Enfrascados ya en plena
precampaña electoral (si es que no hemos estado siempre en precampaña estos
últimos tiempos), Pedro Sánchez se estrena en televisión arremetiendo de forma
furibunda contra UPodemos, declarado por él mismo como socio preferente y con
el que gobierna en no pocas CCAA y municipios, al confesar que él “no dormiría
tranquilo con Podemos en el Gobierno” (manifiesta: “Yo sería presidente del
Gobierno; y sería un presidente… que no dormiría por la noche, junto al 95% de
los ciudadanos que tampoco se sentirían tranquilos”, fin de la cita, que diría
Rajoy), y remata su calculada estrategia de victimismo y generosidad con que
hoy podría ser presidente “si hubiera elegido el camino fácil” cerrando un
pacto con Podemos. Por su parte Pablo Iglesias contesta: “Pedro me mintió, me
dijo antes y después de las elecciones que haríamos un gobierno de coalición y
confié en él….si cometí un error fue confiar en su palabra”, “puede cambiar el
colchón de Moncloa si no duerme bien, pero no faltar al respeto”. Ya ven,
Iglesias y Sánchez se retratan mutuamente en esta despiadada guerra entre
socialistas y populistas tras haber estado a punto en julio de gobernar juntos,
lo que, visto lo visto, bien podemos los ciudadanos estar contentos por
habernos librado de semejante calvario. La realidad es que este Sánchez, que
“no dormiría por la noche” de haber aceptado las “imposiciones” de Iglesias, es
quien no deja dormir tranquilos a una buena mayoría de españoles que, desde el
principio, hemos sostenido siempre que las opciones
radical-populistas-antisistema, así como las nacional-secesionistas, no son
buenos compañeros de viaje, mientras él, con tal de satisfacer su ego personal,
siempre se ha inclinado por ellas de forma incomprensible. Si por fin ha caído
del burro, bienvenida sea su llegada a la cordura democrática, pero la realidad
es que, desde que, con métodos populistas asamblearios, consiguiera alzarse al
liderazgo del PSOE, para, una vez en el poder, mantener las estructuras
organizativas tradicionales del partido, siempre fueron los populistas y los
nacional-secesionistas sus socios valedores de su trayectoria política, tanto
en la moción de censura como en las CCAA y en los Ayuntamientos (valgan como
ejemplo la Comunidad Valenciana, Navarra, Ayuntamiento de Barcelona…..), al
extremo de que, tras ser el partido más votado en los últimos comicios y jalear
desde el balcón de Ferraz las consignas de sus más fervientes seguidores
sanchistas al grito de “¡con Rivera no!”, reitera una y otra vez sus
preferencias por UPodemos como socio esencial, descartando desde la misma noche
electoral cualquier aproximación a Ciudadanos con quien, curiosamente, el PSOE hubiera
sumado una mayoría absoluta. ¿Cuándo ha descubierto Sánchez la maleficencia de
Podemos como socio, con quien gobierna casi sistemáticamente en no pocas
demarcaciones territoriales, en las que ahora ya no entienden nada? Pero lo más
preocupante, lo que hace que Sánchez, “El Insomne”, no deje conciliar el sueño
a miles y miles de españoles, incluidos entre ellos muchos socialistas, es su..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista,
http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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