De un lado Sánchez
interviene el mercado laboral y prohíbe los despidos durante lo que dure la
crisis del coronavirus; de otro lado, endurece el confinamiento con una
“hibernación” económica para evitar el colapso sanitario paralizando toda
actividad económica no esencial hasta el día 9 de abril. Dos medidas muy duras
y controvertidas, aunque seguramente necesarias, que, sin duda, traerán
consecuencias económicas nefastas y que han sentado muy mal en ámbitos
empresariales, especialmente por las formas, más que por el fondo. En efecto,
el Gobierno prohíbe los despidos durante la pandemia, protegiendo así a los
empleados temporales en los ERTEs, con lo que, según algunos, Iglesias se
impone a Calviño e hipoteca la recuperación, mientras las empresas y autónomos
avisan de que provocará al final más paro; y es que el Ejecutivo veta incluso
las rescisiones de contratos temporales vinculadas al virus para que las
empresas no puedan “aprovecharse” de la crisis y revisará los ERTEs para
perseguir “fraudes”, congela la rescisión de contratos por coronavirus con 20
días de indemnización y revisará todos los ERTEs de las empresas que se hagan
durante la pandemia; no obstante Ábalos, Calviño y la portavoz Montero han
conseguido frenar de momento el plan de alquiler de Podemos, que hubiese
generado mayor malestar, mientras Sánchez-Llibre, Presidente de Foment,
sostiene que “prohibir el despido es cruzar una línea roja” y los empresarios
advierten de que la medida lastrará la recuperación económica y aumentará el
paro. Y, en efecto, por otra parte, el Gobierno “hiberna” la economía, mediante
un cerrojazo total desde el 30 de marzo al 9 de abril en que sólo se trabajará
en actividades esenciales, quedando el resto de actividades en paro y sus trabajadores
con una especie de obligado “permiso retribuido recuperable”, que tendrán que
pactar luego con las empresas como se recuperan esas horas, mientras los
empresarios alertan del “impacto sin precedentes” de la medida, por la que
España perdería unos 60.000 millones; Sánchez rectifica así para limitar al
máximo la movilidad e impone este “permiso retribuido recuperable” sin pactar
con los empresarios, quienes quedan estupefactos, al extremo de que el
Presidente ha tenido que volver a rectificar e improvisar una moratoria de 24
horas ya que muchas empresas no podían echar el cerrojo en un santiamén, con lo
que el cerrojazo se exigirá desde hoy, día 31 de marzo, y no desde el anunciado
día 30, mientras el sector de la construcción alerta de que puede quebrar y las
CCAA lamentan la unilateralidad de La Moncloa por no informarles previamente
del cerrojazo. Y es que los bandazos de Sánchez, ya típicos en circunstancias
normales, en estas circunstancias de crisis dejan muchas más dudas y
preocupaciones por el camino, al extremo de que presidentes de CCAA tan
distintos como Urkullu, Feijóo, Moreno o Puig afean los continuos volantazos
que se están dando en la gestión de la crisis, en tanto que aflora una fuerte
división en el seno del Ejecutivo donde se imponen las tesis de Iglesias,
mientras desde el IBEX y la CEOE se comenta “no tiene ni idea, se va a cargar
el país” y Lorenzo Amor, presidente de ATA, sostiene que “el Gobierno ha
perdido el rumbo en materia económica” y advierte que “muchos autónomos se van
a quedar en el camino”. Y por su parte el...... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista,
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martes, 31 de marzo de 2020
viernes, 27 de marzo de 2020
LA PESTE DEL SIGLO XXI
Salvando las distancias
bien podríamos concluir que la epidemia del coronavirus para Europa (y para el
resto del mundo desarrollado) es lo más parecido a la terrible peste negra
(epidemia que asoló el suelo europeo en el siglo XIV, tan solo comparable con
la que en los siglos VI-VII asoló el continente en tiempos del Emperador
Justiniano), por lo que bien se le podría denominar la peste negra del siglo
XXI, aunque esperemos que las actuales mejores condiciones higiénicas,
sanitarias, alimentarias y los avances científicos y técnicos no lleguen a los
devastadores efectos de aquella maldición que se llevó a una tercera parte de
la población europea y, desde entonces, se convirtió en una nefasta acompañante
de los europeos hasta que en el siglo XVIII nos flageló con su último brote,
aunque jamás con la virulencia de los años 1346-1353 cuando marcó incluso las
conciencias y las conductas de las gentes, apuntando a una nueva mentalidad y
visión de la existencia humana que, en definitiva, finiquitó la Edad Media para
dar paso al Humanismo Renacentista. Por aquellas fechas, al igual que ahora, el
hombre convivía con otras enfermedades endémicas que, de vez en cuando,
azotaban a la población, como la gripe, la disentería, el sarampión o la lepra,
la más temida de todas, pero la virulencia de la peste negra, al igual que la
del coronavirus actual, rebasó todas las previsiones del momento.
Inesperadamente la pandemia del Covid-19 ha llegado y, como la peste, ha
llegado para quedarse durante bastante tiempo con nosotros. Nadie imaginaba que
en este idílico mundo desarrollado, dotado de los mejores servicios sanitarios
y los mayores avances técnicos, la enfermedad y la muerte saturara la capacidad
de curación al extremo de ver hospitales con los enfermos hacinados por los
suelos, residencias de ancianos sobrepasadas por la especial virulencia del
virus en la población más vulnerable e incluso cadáveres a la espera de ser enterrados
o incinerados ante la saturación de los tanatorios. En nuestro “idílico” mundo
de progreso pensábamos ingenuamente que tales mortandades y miserias estaban
reservadas a los países del “tercer mundo subdesarrollado”, que nosotros
estábamos a salvo en este mundo tan desigual e insolidario y que, en todo caso,
estábamos dotados, para afrontar fácilmente cualquier contingencia que pudiera
modificar el devenir frenético de nuestras cómodas formas de vida. Error
inmenso. La pandemia del coronavirus ya ha confinado a un tercio de la
humanidad (2.600 millones de personas) pertenecientes en su mayoría a ese
idílico mundo desarrollado (ahora nos tocó a nosotros), en el que va dejando
millares y millares de enfermos y muertos, sembrando una preocupación
generalizada al poner de relieve la vulnerabilidad de la especie humana en su
conjunto. Sin lugar a dudas, cuando pase este infierno, en nuestro paraíso
deberemos zarandear nuestras conciencias sobre todo aquello que estamos
haciendo mal en este injusto y desigual mundo globalizado en el que algunos nos
enorgullecemos y presumimos de tenerlo todo (aunque otros no tengan nada)
cuando buena parte de ese todo nos sobra y ni siquiera nos sirve para afrontar
individualmente (ya sean comarcas, países o continentes) las amenazas a
nuestras formas de vivir, ni a nuestras propias vidas, pues la Humanidad o se
salva en su conjunto o, definitivamente, no se salva. Que al menos ....... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista,
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domingo, 22 de marzo de 2020
LOS MOMENTOS MÁS DUROS
Dice el ministro de
Sanidad sobre la pandemia de coronavirus que “llegan los momentos más duros,
nos acercamos al pico” alertando del aumento de casos de contagio, mientras las
CCAA pugnan con el Gobierno por la escasez de material y el colapso en muchos
hospitales es cada vez más evidente, especialmente en la Comunidad de Madrid,
que, según previsiones, necesitará 1.500 camas de UCI a mitad de la próxima
semana, o en Cataluña; los médicos describen que “ya están saturadas en Madrid
y en Cataluña van camino de estarlo”. El ministro Illa, que admite la situación
y augura esos momentos “más duros” que se avecinan, se compromete a dar
protección sanitaria “en los próximos días”, pero nunca llegan, pues lleva
tiempo anunciando que, por ejemplo, los test rápidos se distribuirán, cuando
Galicia, por ejemplo, ya hace los test que el Gobierno no consigue. La cruda
realidad es que el Gobierno de Sánchez anda desbordado por los acontecimientos,
sin material suficiente ni test exprés, mientras tres hospitales madrileños ya
no admiten nuevos infectados por saturación y enfermos terminales y críticos
dejan de ser prioritarios por la avalancha en las UCIs que no cesa (priorizarán
a los enfermos por su esperanza de vida para evitar que el primero que llegue
sea el primero en ingresar en la UCI), en tanto que la falta de mascarillas
pone contra las cuerdas al personal del sistema sanitario complicando
doblemente la situación de asistencia. A ello hay que añadir la tragedia que se
está viviendo en las residencias de ancianos, donde decenas de nuestros mayores
mueren en soledad, mientras la falta de protección y de test de diagnóstico
dispara los riesgos para los internos, siendo el clamor del personal
“necesitamos ayuda, estamos desbordados”. Así las cosas, en sólo unos días
hemos pasado de tener 13.716 infestados a
llegar casi a los 25.000 y de 598 fallecidos a más de 1.350, siendo el
único dato positivo que de 1.081 altas por haberse curado hemos pasado a 2.125.
Y mientas Sánchez, que elude la autocrítica pero anuncia una comisión para
analizar los fallos que se hayan cometido, ocupa más de 70 minutos en TVE para anunciar que viene "la ola más
dañina", Ayuso denuncia desabastecimiento sanitario y pide al Gobierno
mascarillas y respiradores”, cuando algunos hoteles, como el Gran Colón, se
convierten coyunturalmente en hospitales para internar a los casos menos graves
e intentar descongestionar la hospitalización actual; además el Ejército abre
hospitales de campaña para soportar la avalancha que se avecina, y es que
algunos hospitales, como el de Leganés, es el primero en desbordarse, con
enfermos en sillas durante más de 30 horas. Por su parte Sanidad moviliza al
personal sanitario jubilado, a estudiantes y licenciados, lanzando un plan para
contratar a 50.000 profesionales. Entretanto, la nota más negativa la pone
Torra acusando al Gobierno de no estar confinando a la población y el Ejecutivo
le pide “un mínimo de lealtad” ante esta crisis sanitaria; no obstante, el
Ejército llega a Barcelona, a pesar de Torra, y Colau pide ahora que la UME
instale un campamento para los sin techo. Y es que España, con el triple de
fallecimientos que Francia y 20 veces más que Alemania (ambas con mayor número
de habitantes), puede llegar a un significativo aumento de infectados en 20
días con un pico el 8 de abril si no se respeta el confinamiento, que...... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista,
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miércoles, 18 de marzo de 2020
ALARMA ECONÓMICA
Inevitablemente a la
alarma sanitaria, no sólo en España sino en toda Europa y más de medio mundo,
se añade una alarma económica de envergadura que nos aboca a un futuro preñado
de incertidumbres. Mientras empresas y sindicatos comienzan a tramitar un
aluvión de EREs temporales (los famosos ERTEs) y el Ejecutivo adopta las
primeras medidas parciales, los bancos y la CEOE exigen a Sánchez, tras el
decreto del estado de alerta, un rescate record con “aval ilimitado del Estado”
para mitigar los efectos perniciosos de esta caótica situación, en tanto que
distribución e industria de la automoción mandan a casa a miles y miles de
trabajadores (la industria del motor echa el cierre y deja ya en el aire más de
300.000 puestos de trabajo) y Moncloa calcula que se perderá un millón de
empleos, por lo que la factura económica puede suponer una bajada de 125.000
millones de PIB si la crisis llega hasta junio. Así las cosas Pedro Sánchez,
acertadamente, ha reaccionado ante este panorama sobrevenido y, al margen de
las apreciaciones de unos u otros sobre su suficiencia y su oportunidad
temporal, lanza un plan contra la crisis del coronavirus movilizando 200.000
millones de euros (117.000 millones de las arcas públicas y 83.000 millones del
sector privado) que, de momento, ya ha frenado la vertiginosa caída de la Bolsa
aunque sea sólo coyuntural y ha tranquilizado a determinados sectores
económico-financieros. Sánchez en la presentación pública del Plan y tras pedir
comparecer en el Congreso para explicarlo, así como su decreto de “estado de
alarma”, no ha dejado de repetir que “no vamos a dejar a nadie atrás”, con este
60% de recursos públicos y el 40% restante con recursos privados, y que se
trata de la “mayor movilización de recursos de la democracia” para intentar
atajar el desastre económico que se avecina. Un plan de choque programado del
que cabe destacar: para las familias que pierdan ingresos, una moratoria de un
mes en el pago de las hipotecas de primera vivienda y prohibición del corte de
luz, gas y agua a los consumidores más vulnerables; para las empresas, agilidad
en los ajustes temporales de empleo, los ERTEs, que se resolverán en siete días
y reducción de jornada; para los mercados, prohibición de compra de compañías
españolas por inversores no europeos, blindando así el Ibex contra OPAS a las empresas
estratégicas; para los desempleados, derecho a prestación incluso sin haber
cotizado el mínimo; y avales masivos por un total del equivalente al 10% de
nuestro PIB anual y el resto aportado por los bancos, y más fondos para
sanidad. Un plan bienvenido, con mayor o menor entusiasmo, aunque su entrada
genere cierta frustración en los trabajadores autónomos, más de tres millones y
medio, que denuncian públicamente por boca de Lorenzo Amor (Presidente de la
Asociación de Trabajadores Autónomos, ATA) en el sentido de que “¡El Gobierno
deja en la cuneta a los autónomos! Facilita la prestación de paro que ya
tenemos y cotizamos por ella pero no suspende las cuotas de autónomos en un
momento donde no ingresamos nada”……Y es que países como Francia e Italia, con gobiernos
no progresistas como en España, sí han tenido en cuenta esta circunstancia en
sus planes de choque contra la crisis económica que se avecina. En todo caso,
un oportuno..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista,
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domingo, 15 de marzo de 2020
ESTADO DE ALARMA
Tal como le venían
pidiendo últimamente los partidos de la oposición (PP, Ciudadanos y Vox), así
como las CCAA más afectadas por el coronavirus, como Madrid, Pedro Sánchez
decide finalmente decretar el “estado de alarma” en España con el fin de
afrontar la crisis del Covid-19 con mayor eficacia y unificación de criterios,
centralizando la gestión en el Gobierno de España para evitar la
descoordinación actual, pues con una Sanidad transferida entre las diecisiete
autonomías es casi inevitable que cada una de ellas vaya por su lado y,
pendientes de las recomendaciones del Gobierno central, adopte o no sus propias
soluciones para atajar la expansión del virus en medio de una confusión
competencial con limitaciones y dificultades manifiestas. Y lo grave es que el
coronavirus no espera y se sigue expandiendo de forma alarmante por casi todos
los territorios españoles. Acertada decisión pues por parte del Gobierno
(aunque para algunos tardía) que, a partir de ahora, y durante 15 días (si
fuera necesaria una prórroga del estado de alarma habría de ser avalada por al
Congreso de los Diputados), permite al Ejecutivo detentar las competencias,
entre otras, de Sanidad, Seguridad y Transportes, las cuales, mientras dure la
alarma, quedarán recentralizadas (vocablo maldito para el secesionismo) para
una mejor gestión de la emergencia a lo largo y ancho de todo el territorio
español. Los líderes de la oposición, tanto Casado como Abascal y Arrimadas, se
han apresurado a apoyar la decisión del Ejecutivo aunque censuran que haya ido
a la zaga de los acontecimientos y que haya cometido irresponsabilidades, como
la de alentar las multitudinarias manifestaciones del 8-M (la UE desaconsejó
permitir “multitudes” seis días antes) o haber actuado tarde contra lo que
ellos le pedían. Asimismo critican que Sánchez anunciara previamente la
decisión de decretar el estado de alarma con antelación, dando tiempo, como
sucedió en Italia, a que muchas personas se movieran de forma irresponsable
desde el interior a las zonas de playa como si de unas vacaciones se tratara.
No obstante, como dice Casado, ya habrá tiempo para críticas, y ahora toca
apoyar las medidas concretas de la alarma y la más que probable prolongación
temporal de la misma, ofreciéndole apoyarlo en el Congreso con sus votos si
fuera necesario. Esperemos pues que con el estado de alarma, la medida más
suave en circunstancias de excepcionalidad, ya que no suprime derechos
ciudadanos fundamentales sino que, a lo sumo, limita algunos de ellos como la
movilidad, sea suficiente para reordenar y unificar el actual variopinto
panorama en el que cada autonomía o ayuntamiento ha ido tomando decisiones
unilaterales, algunas excepcionales, con confinamientos incluidos. Así las
cosas Comunidades como Madrid, que pidió durante diez días medidas
excepcionales y el Ejecutivo se negó, o Galicia, entre otras, ya han decretado
su propia alarma con el cierre de todo tipo de establecimientos salvo aquellos
de primera necesidad (farmacias, supermercados, gasolineras y quioscos),
Urkullu en el País Vasco ya ha declarado la suya propia o alerta sanitaria,
Torra pide ayuda al Ejecutivo para confinar todo el territorio de Cataluña dado
que puertos, aeropuertos y ferrocarriles siguen siendo competencias del Estado,
etc etc. Además, progresivamente, las diferentes CCAA han ido cerrando
unilateralmente colegios, institutos y universidades, dejando a diez millones
de alumnos sin clase, mientras van extendiendo las restricciones a actos
públicos, se van cerrando lugares de ocio, como bares y restaurantes,
aconsejando a los ciudadanos que permanezcan en sus casas, que eviten
aglomeraciones y que guarden siempre la distancia de seguridad. En muchos casos ..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista,
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miércoles, 11 de marzo de 2020
CONTENCIÓN REFORZADA
Tras dos semanas de
mensajes tranquilizadores por parte del Ministerio de Sanidad y de las
autoridades sanitarias, la cruda realidad de la epidemia del coronavirus se
impone ante el progresivo y alarmante incremento de casos de infección, al
extremo de que Sanidad se ve al fin obligada a traspasar su inicial fase de
“contención” para dar paso a otra de “contención reforzada” y, siguiendo el
rastro de la vía italiana, donde ya se ha llegado al aislamiento total en todo
el país, tras superar la barrera psicológica de los mil casos de infectados en
España, toma medidas más drásticas de acuerdo con las CCAA afectadas como el
cierre en la Comunidad de Madrid, Vitoria y Labastida de guarderías, colegios,
institutos y universidades durante quince días, diciendo que no se ha actuado
tarde. Pero como los casos de infección no dejan de subir de forma alarmante en
otros territorios, el presidente Sánchez, tras dos semanas de silencio, sale
por fin a la palestra personalmente para anunciar “semanas difíciles” y ayudas,
sin concretar, para familias con hijos y empresas forzadas a ajustes laborales,
manifestando “haremos lo que haga falta contra esta emergencia de salud pública
global” y avisando de que “vienen semanas duras que obligarán a hacer lo que
haga falta”, por lo que “haremos lo que haga falta, cuando haga falta y donde
haga falta”. Y mientras en España ya se superan los 2.000 infectados en el
conjunto de los territorios, dejando más de varias decenas de fallecidos, se
van adoptando nuevas medidas de contención entre las que cabe destacar:
cancelación de vuelos a Italia y de los viajes del Imserso para los jubilados;
anulación de actos de más de mil personas; suspensión del pleno del Congreso de
los Diputados durante una semana tras el positivo de Ortega Smith; probable aplazamiento
de las elecciones vascas y gallegas, que Feijóo considera “razonable”; suspensión
por parte de la Generalitat Valenciana, “hasta que la situación lo permita”, de
La Magdalena en Castellón y las Fallas de Valencia, dejando a la ciudad sin sus
emblemáticas fiestas por primera vez desde la Guerra Civil; partidos de fútbol
y de baloncesto a puerta cerrada y sin público; cierre en Madrid de centros
educativos, culturales, teatros, bibliotecas y polideportivos, así como los locales
de ocio de los jubilados, etc etc Medidas todas ellas que en sí mismas y
especialmente en su conjunto trastocan el normal desarrollo de la convivencia y
perturban las expectativas económicas de cara al futuro, por lo que, no en
vano, se convierten en medidas impopulares que a ningún gobierno le viene bien
adoptar. Entretanto, determinadas reacciones no se dejan esperar ante algunos
hechos preocupantes: la Comunidad de Madrid y los profesionales reconocen que
la sanidad está “al límite” avisando de que “nos podemos quedar sin camas de
UVI”; Madrid pide más trajes especiales para sus sanitarios”; los súper llaman
a la calma y garantizan el abastecimiento; Juan Martínez, portavoz de la OMC,
manifiesta que “estamos así porque se hizo muy mal el control de los primeros
contagios”; médicos madrileños se quejan de la falta de medios en los
hospitales, manifestando algunos “mi sensación es la de estar abandonado en la
trinchera”; los padres en Vitoria, tras el primer día sin colegios se quejan de
que “se ha pasado el testigo a los abuelos, que son los menos indicados” pues “se
tira de ellos aunque son población de riesgo”; los hospitales de campaña
empiezan a..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista,
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domingo, 8 de marzo de 2020
IGLESIAS, ESCRACHEADOR ESCRACHEADO
Al igual que cuando
Pablo Iglesias escracheaba a los políticos y les impedía hablar y expresarse
con libertad, siendo entonces criticado por ello por cualquier persona que se
considerara demócrata, sólo cabe ahora salir en defensa del escracheador tras
haber sido escracheado en la Complutense por un grupo ultra radical de
izquierdas que no le deja hablar, cuando la libertad de expresión es básica
para convivir en paz y libertad y siempre ha de respetarse y protegerse, tanto
cuando es favorable a tus intereses como cuando no lo es. Impedir o dificultar
la palabra, la libertad de expresión, es un indicio claro y genuino de
ramalazos totalitarios indeseables que en todo momento hay que rechazar y
repudiar, vengan de donde vengan, y, por ello, cabe el rechazo contundente al
escrache sufrido por Iglesias, con idéntica intensidad que lo merecía en su
momento el escrache que él practicaba, amordazando la libertad de expresión
como método para escalar en el poder. En efecto, radicales de izquierdas (cuando
se juega al radicalismo siempre los hay más radicales y ultras que tú), al
grito de “¡Fuera vendeobreros!” impiden hoy a Iglesias expresarse y desarrollar
con normalidad una conferencia y le hacen recordar al Vicepresidente del
Gobierno los tiempos en que él mismo lideraba los escraches cuando era un
ambicioso profesor interino y tachaba a toda la clase política como “casta”,
erigiéndose en salvapatrias y exterminador de la misma; hoy, instalado él mismo
en el “establishment” de forma sólida y cómoda, es criticado severamente por
buena parte de aquellos a los que encandiló y luego desencantó y sigue
desencantando, y lo hacen con el argumento de ya “no sois de izquierdas, sólo
chupáis del cuento”; ayer y hoy, el mismo escenario, la Universidad Complutense
de Madrid, pero con los papeles cambiados. Es la deplorable consecuencia lógica
por utilizar como argumento político la demagogia extrema con el único fin de
desbancar al poder establecido para instalarse en él, tal como Iglesias y los
líderes de Podemos han venido haciendo a lo largo de su corta historia, pero
ello no justifica en ningún caso que alguien aplauda ahora a quienes, como él
hizo en su día, se dedican de forma incivilizada a amordazar la palabra, por
más que con su demagógica trayectoria algunos se lo tengan más que merecido y
por más que algunos otros caigan en la tentación de aplicarle la misma medicina
que ellos aplicaron en su momento. Por tanto, desde el punto de vista
democrático y por mera higiene democrática, rechazo absoluto al escrache
sufrido por Pablo Iglesias en la Complutense y apoyo total a que el
Vicepresidente, como cualquier otra persona, se exprese con absoluta libertad
cuándo, cómo y dónde considere oportuno, cabiendo sólo la crítica argumentada a
sus palabras por parte de quienes no compartan lo expresado por él. No es
cuestión de izquierdas o de derechas, sino de democracia o totalitarismo. Si de
esta experiencia Pablo Iglesias es capaz de aprender que no se puede ir por la
vida vendiendo humo o prometiendo imposibles, alardeando de incoherencias
personales y políticas entre lo que se hace y lo que se dice, o entendiendo que
una cosa es predicar y otra dar trigo, no habrá mal que por bien no venga con
este intolerable escrache que acaba de sufrir en su propia universidad, en la
Complutense (tal como en su día lo sufrieron, entre otros, Rosa Díaz o el
mismísimo Felipe Gonzáles, a quienes Iglesias, entre otros, pretendía amordazar);
si de esta experiencia...... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista,
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miércoles, 4 de marzo de 2020
SÓLO SÍ, ES SÍ
La imposición, sí o sí, de
la improvisada y precipitada Ley de Libertad Sexual (conocida ya vulgarmente como
la ley del “sólo sí, es sí”) por parte de la podemita Irene Montero, la
Ministra de Igualdad que paradójicamente ha vetado al sexo masculino para
ejercer cualquier cargo relevante en su Ministerio, ha desencadenado el primer
grave desencuentro en el seno del Gobierno de coalición de Pedro Sánchez, al
extremo de que Igualdad ha tenido que limar el borrador inicial tras las
críticas de Justicia y la Vicepresidenta Calvo ha tenido que intervenir de
urgencia para salvar la ley estrella feminista de Podemos, corrigiendo entre
ambos ministros socialistas los graves errores “técnicos” y las “debilidades”
del borrador de la Ley, mientras el Gobierno cuestionaba las “prisas” del
partido de Iglesias. Y es que Irene, más pendiente de su demagógico
protagonismo personal de cara al 8-M que de elaborar concienzudamente y en
serio una necesaria Ley de Libertad Sexual, impone su precipitada y bisoña Ley
sin aclarar, por ejemplo, cómo probar en un juzgado que sólo el “sí”, explícito
y fehacientemente expresado, es “sí” en una relación sexual, íntima y
normalmente sin testigos, muchas veces espontánea y esporádica, cuando lo
natural es expresar el consentimiento de otras muchas formas, entre ellas, no
poniendo resistencia alguna al mutuo deseo por parte de ambos y colaborando en
la incentivación del mismo, por lo que parece que lo razonable y natural,
siempre que los protagonistas estén en plenas facultades mentales y sin
coacciones, debiera ser poner fin a la situación mediante un “no” rotundo por
parte de cualquiera de ellos, bien al inicio del encuentro o durante el mismo
para dejar bien claro hasta qué límites quiere llegar cada uno de los
intervinientes. No en vano, ministros socialistas estallan contra Pablo
Iglesias, quien, saliendo en defensa de su compañera Irene, culpa a Calvo de
torpedearla y sugiere que el Ministro de Justicia es “machista”, acusándole de
escudar su “machismo frustrado” en excusas técnicas sobre el texto, mientras
los socialistas consideran que “la ley era una chapuza” y explican que la
corrigen porque no tenía “fundamento”. Así las cosas, la guerra Calvo-Montero
amenaza incluso la manifestación institucional del 8-M por el día de la mujer
(a la que el PP se une este año con un manifiesto propio), pues la
Vicepresidenta acudirá con su pancarta y el Ministerio de Igualdad aún no tiene
agenda cerrada. Mal nace pues una necesaria ley, que debiera ser consensuada y
pormenorizadamente estudiada (esperemos que se haga al menos durante su
tramitación en el Congreso), para poner fin en el Código Penal a la actual
difusa tipología de delitos sexuales que permite un exceso interpretativo por
parte de los jueces, quienes pueden emitir sentencias escandalosas, como la del
caso de la manada, en vez de embrollarlo más todavía con ese “sólo sí, es sí”
que, para ser eficiente, probatoriamente hablando, requeriría de la presencia
de un notario en los actos sexuales o la exigencia por parte de sus protagonistas
de un expreso y previo consentimiento por escrito o fehacientemente expresado,
salvo que se quiera dejar el asunto a la credibilidad o no por parte de los
jueces de la palabra de uno u otro en un hipotético conflicto judicial, lo que
haría aún más subjetiva la decisión de los magistrados, salvo que los
denunciados aporten el acta notarial del consentimiento o la prueba material
del mismo. Por lo demás, y a la espera de la tramitación parlamentaria, la Ley,
que pone todo el acento en ese consentimiento expreso, elimina...... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista,
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domingo, 1 de marzo de 2020
SOLUCIONES IMAGINATIVAS
Por fin se inaugura la
mesa de diálogo, bis a bis, entre Gobierno y Generalitat, con honores de Estado
al President Torra por parte del anfitrión Sánchez. Lo nunca visto entre el
Jefe del Gobierno y cualquier otro Jefe de cualquier otra Comunidad Autónoma.
Una primera reunión simplemente para fijar la “seguridad jurídica” como límite
para futuros acuerdos (esperemos que sea dentro de la Carta Magna) y para
acordar un calendario de reuniones mensuales alternando Madrid y Barcelona.
Sánchez consolida así el agravio comparativo con el resto de CCAA, otorgando al
inhabilitado Torra un tratamiento que no le corresponde, incluso superior al de
otros líderes internacionales, y se pliega a hablar incluso de
autodeterminación y amnistía, con el objetivo de complacer a ERC para
garantizarse la aprobación de unos Presupuestos que le permitan asegurarse
varios años de Legislatura, mientras Torra insiste en que sólo negociará
amnistía e independencia. Por su parte Moncloa dice que los lazos “afectivos”
con Cataluña (será de él con el secesionismo) se han restablecido y pide tiempo
para hallar “soluciones imaginativas” a la espera, como así ha sido, de recibir
el apoyo de Esquerra para salvar el techo de gasto, es decir, el primer escollo
de los Presupuestos. En un documento conjunto se constata la naturaleza
“política del conflicto”, mientras los líderes políticos secesionistas andan condenados
por la Justicia Española o fugados de España. Y, en efecto, ERC (junto a Bildu)
allana al Gobierno el camino para los Presupuestos, mientras JxCat vota en
contra del techo de gasto irritando a los republicanos, pocas horas después de
finalizar la reunión de la mesa de diálogo, en tanto que Junqueras y Romeva se
sumaban a la lista de presos que salían con permisos de la cárcel durante tres
días semanales para trabajar, a pesar de tener penas superiores a doce años y
cuando sólo llevan presos pocos meses; una incomprensible “semilibertad” que ya
quisieran otros muchos presos en España incluso con penas muy inferiores a las
suyas. En definitiva, Junqueras, entre otros, sale de la cárcel tras avalar ERC
las cuentas de Sánchez, el Gobierno saca adelante el techo de gasto para este
año y el que viene con el apoyo de ERC y Bildu….y todos tan contentos, pero el
Sistema Judicial y Penitenciario español tirado por los suelos. Me temo que si
las “soluciones imaginativas” de que habla el Gobierno son estos chalaneos y
chantajes intolerables sólo cabrá esperar al alcance de los mismos, pues las
cosas pueden ir a peor. De entrada UGT pedirá en marzo el indulto para Bassa,
dirigentes del PSOE lo apoyan y el Gobierno tendrá que posicionarse en plena
negociación de los Presupuestos con ERC. Mientras tanto Artur Mas reaparece
distanciado de Torra y Puigdemont; el Govern delata las interioridades de la
mesa, entre ellas que Moncloa ofertó la salida de presos y la vuelta de los
fugados y que el separatismo responde con que “el conflicto sólo se resuelve
con un referéndum de autodeterminación”; los secesionistas descartan que los
acuerdos a los que llegue la mesa negociadora respeten la Constitución; Torra
financia con casi 800.000 euros anuales la...... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista,
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