por cierto, sorprendido ante la inconsistencia política de Sánchez, se reúne
con él y le reprocha que no respete el “patrimonio común” del proyecto
europeísta, le aclara además que “es el acuerdo comercial más progresista” y le
aconseja que “hay que conciliar ser de izquierdas y ser creíble”, para
diferenciarse de otras izquierdas populistas, y que “no siga los pasos del
socialismo francés”, totalmente destrozado. Y, ante tales recomendaciones,
Sánchez confirma a Moscovici que ni sí, ni no, simplemente abstención, con lo
que ni se alineará con la extrema derecha (de Le Pen, por ejemplo) y la extrema
izquierda (de Iglesias, por ejemplo) en el rechazo al Tratado, ni con la
mayoritaria postura de las fuerzas políticas europeístas, entre ellas la
socialdemocracia europea, en el apoyo al Tratado. Ya ven, al final, ni unos ni
otros, sólo Sánchez y su “nuevo PSOE” están acertados en Europa, el resto está
equivocado, no sabemos si todo este recorrido ideológico es producto de una
previa consulta a los militantes o de una decisión del actual aparato que
lidera, ya que anunció que todo lo importante lo consultaría previamente con la
militancia. Sí sabemos que en esta alocada deriva para captar votos (o apoyos)
de Podemos, el PSOE revisará... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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