El mercado de trabajo
sufre en marzo un catastrófico batacazo sin precedentes, pues en solo catorce
días han sido arrasados nada menos que 834.000 puestos de trabajo (dos de cada
tres, trabajos temporales). Una caída histórica por el coronavirus que hace que
el número de parados en España se eleve a más de 3´5 millones, siendo Canarias,
Andalucía y Comunidad Valenciana las más golpeadas por este desastre laboral de
consecuencias impredecibles, en que sólo el sector turístico, motor de la
economía española, alerta ya de pérdidas de hasta 90.000 millones de euros. Pese
a los esfuerzos del Ejecutivo y su plan para proteger a los sectores más
vulnerables, en tan pocos días se han perdido tantos empleos como en los tres
meses y medio posteriores a la crisis de Lehman. Bruselas plantea un fondo de
100.000 millones para ERTEs, con créditos directos a los países afectados para
evitar despidos, mientras siete CCAA se oponen a la intervención de sus fondos
para el empleo por parte del Ejecutivo, que sólo informa de 620.000 afectados
por los ERTEs y acusa a las CCAA de no compartir información. Es, sin duda, el
peor dato de la historia y además la forma de contabilizar los ERTEs puede
disparar las cifras a cinco millones, mientras Trabajo “expropia” a las
autonomías el dinero para el empleo frente a la oposición de éstas y en el PP,
principal partido de la oposición, se quejan de que “Sánchez aún no ha
llamado”, anunciando que acudirán a una “mesa de unidad” frente al coronavirus si Moncloa le cita pero
no apoyará las medidas impuestas por Podemos, en tanto que Casado ya trabaja
con un “gobierno en la sombra” de ex ministros. Por su parte el Gobierno de
Sánchez lanza unilateralmente un plan (ya veremos cómo, quién y con qué se
paga) para proteger a los sectores más vulnerables, con medidas que benefician
a parados, inquilinos, pymes y autónomos (como suspensión de los desahucios y
créditos al 0% a los inquilinos; prohibición de cortes de suministros básicos
como luz, agua y gas; seguro de paro para trabajadores precarios y empleadas
del hogar; subsidio de 440 euros a quien no acceda al paro; ampliación de la
moratoria de hipotecas a oficinas y locales; moratoria en el pago de las
cotizaciones para los autónomos y de pago en los créditos para el consumo;
planes de pensiones rescatables si se necesita….) que al no ir acompañado de
una memoria económica genera incertidumbres sobre su viabilidad, con las
pertinentes frustraciones que ello generaría en la ciudadanía si no se pudiera
llevar a cabo, mientras el Ejecutivo ignora todas las advertencias de que el
“escudo social” que pretende generará más desempleo. En definitiva, un plan de
subsistencia ante el colapso que, al margen de las buenas intenciones, que
nadie duda, no acaba de agradar de forma palpable, pues las autonomías andan
descontentas al habérseles arrebatado 2.400 millones en fondos de formación,
los autónomos se quejan de que sólo se le ofrezcan moratorias y créditos que
luego tendrán que afrontar, etc etc, mientras otros acusan de que Iglesias ha
arrinconado a Calviño y su intento de controlar el déficit y el gasto tal como
exige la UE, anteponiendo la ideología a la difícil y dura recuperación que se
avecina. Pero Sánchez....... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista,
http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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