Salvo que las distintas
instituciones y poderes del Estado español tomen las riendas para reconducir lo
antes posible la situación, podemos concluir que España está abocada a
convertirse en un Estado fallido, si es que ya no lo es, cuando se trata de uno
de los primeros Estados modernos europeos constituidos tras el ocaso de la Edad
Media. El tiempo para remediarlo se agota, tal como demuestran, entre otras
cosas, los últimos sucesos en Cataluña que, en la práctica, viene actuando a su
aire y contra la legalidad española vigente, que todos los españoles (incluidos
los catalanes) nos dimos en su día, y lo hace desde las propias instituciones
catalanas cuyos poderes emanan de la Constitución, que quieren finiquitar
definitivamente actuando al margen de ella. Es obvio que ningún Estado democrático
soporta tamañas afrentas que conducen al suicidio institucional colectivo y al
totalitarismo político más indecente. Sin embargo en España, tras la detención
y posterior puesta en prisión de varios miembros de los CDR, acusados de
presunto delito de terrorismo con fines secesionistas, el President Torra,
quien debiera ser el primero en defender la ley y en respetar la separación de
poderes del Estado, se pone de parte de los presuntos terroristas y carga en el
Parlament contra la democracia española a la que quiere destruir, jactándose
además de no retirar la pancarta del balcón de la Generalitat en favor de los
procesados por los graves acontecimientos del 1-O, verdadero golpe de Estado
institucional, mientras los secesionistas en el Parlament, extralimitándose en
sus funciones y competencias, retoman la vía de la desobediencia y en un bronco
pleno, en el que por denunciar que se ampare a los acusados de terrorismo es
expulsado Carrizosa, el portavoz de Ciudadanos, principal partido de la
oposición, aprueban, entre otras lindezas totalitarias, amparar a los acusados
por terrorismo y exigir su puesta en libertad, expulsar a la Guardia Civil de
Cataluña por “atemorizar a la ciudadanía y coartar la protesta” y avalar el uso
de la “desobediencia civil e institucional” contra el Tribunal Supremo cuando
éste está a punto de emitir la sentencia por el “procés”, con lo que la
insurrección se instala de nuevo impunemente en la Cámara Legislativa de
Cataluña. Además, cuando por fin la dichosa pancarta en favor de los presos del
1-O es retirada por orden judicial del balcón de la Generalitat por parte de
dos operarios, el totalitario Torra se burla de nuevo de la Justicia y coloca
una nueva pancarta, en este caso, apelando a la libertad de expresión, cuando,
como President de la Generalitat, él debiera haber sido el primero en cumplir
la resolución del TSJC. Todo un desafío infame e intolerable al Estado de Derecho
y, por tanto, a la Democracia, que esencialmente se ha de sustentar en el
respeto a la Ley, democráticamente establecida, que nos hace a todos iguales, y
en el acatamiento a las resoluciones de los tribunales de justicia, encargados
de juzgar las conductas delictivas con todas las garantías procesales para los
acusados como es el caso, así como en el estricto cumplimiento de las
competencias encargadas a las distintas instituciones del Estado en sus
diversos ámbitos territoriales o áreas de actuación encomendadas. Por
muchísimas menos motivos, en cualquier otro.... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista,
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domingo, 29 de septiembre de 2019
miércoles, 25 de septiembre de 2019
JUGANDO CON FUEGO
O los partidos
genuinamente democráticos se ponen de acuerdo para defender el Estado
Democrático de Derecho por encima de sus legítimas diferencias
ideológico-programáticas, o los ciudadanos ponemos un rotundo rechazo en las
urnas contra aquellos que no lo hagan, o, en caso contrario, estamos avivando
un juego peligroso de consecuencias incalculables, ya que España lleva
demasiado tiempo jugando con fuego y, al final, corre un grave riesgo de acabar
quemándose en la hoguera de la intolerancia y el totalitarismo político. Y,
como ya estamos en precampaña electoral no estaría de más que los ciudadanos
empezásemos a defender de forma contundente nuestro sistema democrático, frente
a aquellos que, por activa o pasiva, andan tibios contra quienes quieren
imponernos por la ley de la fuerza su santa voluntad en contra de la legalidad
vigente que los españoles nos hemos dado, pues, en caso contrario, puede que
pronto sea demasiado tarde para enderezar el entuerto. Me refiero concretamente
al pulso nacional-secesionista “in crescendo”, alentado desde las propias instituciones
democráticas y acogido con cierta tolerancia por algunos partidos políticos, de
ámbito territorial o nacional, que se dicen democráticos. El último episodio,
en vísperas de la inminente sentencia de los líderes del ilegal “procés”, es
elocuente, pues, después de más de un año de investigación por parte de la
Guardia Civil, como es su obligación, un juez detiene por terrorismo a nueve
miembros de los Comités de Defensa de la República (los violentos y totalitarios
CDR), que escondían material para fabricar explosivos y planeaban atentar en
octubre, y Torra, máximo representante del Estado en Cataluña, en vez de apoyar
dicha investigación para esclarecer los hechos, como sería su deber, lamenta la
“represión” contra este presunto terrorismo catalán, denunciando que se trata
de un acto de “represión del Estado”, después de que él mismo instara hace un
año a los CDR a “apretar” su presión al mismo. Según todos los indicios, los
nueve detenidos de los CDR (siete de ellos han sido trasladados a Madrid para
comparecer ante la Audiencia Nacional y dos han quedado en libertad con cargos)
planeaban atentar con explosivos contra un cuartel de la Guardia Civil, del que
tenían planos, y contra el Parlament tras la sentencia del 1-O, y habían
protegido un encuentro secreto del Govern con emisarios de los golpistas
fugados (el cabecilla de ellos, Puigdemont). Por su parte JxC y ERC exigen
cínicamente la comparecencia del Ministro de Interior por esta “operación opaca
y criminalizadora contra el independentismo”, cuando las escuchas revelan un
plan “avanzado”, como respuesta a la sentencia sobre el 1-O, que, en todo caso,
se estaría investigando, mientras la Generalitat, en vez de apostar para que se
esclarezcan los hechos, denuncia de forma indecente acoso a la ideología
secesionista y evita condenar la violencia ejercida por estos concretos
energúmenos totalitarios para imponerla al margen de la ley. Y, mientras
Sánchez Llibre impulsa las..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista,
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domingo, 22 de septiembre de 2019
EL INSOMNIO DE SÁNCHEZ
Enfrascados ya en plena
precampaña electoral (si es que no hemos estado siempre en precampaña estos
últimos tiempos), Pedro Sánchez se estrena en televisión arremetiendo de forma
furibunda contra UPodemos, declarado por él mismo como socio preferente y con
el que gobierna en no pocas CCAA y municipios, al confesar que él “no dormiría
tranquilo con Podemos en el Gobierno” (manifiesta: “Yo sería presidente del
Gobierno; y sería un presidente… que no dormiría por la noche, junto al 95% de
los ciudadanos que tampoco se sentirían tranquilos”, fin de la cita, que diría
Rajoy), y remata su calculada estrategia de victimismo y generosidad con que
hoy podría ser presidente “si hubiera elegido el camino fácil” cerrando un
pacto con Podemos. Por su parte Pablo Iglesias contesta: “Pedro me mintió, me
dijo antes y después de las elecciones que haríamos un gobierno de coalición y
confié en él….si cometí un error fue confiar en su palabra”, “puede cambiar el
colchón de Moncloa si no duerme bien, pero no faltar al respeto”. Ya ven,
Iglesias y Sánchez se retratan mutuamente en esta despiadada guerra entre
socialistas y populistas tras haber estado a punto en julio de gobernar juntos,
lo que, visto lo visto, bien podemos los ciudadanos estar contentos por
habernos librado de semejante calvario. La realidad es que este Sánchez, que
“no dormiría por la noche” de haber aceptado las “imposiciones” de Iglesias, es
quien no deja dormir tranquilos a una buena mayoría de españoles que, desde el
principio, hemos sostenido siempre que las opciones
radical-populistas-antisistema, así como las nacional-secesionistas, no son
buenos compañeros de viaje, mientras él, con tal de satisfacer su ego personal,
siempre se ha inclinado por ellas de forma incomprensible. Si por fin ha caído
del burro, bienvenida sea su llegada a la cordura democrática, pero la realidad
es que, desde que, con métodos populistas asamblearios, consiguiera alzarse al
liderazgo del PSOE, para, una vez en el poder, mantener las estructuras
organizativas tradicionales del partido, siempre fueron los populistas y los
nacional-secesionistas sus socios valedores de su trayectoria política, tanto
en la moción de censura como en las CCAA y en los Ayuntamientos (valgan como
ejemplo la Comunidad Valenciana, Navarra, Ayuntamiento de Barcelona…..), al
extremo de que, tras ser el partido más votado en los últimos comicios y jalear
desde el balcón de Ferraz las consignas de sus más fervientes seguidores
sanchistas al grito de “¡con Rivera no!”, reitera una y otra vez sus
preferencias por UPodemos como socio esencial, descartando desde la misma noche
electoral cualquier aproximación a Ciudadanos con quien, curiosamente, el PSOE hubiera
sumado una mayoría absoluta. ¿Cuándo ha descubierto Sánchez la maleficencia de
Podemos como socio, con quien gobierna casi sistemáticamente en no pocas
demarcaciones territoriales, en las que ahora ya no entienden nada? Pero lo más
preocupante, lo que hace que Sánchez, “El Insomne”, no deje conciliar el sueño
a miles y miles de españoles, incluidos entre ellos muchos socialistas, es su..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista,
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miércoles, 18 de septiembre de 2019
DE NUEVO A LAS URNAS
Como era más que
previsible, dada la manifiesta incapacidad e irresponsabilidad de nuestros
dirigentes políticos, ensimismados en sus intereses particulares y partidistas
en vez del interés general de todos los españoles, la pertinente ronda con el
Rey constata que ni la fuerza más votada, ni ningún otro líder político cuenta
con apoyos suficientes para ser investido como Presidente del Gobierno….y,
menos aún, para garantizar una gobernabilidad estable, creíble y viable para
afrontar los urgentes retos que España tiene planteados, por lo que, sin otra
salida, se liquida esta inoperante legislatura y habrá que volver de nuevo a
las urnas el próximo día 10 de noviembre. Y, ante la manifiesta incompetencia
política demostrada en estos últimos meses, no estaría de más que, para que no
se repitiera el esperpento, los pretendientes a ser futuros candidatos a
presidir el Gobierno de España hicieran un básico cursillo intensivo de
capacitación para aprender algo tan simple como que, salvo que obtengan mayoría
absoluta, el aspirante está obligado a buscar alianzas con el resto de
formaciones políticas para conseguir una mayoría parlamentaria suficiente y es
el principal responsable del fracaso; que, para ello, evidentemente ha de
renunciar a una parte de los objetivos de su proyecto y aceptar buena parte de
las condiciones que le exija el presunto aliado y para ello se requiere una
verdadera voluntad de negociación y no de imposición; que es él quien elige al
presunto socio, ya sea a su izquierda o a su derecha ideológica, y, por tanto,
él es el responsable de las consecuencias políticas que ello pueda acarrearle y
acarrear al país; que en la negociación no caben vetos, ni a personas ni a
proyectos, sino, en todo caso, aplazamientos estratégicos pactados de
determinadas propuestas programáticas que pudieran ser indeseables o
inasumibles; y que si no se cuenta con todo lo anterior por la razón que fuere
sólo cabe renunciar a la candidatura, bien para que el Jefe del Estado, el Rey,
designe a otro candidato que pudiera contar con la citada necesaria mayoría
parlamentaria, bien para disolver las Cortes y convocar de nuevo elecciones.
Así lo entendió Rajoy en su momento, renunciando al instante a ser el candidato
cuando con 123 escaños (los mismos que tiene hoy Sánchez) comprobó que nadie
estaba dispuesto a pactar con él, y así se ha visto obligado Sánchez a
entenderlo, pero después de cuatro meses en los que, teniendo la posibilidad de
entenderse con quienes él mismo señalaba que eran sus socios preferentes, se ha
dedicado a marear la perdiz. Menos mal que, al menos, en esta ocasión no ha
aparecido ningún temerario como Sánchez, tras la renuncia de Rajoy, dispuesto a
presentarse a una investidura sin contar con los pertinentes apoyos, y que
finalmente, como era de esperar, resultó fallida, tras la pertinente pérdida de
tiempo, mientras criticaba la retirada de Rajoy por no contar con la mayoría
suficiente y él, sin tenerla, conseguía ser propuesto como candidato. Si ahora
él hubiese hecho lo mismo que hizo Rajoy, al menos, no se hubiera perdido más
de cuatro meses de inoperancia política, de gobernabilidad en funciones y de
parálisis parlamentaria….eso sí, todos cobrando del erario público por su
manifiesta incompetencia. Esperemos que..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista,
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domingo, 15 de septiembre de 2019
EL PROBLEMA, LOS POLÍTICOS
Cada vez se hace más
evidente la deficiente capacidad de nuestros líderes políticos para afrontar la
gobernabilidad del Estado lo que, inevitablemente, nos conduce a nuevas
elecciones….y que cada uno de ellos asuma la parte alícuota de responsabilidad
que le toque. Si son incapaces de pactar una investidura, un programa de
gobierno y un posterior Ejecutivo que lo lleve a efecto, poco más podemos
esperar de ellos, salvo las milongas que nos quieran contar para quitarse las
pulgas de encima cada uno de ellos y endosárselas al otro, que es en lo que
están. En el patético último pleno del Congreso, con luz y taquígrafos,
Sánchez, empeñado en su monocolor gobierno minoritario con el apoyo gratuito de
los demás, dijo cínicamente “no queremos elecciones; lo intentaremos hasta el
final”, mientras pedía a toda la oposición que se abstuviera para facilitar su
investidura y, en caso contrario, les hacía responsables del fracaso; su aliado
preferente, Iglesias, le ofrecía “sentémonos a negociar y a trabajar usted y
yo” para salir del atasco, a lo que el Presidente en funciones se negaba,
remitiéndolo a la fracasada mesa de negociación; y el resto de la oposición,
con quien no había habido ningún intento negociador, le instaba a que, como
candidato a la investidura, él era el máximo responsable de conformar una
mayoría parlamentaria y no los demás. Y tras este desencuentro en sede
parlamentaria, un sumiso Pablo Iglesias (al menos en apariencia) le ofrecía una
coalición temporal con la promesa de que si en el plazo de un año Sánchez no la
consideraba eficaz se retirarían los ministros podemitas pero mantendrían los
apoyos parlamentarios hasta el final de legislatura para demostrarle que es un
socio de gobierno fiable…..pero, como era de esperar, Sánchez lo rechaza a los
diez minutos de la llamada; ni siquiera quiere esta especie de gobierno de
coalición a prueba, siendo obvio que lo que quiere son elecciones o que todo el
arco parlamentario se ponga al servicio de su anhelado gobierno monocolor
minoritario. El Rey, tras constatar la ruptura Sánchez-Iglesias, recibe a la
Presidenta del Congreso y acelera las consultas, dando de plazo a los partidos
hasta el martes para pactar un gobierno estable o convocar elecciones, mientras
tanto Iglesias pretende que Felipe VI medie con Sánchez para una coalición, en
tanto que los constitucionalistas, analizando el artículo 99 de la Constitución
ante el bloqueo político, dejan bien claro que “el problema no es el papel del
Rey, son los políticos”…….¡ya sólo faltaba que éstos involucraran al Jefe del
Estado en su manifiesta incapacidad e irresponsabilidad de la que hacen gala
nuestros dirigentes políticos! Entretanto, asumido ya por Moncloa que habrá
elecciones, mientras dirigentes del PP apoyan una abstención después de los
comicios, Feijóo plantea un acuerdo PP-PSOE para evitarlas, una especie de
“gran coalición” ahora que ya se debatió en el PP en reuniones informales como
hipótesis, dividiendo al partido ya que unos lo ven como “golpe de efecto” y
otros creen que es “indigerible”, desconociéndose cómo reaccionaría Sánchez
ante la oferta de esta “gran coalición” PP-PSOE cuando, a la vista está, tiene
alergia a la “coalición” PSOE-Podemos. Y en medio de este caos político.....(sigue leyendo en Blog Mi punto de vista,
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miércoles, 11 de septiembre de 2019
SE ACABÓ EL PARIPÉ
Mientras el Congreso de
los Diputados recupera por fin su actividad bajo la amenaza de nuevas
elecciones y Batet sostiene que “hace falta normalidad y una legislatura
entera” se acaba el paripé de negociación entre PSOE y UPodemos, enrocados
ambos en sus posiciones que finalmente dieron al traste en julio con cualquier
atisbo de entendimiento para lograr la investidura de Sánchez y la
gobernabilidad del Estado. Al final, después de meses perdiendo el tiempo y del
fracaso de la reunión negociadora de la semana pasada, tras la llamada de Calvo
a Echenique para retomar las negociaciones sin visos de acuerdo alguno, un
nuevo paripé de simulación negociadora acaba como el rosario de la aurora tras
casi cuatro horas de supuesta negociación en el Congreso, abocando el fracaso
de este diálogo de besugos o de sordos (como prefieran) entre socialistas y
morados a unos inevitables comicios para el 10-N, salvo milagro de ultimísima
hora que nadie ve, mientras sendos partidos están al borde de una ruptura
definitiva. Por su parte el Rey, como está establecido, hará ronda de consultas
incluso sin un pacto Sánchez-Iglesias, enemigos íntimos, probablemente la
semana que viene y desde Zarzuela, sobre proponer al Presidente, sostienen que
“cuando lleguemos a ese río, cruzaremos ese puente”, después de apurar los
plazos para dar margen a la investidura y “constatar la disposición” de los
partidos a llegar a un pacto de gobernabilidad, por más que socialistas y
morados no tengan previsto verse más tras hablar sólo de sillones. Los
socialistas vuelven a rechazar la coalición que ofrecieron en julio y avisan de
que “no vamos a llamar más”, mientras los populistas morados insisten en tener
ministros y descartan radicalmente un apoyo “gratis” a última hora, en tanto
que ambas formaciones ya están en la estrategia de vender al otro como culpable
o responsable de este caos. Sánchez ya tiene lo que quería, nuevos comicios
que, según todos los sondeos, volvería a ganar incluso con más escaños, dejando
a Podemos más débil todavía y en peores condiciones para exigencias incómodas
como las de la coalición. Lo que no se entiende es qué hacemos durante tantos
meses perdidos de paripé indecente cuando desde el principio estaban boca
arriba las cartas de Podemos apuntando a una coalición de gobierno, que
aceptaba el PSOE de Sánchez al ofrecerles una vicepresidencia (eso sí, tras
vetar a Iglesias) y tres ministerios, pero que los podemitas rechazaron por
considerar insuficiente la oferta. Ahora, tanto Sánchez como Iglesias, debieran
explicar a los ciudadanos esta tomadura de pelo que ya está saliendo demasiado
cara; Sánchez debiera explicar por qué en julio era bueno un gobierno de coalición
con Podemos y ahora no....e Iglesias, por qué, rechazaba la oferta socialista
de julio y ahora se aferra a ella al extremo de que si el PSOE la aceptara el
acuerdo sería inmediato. ¿Capricho de niñatos inmaduros?, ¿rabieta infantil?, ¿estrategia
diabólica para minar al contrario?..... ¿Es que Sánchez no sabía que gobernar
con Iglesias era un riesgo desmesurado o que en algunos asuntos trascendentales
son opciones políticas incompatibles?, ¿lo ha descubierto durante sus
vacaciones en Doñana?.... En fin, por el bien del propio PSOE, de la
gobernabilidad del Estado y, en definitiva, de la solidez democrática, el
Presidente interino y candidato, máximo responsable de concitar apoyos
parlamentarios, debiera..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista,
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domingo, 8 de septiembre de 2019
UN CALLEJÓN SIN SALIDA
Mientras España revisa
sus planes en una reunión extraordinaria del Consejo de Ministros para afrontar
una salida abrupta del Reino Unido de la UE y, por otro lado, preocupa la más
que previsible crisis económica que se avecina, no sólo en nuestro país sino en
toda la UE, nada nuevo en la esperada reunión entre los equipos negociadores de
PSOE y Podemos para buscar un gobierno que tanto necesita el país. En definitiva,
socialistas y populistas cierran esta primera reunión postvacacional sin
acuerdo alguno, sin avances que vislumbren la más mínima esperanza de
gobernabilidad, aunque sendos equipos de negociadores se emplazan a seguir
negociando (o in-negociando) presionados por un calendario que se agota. La
cerrazón socialista a tener ministros de Podemos (aunque les ofrecen cargos en
entes como el Consejo de Seguridad Nuclear, la CNMV, el CIS….u otros organismos
por el estilo: “daremos a Iglesias cargos de primera línea” afirman), frente al
lógico planteamiento de éstos a un gobierno de coalición con todas sus
consecuencias, finiquita una absurda reunión de casi cinco horas para dejar las
cosas peor que estaban antes de las vacaciones. Y España no puede soportar por
más tiempo tanta incertidumbre. La portavoz de UP, Ione Belarra, critica el
“inmovilismo” del PSOE, y la portavoz socialista, Lastra, destaca las
“diferencias” entre ambas formaciones, aunque añade que la negociación no se ha
roto (y si es así, por qué siguen erre que erre y no rompen definitivamente).
Por tanto, tras esta reunión sin foto y con desacuerdo, estamos más cerca de
nuevas elecciones, mientras Podemos clama contra la “arrogancia” de Calvo,
Lastra y Montero, que, una vez más, vuelven a rechazar un Gobierno de
coalición, y el PSOE constata la imposibilidad de pacto, aunque ambos grupos
prevén intercambiar papeles este fin de semana. Curiosamente, otras formaciones
políticas con las que el PSOE tiene más discrepancias sustanciales de fondo,
como la separatista ERC o el derechista-nacionalista PNV, hacen casi lo
imposible para que, cuanto antes, Sánchez sea presidente de gobierno
ofreciéndole casi un beatífico apoyo gratuito (al menos de cara a la galería),
al extremo de que Rufián manifiesta que por ellos no será el fracaso de la
investidura y Ortuzar dice que “casi nos atrevemos a rogar a PSOE y UP que
lleguen a un acuerdo”…. ¿no es sospechoso este apoyo desinteresado por el bien
de España de aquellos que precisamente tienen como objetivo acabar con ella?. Todo
indica que PSOE y Podemos quieren urnas antes de que llegue la crisis que se
avecina, pues, al parecer, Sánchez e Iglesias, enemigos acérrimos, pero
condenados a entenderse, sólo están de acuerdo en que les favorece celebrar
elecciones ya y sin tiempo a que la desaceleración económica, como la ya
sufrida en época de Zapatero, les quite votos y sea peor el remedio que la
enfermedad, siendo su principal preocupación cómo vender a los ciudadanos unos
nuevos comicios y no salir perjudicados. Y, al efecto, como Sánchez ya dejó
claro que el obstáculo para un acuerdo
era Iglesias y éste se retiró para dejarle sin argumentos, ahora desde Podemos
ya difunden que...... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista,
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miércoles, 4 de septiembre de 2019
PROGRAMA COMÚN PROGRESISTA
Pedro Sánchez lo tiene
claro: “ni coalición, ni elecciones; hay otra vía: programa común progresista”.
Y añade que “no se trata de salvar la investidura, sino de que el Gobierno sea
coherente” y “lo subrayo con cinco líneas para que quede claro no espero nada
de la derecha”, mientras aclara que “la cooperación con Unidas Podemos estos
doce meses ha sido muy positiva”. Son las palabras del Presidente en la
antesala de la presentación pública a bombo y platillo de lo que llama un
programa de Gobierno, consistente en 370 medidas, que, tanto por su forma de
publicitarlas como por su contenido, para muchos analistas se corresponde más
bien con un nuevo programa electoral del PSOE que con un proyecto gubernamental
concreto y viable, evaluado en su financiación, por lo que muchos ya ven
elecciones para el próximo 10-N. Obviamente en el PP, Casado se prepara ya para
ir a las urnas y pide la unión del centro-derecha, que rechazan tanto Cs como
Vox, mientras Sánchez insiste en este “nuevo método” de gobernar en solitario y
en minoría, frente a la pretensión de Podemos que, tal como han hecho en no
pocas CCAA y Ayuntamientos, consideran más razonable un gobierno de coalición,
por lo que Iglesias responde al Presidente en funciones con un tuit apelando a
la “santa paciencia”, en tanto que PP y Cs reiteran su rechazo a abstenerse
para facilitar una investidura cada vez más en el aire. Y para cerrar esta
especie de pacto sin necesidad de coalición, Sánchez ofrece a Iglesias un
control riguroso del mismo, disfrazando de oferta a Podemos su programa
electoral, por si finalmente PSOE y Podemos no alcanzan un acuerdo, aunque se
copien sus programas en buena medida. En efecto, Pedro Sánchez, como última
oferta a los populistas, presenta con la parafernalia típica de un mitin
electoral sus 370 propuestas con continuos ataques a Iglesias, su rival en las
urnas por el voto de izquierdas, a quien vuelve a ofrecer su famoso Gobierno de
cooperación con Podemos y cargos que no sean ministerios, mientras Iglesias le
acusa de querer otros comicios y le reitera que no se dejará “humillar” por más
que la propuesta “suena bien”. En resumen: yo hago un programa amplio de
gobierno frente al que presenté para ganar las elecciones, lo hago público a
bombo y platillo sin consensuarlo contigo, te invito a sentarnos “a posteriori”
para dialogar al respecto y matizar algunos detalles, te ofrezco algunos cargos
de menor importancia y a que mediante una comisión de control puedas supervisar
su ejecución……..y, a cambio de tanta generosidad, tú me apoyas no sólo en la
investidura sino también en mi posterior gestión unilateral gubernamental para
dar cierta solidez a mi gobierno. ¿Realmente creen que es de recibo esta
insólita oferta socialista a los populistas? Para averiguarlo contéstense a si
¿la aceptarían los socialistas en caso inverso? Yo, sinceramente, creo que no,
pues consensuar un gobierno supone..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista,
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domingo, 1 de septiembre de 2019
PATÉTICA SOLEDAD DE SÁNCHEZ
Por fin, tras demasiado
tiempo con el Congreso de los Diputados cerrado e inservible (emulando en la
práctica el cierre de la Cámara de los Comunes británica por parte de Boris
Johnson, pero sin declaración oficial), la Cámara Baja española se pone en
marcha para celebrar un pleno sobre inmigración, eso sí, con Carmen Calvo como
protagonista, pues Sánchez, aunque presente en la sesión, había eludido
comparecer dejándole el marrón a su fiel vicepresidenta en funciones. Y, visto
lo visto, sucedió lo que se esperaba: la evidencia de una patética soledad de
Sánchez y de su Gobierno en funciones, lo que pone en riesgo cualquier
posibilidad de eludir nuevas elecciones ya que, en tales circunstancias, su
candidatura a ser investido Presidente se hace cada vez más difícil. En efecto,
el pleno sobre inmigración se convierte en una crítica general por unas razones
u otras contra un Gobierno que, en este como en otros asuntos, se caracteriza
por sus bandazos y rectificaciones permanentes según conviene en cada momento
lo que, al final, descontenta a tirios y troyanos, pues no hay nada peor que
carecer de una política concreta y sostenible, pese a quien pese, lo que obliga
a moverse en la indefinición y la imprevisión permanente. Y es que la política
migratoria del sanchismo no convence ni a sus socios, ni a sus oponentes, con
lo que Carmen Calvo sale vapuleada en una tardía comparecencia parlamentaria
que no quiso protagonizar su jefe Pedro Sánchez. Entre otras cosas, María
Carvalho de ERC le avisaba de que “negar un puerto para desembarcar gente que
ha arriesgado su vida no es sólo miserable, sino ilegal”; Abascal de Vox le
aclaraba que “este caso no es nuevo sino un capítulo más de la avalancha
migratoria, una que todos ustedes promocionaron, con las consecuencias para
nuestra seguridad y nuestra soberanía”; Baldoví de Compromís le reprochaba que
“tuvieron rapidez y decisión con el Aquarius, justo lo contrario de lo que han
hecho con el Open Arms”; Santiago Romero de UP-IU le exigía que “no se le
ocurra abrir un expediente sancionador por salvar más de 160 vidas, sería una
infamia”; Noelia Vera de UP le decía “coincido con Arrimadas por una vez en la
vida, lo único ilegal en todo este asunto es dejar morir a personas en el mar”
pues “de una fuerza progresista se espera que defienda los derechos humanos”;
Arrimadas de Cs se lamentaba de que “no tenemos ni idea de cuál es la política
de inmigración del Gobierno de España, porque ustedes son un recopilatorio de
improvisaciones” y “nadie conoce su política de inmigración, son un
recopilatorio de bandazos”; y Álvarez de Toledo del PP remataba con “le exijo
que deje de agravar el problema de la inmigración, su política es inflamable,
sanchismo y salvinismo son las dos caras de la misma moneda” y “ustedes, como
Salvini, usan la inmigración para buscar rédito electoral”. Sólo una cierta
comprensión por parte del derechista PNV, socio cada vez más fiel del
sanchismo, dejaba de sintonizar con este unánime vapuleo, mientras Carmen
Calvo, por su parte, intentaba.... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista,
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