domingo, 15 de marzo de 2020

ESTADO DE ALARMA

                        Tal como le venían pidiendo últimamente los partidos de la oposición (PP, Ciudadanos y Vox), así como las CCAA más afectadas por el coronavirus, como Madrid, Pedro Sánchez decide finalmente decretar el “estado de alarma” en España con el fin de afrontar la crisis del Covid-19 con mayor eficacia y unificación de criterios, centralizando la gestión en el Gobierno de España para evitar la descoordinación actual, pues con una Sanidad transferida entre las diecisiete autonomías es casi inevitable que cada una de ellas vaya por su lado y, pendientes de las recomendaciones del Gobierno central, adopte o no sus propias soluciones para atajar la expansión del virus en medio de una confusión competencial con limitaciones y dificultades manifiestas. Y lo grave es que el coronavirus no espera y se sigue expandiendo de forma alarmante por casi todos los territorios españoles. Acertada decisión pues por parte del Gobierno (aunque para algunos tardía) que, a partir de ahora, y durante 15 días (si fuera necesaria una prórroga del estado de alarma habría de ser avalada por al Congreso de los Diputados), permite al Ejecutivo detentar las competencias, entre otras, de Sanidad, Seguridad y Transportes, las cuales, mientras dure la alarma, quedarán recentralizadas (vocablo maldito para el secesionismo) para una mejor gestión de la emergencia a lo largo y ancho de todo el territorio español. Los líderes de la oposición, tanto Casado como Abascal y Arrimadas, se han apresurado a apoyar la decisión del Ejecutivo aunque censuran que haya ido a la zaga de los acontecimientos y que haya cometido irresponsabilidades, como la de alentar las multitudinarias manifestaciones del 8-M (la UE desaconsejó permitir “multitudes” seis días antes) o haber actuado tarde contra lo que ellos le pedían. Asimismo critican que Sánchez anunciara previamente la decisión de decretar el estado de alarma con antelación, dando tiempo, como sucedió en Italia, a que muchas personas se movieran de forma irresponsable desde el interior a las zonas de playa como si de unas vacaciones se tratara. No obstante, como dice Casado, ya habrá tiempo para críticas, y ahora toca apoyar las medidas concretas de la alarma y la más que probable prolongación temporal de la misma, ofreciéndole apoyarlo en el Congreso con sus votos si fuera necesario. Esperemos pues que con el estado de alarma, la medida más suave en circunstancias de excepcionalidad, ya que no suprime derechos ciudadanos fundamentales sino que, a lo sumo, limita algunos de ellos como la movilidad, sea suficiente para reordenar y unificar el actual variopinto panorama en el que cada autonomía o ayuntamiento ha ido tomando decisiones unilaterales, algunas excepcionales, con confinamientos incluidos. Así las cosas Comunidades como Madrid, que pidió durante diez días medidas excepcionales y el Ejecutivo se negó, o Galicia, entre otras, ya han decretado su propia alarma con el cierre de todo tipo de establecimientos salvo aquellos de primera necesidad (farmacias, supermercados, gasolineras y quioscos), Urkullu en el País Vasco ya ha declarado la suya propia o alerta sanitaria, Torra pide ayuda al Ejecutivo para confinar todo el territorio de Cataluña dado que puertos, aeropuertos y ferrocarriles siguen siendo competencias del Estado, etc etc. Además, progresivamente, las diferentes CCAA han ido cerrando unilateralmente colegios, institutos y universidades, dejando a diez millones de alumnos sin clase, mientras van extendiendo las restricciones a actos públicos, se van cerrando lugares de ocio, como bares y restaurantes, aconsejando a los ciudadanos que permanezcan en sus casas, que eviten aglomeraciones y que guarden siempre la distancia de seguridad. En muchos casos ..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

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