lunes, 31 de julio de 2023

INDIGNIDAD POLÍTICA

                         ¿Se imaginan qué se estaría diciendo, y con toda la razón del mundo, si Feijóo estuviera intentando pactar con un hipotético Abascal fugado de la Justicia por presuntos graves delitos contra el Estado de Derecho? Pues nada menos que eso es lo que está intentando Sánchez con el fugado Puigdemont antes de reconocer que ha perdido las elecciones y que, guste o no guste, las ha ganado Feijóo, aunque sin la mayoría suficiente para ser investido, salvo que el PSOE, o alguno de sus aliados, colabore con una abstención o cualquier otra fórmula para dejarle gobernar como el candidato más votado, o salvo que, en su caso, Sánchez pueda presentar una alternativa clara, holgada, decente y digna para ser investido en el Congreso de los Diputados a pesar de haber perdido los comicios…. alternativa que, lamentablemente, tampoco tiene el actual Presidente del Gobierno, lo que debiera abocarnos, guste o no guste, a una repetición electoral para que los españoles nos pronunciemos de nuevo con mayor claridad, si cabe, sobre quién queremos que nos gobierne durante los próximos años. Sin duda, ante tan patética situación, lo menos indeseable es que votemos de nuevo, pues nada deseable sería que un nuevo Gobierno Frankenstein, más débil y condicionado que el actual, nos gobernara durante los próximos cuatro años cuando el mismísimo Sánchez ya adelantó por sorpresa las elecciones convencido de que era incapaz de sostener la situación de inestabilidad gubernamental hasta diciembre, que es cuando tocaban los comicios. Desgraciadamente, así las cosas, en este momento estamos en un indeseable bloqueo político, que sólo los ciudadanos pueden resolver de nuevo en las urnas, dado que, al parecer, la única alternativa aritmética, que no política ni deseable, es oscura, demasiado ajustada, indecente e indigna al tener que hacerla recaer en un partido, JxCat, con su cúpula condenada por graves delitos políticos (la de ERC, también) y con su jefe, Puigdemont, huido de la Justicia. Pero Sánchez parece estar dispuesto a tragar con todo ello, cuando incluso, tras el recuento de los votos del exterior (que ahora quiere revisar de nuevo sospechando que puede haber tongo en los votos nulos: ¡qué estaría diciendo si fueran otros quien cuestionaran el recuento!), pierde otro escaño por Madrid, con lo que el PSOE se queda con 121 (frente a los 120 que tiene ahora) en favor de Feijóo que alcanza los 137 (48 más que en 2019), y lo que, además, supone que ya no valga ni siquiera para la investidura la abstención de los votos de Puigdemont (que siempre se podía vender como cierta neutralidad casual) sino que ahora se requiere que Junts vote a favor de Sánchez, dado que el bloque que presuntamente podría apostar por Feijóo contaría con 172 diputados (PP, Vox, UPN y CC) y el de Sánchez, sin Puigdemont, quedaría con 171 (PSOE, Sumar, ERC, Bildu, PNV y BNG) con lo que los siete diputados de JxCat son indispensables para una investidura exitosa, que, aunque legal, sería claramente indigna y, sin duda, estaría en contra del sentir mayoritario de los españoles. Ante esto, Feijóo ha solicitado a Sánchez por carta una reunión urgente esta semana proponiéndole un “diálogo responsable” ya que “España no merece una situación ingobernable”, pero Sánchez la rechaza en una réplica llena de reproches “hasta que el Rey designe candidato” y anticipa que tendrá los “apoyos necesarios” para ser investido, relegando a quien cuenta con más escaños propios que él mismo a las reuniones que tenga con “el resto de grupos”. Ya ven Sánchez, fiel a su egolatría, a su soberbia y a su interés personal por encima de todo, da vía libre a la indignidad política pactando la gobernabilidad del Estado no ya con radicales, que puede ser discutible pero no indigno, sino con verdaderos delincuentes, a los que previamente ha indultado, y también ahora incluso con los prófugos de la Justicia que escaparon en su día de España, todos ellos, unos y otros, dispuestos a desmantelar el Estado de Derecho como sea.

            Y para consolidar este empecinamiento irrefrenable de justificar lo injustificable con tal de conseguir sus objetivos personales, los aliados de Sánchez, convencidos de que la mejor situación para ellos es evitar la alternancia política, se ponen en marcha para convencer a Puigdemont de que acceda a investir al Presidente en funciones y para que éste allane el camino, como sea, para que ellos puedan justificar su apoyo a la variopinta e indigna investidura. El PNV, insta al PSOE a iniciar la..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/).

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario