domingo, 1 de septiembre de 2019

PATÉTICA SOLEDAD DE SÁNCHEZ

                        Por fin, tras demasiado tiempo con el Congreso de los Diputados cerrado e inservible (emulando en la práctica el cierre de la Cámara de los Comunes británica por parte de Boris Johnson, pero sin declaración oficial), la Cámara Baja española se pone en marcha para celebrar un pleno sobre inmigración, eso sí, con Carmen Calvo como protagonista, pues Sánchez, aunque presente en la sesión, había eludido comparecer dejándole el marrón a su fiel vicepresidenta en funciones. Y, visto lo visto, sucedió lo que se esperaba: la evidencia de una patética soledad de Sánchez y de su Gobierno en funciones, lo que pone en riesgo cualquier posibilidad de eludir nuevas elecciones ya que, en tales circunstancias, su candidatura a ser investido Presidente se hace cada vez más difícil. En efecto, el pleno sobre inmigración se convierte en una crítica general por unas razones u otras contra un Gobierno que, en este como en otros asuntos, se caracteriza por sus bandazos y rectificaciones permanentes según conviene en cada momento lo que, al final, descontenta a tirios y troyanos, pues no hay nada peor que carecer de una política concreta y sostenible, pese a quien pese, lo que obliga a moverse en la indefinición y la imprevisión permanente. Y es que la política migratoria del sanchismo no convence ni a sus socios, ni a sus oponentes, con lo que Carmen Calvo sale vapuleada en una tardía comparecencia parlamentaria que no quiso protagonizar su jefe Pedro Sánchez. Entre otras cosas, María Carvalho de ERC le avisaba de que “negar un puerto para desembarcar gente que ha arriesgado su vida no es sólo miserable, sino ilegal”; Abascal de Vox le aclaraba que “este caso no es nuevo sino un capítulo más de la avalancha migratoria, una que todos ustedes promocionaron, con las consecuencias para nuestra seguridad y nuestra soberanía”; Baldoví de Compromís le reprochaba que “tuvieron rapidez y decisión con el Aquarius, justo lo contrario de lo que han hecho con el Open Arms”; Santiago Romero de UP-IU le exigía que “no se le ocurra abrir un expediente sancionador por salvar más de 160 vidas, sería una infamia”; Noelia Vera de UP le decía “coincido con Arrimadas por una vez en la vida, lo único ilegal en todo este asunto es dejar morir a personas en el mar” pues “de una fuerza progresista se espera que defienda los derechos humanos”; Arrimadas de Cs se lamentaba de que “no tenemos ni idea de cuál es la política de inmigración del Gobierno de España, porque ustedes son un recopilatorio de improvisaciones” y “nadie conoce su política de inmigración, son un recopilatorio de bandazos”; y Álvarez de Toledo del PP remataba con “le exijo que deje de agravar el problema de la inmigración, su política es inflamable, sanchismo y salvinismo son las dos caras de la misma moneda” y “ustedes, como Salvini, usan la inmigración para buscar rédito electoral”. Sólo una cierta comprensión por parte del derechista PNV, socio cada vez más fiel del sanchismo, dejaba de sintonizar con este unánime vapuleo, mientras Carmen Calvo, por su parte, intentaba.... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

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