lunes, 31 de julio de 2023

INDIGNIDAD POLÍTICA

                         ¿Se imaginan qué se estaría diciendo, y con toda la razón del mundo, si Feijóo estuviera intentando pactar con un hipotético Abascal fugado de la Justicia por presuntos graves delitos contra el Estado de Derecho? Pues nada menos que eso es lo que está intentando Sánchez con el fugado Puigdemont antes de reconocer que ha perdido las elecciones y que, guste o no guste, las ha ganado Feijóo, aunque sin la mayoría suficiente para ser investido, salvo que el PSOE, o alguno de sus aliados, colabore con una abstención o cualquier otra fórmula para dejarle gobernar como el candidato más votado, o salvo que, en su caso, Sánchez pueda presentar una alternativa clara, holgada, decente y digna para ser investido en el Congreso de los Diputados a pesar de haber perdido los comicios…. alternativa que, lamentablemente, tampoco tiene el actual Presidente del Gobierno, lo que debiera abocarnos, guste o no guste, a una repetición electoral para que los españoles nos pronunciemos de nuevo con mayor claridad, si cabe, sobre quién queremos que nos gobierne durante los próximos años. Sin duda, ante tan patética situación, lo menos indeseable es que votemos de nuevo, pues nada deseable sería que un nuevo Gobierno Frankenstein, más débil y condicionado que el actual, nos gobernara durante los próximos cuatro años cuando el mismísimo Sánchez ya adelantó por sorpresa las elecciones convencido de que era incapaz de sostener la situación de inestabilidad gubernamental hasta diciembre, que es cuando tocaban los comicios. Desgraciadamente, así las cosas, en este momento estamos en un indeseable bloqueo político, que sólo los ciudadanos pueden resolver de nuevo en las urnas, dado que, al parecer, la única alternativa aritmética, que no política ni deseable, es oscura, demasiado ajustada, indecente e indigna al tener que hacerla recaer en un partido, JxCat, con su cúpula condenada por graves delitos políticos (la de ERC, también) y con su jefe, Puigdemont, huido de la Justicia. Pero Sánchez parece estar dispuesto a tragar con todo ello, cuando incluso, tras el recuento de los votos del exterior (que ahora quiere revisar de nuevo sospechando que puede haber tongo en los votos nulos: ¡qué estaría diciendo si fueran otros quien cuestionaran el recuento!), pierde otro escaño por Madrid, con lo que el PSOE se queda con 121 (frente a los 120 que tiene ahora) en favor de Feijóo que alcanza los 137 (48 más que en 2019), y lo que, además, supone que ya no valga ni siquiera para la investidura la abstención de los votos de Puigdemont (que siempre se podía vender como cierta neutralidad casual) sino que ahora se requiere que Junts vote a favor de Sánchez, dado que el bloque que presuntamente podría apostar por Feijóo contaría con 172 diputados (PP, Vox, UPN y CC) y el de Sánchez, sin Puigdemont, quedaría con 171 (PSOE, Sumar, ERC, Bildu, PNV y BNG) con lo que los siete diputados de JxCat son indispensables para una investidura exitosa, que, aunque legal, sería claramente indigna y, sin duda, estaría en contra del sentir mayoritario de los españoles. Ante esto, Feijóo ha solicitado a Sánchez por carta una reunión urgente esta semana proponiéndole un “diálogo responsable” ya que “España no merece una situación ingobernable”, pero Sánchez la rechaza en una réplica llena de reproches “hasta que el Rey designe candidato” y anticipa que tendrá los “apoyos necesarios” para ser investido, relegando a quien cuenta con más escaños propios que él mismo a las reuniones que tenga con “el resto de grupos”. Ya ven Sánchez, fiel a su egolatría, a su soberbia y a su interés personal por encima de todo, da vía libre a la indignidad política pactando la gobernabilidad del Estado no ya con radicales, que puede ser discutible pero no indigno, sino con verdaderos delincuentes, a los que previamente ha indultado, y también ahora incluso con los prófugos de la Justicia que escaparon en su día de España, todos ellos, unos y otros, dispuestos a desmantelar el Estado de Derecho como sea.

            Y para consolidar este empecinamiento irrefrenable de justificar lo injustificable con tal de conseguir sus objetivos personales, los aliados de Sánchez, convencidos de que la mejor situación para ellos es evitar la alternancia política, se ponen en marcha para convencer a Puigdemont de que acceda a investir al Presidente en funciones y para que éste allane el camino, como sea, para que ellos puedan justificar su apoyo a la variopinta e indigna investidura. El PNV, insta al PSOE a iniciar la..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/).

 

jueves, 27 de julio de 2023

¿QUÉ HAN DICHO LOS ESPAÑOLES?

                         ¿Qué han dicho los españoles en las urnas? Es, sin duda, la pregunta del millón en un sistema democrático parlamentario proporcional, en el que no hay mecanismos electorales para decidir quién debe gobernar si no se alcanzan mayorías absolutas, como sí sucede, por ejemplo, en los sistemas presidencialistas o mayoritarios en los que, con una segunda vuelta entre los dos partidos más votados, son los ciudadanos quienes deciden de nuevo directamente, quien les gobernará, si, como es el caso, el pueblo ha decidido en los comicios no otorgar mayoría absoluta a ninguno de los partidos que se presentan y, en este caso, han de ser los parlamentarios elegidos, y no el pueblo directamente, quienes por mayoría deciden en la Cámara Legislativa quién será el futuro Presidente del Gobierno suponiéndose, obviamente, que decidirán en base a los resultados electorales obtenidos para que, en la medida de los posible, se aproxime a lo que interpreten que han sido los deseos de los ciudadanos en las urnas, pues, en caso contrario, tocaría repetición electoral. La realidad, la única certeza, es que el 23-J el pueblo español ha decidido no otorgar mayoría absoluta a ninguno de los once partidos que han obtenido representación parlamentaria, por lo que ahora toca a los diputados elegidos decidir quién gobernará España en los próximos años, decisión no exenta de dificultades ya que debiera tomarse, no a la ligera, sino en base a datos concretos que, en todo caso, la aproximen al máximo a lo que los ciudadanos han dicho en las urnas más allá de la opción personal elegida por cada uno de ellos. Y ello, salvo que queramos prostituir la misma esencia de la democracia, ha de hacerse responsablemente y con parámetros políticos concretos basados exactamente en los datos electorales, única fórmula que podría aproximarnos a lo que realmente es la opción más favorable y menos alejada del deseo mayoritario de la ciudadanía. Y los datos concretos, sin aditivos interesados ni interpretaciones subjetivas, dicen que, utilizando el parámetro derecha-izquierda, los españoles, guste o no guste, se han decantado mayoritariamente por la derecha el 23-J en el número de diputados en el Congreso (PP 136, Vox 33, JxCat 7, PNV 5, CC 1 y UPN 1) al obtener 183 diputados, 26 más que los actuales; mientras la izquierda (PSOE 122, Sumar 31, ERC 7, EHBildu 6 y BNG 1) se ha quedado en 167, 10 menos que en 2019, lo que avalaría que el pueblo español ha apostado mayoritariamente por la derecha y además que esa es su tendencia respecto a la situación actual. Pero además, por otro lado, en un país como el nuestro, con grandes tensiones separatistas, cabe añadir al parámetro anterior el de constitucionalismo-secesionismo y los españoles, pese a quien pese, se han decantado muy mayoritariamente por el constitucionalismo (PP, PSOE, Vox, Sumar, CC y UPN) con 324 escaños, 23 más que en 2019; mientras que el secesionismo (JxCat, ERC, EHBildu, PNV, BNG) sólo obtiene 26 diputados, 7 menos que los que tiene ahora, lo que avalaría que el pueblo español rechaza el secesionismo y que esa es su tendencia actualmente; un secesionismo, por cierto, insolidario y totalitario, que participa y decide sobre el futuro de los españoles, mientras niega a éstos que puedan decidir sobre el futuro de sus demarcaciones territoriales. Con estos resultados electorales, que no opiniones, cabe entender que la opción gubernamental más identificada con la mayoría de los ciudadanos sería un gobierno moderado de la derecha y sin interferencias ni alianzas con el secesionismo radical y, menos aún si, como es el caso de JxCat tiene a su jefe, Puigdemont, fugado y huido de la Justicia, siendo un más que presunto delincuente cuyos compañeros de aventuras fueron condenados (aunque después indultados por Sánchez) por pretender conseguir la independencia de Cataluña al margen de la Ley y además mantiene como condición para facilitar el futuro Gobierno ilegalidades anticonstitucionales como la amnistía o un referéndum de autodeterminación. Es obvio que la inmensa mayoría de españoles, incluida la mayoría de catalanes, no ha elegido esto y, por tanto, no lo entendería, pues, con los datos del 23-J en la mano, supondría casi un fraude electoral, por más razones que se quieran inventar para avalarlo.

            Hablaron los españoles y ahora les toca hablar a sus representantes, los políticos, que debieran obrar de forma responsable para ajustar sus decisiones lo más posible a lo que han dicho las urnas. Así las cosas, Sánchez dice que “la democracia encontrará la fórmula para la gobernabilidad” (supongo que basándose en lo dicho en las urnas), mientras Feijóo, ganador de los comicios, reconoce que no se han cumplido las expectativas al no conseguir ni siquiera una hipotética mayoría absoluta con Vox, la única opción en la derecha que, como vencedor en los comicios, tiene para conformar gobierno ya que las derechas nacional-secesionistas (PNV y JxCat) le niegan su apoyo y prefieren pactar con Sánchez, perdedor en los comicios, pero, eso sí, a cambio de contrapartidas de dudosa legalidad que afiancen su objetivo separatista. Por otro lado, el PSOE...... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/).

 

lunes, 24 de julio de 2023

FEIJÓO GANA, SÁNCHEZ RESISTE

                         España votó; y votó masivamente (el 70´4% del censo), a pesar del calor infernal de la jornada electoral, que se desarrolló con absoluta normalidad. España votó y el PP de Feijóo ganó las elecciones, tal como vaticinaban todas las encuestas, salvo la del CIS, que le consideraba perdedor, y el PSOE de Sánchez, contra el vaticinio de Tezanos, perdió, pero no por la diferencia que apuntaban todos los sondeos, por lo que cabe concluir que, en definitiva, Feijóo gana las elecciones y Sánchez resiste, y que, con ello, se dibuja un panorama político de inestabilidad gubernamental, pues a derecha e izquierda de sendos partidos, respectivamente, Vox y Sumar pierden fuerza y son incapaces de garantizarles una mayoría sólida en el Congreso de los Diputados. La realidad es que estos cuatro partidos de ámbito nacional ven frustradas las expectativas, por más que sus respectivos líderes quieran vender la burra de la mejor manera posible para salvar sus personales responsabilidades: Feijóo no logra, ni sumando con Vox, la mayoría absoluta que pretendía y que la mayoría de encuestas le daban; Sánchez no logra la remontada que buscaba y auguraba tras el fiasco del 28-M, pero tampoco se hunde contra el vaticinio de muchos sondeos;  Abascal no consigue ser decisivo para gobernar y Yolanda Díaz no logra mejorar los resultados que obtuvo UPodemos ni ser la tercera fuerza política relegando a Vox. Frustración generalizada pues a causa de los resultados que, comparados con los de 2019, han sido los siguientes: PP, 8´09 millones de votos, el 33%, y 136 diputados (47 más que en 2019); PSOE, 7´76 millones, el 31´7% y 122 (2 más); Vox, 3´03 millones, el 12´4%, y 33 (19 menos); Sumar, 3´01 millones, el 12´3%, y 31 (7 menos que UPodemos, a la que sustituye); y Otros, 7´2% y 28 (23 menos). ¿Y quiénes son esos Otros que con el 7´2% de votos y 28 diputados serán quienes al fin decidan la Gobernabilidad de España? Pues son los siguientes y tienen el siguiente respaldo: ERC, 462.883 votos, el 1´9% y 7 diputados (6 menos que en 2019); JxCat, 392.634, el 1´6%, y 7 (1 menos); EHBildu, 333.362, el 1´4% y 6 (1 más); PNV, 275.782, el 1´1%, y 5 (1 menos); BNG, 152.327, el 0´6%, y 1 (queda igual); CC, 114.718, el 0´4%, y 1 (1 menos); y UPN, 51.764, 0´2%, y 1 (1 más); dándose además la circunstancia de que, menos UPN y CC, el resto busca la independencia de sus respectivos territorios como sea y cualquier apoyo al Gobierno Central será a costa de concesiones intolerables, insolidarias con el resto de España, que vayan en esa dirección aunque sean inconstitucionales o rocen la inconstitucionalidad. En todo caso, frustración también para el secesionismo catalán, que pierde siete escaños (es la mejor noticia de estos resultados) y para el PNV que es sorpasado por EHBildu en el País Vasco. Y, en definitiva, frustración para España que ve amenazada su gobernabilidad, pudiendo estar abocada a repetir el bloqueo político, que en su día puso de moda Sánchez con su insólito “no es no” y “qué parte del no, no entiendes”, o, en todo caso, a gobernar él mismo en condiciones más precarias que con su actual gobierno minoritario de coalición ya que ahora incluso necesitaría pactar con la derecha secesionista catalana del fugado Puigdemont, al contar la previsible coalición PSOE-Sumar con menos fuerza que la actual PSOE-UPodemos: si antes, habiendo ganado el PSOE las elecciones, contaba con los 120 diputados socialistas más los 38 de UPodemos (158 en total), ahora, habiendo perdido además las elecciones, sólo cuenta con sus 122 escaños, más los 31 de Sumar (153, en total); una situación, sin lugar a dudas, bastante peor para España y para el PSOE que la de los comicios de 2019 se mire como se mire…y menos mal que, gracias a que el PSC ha conseguido muy buenos resultados en Cataluña, convirtiéndose probablemente en el único partido que puede sentirse realmente satisfecho con los resultados electorales, se ha evitado la debacle absoluta del PSOE de Sánchez a nivel nacional y se ha propiciado la resistencia de Sánchez. Está clarísimo, Feijóo gana, Sánchez resiste y España pierde.

            España pierde porque su sistema democrático, una democracia parlamentaria y no presidencialista, permite que un 7´2% de españoles (es decir, poco más de 1.780.000 votantes), beneficiados incluso por la ley electoral al votar sólo en ámbito autonómico y no nacional, imponga su criterio secesionista y la gobernabilidad de España mediante el chantaje de sus minoritarios votos frente a más del 89% de españoles (es decir, casi 22 millones de votantes), que optaron obviamente por partidos nacionales, sean de derechas o izquierdas, contrarios sin duda al proyecto secesionista de algunos territorios de España que defienden los nacionalistas-separatistas. Una democracia parlamentaria que tiene todo el sentido siempre que...... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/). 

 

jueves, 20 de julio de 2023

LA TRACA FINAL

                         A sólo tres días de comparecer los españoles ante las urnas en pleno tórrido verano y en plenas vacaciones, porque así lo ha querido Sánchez al adelantar los comicios aunque había reiterado que agotaría la Legislatura, especialmente porque en el semestre correspondía a España la Presidencia rotatoria de la UE, los diversos partidos políticos activan la traca final de esta especie de fuegos artificiales en que se ha convertido la campaña electoral. Una traca final no exenta de incoherencias, reproches, mentiras y medias verdades, cuando todo apunta a que, al final, se trata de dirimir quien será el vencedor en este nuevo bipartidismo (bloque de derechas-bloque de izquierdas) a cuatro (PP-Vox y PSOE-Sumar), sustituto, para empeorarlo todo, del tradicional bipartidismo PSOE-PP que ha liderado la gobernanza de España en el actual sistema democrático establecido en 1978, pero con el ingrediente añadido de los partidos territoriales nacional-secesionistas (hoy más secesionistas y anti-constitucionalistas que nunca), tanto de izquierdas como de derechas y todos ellos más o menos radicales, que pretenden conseguir como sea la independencia de sus respectivos territorios y entienden que para ello, tras la experiencia vivida con su apoyo interesado al Gobierno de coalición PSOE-UPodemos (de cara al futuro PSOE-Sumar, por razones estratégicas), les conviene inclinarse a la reedición de otro “gobierno Frankenstein” en vez de apoyar, aunque ganara las elecciones, un gobierno de derechas PP-Vox, salvo que éste obtuviera mayoría absoluta y no hubiera ya nada que hacer, por lo que de lo que se trata es precisamente de frustrar semejante objetivo en las urnas el próximo 23-J. Al efecto, la traca final consiste en hacer ver a la ciudadanía la perversidad, real o inventada, que supone el radicalismo de Vox en un hipotético Gobierno de coalición con el PP, y, a la vez, la bonanza de un progresista Ejecutivo de coalición PSOE-Sumar, apoyado en el secesionismo y el radicalismo, tanto de izquierdas como de derechas, que, vista su actual experiencia, se disponen a llevar al extremo sus reivindicaciones independentistas, pues, tanto ERC como Bildu (sus principales protagonistas, aunque también hay otros) anuncian públicamente que “subirán el precio” a Sánchez si vuelve a gobernar y necesita su apoyo, por lo que, como si ya no hubieran cobrado lo suficiente en esta legislatura, Otegi, Junqueras y Rufián refuerzan su alianza en un gran acto en Barcelona para mantener atado al PSOE de Sánchez, mientras el PSE y el PSC (brazos territoriales del PSOE con ramalazos nacionalistas) pactan con ellos en Euskadi y Cataluña, pero, como hace el PSOE de Sánchez, demonizan los acuerdos del PP de Feijóo con Vox en las CCAA en que han acordado gobernar en coalición. La traca consiste pues en una verdadera incoherencia estratégica que supone en la práctica impedir que se pueda producir la alternancia política, imprescindible en democracia, ya que, si, de un lado, es loable que el PSOE de Sánchez pacte con quien considere oportuno, por radical o antidemocrático que éste sea, y, de otro lado, es detestable que el PP pacte con Vox, única opción que le queda al haber desaparecido una oferta centrista y constitucionalista entre socialistas y populares, la alternancia política es obviamente casi imposible, salvo que el mayor partido de la derecha obtenga por sí sólo mayoría absoluta, y por esta regla de tres siempre gobernaría el PSOE, pierda o gane las elecciones, lo que, desde el punto de vista democrático es totalmente intolerable. Así las cosas, Feijóo aparca las siglas del partido para disparar el voto útil con la esperanza de una mayoría absoluta o bien cercana a ella, que, al menos sea mayor que la suma de PSOE, Sumar, ERC y Bildu juntos para ponerle difícil a Vox un bloqueo, como ha sucedido en Murcia en que los de Abascal ni siquiera están dispuestos a abstenerse cuando al PP le falta la abstención sólo de dos diputados para materializar la gobernabilidad que mayoritariamente han decidido los murcianos de forma clara y contundente, aunque no sea absoluta matemáticamente. Y así las cosas Sánchez, por su parte, reivindica una coalición “de perdedores” con Yolanda Díaz con la intención de pactar con ERC y Bildu, mientras acusa a los medios de comunicación de desmovilizar al electorado con las encuestas, mientras Díaz, en total sintonía con él se lanza contra la pinza ERC-Bildu, que alienta Iglesias, y busca un Sumar fuerte para reeditar la alianza con los secesionistas.

            En este contexto se produce un curioso debate a tres entre Sánchez, Abascal y Díaz ya que Feijóo desiste de asistir al no aceptar que en el mismo también esté el resto de líderes que, aliados con Sánchez, han sostenido a éste en el poder. Un debate “entre perdedores”, según algunos, en que Sánchez y Díaz exhiben unidad casi absoluta ante Abascal y el ausente Feijóo, a quien, estando ausente, mencionaban con frecuencia y para alinearle con Abascal como extrema derecha, aunque, seguramente por fallo del subconsciente, Sánchez cayera en la contradicción diciendo que...... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/). 

  

lunes, 17 de julio de 2023

SEGÚN YOLANDA, NADA QUE TEMER

                         Ya en la recta final de campaña y en medio de una orgía de sondeos que, salvo los del CIS de Tezanos, todos dan al PP como ganador al extremo de que, con Vox, puede incluso conseguir mayoría absoluta, viene la Vicepresidenta Yolanda Díaz, a quien los citados sondeos otorgan entre 25 y 38 escaños, en el mejor de los casos, es decir, un diputado más o menos por cada uno de los casi treinta partidúsculos (cada uno de su padre y de su madre) que conforman su personal invento de Sumar, apoyado por Sánchez, como plataforma sustituta de la anterior Unidas Podemos, a la que obviamente ella pertenecía, y como truco eufemístico, aun siendo los mismos perros pero con distintos collares, para disimular el desmadre de su experiencia gubernamental como parte del Gobierno Frankenstein de coalición, y, al efecto, la lideresa comunista nos dice textualmente que de nuevo “vamos a gobernar con el PSOE y lo vamos a hacer mejor” ya que “Feijóo no tiene escrúpulos ni proyecto de país” y “haría lo que fuera para intentar ganar”, añadiendo que “las mujeres van a decidir la campaña” pues “ya le ganamos a Gallardón y a Rajoy”, para concluir preguntándose que “una ley puede ser buena, pero si no se entiende…¿me equivoco yo o la ciudadanía”. En fin, unas declaraciones que no tienen desperdicio, las mires como las mires, pues vienen a decir que los partidos por mera esencia divina se dividen en buenos y malos, obviamente los de su plataforma variopinta son los óptimos y los más alejados a su ideología, en este caso populismo-comunista, vienen a ser los pésimos, casi perversos, ya que sus dirigentes carecen de bondad y de escrúpulos porque salen a ganar las elecciones a costa de hacer lo que sea (ella no sale a ganar de esa forma) y, obviamente, desean el mal para los ciudadanos a los que quieren gobernar, mientras ella descarta a casi la mitad de la población ya que las mujeres serán las que decidan quién gobernará, minimizando a los hombres (cuestión de sexo, pues), supongo que incluso a los que militan en los partidos de su plataforma, para poner la guinda añadiendo que, en todo caso, cuando las leyes son buenas o malas, la responsabilidad no es del gobernante que las hace (seguramente porque es infalible, sobre todo si es ella), sino que es de la ciudadanía, incapaz de entender el mensaje inapelable, casi divino, del gobernante que en su concepto comunista siempre es poseedor de la verdad absoluta. No obstante, para nada extraña la declaración de Yolanda ya que es fiel a su ideología totalitaria, aunque olvida, que, si aciertan los sondeos, el PSOE no alcanzaría mayoría absoluta con su nuevo invento electoral, Sumar, (los sondeos dan a los socialistas entre 103 y 117 escaños en el mejor de los supuestos) y habrían de recurrir de nuevo, como mínimo a ERC y EHBildu para apuntalarles en Moncloa, mientras estos partidos le recuerdan que han conseguido ya, entre otras cosas, los indultos a los condenados y adecuar el Código Penal a las conveniencias del secesionismo, y que, si ahora repiten apoyo a Sánchez se disponen a exigir muchas otras cosas y con mayor contundencia. Pero, en fin, no importa; ya ven, según Yolanda, si las cosas al final no salen así, la culpa no será de ella y de Sumar, pues será de los ciudadanos que, considerados menores de edad, no han sabido, ni saben, ni sabrán entender la bonanza de las leyes y decisiones que el Gobierno ha hecho o haya tomado en su sapiencia infinita y, por tanto, ellos son los errados, no los gobernantes. En fin, algo impensable incluso en la boca de los dirigentes de la derecha, incluida la extrema derecha, a los que demoniza irremediablemente por su tendencia totalitaria, ni en la de los dirigentes moderados del socialismo democrático, con quienes pretenden gobernar si la matemática lo permite, para obligarles a que entren en la senda del totalitarismo populista….y, si no, como ha sucedido ya con UPodemos, que los socialistas voten lo que quieran y los populistas lo contrario, insólito en cualquier gobierno democrático.

            Por su parte en el bloque de la derecha, el PP busca acercarse a la mayoría absoluta para verse lo más libre posible de la dependencia de Vox, aunque sendos partidos exhiben sintonía contra el Gobierno PSOE-UPodemos (desde ahora PSOE-Sumar, si consiguen revalidarlo) y sus necesarios aliados secesionistas vascos y catalanes, quienes, por cierto, en el debate a siete de los portavoces, exhibían sus discrepancias no solo con el socialista Patxi López, a quien dejaban claro que....... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/).

jueves, 13 de julio de 2023

SÁNCHEZ NO ESTUVO A LA ALTURA

                         En los debates “cara a cara” pocas veces se consigue la unanimidad sobre quién los gana o los pierde pues siempre hay voceros interesados que “a posteriori” se mueven entre matices para valorar el resultado arrimando el ascua a su sardina; sin embargo en este “cara a cara” entre Sánchez y Feijóo hay unanimidad en los medios de que, en el mejor de los casos, Sánchez no estuvo a la altura de las circunstancias y, por tanto, Feijóo ganó el debate cuando nos tenía acostumbrados a perder los debates con Sánchez en el Senado, obviamente con un formato distinto en que el reglamento concede al Presidente ventajas en los turnos de palabra y en los tiempos, por lo que, tras el “cara a cara” en Atresmedia, el líder del PP, satisfecho, manifestó haberse sentido muy cómodo durante el debate en igualdad de condiciones con el Presidente, quien se había aislado varios días para prepararlo, siendo consciente de que era una oportunidad única para cambiar las tendencias de cara al 23-J y así encarrilar las encuestas a su favor. No fue así pues, desde el inicio del debate, vimos a un Sánchez tenso y nervioso, que parecía el inexperto aspirante, frente a un Feijóo distendido y tranquilo, que parecía el Presidente y no el Jefe de la Oposición, atacando desde el inicio a un Sánchez a la defensiva que buscaba por todos los medios interrumpir el discurso demoledor del líder del PP sin respetar los turnos de palabra establecidos, mientras éste le instaba a que le dejara hablar y le pedía que se tranquilizara. Comenzaba así un debate bronco en que sendos contendientes se acusaban mutuamente de mentir desde el inicio y en el que Feijóo desactivaba los reproches de Sánchez por los pactos con Vox, que venía a ser casi el único argumento para atacar al líder popular mientras éste le afeaba que, en todo caso, él no tenía credibilidad para hablar de pactos tras haber pactado (contra lo que prometió a los ciudadanos) con Pablo Iglesias, ERC, Bildu y compañía quienes, en definitiva, eran los que le habían apuntalado durante la legislatura a cambio de concesiones de todo tipo….Y en medio de este mar de contradicciones e incoherencias por parte de Sánchez, cuando el Presidente dijo, seguramente para animar a los suyos, que el PSOE iba a ganar las elecciones, Feijóo aprovechó la situación y sacó un documento, que firmó en directo, comprometiéndose a que, en ese caso, si Sánchez ganaba las elecciones como decía, él favorecería su investidura para acabar con los extremismos, si es que era eso lo que le preocupaba al Presidente, siempre que, obviamente, Sánchez hiciera lo propio si no ganaba las elecciones y, como él, se comprometiera firmando el documento, a lo que Sánchez, cogido por sorpresa, se negó reiteradamente y sólo acertaba a decir que hablara con Fernández Vara en Extremadura, olvidando que la oferta de favorecer que gobierne la lista más votada ya fue rechazada por el PSOE en plena campaña de los comicios locales y autonómicos…. Y Sánchez, desactivado su argumento de que él puede pactar con quien sea pero Feijóo no, simplemente se limitó a decir “yo acuerdo con partidos avanzar en derechos sociales, no el retroceso” y “usted quiere aprobar amnistías fiscales, sobre todo para sus amigos” mientras Feijóo le recordaba que era responsable de que con su Ley del “sólo sí es sí”, cientos de violadores habían visto aliviadas sus penas de cárcel por lo que “estos machistas que violaron a las mujeres están en la calle por usted” que “pasará a la historia como el que aprobó esa infamia”, desmontando con ello las acusaciones que Sánchez hacía a Feijóo de “claudicar ante el machismo con acuerdos vergonzosos”. Ya ven, el debate estaba perdido para Sánchez, mientras Rufián, en un mitin con Otegi y Junqueras, recordaba que ellos “elegirán lo que pase” si gana el PSOE las elecciones, presumía de su influencia sobre Sánchez y prometía, si repiten pacto, impulsar sendas “republicanas independientes”. Feijóo por su parte atacaba el triunfalismo de Sánchez en Economía y, entre otras cosas, le reprochaba que “dejará el pufo a los españoles”, que no haya explicado su cambio sobre el Sahara, que haya eliminado la sedición e indultado a los condenados por el procés o que no haya despolitizado el CGPJ, dejándole claro, dijo, que “seré un presidente de fiar, no voy a mentir a los españoles” y me ocuparé “de sus problemas, dificultades e ilusiones” ante un Sánchez desnortado que se limitaba a reiterar el mantra populista de que “nos estamos jugando seguir avanzando o pasar a un túnel del tiempo”, un débil argumento genérico apelando al voto del miedo, ya superado, para ganar un debate cara a cara con el jefe de la oposición.

            Y, tras la resaca del cara a cara con el revés a Sánchez, se acentúa la desmotivación en la campaña socialista, mientras Ferraz asume que el Presidente no ganó el debate y perdió así una oportunidad de oro para la esperada remontada en las urnas mientras la desmovilización se extiende en los cuadros territoriales, pues, obviamente, “no se puede disfrazar lo que todo el mundo ha visto”, reconociendo algunos dirigentes y ministros que “nada salió como estaba previsto” y señalando al equipo de Sánchez pues “es evidente que lo preparó mal”, mientras Moncloa, a pesar de todo, defiende su...... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/). 

 

lunes, 10 de julio de 2023

CARA A CARA; PARA SÁNCHEZ, CARA O CRUZ

                         Con la campaña iniciada con ventaja demoscópica para el PP de Feijóo, ganada a pulso por el rechazo a las políticas radicales del minoritario Gobierno de coalición de los socialistas con comunistas y con el resto de radicalismos nacionalistas, al PSOE de Sánchez sólo le vale un verdadero golpe de suerte para frenar la tendencia y hacer olvidar en pocos días los despropósitos gubernamentales cometidos con el único objetivo de mantener en Moncloa al Presidente Sánchez y a su equipo a costa de lo que sea, lo que, sin duda, hace bastante difícil la situación para los socialistas, que llegan al único “cara a cara” televisado de la campaña entre Sánchez y Feijóo, convertido en realidad en un patético “cara o cruz” para el Presidente que, por méritos propios, se juega a una carta no ya su propia suerte sino la de un PSOE necesitado de volver a encontrar el norte de una socialdemocracia, moderada y progresista, de la que le han alejado sus socios populistas, radicales y secesionistas, tanto de izquierdas como de derechas. En definitiva, un debate televisado que, para muchos, vale una campaña y que llega cargado de tensión, enfocado especialmente en los pactos pues Sánchez, pionero en pactar lo que sea y con quien sea, arremete contra Feijóo porque simplemente, contra lo que él hizo, deja claro que, si lo necesita, se verá obligado a pactar con Vox ya que no hacerlo le supondría renunciar a gobernar el país salvo que el PP consiga mayoría absoluta, lo que, de entrada, parece improbable, por lo que la teoría de Sánchez de dar por válido sus pactos con cualquiera pero a su vez rechazar los que haga Feijóo supone sencillamente cortar de raíz la alternancia política, imprescindible en cualquier democracia. Así las cosas, Sánchez se lo “juega todo” a “cara o cruz” si en el “cara a cara” con Feijóo consigue convencer a los ciudadanos, especialmente a los indecisos, de que él puede pactar con radicales, comunistas, populistas de izquierdas, nacionalistas de derechas, bilduetarras, antisistemas y secesionistas de izquierdas o derechas (en fin, con quien sea), pero su contrincante, Feijóo, no puede pactar con los populistas de derecha o la extrema derecha, es decir, con Vox ya que con ellos se avecinarían las siete plagas de Egipto en España. No obstante, el PP se dispone a marcar más distancias con Vox y ve “posibles” los 165 escaños que le harían acreedor a gobernar en solitario en minoría (Sánchez logró gobernar tras su tercer intento por mayoría simple de sólo dos votos de diferencia, sólo con 120 diputados socialistas y 33 podemitas), pues el PP considera que ya está superada la crisis de los pactos autonómicos con Vox y Feijóo centrará su esfuerzo en buscar el voto de centro, pedirá el voto del PSOE “no sanchista” y evitará la bronca en el debate para buscar el voto útil, confiado en lograr el diputado en liza en 15 provincias que le posibilitaría gobernar en solitario, ya que el talante y la seguridad de los candidatos van a ser piezas clave para captar a los indecisos, mientras Yolanda Díaz pisa el acelerador en los territorios en los que el PSOE pierde fuerza. En todo caso, todo apunta a que Feijóo se lo tendrá que currar, cuando esperaba un paseo triunfal, y mientras sale a la calle haciendo mítines, Sánchez, que lleva encerrado varios días para preparar el “cara a cara” de hoy, es decir, su “cara o cruz”, le planta cara con una intensa estrategia mediática, pues el PSOE está convencido de que aún “hay partido”, por lo que el PP pide luchar en cada territorio ya que, tal como está el panorama, no sólo se trata de ganar las elecciones sino de intentar sacar más votos que toda la izquierda junta, lo que no es tarea fácil.

            Entretanto los sondeos son contundentes y todos dan ganador de los comicios al PP. Para 40dB la derecha inicia la campaña con ventaja pero sin llegar a una mayoría suficiente, mientras la distancia entre PP y PSOE se sigue acortando y ya es inferior a dos puntos, cuando Vox y Sumar pelean por la tercera posición que será clave para el conjunto de los bloques y el Presidente necesita un golpe de timón en el debate de hoy si quiere remontar en los sondeos, mientras Feijóo pide un “Gobierno libre” frente a los extremismos; los resultados serían PP 127 diputados, PP 113, Vox 42, Sumar 37 y Otros 31. Para GAD3 el 8% de quienes votaron a Sánchez en 2019 apoyarán ahora a Feijóo que no solo..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

 

jueves, 6 de julio de 2023

LA HERENCIA UNIVERSAL

                         No cabe duda de que en campaña electoral hemos de estar preparados para escuchar todo tipo de milongas y ocurrencias ya que éstas endulzan los oídos de quienes piensan que todo el monte es orégano o creen que existen los gnomos; no obstante estas milongas y ocurrencias sirven a veces para atraer el foco de atención mediática hacia quienes las hacen como ha sucedido con la ideada por Yolanda Díaz prometiendo 20.000 euros a todos los jóvenes que cumplan dieciocho años, justo cuando les llega la edad de votar, en concepto de “herencia universal” pero, eso sí, olvidando la trágica “herencia real y verdadera” que les vamos a dejar a las próximas generaciones con la mayor deuda pública de la historia que, obviamente, alguien tendrá que pagar alguna vez, pues, ni la prometida “herencia universal” de Sumar, ni otros tantos dispendios electoralistas, muchos de ellos innecesarios, caen gratis por la chimenea y, curiosamente, es precisamente lo que olvidan los generosos proponentes como si todas sus ocurrencias crematísticas nos cayeran directamente del cielo por intervención divina…. ¿Nos apuntamos a la propuesta de Yolanda o la rechazamos? Es obvio, a nadie le amarga un dulce y además ya se sabe que no apoyarle sería de fachas perversos y despiadados que pretenden la ruina de nuestros jóvenes a los que, por cierto, con las políticas practicadas por el Gobierno se les condena al paro juvenil, que en España es el mayor de toda Europa, y esa sí que es la peor herencia que pueden recibir, aunque, para no ser tratados de fachas indeseables y, ya puestos a recibir la propuesta con todo entusiasmo, cabe preguntarse ¿por qué 20.000 euros en vez de 50.000 o más? y argumentar ¿es que no lo van a pagar los ricos con sus impuestos aunque sus hijos, ricos como ellos, también reciban dicha herencia y no quede restringida a los más pobres y vulnerables?... En fin, un poco de seriedad no estaría de más a la hora de ofertar semejantes ocurrencias que rechazan incluso los ministros socialistas, compañeros de la Vicepresidenta comunista Yolanda, y que, en todo caso, requeriría al menos mayores dosis de realismo político en un país en que, al margen de lo que se quiera vender, hay graves problemas para que muchísimos de sus ciudadanos puedan llegar con cierta holgura a final de mes y pagar sus alimentos, su vivienda y la energía que necesitan, cada vez más caros e inaccesibles para ellos, salvo que se entienda, que, con adaptarse a una alimentación más barata y pobre en nutrientes, con okupar una vivienda ilegalmente o engancharse a la red eléctrica del vecino ya está todo arreglado. Pero, ya ven, estamos en campaña y todo vale, al extremo de que, hecha pública la ocurrencia de Yolanda, algunos incluso dicen que ya era hora de que la precampaña tratara de propuestas y no de otros asuntos, cuando otros partidos ya las vienen haciendo pero, eso sí, con propuestas más realistas y viables que la de Sumar y, por tanto, menos llamativas y espectaculares para los medios. Así pues, mientras Calviño cuestiona la “herencia universal” de su compañera Yolanda Díaz, y Sánchez en sus entrevistas autocomplacientes a sus ministros en Ferraz va desgranando su programa y defendiendo las políticas que ha llevado a cabo su Gobierno de coalición, Feijóo presenta también su programa que, guste o no, contiene 350 propuestas (no se puede decir que no hay propuestas), entre las que cabe destacar, prohibir los beneficios a presos de ETA que no colaboren, prisión permanente revisable para asesinos que oculten el cadáver, poner límites a los indultos, castigar los referéndums ilegales, reformar el sistema de elección del CGPJ y devolverle las competencias que le ha quitado Sánchez, desvincular del Gobierno al Fiscal General del Estado, recuperar el delito de sedición, no pactar con quienes se hayan levantado contra la Constitución, derogar las leyes de memoria, vivienda y trans, una ley para blindar la independencia de las instituciones y descolonizar organismos públicos, apoyar al campo y a la clase media trabajadora, pactos de Estado en vivienda, agua y violencia de género, bajar impuestos como el IRPF o IVA, aprobar un plan antiokupa, prorrogar las nucleares, imponer un “equilibrio lingüístico” para que el castellano (lengua oficial en toda España) sea vehicular, una selectividad común en toda España….etc etc; en definitiva, según él, un “contrato” con los españoles para que haya un cambio real; por tanto, puede gustar más o menos, pero, obviamente, no se le puede achacar que no haga propuestas, aunque no sean tan escandalosas, electoralistas y llamativas como la de Yolanda.

            Entretanto está el asunto de los pactos en las CCAA en los que, por cierto, ya PP y Vox han cerrado casi todos, menos Murcia en que el PP requiere la abstención de Vox y que, al igual que hace el PSOE en Navarra, que necesita la abstención de Bildu, se deja para después de los comicios generales para que no interfiera en la campaña, cuando la realidad es que..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

 

lunes, 3 de julio de 2023

DESPEJANDO EL HORIZONTE

                         Casi a las puertas del inicio oficial de la campaña electoral del 23-J los partidos, en medio de la hojarasca política, trabajan con el objetivo de ir despejando el horizonte cuanto antes de cara a lo que se nos viene encima y, al efecto, el PP, claro vencedor en los comicios del 28-M y, según los sondeos, probable vencedor en los del 23-J, busca tener cerrado lo antes posible el mapa político de los gobiernos locales y autonómicos para evitar que en plena campaña se mezclen churras con merinas para magnificar una intencionada ceremonia de la confusión buscando que “a río revuelto, ganancia de pescadores” pues, como es lógico, los partidos políticos intentan pescar en todos los charcos y con todas las artes que tengan o se les pongan a su alcance. Al efecto el PP va consolidando sus pactos autonómicos con Vox aplicando en cada territorio la fuerza y disposición que cada partido tenga o haya obtenido en las urnas, con lo que, mientras en Valencia, por ejemplo, Mazón ya se dispone a derogar la ley de Plurilingüismo, a cerrar la Oficina de Derechos Lingüísticos y a garantizar la libre elección de centro y de lengua en todas las etapas educativas, en Baleares, Prohens apuesta por un “bilingüismo cordial” y por introducir paulatinamente más castellano en las aulas no de golpe como Bauzá para evitar movilizaciones en el profesorado, aunque, en definitiva, se trata de poner fin en ambas autonomías a la exclusión del castellano que algunos pretenden, por lo que en los pactos con Vox eliminan la exigencia del catalán para ser funcionario y garantizan la libre elección de idioma en educación, mientras el PSC (sucedáneo peculiar y pintoresco del PSOE en Cataluña) se alía con los independentistas para seguir incumpliendo en tierras catalanas la exigencia de impartir el 25% de clases en castellano a pesar de las sentencias que obligarían a garantizarlas, mientras la popular Cayetana Álvarez de Toledo insta a que “España debe culminar la victoria del optimismo constitucional”, lo que, desde un punto de vista democrático, es incuestionable pues no hay nada peor para la democracia que el incumplimiento por parte de las instituciones de las sentencias judiciales cuando están obligadas precisamente a que éstas se cumplan a rajatabla. Entretanto se sigue avanzando en los pactos en Extremadura, donde Vox reduce a Agricultura su exigencia para pactar y la popular Guardiola cede en su veto dando a los de Abascal la Consejería de Mundo Rural que, a instancia de Génova, permite que Guardiola se aparte del foco para despejar la campaña de Feijóo y no regalar el protagonismo del socialista Vara quien, tras haber anunciado su retirada de la política, anuncia que se presenta a la investidura aprovechando el desencuentro entre PP y Vox en la región. Por tanto el PP garantiza el cambio en Extremadura sin someter sus principios a Vox, que consigue la Consejería de Gestión Forestal y Mundo Rural, se rubrica el pacto y se trabajará contra la violencia machista, mientras ambos partidos avanzan también en las negociaciones en Aragón y sólo mantienen el pulso en Murcia, donde el PP, que supera con creces a todo el voto de izquierdas, está a dos escaños de la mayoría absoluta y necesitaría la abstención de Vox. Entretanto Sánchez, ante estos pactos autonómicos, dice que “estamos viendo estos días el tráiler de la película tenebrosa de PP y Vox” cuando acabamos de ver entera la película de terror protagonizada por su Gobierno Frankenstein en la que los populistas radicales y los secesionistas, condenados por la justicia e indultados por él, han llevado la voz cantante y le han sometido a todo tipo de chantajes a cambio de apuntalarle en el poder…..no parece pues lo más coherente por parte del Presidente criticar pactos con radicales, en este caso de derechas, que, al menos no han sido condenados por la justicia por sus prácticas anticonstitucionales, cuando él mismo lo ha hecho con radicales, en este caso de izquierdas, condenados por sus prácticas anticonstitucionalistas y cuando ahora intenta de nuevo pactar con ellos tanto en Cataluña como en Euskadi, pero, en fin, Sánchez sabrá a qué está jugando, mientras ex líderes socialistas, hoy tachados de fachas por discrepar de Sánchez, se agrupan en busca de un nuevo PSOE y reunidos en el colectivo Fernando de los Ríos quieren influir en el futuro del partido.

            Y mientras se despeja el horizonte autonómico y con la vista puesta en el 23-J, Feijóo aclara que su Ministerio de Cultura no será como el de Sánchez, mientras PSOE y Sumar buscan el voto LGTBI con la estrategia del miedo a Vox, y el PP critica el uso partidista de la presidencia rotatoria española de la UE. No obstante, la realidad es que en una campaña en que los debates electorales ni son obligatorios ni están regulados, Vox intenta...... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/