miércoles, 11 de marzo de 2020

CONTENCIÓN REFORZADA

                        Tras dos semanas de mensajes tranquilizadores por parte del Ministerio de Sanidad y de las autoridades sanitarias, la cruda realidad de la epidemia del coronavirus se impone ante el progresivo y alarmante incremento de casos de infección, al extremo de que Sanidad se ve al fin obligada a traspasar su inicial fase de “contención” para dar paso a otra de “contención reforzada” y, siguiendo el rastro de la vía italiana, donde ya se ha llegado al aislamiento total en todo el país, tras superar la barrera psicológica de los mil casos de infectados en España, toma medidas más drásticas de acuerdo con las CCAA afectadas como el cierre en la Comunidad de Madrid, Vitoria y Labastida de guarderías, colegios, institutos y universidades durante quince días, diciendo que no se ha actuado tarde. Pero como los casos de infección no dejan de subir de forma alarmante en otros territorios, el presidente Sánchez, tras dos semanas de silencio, sale por fin a la palestra personalmente para anunciar “semanas difíciles” y ayudas, sin concretar, para familias con hijos y empresas forzadas a ajustes laborales, manifestando “haremos lo que haga falta contra esta emergencia de salud pública global” y avisando de que “vienen semanas duras que obligarán a hacer lo que haga falta”, por lo que “haremos lo que haga falta, cuando haga falta y donde haga falta”. Y mientras en España ya se superan los 2.000 infectados en el conjunto de los territorios, dejando más de varias decenas de fallecidos, se van adoptando nuevas medidas de contención entre las que cabe destacar: cancelación de vuelos a Italia y de los viajes del Imserso para los jubilados; anulación de actos de más de mil personas; suspensión del pleno del Congreso de los Diputados durante una semana tras el positivo de Ortega Smith; probable aplazamiento de las elecciones vascas y gallegas, que Feijóo considera “razonable”; suspensión por parte de la Generalitat Valenciana, “hasta que la situación lo permita”, de La Magdalena en Castellón y las Fallas de Valencia, dejando a la ciudad sin sus emblemáticas fiestas por primera vez desde la Guerra Civil; partidos de fútbol y de baloncesto a puerta cerrada y sin público; cierre en Madrid de centros educativos, culturales, teatros, bibliotecas y polideportivos, así como los locales de ocio de los jubilados, etc etc  Medidas todas ellas que en sí mismas y especialmente en su conjunto trastocan el normal desarrollo de la convivencia y perturban las expectativas económicas de cara al futuro, por lo que, no en vano, se convierten en medidas impopulares que a ningún gobierno le viene bien adoptar. Entretanto, determinadas reacciones no se dejan esperar ante algunos hechos preocupantes: la Comunidad de Madrid y los profesionales reconocen que la sanidad está “al límite” avisando de que “nos podemos quedar sin camas de UVI”; Madrid pide más trajes especiales para sus sanitarios”; los súper llaman a la calma y garantizan el abastecimiento; Juan Martínez, portavoz de la OMC, manifiesta que “estamos así porque se hizo muy mal el control de los primeros contagios”; médicos madrileños se quejan de la falta de medios en los hospitales, manifestando algunos “mi sensación es la de estar abandonado en la trinchera”; los padres en Vitoria, tras el primer día sin colegios se quejan de que “se ha pasado el testigo a los abuelos, que son los menos indicados” pues “se tira de ellos aunque son población de riesgo”; los hospitales de campaña empiezan a..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

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