martes, 31 de marzo de 2020

SIN DESPIDOS Y EN CASA

                        De un lado Sánchez interviene el mercado laboral y prohíbe los despidos durante lo que dure la crisis del coronavirus; de otro lado, endurece el confinamiento con una “hibernación” económica para evitar el colapso sanitario paralizando toda actividad económica no esencial hasta el día 9 de abril. Dos medidas muy duras y controvertidas, aunque seguramente necesarias, que, sin duda, traerán consecuencias económicas nefastas y que han sentado muy mal en ámbitos empresariales, especialmente por las formas, más que por el fondo. En efecto, el Gobierno prohíbe los despidos durante la pandemia, protegiendo así a los empleados temporales en los ERTEs, con lo que, según algunos, Iglesias se impone a Calviño e hipoteca la recuperación, mientras las empresas y autónomos avisan de que provocará al final más paro; y es que el Ejecutivo veta incluso las rescisiones de contratos temporales vinculadas al virus para que las empresas no puedan “aprovecharse” de la crisis y revisará los ERTEs para perseguir “fraudes”, congela la rescisión de contratos por coronavirus con 20 días de indemnización y revisará todos los ERTEs de las empresas que se hagan durante la pandemia; no obstante Ábalos, Calviño y la portavoz Montero han conseguido frenar de momento el plan de alquiler de Podemos, que hubiese generado mayor malestar, mientras Sánchez-Llibre, Presidente de Foment, sostiene que “prohibir el despido es cruzar una línea roja” y los empresarios advierten de que la medida lastrará la recuperación económica y aumentará el paro. Y, en efecto, por otra parte, el Gobierno “hiberna” la economía, mediante un cerrojazo total desde el 30 de marzo al 9 de abril en que sólo se trabajará en actividades esenciales, quedando el resto de actividades en paro y sus trabajadores con una especie de obligado “permiso retribuido recuperable”, que tendrán que pactar luego con las empresas como se recuperan esas horas, mientras los empresarios alertan del “impacto sin precedentes” de la medida, por la que España perdería unos 60.000 millones; Sánchez rectifica así para limitar al máximo la movilidad e impone este “permiso retribuido recuperable” sin pactar con los empresarios, quienes quedan estupefactos, al extremo de que el Presidente ha tenido que volver a rectificar e improvisar una moratoria de 24 horas ya que muchas empresas no podían echar el cerrojo en un santiamén, con lo que el cerrojazo se exigirá desde hoy, día 31 de marzo, y no desde el anunciado día 30, mientras el sector de la construcción alerta de que puede quebrar y las CCAA lamentan la unilateralidad de La Moncloa por no informarles previamente del cerrojazo. Y es que los bandazos de Sánchez, ya típicos en circunstancias normales, en estas circunstancias de crisis dejan muchas más dudas y preocupaciones por el camino, al extremo de que presidentes de CCAA tan distintos como Urkullu, Feijóo, Moreno o Puig afean los continuos volantazos que se están dando en la gestión de la crisis, en tanto que aflora una fuerte división en el seno del Ejecutivo donde se imponen las tesis de Iglesias, mientras desde el IBEX y la CEOE se comenta “no tiene ni idea, se va a cargar el país” y Lorenzo Amor, presidente de ATA, sostiene que “el Gobierno ha perdido el rumbo en materia económica” y advierte que “muchos autónomos se van a quedar en el camino”. Y por su parte el...... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

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