jueves, 28 de mayo de 2020

DESMADRE ANTIDEMOCRÁTICO

                        Por si no tuviéramos suficiente con la que está cayendo en plena pandemia y con la galopante crisis económica que sufrimos, el Gobierno de Sánchez-Iglesias, tras el tormentoso y polémico acuerdo con Bildu, nos brinda además un indecente desmadre antidemocrático, en el fondo y las formas, con una flagrante injerencia del Poder Ejecutivo en el Poder Judicial, por parte, en este caso, del Ministerio de Interior, que, por desmentida y matizada que sea en boca del ministro, es más que evidente. En efecto, aunque el Ministro lo niegue en el Congreso de los Diputados, el Ministerio dirigido por Grande-Marlaska atenta contra la separación de poderes del Estado y contra la consecuente independencia judicial, básica en el Estado Democrático de Derecho, al cesar al Jefe de la Guardia Civil en Madrid, el Coronel Pérez de los Cobos, por negarse éste, como es su obligación, a entregarle un informe confidencial sobre el 8-M que la jueza instructora del caso le había encomendado al Instituto Armado en calidad de Policía Judicial, con la advertencia expresa de que el equipo encargado de elaborarlo sólo debía entregárselo a ella, tal como es preceptivo en estos casos. Los hechos hablan por sí solos: Marlaska usa a tres superiores del coronel para presionarle, pues, al parecer, un teniente general y un general llaman a Pérez de los Cobos, con una inmaculada hoja de servicios, para preguntarle si la Policía Judicial había dado informes a la jueza sobre la actuación del Delegado del Gobierno en Madrid el 8-M, recibiendo como respuesta del coronel que era un asunto judicial y que él desconocía los detalles, y, ante ello, la Directora General de la Guardia Civil le insiste en que es un tema “muy sensible” para el Ejecutivo, pero al recibir idéntica respuesta se produce el fulminante cese del coronel, provocando, ante semejante afrenta, la dimisión del “número dos” del Cuerpo, el Teniente General Laurentino Ceña y, acto seguido, el cese del “número tres”, el general Fernando Santafé porque “no está conforme” con el nombramiento del nuevo “número dos”. Una purga en toda regla se mire como se mire, mientras los juristas, con toda la razón, afirman que el ministro pidió al coronel que cometiera un delito. Por su parte un Marlaska acorralado, ante el escándalo provocado, niega cualquier injerencia apelando al manido recurso de una remodelación normal dentro del Ministerio, a la que obviamente tiene derecho, por haber perdido la confianza en el Coronel De los Cobos, mientras, para aplacar los ánimos, anuncia, como si fuera obra suya, una subida salarial a la Guardia Civil que ya estaba pactada en 2018 por el anterior Gobierno y los sindicatos policiales, provocando con ello más críticas contra el Ministro al considerar el Instituto Armado que “el honor no se compra” tras el “cese político” del coronel, quien, para negarse a entregar el informe al Ministro, esgrimió, tal como procede, la “rigurosa reserva” a la que está obligada la Policía Judicial, en este caso bajo su mando pero dependiente exclusivamente del juez instructor, en este caso la jueza que investiga los posibles delitos, si los hubiere, cometidos por permitir la multitudinaria manifestación del 8-M, mientras dicha jueza advierte que actuará contra Interior si se demuestra que el cese del coronel ha sido por obediencia. En fin, blanco y en botella, leche. Marlaska desata en la Guardia Civil la mayor crisis desde el famoso caso Roldán, mientras mandos policiales creen que el “autoritario” cese del coronel es un aviso a navegantes. Entretanto..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

lunes, 25 de mayo de 2020

IGNOMINIOSO ACUERDO

                        No es que nos coja por sorpresa pues Pedro Sánchez nos tiene acostumbrados a rebasar casi todas las barreras con tal de conseguir los objetivos que se propone, sin importarle el respeto a las reglas de juego establecidas (como hizo para auparse a la dirección del PSOE), ni las dosis de incoherencia, cinismo, falsedades, deslealtades o promesas incumplidas que sean necesarias para conseguirlos. Por eso hace de la rectificación permanente y de la amnesia su bandera de actuación, pues rectificar sin dar explicación alguna y olvidarlo todo cínicamente es su habitual forma de proceder, lo que provoca un progresivo descrédito hacia él y su gobierno por parte de la ciudadanía. Inventor cuando era oposición del “no es no” y de “qué parte del no, no entiende”, ahora, desde el Gobierno, culpa y responsabiliza a quien desde la oposición dice “no” a sus decisiones, la mayoría de ellas tomadas sin negociación previa, para justificar cualquier diabólico pacto para sacarlas adelante en el Congreso por más que haya prometido por activa y pasiva que jamás iba a hacerlo. Gracias a ello es posible la existencia de su gobierno de coalición con el populismo comunista de Podemos a pesar de que en campaña electoral asegurara que jamás lo haría ya que, “como el 95% de los españoles”, no podría dormir “tranquilo” con Iglesias en el Gobierno y éste le acusara entonces de “mentir”, afirmando que su principal error fue “confiar” en que Sánchez quería un gobierno de coalición (¡menuda pareja!). Y por ello son posibles las negociaciones y contubernios con el secesionismo, tanto de derechas como de izquierdas, rayando la legalidad constitucional. Pero, no conforme con su trayectoria impresentable, Sánchez la culmina ahora con el ignominioso acuerdo con Bildu, de quien había dicho en televisión “pero si le estoy diciendo que con Bildu no vamos a pactar, si quieres lo digo 5 veces o 20, con Bildu no vamos a pactar; con Bildu, se lo repito, no vamos a pactar, si quiere se lo repito otra vez” (Fin de la cita, que diría Rajoy; ya ven, palabra de Sánchez). Ignominioso acuerdo pues, a espaldas incluso de los ministros afectados, suscrito por Sánchez (léase Lastra) y por Iglesias (léase Echenique) con Otegi (léase Aizpurúa) que ha provocado un verdadero terremoto político dentro y fuera del Gobierno, coincidiendo además con un indecente acoso “abertzale” a la vivienda de la socialista Idoia Mendieta arrojándole pintura y octavillas a favor de ETA y, paradójicamente, con la palabra “asesinos”, que se suma a otros ataques contra las casas del pueblo socialistas en estos últimos días, al extremo de que el PSE-EE lo condene diciendo que “se han cruzado todas las líneas rojas”. Pero, como ven, las líneas rojas para Sánchez no existen. Y todo ello a cambio de una innecesaria abstención “abertzale” tras la decisión de Ciudadanos de votar “sí”, para sacar adelante una prórroga del estado de alarma. Un ignominioso acuerdo que ha desatado una verdadera conmoción en el Ejecutivo, a cuyos ministros ocultó Sánchez lo que estaba haciendo, y que ahora, en plena crisis, lamentan: “Sánchez pactó con Bildu porque se obsesionó con la alarma; es inexplicable”, “muchos ministros se enteran de las cosas que les afectan por la prensa, las decisiones se toman en otras instancias”, “a Podemos sólo le preocupa la propaganda, no la gestión; sus ministros no se leen un informe ni saben abrir un Excel”…….. Entretanto, cada vez se...... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/).

jueves, 21 de mayo de 2020

FUNAMBULISMO POLÍTICO

                        Sin lugar a dudas cada partido político, cada gobernante, es libre de elegir sus aliados, sus programas de gobierno y el modo de ponerlos en práctica, apechugando obviamente con las consecuencias derivadas del acierto o error que ello comporte, pues cuando en las elecciones no se obtiene mayoría absoluta, que consolidaría la apuesta ciudadana por un determinado programa electoral, es la negociación postelectoral la que determina la gobernabilidad del Estado (bien mediante un gobierno de coalición, bien mediante un compromiso de apoyo parlamentario, que garantice la gobernanza) o, en caso contrario, la convocatoria de nuevas elecciones, pues todo lo demás es mero funambulismo político con el único objetivo de mantenerse y mantener en la cuerda floja al gobernante de turno a costa de lo que sea hasta que la falta de apoyo o el mínimo error de cálculo le lleve a estrellarse en el escenario. Es lo que viene practicando este débil y minoritario Gobierno de coalición Sánchez-Iglesias, incapaz de mantener y consolidar los apoyos parlamentarios que, casi de milagro, le auparon al poder, dadas las inviables propuestas, por contradictorias, del variopinto elenco de partidos que, bajo el eslogan propagandístico de “gobierno progresista” de izquierdas (por más que siempre haya necesitado del apoyo de la derecha más tradicional, como es el PNV), se sostiene con el concurso de socialdemócratas, socialistas, comunistas, populistas, nacionalistas de izquierda o derecha, independentistas, radicales, “antisistema” e incluso “abertzales”…… demasiados ingredientes ideológicos, muchos de ellos incompatibles entre sí, para sacar a dicho Gobierno del funambulismo político que practica, al extremo de que este gobierno “progresista de izquierdas” ha tenido que garantizar las dos últimas prórrogas del estado de alarma gracias a la derecha (PNV y Ciudadanos), tras el rechazo de sus valedores del “espíritu de la investidura” que la secesionista ERC da por terminado, poniendo en riesgo, al menos de momento, el desarrollo normal de la Legislatura. No obstante, un funámbulo, si quiere sobrevivir, ha de mantener su equilibrio como sea para no caerse, y Sánchez, sin reparo alguno no tiene inconveniente en ir utilizando en cada momento a quien se preste a su juego de supervivencia aunque defraude a quienes le apoyaron antes, pues ya habrá posteriormente cualquier otro que se preste a participar en su juego. Si para ello hay que ser incoherente, se es; si hay que traicionar a alguien, se traiciona; y si hay que rectificar constantemente, se rectifica. Lo irrenunciable es mantener el equilibrio como sea y a costa de lo que sea. Por eso ya ni sorprende que Sánchez, tras arrancar el apoyo de Arrimadas para una nueva prórroga de 15 días, renunciando a los treinta días que él pretendía, siguiera negociando hasta última hora con ERC, que creía incompatible el acuerdo con Cs y le pedía que eligiera, mientras incluso negociaba con Bildu a pesar de sostener que jamás pactaría con los “abertzales”. Lo sorprendente es que, tras amarrar su pírrica victoria de prorrogar el estado de alarma hasta el 15 de junio con los votos de PNV y Ciudadanos, se filtrara horas después un documento firmado por la socialista Lastra, el comunista Echenique y la “abertzale” Aizpurúa, según el cual se llegaba a un pacto para “derogar íntegra la reforma laboral del PP”…… y lo insólito es que, horas después, el PSOE, a pesar de la firma de Lastra, sale al paso y “anula” “unilateralmente” este acuerdo con Bildu, que, aunque sus votos ya no eran decisivos tras el acuerdo con Ciudadanos, se había abstenido en la votación del Congreso, especulándose con que..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/). 

lunes, 18 de mayo de 2020

UN VERDADERO DESFASE

                        La asimétrica desescalada por fases se está convirtiendo en un verdadero desfase político y sanitario a causa de la indefinición y falta de concreción del proceso que habrá de llevarnos a esa especie de “nueva normalidad” que nadie sabe en qué consistirá. En efecto, por si no hubiera bastante confusión con las cuatro fases (de la 0 a la 3) inicialmente acordadas por el Gobierno, ahora Sánchez, a petición de Cataluña añade la fase 0´5, una especie de fase 0 con premio, para beneficiar a aquellos territorios (Barcelona, Comunidad de Madrid y parte de Castilla y León) que a su juicio (en el caso de Madrid) o a petición de las propias CCAA (en el caso de Cataluña) no están preparados para desescalar, mientras al resto de territorios les da el visto bueno para pasar de fase. Si a ello se añade que, caprichosamente, en unos casos la circunscripción desescaladora es el distrito sanitario y en otros la provincia, pudiendo cambiar de criterio a lo largo del proceso (como en la Comunidad Valenciana que se le aplicó el distrito sanitario para pasar a la fase 1 y desde ahora se le aplicará la provincia), el desfase está más que garantizado, al extremo de que casi nadie es capaz de saber en qué fase vive y, menos aún, en la que vive el pueblo de al lado. Y si se añade además el inexplicable oscurantismo con el que el Ejecutivo está llevando la desescalada, sin publicar el nombre del misterioso grupo de sabios, que en realidad toman las decisiones, ni presentar en tiempo y forma los informes que avalan la decisión de forma objetiva e indiscriminada, el desfase se convierte en un desmadre preocupante, con desencuentros abismales como el existente entre la Comunidad de Madrid y el Gobierno de Sánchez, adobados con declaraciones indecentes como las de Simancas que llega a decir que “España tiene tantos muertos por Covid porque en España está Madrid”, mientras Ayuso, la presidenta madrileña, alienta las protestas callejeras contra Sánchez, iniciadas en el Barrio de Salamanca y cada vez más extendidas y continuadas (incluida ahora hasta la calle Ferraz, sede del PSOE y otros lugares fuera de la Comunidad madrileña) y advierte al Ejecutivo de que “esperen a que la gente salga a la calle; lo de Núñez de Balboa les va a parecer una broma”. Protestas y caceroladas contra la prórroga del estado de alarma y contra la gestión del Gobierno, que, desafiando dicho estado de alarma, se dan entre un fuerte blindaje policial, ordenado por Interior, mientras Echenique exige que las autoridades actúen contra las protestas de los “cayetanos” de la “clase alta” porque ponen “en peligro” a la población por “saltarse las normas” del confinamiento y acusa al popular Martínez-Almeida de ser “el alcalde de los ricos”, suponiendo que si la manifestación hubiera sido “en un barrio obrero ahora toda esa gente estaría identificada y multada”; y finalmente pone la guinda el secesionista Rufian manifestando que las protestas son “alegales, por no decir ilegales”, añadiendo que “son pijos que no pueden jugar al golf” y que “si llegan a llevar esteladas les muelen a palos”. En fin, despropósito tras despropósito, con la intención de sacar ventaja política o contentar a sus clientelas, que suenan a un cinismo absoluto, viniendo de Echenique o Rufian, salvo que olvidemos las múltiples manifestaciones ilegalmente convocadas por los podemitas o por los secesionistas en muchos casos violentas, alentadas por ellos mismos y..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/).

jueves, 14 de mayo de 2020

ALARMADOS POR EL ESTADO DE ALARMA

                        Después de dos meses de vigencia del estado de alarma y tras la anunciada intención del Presidente del Gobierno de solicitar una nueva prórroga más, en este caso de un mes (hasta finales de junio, justo cuando las Cortes Españolas inician sus vacaciones), cabe estar alarmados por la deriva que está tomando el citado estado de alarma cada vez con menos apoyos parlamentarios y más en precario. En efecto, cuando Sánchez solicitó en marzo el estado de alarma por quince días le fue otorgado a cambio de nada y casi por unanimidad en el Congreso de los Diputados como la mejor fórmula de afrontar la pandemia y, desde entonces, en vez de mantener los apoyos ha ido perdiéndolos, tanto los de quienes apoyaron su pírrica y frágil investidura como los de la oposición, al extremo de que la última prórroga, la cuarta, salió airosa de milagro gracias al respaldo de Ciudadanos y PNV a cambio de una serie de concesiones. En algo importante estará fallando la gestión del Gobierno cuando provoca esta desbandada de tirios y troyanos, absurda en caso de estar acertado, al extremo de que ahora, cuando intenta otra prórroga más la pide para un estado de alarma descafeinado (casi limitado a la movilidad y a que sean las CCAA quienes tengan el poder) y para un mes, cuando él mismo decidió someterse al control parlamentario cada quince días, lo que, visto lo visto, hace sospechar que lo que pretende es eludir dicho control quincenal, que tan malos resultados le ha venido dando, y llegar a finales de junio para garantizarse así el estado de alarma, aunque sea descafeinado, durante los meses de verano al estar las Cortes Generales cerradas y bajo el control de la Diputación Permanente, lo que nos conduciría a que el último tramo y definitivo de la desescalada se desarrollaría en circunstancias de doble excepcionalidad, poco saludable cuando la delicada situación requiere de un amplio consenso político que el Gobierno está obligado a buscar en vez de intentar resistir como sea desde su debilidad parlamentaria y desde la inestabilidad de la coalición gubernamental, plagada de improvisaciones y descoordinaciones entre sus miembros. Por su parte Casado, que se abstuvo en la cuarta prórroga tras apoyar las anteriores y fue criticado por no presentar un plan alternativo, considera que el estado de alarma ya no tiene sentido, confirmando, tal como había avisado, que el PP votará “no” a esa hipotética prórroga de un estado de alarma descafeinado, y presenta su “plan B” contra los abusos del estado de alarma, proponiendo pactar una alternativa sanitaria, económica y jurídica que proteja a los españoles sin imponerles por más tiempo la pérdida de sus derechos y libertades; un “plan B” a negociar para salir de la alarma con una batería de medidas para frenar la pandemia y evitar el rescate de la economía, con propuestas como duplicar la liquidez, exonerar de impuestos a empresas o hacer un gran pacto por la sanidad. Entretanto Arrimadas, probable tabla de salvación para que Sánchez pueda llevar su objetivo de alarma descafeinada a buen puerto, le advierte de que no dé por hecho su apoyo y de que reclamará nuevas condiciones para negociar la prórroga y un plan de salida, mientras Sánchez le concede un estatus de privilegio sobre Casado llamándola directamente para negociar mientras al Jefe de la oposición le llama la Vicepresidenta Carmen Calvo. Todo ello cuando..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/).

lunes, 11 de mayo de 2020

POLÉMICO DESESCALAMIENTO

                        Se inicia la desescalada, no exenta de polémica, tras la petición de todas las CCAA, excepto las de Cataluña y Castilla y León, de pasar a la Fase 1, convencidas de que cumplían todos los requisitos para dar tan importante paso, mientras la de Madrid, cuya presidenta había apuntado a la necesidad de esperar algo más de tiempo, tras una discusión con su Vicepresidente, decidía a última hora sumarse a la petición de la inmensa mayoría de territorios para pasar de fase. Todo ello envuelto en la polémica de si la demarcación a tener en cuenta habría de ser caprichosamente la provincia, la comarca o las zonas básicas de salud establecidas en cada Autonomía. Así las cosas, las CCAA se sometían al veredicto del Gobierno, concretamente del Ministerio de Sanidad, asesorado por un opaco Comité de Expertos, compuesto de doce “sabios” anónimos, ya que el Ministerio, con el argumento de protegerlos de la “presión” que podrían sufrir, se negaba a dar a conocer su identidad, contraviniendo, según algunos, la Ley General de Salud Pública que en su artículo once indica que “será pública la composición de los comités o grupos que evalúen acciones o realicen recomendaciones de salud pública, los procedimientos de selección, la declaración de intereses de los intervinientes, así como los dictámenes y documentos relevantes, salvo las limitaciones previstas en la normativa vigente”, mientras la Ley de Transparencia, en su exposición de motivos, habla de las “obligaciones de publicidad activa” que tienen los miembros de la Administración “para las funciones que desarrollan, la normativa que se les aplica y su estructura organizativa”, exigiendo además que se deberá incluir “un organigrama que identifique a los responsables de los diferentes órganos y su perfil y su trayectoria profesional”. En fin, más claro, el agua; sin embargo, a los ciudadanos españoles se les oculta la identidad de quienes, en definitiva, han de decidir sobre el devenir de sus propias vidas. Pues bien, en medio de este oscurantismo incomprensible, el Gobierno, tras el asesoramiento de tan misterioso Comité de Expertos, decide que el 51% de la población española pase a la Fase 1 y que el resto permanezca en la Fase 0, quedando fuera de la desescalada gran parte de Cataluña y Castilla-León, tal como sus gobiernos pedían, y, contra lo que solicitaban los gobiernos de otras CCAA, no pasa la mayoría de la Comunidad Valenciana (quedando fuera las tres capitales y Elche) y de Castilla-La Mancha (Toledo, Ciudad Real y Albacete) y parte de Andalucía (las provincias de Granada y Málaga), mientras la Comunidad de Madrid queda en la Fase 0 en su totalidad territorial, mientras el resto de CCAA (Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, Navarra, Aragón, La Rioja, Extremadura, Murcia, Baleares y Canarias, junto a Ceuta y Melilla) ven satisfechas sus aspiraciones de pasar íntegramente este tramo de desescalada. Las reacciones no se han hecho esperar y las especulaciones tampoco. Particularmente la Comunidad de Madrid y la de Andalucía, gobernadas por el PP, y la Comunidad Valenciana, gobernada por el PSOE, ponen el grito en el cielo y critican al Gobierno, denunciando que haya privilegiado a territorios (entre ellos Euskadi, denuncia a la que se suma también el socialista Lambán) con peores o similares datos sanitarios que sus comunidades, mientras Sánchez apacigua a Torra, Urkullu y Feijóo. Y como continúa el..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/).

jueves, 7 de mayo de 2020

ESTADO DE ALARMA O CAOS

                        Planteada la prórroga por parte del Gobierno de Sánchez en términos de “estado de alarma o caos”, es decir, “o yo, o el caos”, tras anunciar que no tenía ningún “Plan B” para salir de esta situación de excepcionalidad, sólo cabía esperar la aprobación, “sí o sí”, en el Congreso de los Diputados del decreto de prórroga de la alarma, la cuarta, presentado por el Ejecutivo, quien, hasta pocas horas antes del debate, no tenía garantizada la aprobación a causa de su minoritario respaldo parlamentario, el más exiguo de todos los gobiernos democráticos, ya que hasta quienes le auparon al poder en la moción de censura (léase PNV o ERC) manifestaban sus reticencias e incluso su rechazo a concederle una nueva prórroga, generando incertidumbres innecesarias en momentos tan delicados como el que estamos viviendo a causa de la pandemia. En definitiva, una irresponsabilidad o frivolidad manifiesta por no haber hecho el Ejecutivo los deberes en tiempo y forma, que, finalmente, tuvo que hacer deprisa y corriendo, tras el anuncio por parte del primer partido de la oposición, el PP, (Vox anunciaba su voto en contra y Ciudadanos dudaba en apoyar el decreto) de que no apoyaría la cuarta prórroga del estado de alarma para evitar que el Gobierno siguiera actuando sin contar con ellos para nada como si tuviera mayoría absoluta y no les necesitara para sacar sus proyectos adelante. La indecencia y el chantaje llegaron al extremo de que Sánchez incluso llegó a responsabilizar a Casado (que le había apoyado en todas las prórrogas anteriores) de las consecuencias de un posible rebrote y éste le devolvía el exabrupto diciéndole que con ese planteamiento el único responsable de todo lo acaecido hasta hoy sería el Presidente. En fin, todo lo contrario al ejercicio de una política con mayúsculas. Al final, el gobierno de izquierdas progresista de Sánchez e Iglesias, abandonado por quienes le auparon al poder, entre ellos ERC, consigue su objetivo de prorrogar la alarma gracias al apoyo de la derecha (Ciudadanos y PNV) tras concederles una serie de peticiones, entre ellas, la cogestión de la desescalada con las CCAA, la desvinculación de las medidas de apoyo social, económico y laboral del estado de alarma y la elaboración de un “Plan B” que permita el tránsito de la excepcionalidad a la normalidad constitucional, amén de un compromiso de decretar el luto por las víctimas, que el PP le venía solicitando y que Sánchez anunciaba para cuando la mayoría de los territorios hayan pasado a la fase siguiente de desescalada. Medidas que exigía, como la mayoría de los grupos, el PP, quien, tras acusar a Sánchez de querer una “dictadura constitucional”, finalmente se abstuvo en la votación. El Presidente Sánchez, en este nuevo escenario político de cogobernanza obligada con las CCAA para la desescalada y de exigencia de previo diálogo fluido para evitar la actual unilateralidad gubernamental (hasta ahora el Ejecutivo tomaba las decisiones a priori y las comunicaba al resto después, tarde y mal, sin posibilidad de enmienda alguna), ganaba así quince días más de un necesario y conveniente estado de alarma, pero a su vez evidenciaba su fragilidad, con reproches y críticas a su gestión por parte de todos los grupos políticos, incluidos quienes a priori apoyaban su decreto de prórroga de la alarma sin previas contrapartidas, y con el rechazo contundente de quienes, absteniéndose o votando en contra, ya le anuncian que esta será la última vez que, por activa o pasiva, permitirán nuevas prórrogas de la alarma, esperando que el Gobierno presente el comprometido “Plan B” para salir definitivamente de esta situación, constitucional pero de excepcionalidad, tal como hacen otros gobiernos democráticos de nuestro entorno. En democracia, especialmente si....... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

lunes, 4 de mayo de 2020

QUE NO ABRAN LOS NEGOCIOS

                        Justo cuando se conocen los alarmantes datos económicos, vaticinando un descalabro sin precedentes de la economía española y europea, y justo cuando los autónomos y Pymes necesitan más ayuda que nunca (muy en especial, todos aquellos del sector turístico, quienes, como nunca, requieren que alguien les dé cierta luz de esperanza para un futuro mejor dentro de un horizonte muy negro), va Teresa Ribera, la Vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, y mete la pata echándoles un intolerable jarro de agua fría que congela definitivamente sus aspiraciones a una recuperación económica que se antoja tardía, difícil y complicada. En efecto, justo cuando la economía global entra de lleno en una dimensión sólo equiparable a la Gran Depresión de 1929 y, en el caso español, al escenario de la Postguerra, la Vicepresidenta, ante las lógicas y justificadas quejas de los hosteleros por las condiciones impuestas por el Gobierno para la desescalada y gradual apertura de bares, restaurantes y hoteles (entre dichas condiciones la imposición de una reducción de aforo que les impediría hacerlos rentables), les sorprende, visiblemente enfadada, diciéndoles que “quien no se sienta cómodo, que no abra” pues “no hay una obligación de abrir”, para después añadir que “en España está costando entender que es importante responder unidos”, lo cual es cierto….. pero comprensible con actitudes como las de la Vicepresidenta, que, en sí mismas, debieran ser susceptibles de una destitución o una simple dimisión del cargo. En fin, sin más comentarios, y, menos aún, cuando la EPA (Encuesta de Población Activa) del primer trimestre de 2020, que sólo recoge quince días del estado de alarma y del confinamiento, dibuja un sombrío panorama, nacional y europeo, constatando que el PIB en España se desploma en el trimestre un 5´2% (el derrumbe en toda la zona euro del 3´8% es incluso mayor que en la crisis de 2008) y augurando que podría caer hasta el 20% en junio, lo que destroza las peores previsiones. Entretanto, Lagarde anticipa una recesión “sin equivalente en tiempos de paz” y el BCE da barra libre a la banca para que fluya el crédito, mientras el Gobierno español reconoce ante la UE la mayor recesión en 75 años, la mayor caída de la historia, y asume que la financiación que llegue desde Bruselas tendrá condiciones para España, calculando que se tardará al menos dos años en superar la crisis, pues un fuerte rebote en 2021 no compensaría la prevista caída del PIB del 9´2% y la destrucción de unos dos millones de empleos, con lo que ya se vaticina que España acudirá al Fondo Europeo de Desempleo para pagar 7´2 millones de prestaciones. Así las cosas, el Gobierno de Sánchez, resignado a no volver al nivel de precrisis hasta 2022, asume el colapso y envía un plan presupuestario a Bruselas pronosticando que la deuda alcance el 115´5% y que 900.000 personas pierdan su empleo este año, e improvisa una “V asimétrica” para maquillar la salida de la crisis, cuando bien podría ser en U, mientras Montero anuncia que no bajará el sueldo a los funcionarios, mientras los parados reales llegarán a diez millones y mientras los sindicatos presionan a la patronal para financiar la avalancha de ERTEs. Eso sí, Sánchez, siendo el gobernante con menos apoyos parlamentarios y, paradójicamente, con más poder, gracias al prolongado estado de alarma, no tiene reparo alguno en enviar a Bruselas sus cuentas con más déficit, siendo el Ejecutivo con más ministerios, mientras reclama solidaridad a sus socios europeos, sin reparar que el desorbitado gasto que se avecina requiere de ciertos esfuerzos presupuestarios, entre ellos, reducir por ejemplo, lo antes posible, el mastodóntico entramado político-institucional (no es de recibo que, en semejantes circunstancias, tengamos el Ejecutivo con más ministerios de la historia con el único fin de contentar a tirios y troyanos). Mientras tanto, durante el estado de alarma se han triplicado las...... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/).