jueves, 28 de enero de 2021

E ILLA SE LARGA

                             En pleno pico de la tercera ola de la pandemia de Covid, con record de contagios (93.822 casos en el fin de semana) desde que empezó la pandemia, con los hospitales casi desbordados, con las UCI a punto de colapsarse, con las muertes en cifras de máximo, sin garantizar el reparto de vacunas y con el aviso de Bruselas de que media España debería estar aislada, el Ministro de Sanidad, Salvador Illa, se larga y, en el peor momento de la pandemia, deja el Ministerio para ser candidato del PSC a las autonómicas catalanas. Y se larga (o lo larga Pedro Sánchez, que justifica su fuga en el desafío catalán) con el reproche generalizado del Congreso de los Diputados, pues todos los grupos, incluidos los socios del Gobierno y Podemos, le exigen que, al menos, dé explicaciones antes de irse ante la grave situación sanitaria por la que atraviesan los españoles. Pero, nada de nada, pues, ya en la víspera de su relevo, el Presidente que, junto a Illa y a la ministra Darias, visitaba la Agencia Española de Medicamentos, agradecía al ministro su labor como tal y definía como “desafío apasionante” la que emprende ahora por ser “muy necesaria para Cataluña y para España en la labor de reencuentro”.  En definitiva, el Gobierno esquiva el control parlamentario al llevar 65 días sin comparecer en el Congreso a pesar de la que está cayendo y de la fuga del ministro. Sánchez afronta con ajustes leves la necesaria remodelación del Gobierno y, como se preveía, sustituye a Illa en Sanidad por Carolina Darias, la Ministra de Política Territorial, y a este ministerio eleva al amortizado Iceta que por fin consigue ser ministro, mientras que, de paso, salva al Ministro Escrivá ante Iglesias ya que Podemos intentaba forzar su dimisión aprovechando el obligado “ajuste” en Sanidad. Y mientras Illa reafirma en su despedida que “España no necesita en estos momentos un confinamiento domiciliario”, Sánchez pide “abonar la esperanza” frente al “miedo y la incertidumbre”, en tanto que los médicos relatan la situación crítica de los hospitales ante el pico de la tercera ola pues “es aterrador, ingresamos tres Covid a la hora en UCI” y las CCAA apuestan por un confinamiento de hecho (de derecho no se lo permite el Ejecutivo) y asumen que con la nueva ministra seguirá el veto a confinar al menos hasta después del 14-F, en que por fin se conocerá la verdadera dimensión del ansiado “efecto Illa” en las elecciones catalanas (entretanto la pandemia puede esperar). Al final, la salida de Illa se reduce a un cambio de sillones, más un premio a Iceta (el ideólogo del estado plurinacional) por los servicios prestados. Entretanto, Illa dice que deja Sanidad porque se siente “más útil” en Cataluña (lo que no debe interpretarse como un auto-reconocimiento de inutilidad en su gestión sanitaria, ni como una acusación a la inutilidad de Iceta como candidato del PSC en Cataluña) y añade “no me arrepiento de nada de lo que he hecho” (lo que no debe interpretarse con que esté satisfecho con los resultados que arroja su gestión), mientras en el acto de traspaso de poderes a Darias (una de las peor valoradas del Ejecutivo) en Sanidad le asegura “te va a encantar el trabajo”, cuando los fallecimientos continúan al alza (492 muertes ayer), la incidencia se acerca a los 900 por 100.000 habitantes y cuando las CCAA critican con dureza la inacción del Gobierno a pesar de estas catastróficas cifras; un Gobierno que, por cierto, viola la ley electoral al impulsar la campaña de Illa desde las instituciones del Estado, mientras el ministro afronta una querella por homicidio y lesiones por su gestión de la Covid, lo que, a mi juicio, tiene poco recorrido jurídico-penal. Y mientras Sánchez entrega la política territorial al PSC en vísperas de las elecciones catalanas, con lo que Iceta negociará con las CCAA en plena crisis independentista, la UE pide aislar zonas con la incidencia de casi toda España (plantea impedir viajes no esenciales si la tasa supera los 500x100.000, con lo que sólo Canarias, Navarra y la cornisa cantábrica eludirían las restricciones) mientras la salida repentina de Illa indigna incluso a sus socios (y obviamente a la oposición) por evitar su última comparecencia prevista en el Congreso y el sector sanitario tumba la gestión del ministro por sus errores y por la politización. Por su parte Darias....... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

lunes, 25 de enero de 2021

CON CATALUÑA EN EL HORIZONTE

                             Aunque con la que está cayendo no estamos ni para distracciones ni para demagogias baratas o especulaciones innecesarias, es inevitable dejar de tener a Cataluña en el horizonte ya que, aunque con la pandemia, el problemón del secesionismo catalán totalitario está temporalmente algo eclipsado sigue estando ahí, vivito y coleando, pues, al igual que sucede en España, parece que los ciudadanos no están por la labor de dar un giro copernicano y prefieren que el desmadre gubernamental siga siendo lo que guíe nuestro futuro hasta donde podamos aguantar. En efecto, aunque Arrimadas ofrece a Illa, el ministro-candidato, una coalición para evitar la reedición de un tripartito, mientras el PP se desmarca y sólo apoyaría un pacto sin el candidato socialista (lo que es prácticamente imposible), según NCReport, todo intento de cambiar la situación política en Cataluña será en vano pues el famoso “efecto Illa”, buscado por el PSOE incluso a costa de descabezar el Ministerio de Sanidad en plena ola de la pandemia, no llega al nivel de poder lograrlo y, menos aún, con la estrepitosa caída de Ciudadanos, lo que abocaría de nuevo a otro gobierno soberanista, que, sin duda, pasada la refriega electoral, se llevaría a efecto, pues ya Puigdemont elude criticar demasiado a ERC y arremete contra Illa, al que califica, no exento de razón, como “uno de los peores ministros de Sanidad de la UE”, mientras Iglesias, vicepresidente del Gobierno español, eleva al prófugo ex president a la categoría de exiliado, equiparándole con los exiliados republicanos españoles y, obviamente, generando una lógica polémica, pues, entre otras cosas, en un estado democrático, como es el caso, quienes no comparecen ante los tribunales de justicia o no acatan sus decisiones, no son exiliados, sino prófugos de la Justicia, que debieran estar en busca y captura y repudiados obviamente por el Gobierno democráticamente elegido en las urnas. Pero ya ven, en España es diferente, y el Vicepresidente del Gobierno, con el beneplácito del Presidente, que lo ha nombrado y no lo cesa, se permite considerarle como exiliado político a pesar de haber encabezado un totalitario “procés” frustrado por el que sus compañeros totalitarios, que sí tuvieron la decencia al menos de comparecer ante los tribunales están pagando penas de no pocos años de prisión por sus delitos cometidos y probados. En efecto, según NCReport, el no “efecto Illa”, mejoraría los resultados del PSC pero no lograría cambiar el escenario político en Cataluña, pues los resultados serían: ERC 20´5% de votos y 33 escaños, frente al 21´4% y 32 de 2017; JxC 19´2% y 32, frente al 21´7% y 34; PSC 18´7% y 25, frente al 13´9% y 17; Ciudadanos 11´1% y 14, frente al 25´4% y 36; Comunes de ECP 7´3% y 8, frente al 7´5% y 8 del CEC; PP 6´7% y 8, frente al 4´2% y 4; CUP 6´1% y 8, frente al 4´5% y 4; y VOX 6% y 7, que se estrenaría como fuerza parlamentaria en el Parlament de Catalunya. De acertar más o menos la encuesta, está claro que los catalanes siguen optando por no dar ese giro copernicano que llevaría a Cataluña a la necesaria normalidad constitucional en vez de apostar por soluciones totalitarias radicales. Y en estas condiciones Cataluña encara la campaña electoral sin saber ni siquiera qué día se va a votar, aunque los jueces mantienen de momento la fecha del 14 de febrero (el Tribunal Superior prevé dictar la sentencia definitiva como tarde el 8 de febrero). Illa, que según Iceta dimitirá antes del 29 de enero, se compromete a dejar el cargo de ministro cuando empiece la campaña, mientras los jueces abren la vía a retrasar el 14-F si hay más restricciones, aunque por “interés público” mantienen esta fecha. Por su parte Pere Aragonés, Presidente en funciones de la Generalitat, sostiene que “para evitar sospechas de ilegitimidad lo mejor es retrasar el 14-F” y su partido, ERC, resucita el “frente común” con el prófugo Puigdemont para evitar el “efecto Illa”. Mientras tanto se conoce que el Tribunal Constitucional respaldará al Supremo sobre el “procés”, debatiendo los magistrados el primer recurso por las condenas, con lo que el Alto Tribunal apoyaría la competencia del Supremo en el famoso 1-O para “dar una respuesta ante Europa”, rechazando el recurso de la ex consejera de Gobernación Maritxell Borrás y escenificando así firmeza ante Bélgica, que dio la razón a Puig y puede dársela a Puigdemont…… Peliagudo asunto que......  (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

 

jueves, 21 de enero de 2021

QUE SIGA EL DESMADRE

                             La tercera ola de contagios del coronavirus se desboca en plena bronca entre Gobierno y CCAA sobre las medidas a tomar para intentar atajar la pandemia; las comunidades reclaman margen para adelantar la hora del toque de queda, algunas ya lo imponen por su cuenta y con la incertidumbre de si es legal o no, y el Gobierno se plantea facilitar el cambio si se adopta por consenso. Entretanto las hospitalizaciones y las muertes se disparan, con 455 fallecidos y 84.287 nuevos contagios (el peor dato tras un fin de semana), en pleno cerco de las CCAA al estado de alarma de Sánchez, que recurre el adelanto del toque de queda en Castilla y León, mientras la presión de los barones obliga a Illa a exigir al menos ese imposible consenso regional para modificarlo, mientras varias autonomías se van sumando a la iniciativa castellano-leonesa. En definitiva, un SOS autonómico en el sentido de que “hay que confinar antes de una semana”, al margen del adelanto del toque de queda, pues presidentes autonómicos, tanto del PP como del PSOE y de otras formaciones políticas, piden urgentemente al Gobierno endurecer las medidas, pero Sánchez descarta ir al Congreso para modificar el estado de alarma que lo permita. Así las cosas, sigue el desmadre, pues hasta quince CCAA piden a Illa adelantar el toque de queda o poder confinar, mientras los sanitarios de hospitales están ya al límite “agotados, desgastados, aburridos y enfadados” con una alarmante tasa de contagios y hospitalizaciones “in crescendo” que sitúan a España en un nuevo record de incidencia en la pandemia de 714´21 contagiados por cada 100.000 habitantes. Sin embargo, insólitamente, Sanidad rechaza el adelanto del toque de queda que formalmente reclaman finalmente nueve autonomías, mientras la mayoría de consejeros avisan, “Ministro Illa, cuanto más tarde más muertos habrá”, y urgen al Gobierno a mejorar sus competencias frente al virus, quejándose de que “no podemos hacer más con lo que tenemos” y lamentando que Illa, el ministro y candidato a Presidente de Catalunya, imponga la inacción a las CCAA pese al pico alarmante del covid y no les dote de una cobertura legal, diáfana y precisa, que les permita, ya que él no las toma, imponer en sus respectivos territorios aquellas medidas que consideren oportunas para frenar esta locura de contagios, muerte y ruina que nos invade peligrosamente. Entretanto prosigue la campaña de vacunación, mientras Sanidad y las CCAA ultiman un plan (veremos a ver en qué queda) para inmunizar en los centros de salud por grupos de edad a partir de los setenta años con el objetivo de que a partir de marzo más de seis millones de mayores queden vacunados. Una campaña de vacunación que lamentablemente queda algo empañada por determinados comportamientos de algunos gobernantes  en distintos ámbitos territoriales (consejeros autonómicos, alcaldes, directores de centros sanitarios, etc) que descaradamente deciden vacunarse sin guardar el turno que marca el protocolo de vacunación, como, entre otros, el Consejero de Sanidad de Murcia que tras colarse en la vacunación se ha visto obligado a dimitir, al parecer, presionado por el Presidente murciano, ejemplo que, al menos, debieran seguir aquellos otros personajes que indecentemente han obrado como el consejero murciano. Por lo demás, en el tema sanitario, cabe citar que el hospital Isabel Zendal de Madrid, que iba a estar vacío, ya ha tenido que atender a 801 pacientes, mientras seis CCAA ya superan el 40% de ocupación de las UCIs y, como pueden y les dejan, van endureciendo las restricciones, aunque Ayuso, que suele ir por su cuenta, se desmarque de la unidad del PP para el toque de queda, cuya ampliación horaria enfría el Gobierno, cuando, curiosamente, se conoce el dato de que nuestros diputados gastaron más en taxis en 2020 pese a no tener que acudir al Congreso con normalidad a causa de la pandemia. Y, a causa de la pandemia precisamente, Moncloa anticipa “seis meses muy duros para la economía”, asumiendo el Gobierno el empeoramiento de sus propias previsiones y descartando que España “vuelva a ser una potencia turística” a medio plazo, mientras la “movilidad del virus” desborda su estrategia sanitaria y en la....... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/).

 

lunes, 18 de enero de 2021

EL PERRO DEL HORTELANO

                             Cuando un viernes negro, otro más, con 40.197 contagiados y las UCIs al borde del colapso, pone en evidencia que no podemos seguir así, que hay que hacer algo distinto para intentar contener la pandemia, ya que la famosa “cogobernanza” inventada por el Gobierno para la inhibición de éste, sólo sirve para que las CCAA, limitadas en su actuación, den diecisiete respuestas distintas e insuficientes ante la ausencia de un mando único, que cada vez reclaman más los expertos, el Ejecutivo de Sánchez y su Ministerio de Sanidad, decide actuar como el perro del hortelano, que ni come ni deja comer….en este caso, que ni gobierna ni deja gobernar, mientras el descontrol de la pandemia nos aboca a una situación hospitalaria límite y preocupante ante la incapacidad manifiesta para darle la vuelta a la situación. En efecto, las CCAA, dentro de las competencias que les deja el Ejecutivo con este estado de alarma de la “cogobernanza”, van endureciendo como pueden las medidas y, desamparadas, ante la pasividad del Ejecutivo, cada vez son más las que piden que Illa, entretenido como candidato a presidir la Generalitat catalana, salga de su parálisis como ministro contra el virus pues ya más de la mitad de las autonomías, incluida alguna del PSOE, ve desbordado y obsoleto el actual estado de alarma que decretó y, por ello, le reclaman restricciones que lo exceden mientras, impotentes, contemplan como España alcanza un record de contagios e incidencia sin que ellos puedan hacer algo más y, por tanto, ya que el Gobierno no toma las riendas ni permite medidas más drásticas (como posibles confinamientos domiciliarios o ampliación del toque de queda), exigen a Sánchez que, al menos, les dé herramientas legales para confinar a la población, si lo consideran oportuno e imprescindible, dentro de una nueva cobertura legal o, en caso contrario, le piden un confinamiento estricto que no tiene por qué ser como el anterior y que en todo caso, como hacen en otros países, debiera contemplar ayudas directas no sólo a los trabajadores sino también a las empresas para que éstas puedan sobrevivir al caos. Pero la respuesta de Simón, el vocero cualificado del Gobierno, dice que “ahora mismo no es necesario el confinamiento, sabíamos que iba a pasar”, mientras Illa manifiesta que “las autonomías ya pueden imponer lo que otros países llaman confinar” y el Gobierno recurre la decisión de la Junta de Castilla y León de adelantar el toque de queda a las 20 horas porque queda fuera del horario establecido en el decreto, con lo que la decisión de la Junta Castellanoleonesa excedería sus competencias. Ya ven, ni gobierno, ni dejo gobernar, cuando los datos de infecciones y de UCIs desmienten al ministro de Sanidad y justifican un confinamiento que, según los expertos, sería lo más eficaz para atajar la pandemia aunque sería lo más lesivo en términos económicos. Al final, ¿quién será el responsable de este desaguisado normativo y funcional? En todo caso, la Junta de Castilla y León, con el aval del PP, se subleva contra la inacción de Illa y mantiene el toque de queda a las ocho de la tarde, mientras Fernández Mañueco, Presidente de la Junta, deja bien claro que “Castilla y León no ha abierto un frente contra el Gobierno sino contra el virus” y añade que “la calle ha respondido a nuestro toque de queda” y que “queremos proteger la salud con el menor daño a la economía…..confiamos en la Justicia”. Mal asunto en definitiva que en esta absurda cogobernanza los supuestos cogobernantes tengan que dilucidar sus diferentes criterios mediante la Justicia para resolver problemas tan graves y urgentes (la gente se está infectando y muriendo, con el sistema sanitario cada vez más colapsado) que no pueden esperar ni un día más. ¿Tan difícil es en esta absurda España de las Autonomías que el Gobierno coja el toro por los cuernos de una vez por todas y diseñe un mando único ya que el problema es de todo el país? O, en todo caso, ¿tan difícil es que delegue la gestión de la pandemia en su totalidad a las CCAA dotándolas de cobertura legal para que cada una de ellas adopte las medidas que considere pertinentes, si es que no quiere apostar por el mando único? Lo incomprensible y absurdo es que, mientras la pandemia arrasa en esta tercera ola, más agresiva incluso que las dos anteriores, las instituciones se enreden en absurdas controversias por todo, lo que, al final, nada resuelve sino que empeora el problemón con la agravante de diluir en definitiva las responsabilidades en un océano de confusiones, reproches e incompetencias manifiestas. Es el resultado deplorable de...... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

 

jueves, 14 de enero de 2021

ELUDIENDO RESPONSABILIDADES

                             Con todo lo que está cayendo en nuestro país es absolutamente inasumible e inaceptable que nuestros gobernantes en los diferentes ámbitos territoriales se dediquen a eludir sus responsabilidades, que libremente asumieron al acceder a sus cargos, y lo hagan aprovechando el guirigay competencial existente entre las distintas instituciones del Estado y abusando de la cínica demagogia sobre las competencias individuales de cada uno de los cargos concretos que conforman el gobierno de cada institución. La responsabilidad no puede quedar diluida en un confuso marco normativo de competencias ni en un escaqueo demagógico de intereses personales, que, inevitablemente, nos llevaría a la irresponsabilidad más absoluta, teniendo en cuenta que, tanto para lo bueno como para lo malo, al final, la última responsabilidad a nivel estatal es y debe ser del Gobierno de la nación y tanto entre sus miembros como en el de los gobiernos territoriales es y debe ser una responsabilidad colegiada con el Jefe de los mismos como máximo responsable ya que él, en todo caso, tiene la capacidad de cesar a quienes, como miembros de su gobierno, no se ajusten a las decisiones colegiadas que se tomen y además tiene la capacidad de clarificar legislativamente, como jefe del partido mayoritario en el Congreso, aquellas normas que peligrosamente sean confusas sobre las competencias de otros gobiernos en ámbitos territoriales. Por ello no cabe que en la gestión de la pandemia o del temporal, que desgraciadamente asola buena parte de nuestros territorios, unos y otros se vayan pasando la pelota para eludir la responsabilidad que, en definitiva, siempre será del Gobierno Nacional, ni cabe que dentro de dicho gobierno, como en el resto de gobiernos territoriales, algunos de sus miembros pretenda eludir sus responsabilidades, como hace Podemos, alegando sus ministros que son una minoría dentro del mismo cuando saben que la decisión es siempre colegiada y no se puede personalizar, según les convenga, para escaquear el bulto en aquellas cuestiones que no les conviene y arrogarse el protagonismo de aquellas otras que le puedan aportar ventajas de cara a su electorado. Es el Gobierno en su conjunto quien lo hace mal o bien y, por tanto, es el responsable del éxito o fracaso de su gestión. Para bien o para mal, las decisiones del Gobierno, ya sea monocolor o de coalición, son siempre responsabilidad colegiada de todos sus miembros al margen de que pertenezcan, en caso de coalición, al sector mayoritario o minoritario del mismo, teniendo en cuenta que quienes consideren inaceptable las decisiones tomadas tienen la posibilidad de dimitir, al margen de la potestad que tiene el Presidente del Gobierno de cesarlos si lo considera oportuno, pues, en definitiva, es el máximo responsable de todo. Y si no dimiten, ni son cesados, cada uno de ellos ha de asumir la parte de responsabilidad que le corresponda como miembro de dicho gobierno, al igual que es responsable el partido político al que pertenezca. No cabe pues, como hace Podemos y sus ministros en el gobierno de Sánchez, inhibirse de la gestión del temporal y desaparecer de la gestión de la nevada, alegando que sus ministros carecen de competencias al respecto; ni cabe optar por la presión al PSOE con la subida de la luz o la reforma de las pensiones, alegando que su modelo es otro y que por ello no apoyará en el Congreso que se eleve a 35 años el cómputo para calcularlas, mientras el ministro Escrivá lo considera necesario. Y no cabe semejante demagogia ya que, si este Gobierno, del que forman parte, no consigue bajar la tarifa de la luz (ya más cara que durante la crisis de Rajoy, al que tanto PSOE como Podemos calificaron de “cómplice”), si gestiona mal la pandemia o el temporal o si aumenta el cómputo para calcular las pensiones, etc, etc, serán corresponsables de ello como miembros del mismo pues son libres de asumir dicha responsabilidad o dimitir para no asumirla. Lo indecente, cínico, demagógico e irresponsable es pretender repicar la campana y estar en misa al mismo tiempo, haciendo ver a la ciudadanía que ellos nada tienen que ver con los errores o malas políticas que, según ellos, cometa el Gobierno al que pertenecen por ser minoritarios en el mismo. Te vas y punto si no quieres ser responsable del desaguisado. Y no es de recibo que incluso dentro del sector....... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

 

lunes, 11 de enero de 2021

ESPAÑA, ZONA CATASTRÓFICA

                             Por si en España no tuviéramos suficientes catástrofes económicas, sanitarias, laborales, políticas y sociales viene “Filomena”, una devastadora borrasca, a ponernos la puntilla dejando más de media España incomunicada, especialmente Madrid y todo el centro peninsular, con nevadas históricas que han sembrado el caos por doquier y, por si fuera poco, tras su paulatino alejamiento de la Península deja tras de sí una oleada de frío descomunal que hace más difícil todavía el auxilio a los principales damnificados y la reparación de los daños causados. En definitiva, en pleno auge de la pandemia, España se congela bajo la nieve, batiendo el record de temperatura más baja, hasta 35´8º grados bajo cero, y dejando miles y miles de vehículos tirados en las carreteras, muchas ciudades y pueblos aislados e incomunicados, convirtiendo en un gélido infierno gran parte de nuestro territorio, colapsando Madrid y poniendo en alerta a media España, con lo que ya se considera como la nevada del siglo. Con más de cuarenta provincias en alerta por la borrasca y con Madrid bloqueada (decenas de carreteras cortadas, Barajas cerrado y servicios ferroviarios suspendidos), Toledo se ve obligado a pedir ayuda al Ejército mientras cada vez se hace más factible acumulaciones de nieve superiores a los veinte centímetros de espesor y las cadenas se iban haciendo obligatorias para intentar desplazarse por las carreteras, repletas de coches y camiones en las cunetas. El temporal más intenso en más de medio siglo, que se ceba en el centro y este peninsular y que nos deja varios muertos y considerables destrozos, teniendo que ser rescatadas más de 1.500 personas, desbordando los planes de emergencia, con un Gobierno minimizando los efectos y escudándose en la cogobernanza, cajón de sastre dónde cabe todo para eludir unos y otros las responsabilidades, y delegar en las CCAA, que piden ayuda para afrontar de la mejor forma posible semejante desastre. Al efecto, Madrid, que va recuperando el pulso y reabre vías para los servicios esenciales, mientras una red de voluntarios se afana en el rescate de enfermos y personas vulnerables, estudia, según su alcalde, pedir el estado de “zona catastrófica” para salir del caos, en tanto que el Gobierno, que minimiza el impacto de la borrasca y relativiza el daño, lo descarta, según Marlaska, sin ni siquiera haber evaluado los daños causados. El Gobierno, que garantiza el reparto de suministros y de la vacuna del Covid para continuar con el ya retrasado proceso de vacunación, rechaza de entrada declarar Madrid “zona catastrófica”, cuando, si globalizamos todas las catástrofes que padece España últimamente y en todos los terrenos, lo que se debería hacer es declarar todo el país como “zona catastrófica” con la exigencia de que, por encima de diferencias ideológicas y territoriales, todas las instituciones del Estado se pusieran a trabajar al unísono para salir de esta caótica situación en que estamos inmersos en vez de tirarse los trastos a la cabeza unos a otros según su conveniencia particular. Pero ya ven, aquí, en nuestro país, este consenso necesario es inútil y cada uno busca dejar ciego al contrario aunque él se quede tuerto, pues el compromiso colectivo y la altura de miras es algo ajeno a nuestros políticos en general, más preocupados por sus intereses particulares de corto recorrido que de los intereses generales de largo alcance. Y en medio de esta catástrofe colectiva el Presidente Sánchez, tras dos días de colapso, reaparece públicamente para informarse mientras el PP le acusa, una vez más, de lavarse las manos y su líder, Casado, Jefe de la oposición, declara: “Sánchez llega tarde pero le apoyaré ante la ola de frío”, añadiendo “no voy a permitir nunca un Poder Judicial Frankenstein, ya se lo he dicho al presidente”, “Vox siempre ha defendido a Trump, los extremismos cometen los mismos excesos”, “me enteré por la prensa de la intención del Gobierno de regular la Corona por ley”. Y es que son tantas las discrepancias insalvables en temas esenciales entre Gobierno y oposición que, hoy por hoy, se hace impensable e imposible llegar al imprescindible mínimo consenso que requiere al menos la solución de asuntos esenciales de Estado……imaginen lo que sucede para aquellos otros asuntos de menor envergadura, pero no menos importantes para la mayoría de los ciudadanos, hartos ya de tanta incompetencia y demagogia que sólo sirve para empeorar la situación. Es más, hasta la subida del...... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/).

 

jueves, 7 de enero de 2021

AVISO A NAVEGANTES

                             Como cualquier populista, sea de izquierdas o de derechas, que asume el gobierno con el respaldo popular, aunque su ideología no sea genuinamente democrática, el Presidente norteamericano Donald Trump a la hora de dejarlo se aferra al poder cuando el pueblo, libremente, decide dejar de apoyarle, pues para semejantes sujetos la democracia sólo tiene valor si les es favorable, ya que su objetivo es el poder por el poder para aplicar sus demagógicas e iluminadas propuestas contra viento y marea, ya que, en definitiva, se consideran salvadores de la patria y de los pueblos a los que en realidad consideran más bien súbditos que ciudadanos libres. Es el riesgo que corren los pueblos cuando erróneamente apuestan por estos iluminados de pacotilla que, en realidad, son dictadores disfrazados de demócratas que se creen poseedores de la verdad absoluta. En efecto, Trump, desde que perdiera las elecciones no ha dejado de maniobrar a la desesperada para perpetuarse en el poder como sea y sin importarle romper las reglas del juego democrático, que le llevaron al poder, a pesar de que los diez exsecretario de Defensa le advierten de que no recurra al Ejército y a pesar de que no han prosperado sus legítimas pero infructuosas demandas de cambiar los resultados electorales, que considera fraudulentos, incluido el de Georgia que, tras ser revisado, da definitivamente a los demócratas de Biden la mayoría en el Senado, cuyo control le será muy útil para gobernar.  Así y a pesar de todo, Trump presiona a Pence para que no proclame al triunfador Biden y, aunque de momento no recurre al Ejército, instiga una revuelta contra la confirmación del vencedor de las elecciones que se materializa con el asalto violento al Capitolio por parte de varios cientos o miles de sus iluminados seguidores que irrumpen en las Cámaras y se enfrentan a la Policía Nacional, obligando a que Pence, quien se niega a obstruir la ratificación del ganador, sea evacuado junto a los congresistas, y a que la Guardia Nacional intervenga, mientras se declara el toque de queda en la capital de EEUU. Un esperpéntico espectáculo con tiroteos incluidos, mientras el líder republicano después de tres horas de inquietante situación recupera un rayo de mínima lucidez obligada y pide por fin a sus fanáticos seguidores que se marchen, dejando así de impedir la inevitable ratificación del resultado electoral del vencedor Biden, quien, con toda razón manifiesta “esto no es una protesta, es una insurrección”, hasta que, horas después, los congresistas, evacuados en el sótano para evitar linchamientos, consiguen finalmente reanudar la sesión, tras dejar un trágico balance de varios muertos. Ya ven, un comportamiento intolerable por parte de un Jefe de Estado de una República Federal, como es el caso, que debiera servirnos como aviso a navegantes y que contrasta con la coincidencia en el tiempo del ejemplar proceder de otro Jefe de Estado, en este caso el de una Monarquía Constitucional, como es España, donde el Rey Felipe, una vez más, hace un discurso genuinamente democrático con motivo de la celebración de la Pascua Militar recordando, como Jefe del Ejército, a los militares el compromiso con la Constitución, siempre garantía de las libertades ciudadanas, y haciendo un llamamiento al respeto y a la observancia de la Carta Magna pues “todos estamos incondicionalmente comprometidos con la Constitución”. En definitiva, un Rey ejemplar, un Jefe de Estado ejemplar, cuya labor, según SigmaDos, eleva a veinte puntos la ventaja de los favorables a la Monarquía Constitucional, puesta en entredicho demagógicamente por los populistas y secesionistas españoles, frente a los partidarios de una República (las repúblicas, según ellos, siempre son democráticas, honradas, inmaculadas y transparentes por el mero hecho de ser repúblicas), aprovechando demagógicamente el caso del anterior Jefe de Estado, Don Juan Carlos, cuya mala salud reabre el debate sobre su regreso a España, que la mayoría de españoles desea, y que preocupa a su entorno cuando se cumple su 83 aniversario. Menos mal que, al menos, contra lo que dio a entender Sánchez hace unos días, el Gobierno español aleja de momento una ley sobre la Corona y opta por reformas concretas que mejoren la institución, aunque su socio gubernamental, el populista Podemos, sí defiende dicha ley…..y es que los socialistas temen que ello abra, como pretenden sus socios populistas, un...... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

 

lunes, 4 de enero de 2021

CATALUÑA COMO OBJETIVO

                             Sánchez, que recurre para ocultar su uso del Falcon alegando ante la Audiencia Nacional que es el “líder de la Seguridad Nacional” para no cumplir la sentencia sobre sus viajes privados, quiere, sin duda, seguir disfrutando de semejante estatus y, para ello, liga su futuro a Cataluña sabiendo que su estabilidad depende de que su ministro Illa, que dejará el Ministerio de Sanidad a finales de mes, sea la llave para la gobernabilidad de la Generalitat. Al efecto, el todavía ministro y candidato a las autonómicas catalanas por el PSC inaugura con premura su precampaña electoral con un acto en el que llama a terminar con las “cómodas trincheras” del “procés” y reivindica el “diálogo con todos” para superar una “década perdida”. Por su parte el líder del PP catalán, Alejandro Fernández, afirma que “Illa ha convertido la mentira en un elemento fundamental de su trayectoria” y cree que el ministro ahora “va a Cataluña a pactar con los independentistas” y no, como afirma, de que “su aspiración es derrotar al independentismo” ya que los pasos que están dando es “para pactar con ellos”. En definitiva, en sintonía con lo que Sánchez hace a nivel nacional. Entretanto Puigdemont, en la antesala de la precampaña electoral catalana, se queda solo en la reivindicación de la independencia unilateral ya que de las diez principales candidaturas catalanas la CUP desea forzar al Estado a aceptar un referéndum pactado; ERC a que admita el derecho de autodeterminación pero con “diálogo”; el PDeCat defiende también que el Gobierno español consienta el referéndum; el PNC de Marta Pascal plantea que la independencia no es prioritaria; En Comú Podem busca una república plurinacional federal; Vox reivindica “la libertad de millones de catalanes oprimidos por el separatismo”; y PSC, Ciudadanos y PP coinciden en que hay que superar la etapa de gobierno independentista, aunque con notables matices entre ellos. Ya ven, un variopinto mosaico de propuestas, todas pivotando sobre la política territorial (el resto de políticas, como la económica y social, pueden esperar mientras duermen el sueño de los justos y Cataluña se arruina), que, al final, apuntan a que, si se dan los números para reeditar el nefasto tripartito de Maragall y Montilla, que trajo estas consecuencias a base de cesiones indecentes al separatismo, será lo que finalmente hagan ERC, PSC y En Comú Podem, lo que obviamente afianzaría el gobierno de coalición Sánchez-Iglesias con el respaldo de los secesionistas de Esquerra ahora camuflados pero sin dejar sus exigencias secesionistas al Gobierno de que admita un “derecho de autodeterminación” pero con “diálogo”, lo que, a todas luces sería una manifiesta ilegalidad salvo que se reformara la Constitución radicalmente al efecto, para lo que los partidos proponentes carecen de mayoría suficiente. Más de lo mismo pues en Cataluña, si no lo remedian los catalanes en las urnas, y más de lo mismo en España, si no lo remedian los españoles. En efecto, según SigmaDos, aunque Casado se sitúa a menos de tres puntos de Sánchez con Podemos en retroceso, los resultados electorales serían PSOE 27´9%, PP 25´2%, Vox 13´5%, UP 10´8% y Cs 7´7%; y, según NCReport, serían PSOE 26´2% y entre 110-112 escaños, PP 24´3% y 102-104, Vox 15´2% y 51-52, UP 11´7% y 30-31, Ciudadanos 6´7% y 10-11, y ERC 3´5% y 13-14 (nótese el desequilibrio entre escaños y porcentaje de votos de ERC con respecto a Cs). Así las cosas, aunque el bloque de derechas se acerca a la mayoría absoluta y Casado recupera por  primera vez desde el verano los 100 escaños, y aunque la coalición Sánchez-Iglesias se deja hasta 15 diputados en un año, la izquierda seguiría en Moncloa gracias a los secesionistas catalanes y vascos, más aun si Illa consigue ser la clave de la gobernabilidad en Cataluña y propiciar el citado tripartito con ERC a la cabeza. Cataluña es pues el objetivo de Sánchez para su propia estabilidad como gobernante y a ello se debe la operación Illa, cuando, según SigmaDos, dos de cada tres votantes del PSOE se oponen a Bildu y los indultos, pues el 67% de los electores socialistas rechaza el pacto con los abertzales, sólo los seguidores de Podemos apoyan el perdón a los presos del “procés” y la mayoría se opone al acercamiento de etarras, mientras el años 2020 acaba con un centenar de ellos más cerca del País Vasco. Estas son las...... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/).