jueves, 31 de diciembre de 2020

UN AÑO PARA OLVIDAR

                             Finaliza el 2020, un año para olvidar, no sólo en España sino en el resto del mundo, que ha zarandeado (y zarandea todavía) nuestras vidas a su antojo castigándonos cruelmente con confinamientos desesperantes, virus, crisis económica, angustia social y muerte, que nos obligaron (y nos obligan todavía) a vivir con distanciamiento social y restricciones en un excepcional estado de alarma, casi permanente, que cercenaba (y cercena todavía) las libertades y costumbres más arraigadas en nuestra sociedad, impidiéndonos incluso abrazar y besar a nuestros seres queridos o acompañarles a la hora de su muerte para despedirnos de ellos hasta la Eternidad. Un año, sin duda, para olvidar, que pasará a los anales de la historia con la denominación de “annus horribilis” engrosando así el nefasto grupo de anteriores “años horribles” pero con la agravante de que, en este caso, sus dimensiones devastadoras son globales y afectan a toda la Humanidad sin excepciones, sembrando de ruina, sufrimiento y muerte todos los lugares de la Tierra, llevándose de ella un millón ochocientas mil personas y siendo España uno de los países más golpeados. Es el año de la pandemia de Covid19, el origen de todos nuestros males. Por eso ningún gobernante cuyo territorio haya sido afectado por dicha pandemia, que son prácticamente todos, debiera sentirse satisfecho de su gestión por buena que fuera, ya que, ni en el mejor de los casos, se puede estar satisfecho cuando la ruina, la desolación y la muerte es el denominador común en los territorios que gobierna, cierto que en algunos peor que en otros. No se entiende pues que en España, uno de los países más afectados, el Presidente Sánchez, al despedirse de tan nefasto año, haga un balance positivo, casi idílico, de su gestión en su rueda de prensa en Moncloa, cuando, como gobernante, ha sido incapaz de concitar el más mínimo acuerdo con la oposición para afrontar tan caótica situación con mayorías cualificadas, prefiriendo imponer a trancas y barrancas las decisiones de su gobierno de coalición minoritario, no exentas de polémicas y contradicciones entre sus propios socios de gobierno, y, para poder sacarlas adelante, a base de peligrosas concesiones a quienes le apoyan desde fuera, sus socios externos, con posicionamientos políticos radicales, ultranacionalistas e incluso secesionistas, cuyo objetivo es sencillamente finiquitar el Estado español tal como está diseñado en la Constitución, coincidiendo con los socios de Gobierno comunistas y antisistema. Un improcedente balance de gestión propagandístico en una España casi rota en el que anuncia una “hoja de ruta” para la Monarquía del siglo XXI, asegurando que está en contacto con Zarzuela para impulsar una modernizadora Ley de la Corona, mientras Casado, jefe de la oposición, único que podría garantizarle la suficiente mayoría para hacerlo, se abre a apoyar dicha ley siempre que sea para reforzar la institución y no para cargársela, tal como pretenden los socios de Sánchez con el objetivo de establecer una República. ¿Apostará Sánchez finalmente por un necesario consenso con Casado para reforzar la Corona frente a sus socios, que pretenden todo lo contrario, o seguirá optando por apuntalarse en éstos para conseguir escasas mayorías a cambio de cesiones incluso peligrosas para la estabilidad del Estado de Derecho? De momento de lo que se tiene certeza es de su apuesta por indultar a los líderes del ilegal “procés” secesionista, dando a entender en su idílico balance de gestión, que los indultará, allanando el camino con el argumento de que “nadie está libre de culpa en Cataluña” con lo que, al final, coincidiendo con las tesis de Podemos y los secesionistas, va a resultar que todos somos los culpables de que unos pocos, saltándose la legalidad vigente, decidan finiquitar el Estado de Derecho imponiendo unilateralmente la independencia de parte de su territorio. Cierto, como dice Calvo, que la decisión de indultar es sólo del Gobierno y que puede ir en sentido contrario al informe fiscal, pero también es cierto que para ello se establece al menos el arrepentimiento expreso de quienes han de ser indultados, medida de gracia que, en todo caso, debiera ser excepcional y no aplicable por conveniencia política del gobernante de turno, cuando, por el contrario, escandalosamente, como recuerda el socialista García-Page, inquieto por el asunto como otros barones socialistas, no sólo no hay arrepentimiento sino que incluso Oriol Junqueras reaccionó diciendo “que se metan el indulto por donde les quepa”, advirtiendo el líder manchego de que si los indultados “volvieran al mismo camino”, como es previsible, sería un “ridículo histórico” del PSOE, cuando la propia...... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/).

 

lunes, 28 de diciembre de 2020

LA VACUNA DE LA ESPERANZA

                             Mientras las denuncias a residencias de ancianos por su actuación en la crisis sanitaria avanzan en los juzgados, se pone en marcha, precisamente en una residencia de Guadalajara, la campaña de la vacuna de la esperanza que pueda atajar o al menos paliar los estragos que está causando no ya sólo en España sino en el resto del mundo. Es el inicio esperanzador de la mayor inmunidad colectiva de la historia de nuestro país, con la llegada de las primeras vacunas, custodiadas por la Guardia Civil hasta entregarlas al Ejército, y el posterior inicio de la vacunación con el objetivo de que en primavera ya estén vacunadas cerca de 2´3 millones de personas y el de que el 70% de la población quede inmunizada antes del verano. El Gobierno de Sánchez, a la cola en gestión de la pandemia y a la cabeza en propaganda, usa la vacuna para hacer autobombo, pese a que en los rankings internacionales España ocupa los últimos puestos en desempleo sanitario y económico contra la covid, y, al efecto, se apropia del medicamento colocando el sello gubernamental en las cajas y protagonizando un cierto “show” al poner en marcha un aluvión de propaganda política para rentabilizar la campaña, mientras desde la oposición le piden que sea equitativo y eficaz a la hora de facilitar el medicamento a las diferentes CCAA, quienes en definitiva son las encargadas de poner en práctica todo el proceso de vacunación. En todo caso, y al margen de la parafernalia de unos u otros para sacar rentabilidad política de la vacuna, la realidad es que, a la espera de que lleguen otras, como la de Moderna, además de la de Pfizer, el primer día de vacunación se salda con más de 9.000 vacunados en los diversos territorios de España y la predisposición de administrar durante las próximas doce semanas 350.000 dosis semanales, encarando así el principio del fin de esta pesadilla infernal que nos azota a todos. Dice el Ministro Illa, contento pero preocupado, que “quedan meses por delante, no bajemos la guardia” ya que el virus sigue a sus anchas, mientras desde las residencias los pioneros en la vacunación, ancianos residentes y sanitarios, sostienen que “si el virus vuelve que no sea por mí” exhibiendo su valentía por ser los primeros en vacunarse y alentando a que todo el mundo, como ellos, se administre la vacuna que será gratuita y voluntaria. Entretanto, Madrid confirma cuatro positivos de la cepa británica, que se va extendiendo por otras zonas, y Ayuso carga contra el Presidente del Gobierno por el “coladero” de Barajas de una cepa más contagiosa que, según la Presidenta regional, entró por dicho aeropuerto, aunque las autoridades sanitarias investigan otros casos sospechosos justo el día histórico en que empieza el proceso de vacunación, no sólo en España sino también en la mayoría del resto de países miembros de la UE, por lo que Úrsula von der Leyen destaca el “emocionante momento de unidad” al arrancar semejante operativo sanitario sin precedentes, coincidiendo con la buena noticia de que por fin la UE y Reino Unido sellan el acuerdo comercial del Brexit, evitando así un divorcio salvaje con este compromiso de última hora, que permite el libre comercio sin aranceles a cambio de ciertas garantías, aunque queda pendiente que el acuerdo sea ratificado por todos los estados miembros de la Unión, lo que, de entrada, se da por hecho. Así las cosas y en plena lucha sin cuartel contra la pandemia sanitaria en toda Europa (y en el resto del mundo) la UE y el Reino Unido ultiman su divorcio el uno de enero, por el que la UE podrá adoptar represalias en 20 días si Londres incumple lo pactado, fijando un mecanismo ágil frente a la competencia desleal, aunque las “divergencias” pueden hacer “que cambien las circunstancia del pacto”, siendo el sector pesquero el peor parado pues la UE tendrá que ceder el 25% de los derechos de pesca en aguas británicas. Y mientras los países de la UE inician a marchas forzadas el proceso de ratificación del acuerdo, Europa establece una nueva frontera que separará la UE de Reino Unido, poniendo fin a cinco décadas de tortuosa relación entre ellos, con no pocos desencuentros. Un Brexit que....... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

jueves, 24 de diciembre de 2020

CONVENIENCIA POLÍTICA

                             Nada peor para los gobernados que su gobierno se mueva por espurios intereses de permanencia en el poder cómo sea y a costa de lo que sea, dejando a un lado, si es posible, cualquier principio ideológico, cualquier procedimiento de control establecido o un mínimo de coherencia que permita, entre otras cosas, saber de antemano si su proyecto es progresista o conservador, centralista o descentralizado, democrático o autoritario, europeísta o nacionalista, constitucionalista o antisistema. Es lo que sucede en buena medida con este gobierno social-comunista de coalición, mitad una cosa y mitad otra, que, al final, se mueve por mera conveniencia política de supervivencia en medio del desconcierto generalizado de los ciudadanos, que no saben a qué atenerse, y del progresivo deterioro institucional, social y económico, que nos conduce a un futuro incierto y preocupante. En efecto, llama la atención que Sánchez, tras la amarga experiencia de detentar todo el poder durante el largo primer periodo del estado de alarma a causa de la pandemia, pase “ipso facto” a delegar prácticamente cualquier responsabilidad de gestión en las CCAA, mientras se hace con el reparto de las ayudas europeas aprobando un decreto que refuerza su poder sobre todos los fondos de la UE que recibe España y montando veintidós ventanillas, una por cada ministerio de su macro-gobierno, para que repartan el ansiado maná de la esperanza, dando la sensación de que aplica la ley del embudo con las autonomías: lo bueno y fácil me lo quedo yo y lo malo y difícil para vosotros tras haber experimentado que no le conviene políticamente quedárselo. ¿Centralismo o descentralización, en qué quedamos?  Y lo preocupante es que, para proceder así, se salta todos los controles establecidos posibles, como, entre otros, el del Consejo de Estado, no sometiendo a dictamen de dicho órgano las medidas más polémicas que toma con la finalidad de eliminar cualquier obstáculo a su gestión, por lo que, entre otros, ni los decretos del Estado de Alarma, ni las controvertidas leyes de Educación o Eutanasia, ni la del CGPJ han sido examinadas por tan prestigioso y plural órgano consultivo, ni consensuadas con la oposición, limitándose a aplicar el pírrico rodillo parlamentario del que goza gracias al apoyo coyuntural de sus aliados secesionistas, radicales, populistas y nacionalistas ya sean de izquierdas como de derechas…… dando por zanjado el asunto con la improvisación de una comisión de nueve expertos (esperemos que no sean como la misteriosa comisión de expertos que le asesoraban durante la alarma), designados a dedo, para valorar si el Gobierno está cumpliendo su programa y hacer un balance anual de gestión. ¿Transparencia y control o no, en qué quedamos? Con semejante forma de proceder sale adelante por “vía exprés” en el Senado la Ley Celaá sin enmiendas por primera vez en 35 años, al aplicar el Gobierno, con ERC y PNV, el rodillo ignorando más de 4.000 aportaciones, tal como sucedió hace unos días con la aprobación de los Presupuestos; una ley, la educativa, que, a pesar de la sentencia del TSJC, destierra el castellano de las aulas y que Baleares, con un gobierno socialista de coalición con Podemos y Més, copia para blindar el catalán como única lengua vehicular en la Comunidad Autónoma y para atacar el modelo de la educación concertada. ¿Constitucionalismo o antisistema, en qué quedamos? Y mientras PSOE y Podemos aceleran por “vía exprés”, es decir, por atajos, la reforma del Poder Judicial, ante la presión de populistas y nacionalistas a Sánchez para que lo haga ya de una vez y que pase lo que pase, los fiscales del procés hacen un alegato político contra los indultos, que ya se ven venir, asegurando que la medida de gracia no puede ser “moneda política de cambio”, o pago político, para lograr “apoyos parlamentarios”, advirtiendo en un durísimo informe al Gobierno de que no hay “razones de justicia, equidad o utilidad pública” que justifiquen la aplicación de dicha medida a los líderes del ilegal “procés” por lo que no se puede indultar por “pura conveniencia política” del Gobierno, máxime cuando ninguno de los condenados ha dado muestras de arrepentimiento sino más bien de todo lo contrario, pues salta a la vista que están deseando recuperar su libertad para continuar con su proyecto totalitario secesionista y aplicarlo, como ya pretendieron, de forma unilateral y antidemocrática desde las propias instituciones del Estado como son, en este caso, el Govern y el Parlament de Catalunya. Cierto que...... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

 

lunes, 21 de diciembre de 2020

NAVIDADES CAÓTICAS

                             Mientras la vacuna está a punto de llegar a medio centenar de puntos secretos en España, al igual que sucederá en el resto de países de la UE, el Tribunal Supremo, desoyendo al fiscal, pedirá investigar la gestión de la pandemia del coronavirus aunque dejando que sean los juzgados ordinarios competentes quienes estudien si hubo responsabilidades penales en la crisis sanitaria; por tanto, el TS rechaza la posición de Fiscalía de archivar las querellas y las remite a los juzgados ordinarios para que, entre otros aspectos, investiguen en cada caso la omisión de medidas de seguridad para sanitarios o policías y las muertes de ancianos en residencias, considerando que determinadas conductas durante la pandemia deben ser investigadas frente al criterio de Fiscalía, que apostaba por un archivo generalizado de las querellas y denuncias presentadas, y si las diligencias que practiquen dichos juzgados evidencian la existencia de indicios de responsabilidad contra algún aforado será cuando, en su caso, el juez instructor lo eleve al Alto Tribunal.  Todo ello cuando, al margen de los estragos anteriores, son casi 18.000 muertos más por la pandemia los que hay que sumar en este otoño negro, y cuando se constata un alarmante repunte de infecciones que nos aboca a unas Navidades caóticas a causa de la falta de un modo de actuación común y concreto contra el virus en todo el territorio español ya que serán las CCAA quienes decidan en sus respectivos territorios al respecto. En efecto, unas Navidades del caos ya que, según la región española donde se celebren, darán lugar a diecisiete Navidades diferentes pues, aunque el Gobierno avisa de que “crecerán los contagios”, renuncia al mando único para combatirlos, con lo que cierres, viajes, número de personas en reuniones familiares y horarios de toque de queda dependerán de cada Autonomía en medio de una confusión generalizada para el conjunto de los españoles que habrán de echar mano de una especie de manual de instrucciones para que, dadas las variedades territoriales, su conducta se ajuste a la variopinta normativa. ¿No hubiera sido más razonable acordar e imponer una normativa común para todo el territorio español como hacen otros países? Por lo visto, no. Aquí Illa se inhibe de la responsabilidad ministerial en las “17 Navidades diferentes”, que niega a pesar de su evidencia, y se limita a comunicar que el reparto de vacunas empezará el día 27 de diciembre y que será “equitativo”, dejando hacer a los gobiernos regionales cuando apenas hace un mes dijo todo lo contrario, con lo que al final, delegando en las CCAA los temas logísticos, de personal y administración, tanto para vacunar como para celebrar las Fiestas Navideñas, se consolidan diecisiete planes diferentes en ambos asuntos en esta España esquizofrénica de las Taifas o Estados Autonómicos que en vez de un Estado, centralizado o federal, más bien parece un conjunto de territorios a la gresca entre ellos y empeñados en agudizar sus diferencias en vez de consolidar sus semejanzas e intereses comunes, como hacen incluso los Estados Federales existentes en el mundo. En definitiva, un Estado, el español, con tendencia a convertirse en un Estado fallido, en el que sus ciudadanos cada vez agudizan más lo que les separa en vez de lo que les une, que es mucho, por lo que cada vez con más intensidad se cuestionan sus instituciones, empezando por la propia Jefatura del Estado, y se degrada la esencial división de poderes que ha de inspirar a cualquier estado democrático. No extraña pues que, según NCReport, en medio de una alentada división ciudadana ante una posible vuelta del Emérito a España, la mayoría de españoles crea que el Gobierno actual de coalición no apoya la Monarquía como forma de Estado, pues es obvio que, al menos, parte de dicho Gobierno, el sector comunista, defiende sin rodeos desde la propia institución el derribo de lo que llaman el “régimen del 78”, es decir nuestro actual sistema democrático, homologado y homologable con el del resto de países de la UE. Ni extraña que al inaugurar los Reyes en Madrid el monumento en memoria de los profesionales sanitarios fallecidos, acompañados de Ayuso e Illa, se oigan pitos para el Ministro y vivas al Jefe del Estado, pues la ascendiente división de los españoles en todos los niveles distorsiona ya incluso actos protocolarios que debieran ser aplaudidos por todos. Y mientras Sánchez hace cuarentena, a pesar de dar negativo, tras haber estado con Macron, infectado por el virus, lo que ha generado ciertas críticas ya que cuando dio positivo su mujer no se puso en cuarentena, el puente y las compras navideñas siguen empujando los contagios en esta dislocada España de variopintas fiestas navideñas según el territorio dónde se viva, la mayoría de ellos endureciendo las restricciones ante la inhibición del Gobierno que es en definitiva quien debiera tomarlas. Y por si fuera poco lo anterior....... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

 

jueves, 17 de diciembre de 2020

PARÁLISIS GUBERNAMENTAL E INSTITUCIONAL

                             La manifiesta incapacidad de este gobierno de coalición social-comunista presidido por Sánchez para entenderse y llegar a acuerdos internos entre sus propios miembros y, menos aún, con la oposición parlamentaria, está consolidando una preocupante parálisis gubernamental e institucional que pone en grave riesgo la convivencia social y política cuando ello debe ser básico para el buen funcionamiento del propio sistema democrático. En efecto, las múltiples discrepancias entre los ministros socialistas y los comunistas, arropados por radicales y secesionistas, están frustrando las expectativas de miles y miles de ciudadanos en plena crisis económica ya que exhibiendo múltiples batallitas internas y postureos demagógicos lastran la agenda social al chocar sendos grupos por asuntos importantes como el salario mínimo, las pensiones o los desahucios, mientras otros asuntos ya superados, como los ERTEs, o anunciados a bombo y platillo, como las ayudas a fondo perdido a las empresas obligadas a cerrar, no llegan con normalidad a sus destinatarios cada vez más cabreados por un Ejecutivo que a todas luces funciona de cara a la galería pero no para remediar los problemas reales que sufren los ciudadanos en su conjunto. Y, en efecto, el choque incomprensible entre Sánchez, que como Jefe de Gobierno tiene el deber de superarlo, y Pablo Casado, que como Jefe de la Oposición debe colaborar a ello, provoca una intolerable parálisis institucional ya que el entendimiento entre sus respectivos partidos, PSOE y PP, es imprescindible para desbloquear la renovación y funcionamiento de determinadas instituciones básicas del Estado como el GGPJ, el Defensor del Pueblo o RTVE que llevan demasiado tiempo en situación de interinidad o provisionalidad sin que se perciba el mínimo acercamiento político para que sus órganos de dirección sean renovados tal como exige la propia Constitución. En definitiva, parálisis gubernamental e institucional que está lastrando la higiene democrática en nuestro país, máxime cuando hasta la primera institución del Estado, la Jefatura, es puesta en entredicho desde el propio gobierno (o parte del mismo) pues el PSOE es incapaz de aplacar el ataque de Podemos a la Corona. Así las cosas, no extraña que Iglesias exija a Sánchez que desautorice a Calviño en el salario mínimo, respaldando a la ministra Yolanda Díaz contra el plan de congelación del SMI de la vicepresidenta hasta que acabe la pandemia, que critique la subida a 35 años la base del cálculo de pensiones propuesta por el ministro Escrivá, o que apriete a Hacienda para imponer su plan antidesahucios, asuntos todos ellos que duermen el sueño de los justos a la espera de que los propios ministros decidan al final al respecto o que Sánchez se incline por dar apoyo a las propuestas de los socialistas o las de los comunistas. Y, así las cosas, no extraña ya que Sánchez y Casado se dediquen durante 45 minutos a hablar por teléfono para constatar el bloqueo del CGPJ y que Moncloa pueda seguir dedicándose a criticar el obstruccionismo y el líder del PP reafirmarse en sus condiciones para renovar los vocales del Gobierno de los Jueces sin el concurso de Podemos y tal como siempre se hizo mediante el pacto PSOE-PP que es el que garantiza la mayoría cualificada requerida para hacerlo, sin necesidad de otros por más que éstos, socios en el Gobierno con el PSOE, le exijan a Sánchez su participación en las negociaciones y, ante semejante situación, PSOE y Podemos decidan acelerar el asalto a la independencia Judicial pidiendo tramitar por vía urgente una reforma que limite las funciones del CGPJ mientras que los jueces se preparan para responder a “una ofensiva sin precedentes” y desoyendo al Gobierno se dispone a nombrar los cuatro nuevos magistrados…..si el Gobierno de Sánchez en funciones actuó como le vino en gana ¿qué razón puede ahora alegar para que el Gobierno de los Jueces vea mermadas sus competencias por estar en funciones?. Lo grave es que el deterioro gubernamental e institucional es ya de tal envergadura que las grietas del Ejecutivo en materia socio-económica se visualizan y exhiben en los pasillos del Congreso de los Diputados con una tensa discusión entre Iglesias y Montero, al extremo de que la ministra de Hacienda le espetó al vicepresidente “no seas cabezón”, mientras en este último pleno del año el PP lanzaba en el Hemiciclo su ataque más duro al Gobierno y el Vicepresidente Iglesias se ausentaba visiblemente de su escaño y abandonaba la Cámara desairando a la ministra Laya quien....... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

 

lunes, 14 de diciembre de 2020

OSCURANTISMO INDESEABLE

                             Un gobierno, cualquier gobierno, puede hacerlo bien, mal o regular pero lo que no puede ni debe hacer es ocultar su ausencia de proyectos tras una cortina de humo provocando un indeseable oscurantismo político a base de mentiras, demagogias, rectificaciones y contradicciones permanentes que sólo conducen al descrédito nacional e internacional más absoluto. Es lo que, lamentablemente, sucede frecuentemente con nuestro gobierno de coalición Sánchez-Iglesias incapaz de salir del embrollo permanente a causa de la inexistencia de un proyecto común de gobernabilidad, ya sea peor o mejor, que le condena a la indefinición permanente más absoluta y a pretender defender una cosa y la contraria como si fuese posible la cuadratura del círculo. Gobernar, para bien o para mal, es optar y, tras la opción, apechugar con las consecuencias derivadas ya que, normalmente, es sencillamente imposible contentar a todos a la vez, como pretende nuestro gobierno, por ejemplo, en plena crisis migratoria que obligadamente requiere la colaboración de Marruecos a quien obviamente, si buscamos su colaboración, no conviene enemistar demasiado en otros temas, como el asunto del Sahara, por ejemplo. El Gobierno, como hacen muchos otros, puede hacer la vista gorda o posicionarse a favor o en contra de que se celebre un referéndum en la antigua colonia española, en sintonía o no con las resoluciones al respecto de la ONU, pero no es de recibo que, mientras el gobierno español no manifiesta su posición oficial (es decir, intenta como otros, hacer la vista gorda por razones de conveniencia), su Vicepresidente Iglesias arremeta a nivel personal y de forma irresponsable contra la posición de Marruecos al respecto, provocando inmediatamente el aplazamiento por parte del Gobierno marroquí de la cumbre bilateral España-Marruecos a pocos días de su celebración y justo cuando la ausencia e indefinición de una política migratoria razonable desata un escándalo mayúsculo en España en pleno estado de alarma a causa de la pandemia. Al final el oscurantismo sobre un asunto crucial para nuestros intereses nos deja en el limbo más absurdo con todos los inconvenientes y sin ninguna de las ventajas de apostar decididamente por cualquiera de las posturas, a diferencia de lo que hacen otros, como EEUU, que, para bien o para mal, se posicionan al respecto de forma inequívoca. En efecto, Trump, cuando está ya a punto de marcharse, decide reconocer la soberanía de Marruecos sobre el Sahara, por lo que abrirá consulado en la ex colonia española, a cambio de que Mohamed VI normalice relaciones diplomáticas con Israel y lo hace ignorando sencillamente al indeciso y contradictorio Gobierno español, como si fuera un cero a la izquierda, en un pacto con Marruecos sobre el Sahara que deja debilitada la indefinida posición de España ante el país vecino que se posiciona aplazando la vital cumbre bilateral cuando la crisis migratoria requiere de una colaboración hispano marroquí. Una crisis migratoria que coincide con el dantesco suceso de un incendio en Badalona en una nave industrial abandonada y okupada desde hace doce años que deja varios muertos y una veintena de heridos ya que servía de infravivienda a centenares de inmigrantes, mientras la inacción de las instituciones (ayuntamiento, Generalitat y Gobierno Central) no se enteraban de nada….al parecer, el dueño del inmueble okupado jamás denunció la okupación (¡menuda excusa!) Y todo ello mientras los ministros Escrivá y Marlaska se lavan las manos por el aterrizaje semiclandestino de inmigrantes en la Península procedentes de Canarias, para que les suceda como a los de Badalona, a causa de la ausencia de una política migratoria clara y concreta que provoca un oscurantismo innecesario como sucede con otros tantos asuntos. En efecto, cuando Interior niega que traslade inmigrantes a la Península desde Canarias (convertida en un coladero inmigratorio desde Marruecos) mientras da luego un protocolo a los policías, documentos policiales confirman que se están produciendo vuelos de inmigrantes con pasaportes falsos y personas infectadas por covid, detectando la Policía Nacional, en Valencia por ejemplo, graves irregularidades en estos traslados desde las islas, algunos de ellos incluso por ferrys a Huelva. La cruda realidad es que la Policía desarticula una red que empadronaba en Granada a “sin papeles” llegados de las islas y que circulares internas de la Guardia Civil prueban cómo se han ido trasladando a los inmigrantes a la Península, además de los hacinados en campamentos improvisados en Canarias, mediante oscuros “vuelos-patera” evidenciando que los inmigrantes “están organizados” y tienen “tarjeta de embarque, lo que quiere decir que iban documentados”. Y ante semejante evidencia, la indecencia a causa de semejante oscurantismo migratorio es que Marlaska pase en unos días de afirmar que el traslado de inmigrantes de Canarias a la Península es “ilegal” a decir luego que no se ha producido ninguno y reconocer al final, como acaba de hacer, que sí hay vuelos, aunque añada que son “muy esporádicos” y para personas de “grupos vulnerables”. Y el problemón es que ya han...... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

 

jueves, 10 de diciembre de 2020

ZAPATERO, CÓMPLICE DE MADURO

                             Cada vez se agranda más el misterio sobre las razones que tiene nuestro ex Presidente de Gobierno, Zapatero, para erigirse en defensor del dictador Maduro en Venezuela, cuando en la Europa democrática o en EEUU nadie apuesta por el autoritario régimen chavista, que no sólo ahoga las libertades en Venezuela sino que además condena al pueblo venezolano a la miseria y el hambre. Sólo desde postulados políticos populistas de izquierdas, como los de Podemos, filo autoritarios y antisistema, se puede entender el respaldo a un régimen como el impuesto en Venezuela por Maduro que acaba de erigirse en vencedor de unas elecciones sin oposición democrática y con una abstención masiva del 70% de la ciudadanía, cuyo resultado no reconoce la UE por falta de garantías, exigibles obviamente en toda nuestra cultura democrática occidental, mientras la oposición venezolana, que no participa en la farsa, lo ve como un repudio al régimen chavista. En efecto, Maduro, con una abstención record del 70%, se proclama como claro vencedor de una farsa electoral, sin concurrencia de la oposición, que le permitirá controlar la Asamblea, mientras el régimen, crecido por el indecente éxito fraudulento, desliza que va a por el Presidente encargado, Guaidó, quien denuncia el “fraude” a los cuatro vientos y, pleno de razones, acusa a Zapatero de ser “cómplice” del dictador por dar su aval “a un asesino de niños y violador de los derechos humanos”, mientras la UE, que no reconoce los resultados obviamente se da un mes de plazo para ver cómo actúa el dictador con la Asamblea saliente y con Guaidó, en tanto que  pide “elecciones libres y creíbles”. Para Guaidó, o para cualquier otra persona con mínima sensibilidad democrática, Venezuela le dio la espalda al dictador Maduro a pesar del chantaje o la amenaza previa de privar al pueblo de comida, trabajo o asistencia médica, con la compra de votos con bonos de cuatro euros, comida y gasolina para sacar adelante unas elecciones sin rival y si garantías de ningún tipo, salvo el aval de Zapatero, incomprensible desde cualquier punto de vista. ¿Acaso avalaría el ex Presidente español situación semejante en España? ¿Por qué lo que no vale para los españoles es válido para los venezolanos? Pero lo más grave no es ya la actuación personal de Zapatero, aunque como ex Presidente español debiera ser cuidadoso con algunas cuestiones en política exterior, que deben ser políticas de Estado; lo más grave y preocupante es que el Gobierno de España, en el que participa el filochavista Podemos, no denuncie estas fraudulentas elecciones en Venezuela, y, por el contrario, su ministra de Exteriores, Laya, pida incluso escuchar a Zapatero atentamente sobre Venezuela, sin censurar al insólito gran aliado de Maduro, afirmando que su apoyo al chavismo y los líderes populistas latinos “ni molesta ni interfiere” pues “no molestan en la UE”, que por cierto rechaza la validez de las fraudulentas elecciones. ¿Tendrá algo que ver en esto la presencia en el Gobierno del populismo podemita, conocido simpatizante y colaborador del chavismo? Ya sólo nos faltaba que a la preocupante existencia de dos diferentes gobiernos en uno en políticas internas, en las que siempre se impone Iglesias, España tuviera dos políticas exteriores distintas y contradictorias, pues nuestra carta de presentación a nivel internacional dejaría mucho que desear, dando como amigos a aquellos gobernantes de dudosa escrupulosidad democrática o simplemente dictadores declarados. No en vano hace unos días el líder de Podemos y Vicepresidente del Gobierno creó tensión con Rabat en torno al Sahara, por lo que ahora Sánchez se ve obligado a dejarle fuera del viaje oficial del Gobierno español a Marruecos, pues, al margen de las razones que se puedan tener para avalar moralmente algunos asuntos, como el del referéndum en el Sahara, que rechaza Marruecos, en política internacional son tales los intereses en juego que hay que ser muy prudentes desde los gobiernos para perjudicarlos innecesariamente salvo que se esté dispuesto a apechugar con las consecuencias de todo tipo que se deriven de las manifiestas imprudencias. Pero a Iglesias estas cuestiones le importan bien poco, pues cree que sus ministros, y él mismo, están bien blindados en Moncloa, recordando que, si hay cambios, sería Podemos quien decidiera sus carteras y no el Presidente del Gobierno, quien, por cierto, ve en EHBildu y ERC unos....... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

 

lunes, 7 de diciembre de 2020

UNA NUEVA ERA

                             Sánchez cuenta en los Presupuestos con más votos que en su investidura pues con 188 votos a favor saca adelante las cuentas de 2021 con el mayor gasto social de la historia para afrontar la peor crisis sanitaria y económica que estamos soportando. Un éxito del Gobierno, sin lugar a dudas, al concitar más respaldos que los obtenidos cuando le auparon al poder, al margen de si estos Presupuestos son realistas o irreales, como sostienen algunos, ya que, de entrada, en una situación de crisis económica con un desorbitado incremento de gastos cuando se presume una disminución de ingresos (no cuadran las cuentas), cualquier economía se resiente pues no es cuestión de gastar más lo que no se tiene, sino de gastar mejor lo que se tiene y de acuerdo con las posibilidades reales de recaudación ya que cargar el peso en un incremento de impuestos a las empresas, mayoritariamente arruinadas ya, no es la solución obviamente.  Por ello no se entiende la euforia del Gobierno en el Congreso de los Diputados tras la aprobación de las Cuentas, ni la amenaza a la oposición, que las votó en contra, de que deberá tener paciencia y esperar mucho tiempo para materializar una alternancia en el poder, salvo que el objetivo sea configurar una sociedad subvencionada y clientelar, secuestrada por el poder y temerosa de que si se derribara el populismo en las urnas se acabarían los subsidios. Un modelo ya practicado lamentablemente en algunos países arruinados. En definitiva, unos Presupuestos en los que el gran protagonista es el populista Vicepresidente Iglesias, tal como se evidenció en el Hemiciclo, pues es el verdadero muñidor de buena parte de los acuerdos con las fuerzas más radicales, como Bildu y ERC, que, para sumarse al apoyo, han obligado al PSOE a ceder irresponsablemente en cuestiones básicas para sacar adelante unas cuentas nefastas para el país por su irrealismo manifiesto, con las que Sánchez encarrila la Legislatura atado inevitablemente a Podemos, el gran protagonista, y a los insaciables separatistas que no sólo arrancan un buen puñado de varios miles de millones de euros para satisfacer sus proyectos territoriales al margen del interés general, sino que además, lo más grave aún, arrancan una serie de compromisos políticos que en la mayoría de casos atentan contra la Constitución y la convivencia en paz, progreso y libertad de que gozamos los ciudadanos españoles. Mal asunto cuando unos Presupuestos, que se venden como progresistas, salen adelante con el variopinto apoyo, no ya de socialistas y populistas, que conforman el gobierno de coalición, sino además con el de todo tipo de radicales y separatistas tanto de izquierdas como de derechas, rompiendo así el eje ideológico izquierdas-derechas para sustituirlo por el de constitucionalistas-anticonstitucionalistas, mientras en el debate presupuestario se evidencia una profunda división del centroderecha español, roto no ya sólo por razones ideológicas de moderación-radicalización sino también por el egoísta paso de las derechas nacionalistas, como PNV o PdeCat, a las filas del izquierdismo radical nacionalista, priorizando el nacionalismo-separatismo sobre la ideología con lo que el tradicional equilibrio, casi al 50%, entre la izquierda y la derecha española, que ha venido alternándose en el poder a lo largo de estos años de democracia, queda roto para siempre al sumarse las derechas nacionalistas al bloque de izquierdas. ¿Se basa en esto la euforia del gobierno social-comunista cuando dice a la derecha española que pasará mucho tiempo para que se produzca una posible alternancia gubernamental? El problema no es ya el tiempo que pueda pasar para que se pueda producir dicha alternancia, el problema es que quienes se jactan de ello apuestan por un sistema sin alternativa de gobierno y, en definitiva, por un sistema antidemocrático. No en vano, tanto Bildu como ERC, socios del Gobierno sanchista, advierten al Ejecutivo por boca de Rufián, convertido ahora en un verdadero hombre de Estado, de que “arranca una nueva era”, asegurando que el Gobierno “debe pactar obligadamente con el independentismo de izquierdas vasco y con el independentismo de izquierdas catalán”, es decir con Bildu y ERC, mientras exigen, entre otras cosas, desterrar el castellano de las instituciones públicas, pactar un ilegal referéndum sobre la independencia o liberar como sea a los líderes secesionistas condenados por sedición a largas penas de cárcel. Por su parte Oskar Matute, portavoz de Bildu, se jacta de que...... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/).

 

jueves, 3 de diciembre de 2020

LAS PRESIONES DE PODEMOS

                             Mientras Iglesias presiona para indultar “lo antes posible” a los presos sediciosos del “procés” y el sector socialista del Gobierno no ve sencilla la operación, Europa niega haber pedido a Sánchez reformar el delito de sedición, desmintiendo así Bruselas al Ejecutivo de coalición español, al decir que ninguna institución de la UE ha sugerido cambios en el delito y recordar que ese tipo de “modificaciones en códigos penales es competencia nacional”, aunque el Parlamento Europeo estudia incluir en la euroorden los delitos contra la Constitución. No caben pues excusas ni apelaciones a la UE, si se reforma el delito de sedición, como pide Podemos, para que los delincuentes condenados por dicho delito salgan lo antes  posible de prisión, es pura conveniencia del Gobierno, dado que Podemos, parte del mismo, ya solicita, además de pedir el indulto, que la sedición no sea delito sin el uso de armas, con lo que, en caso de prosperar la propuesta, supondría la salida de los líderes secesionistas del procés, que es el objetivo de Iglesias y de los ministros podemitas (y el de algunos ministros sanchistas). En efecto, justo cuando se acaba de cerrar el acuerdo presupuestario con ERC, crece la necesidad de que los líderes del ilegal “procés” totalitario queden en libertad lo antes posible, bien por la vía del indulto, bien por la vía de reformar la figura del delito de sedición en el código penal. Y teniendo presente el éxito de Iglesias a la hora de doblegar a Sánchez (si no te doblegas  ya sabes, rompo la baraja y se acaba la fiesta de ambos) no es descabellado pensar que los Junqueras y compañía gozarán bien pronto de libertad a pesar de tener largas condenas por atentar contra el Estado de Derecho y de no estar arrepentidos siquiera de haberlo hecho sino más bien dispuestos a repetir su felonía. Podemos pide que salgan antes de las elecciones catalanas, es decir antes de febrero, y señala al Supremo por su “preocupante” retraso, mientras la Eurocámara aprueba incluir la sedición en la euroorden para evitar fugas como la de Puigdemont. Y es que ERC negocia ya el indulto a los presos a través de Iglesias, pues quieren que Sánchez dé la medida de gracia a Junqueras para hacer campaña en las elecciones catalanas, mientras Moncloa prefiere esperar (ya veremos si lo mantiene) y el Gobierno ya ha dado a Bildu cinco de los siete puntos de su programa. ¿Consecuencias del chalaneo para conseguir los apoyos de ERC y Bildu a los Presupuestos? Sin lugar a dudas. Y mientras Iglesias exige incluso a Sánchez saltarse pasos legales para excarcelar a Junqueras y compañía, pretendiendo eludir los informes preceptivos para los indultos y que se agilice la reforma del delito de sedición, ERC y Bildu, por si acaso, avisan de que serán “más exigentes” para avanzar en la independencia, advirtiendo la portavoz de los abertzales que “ya no hay excusas, el Gobierno tiene su Presupuesto”, así ambas formaciones secesionistas pasan la factura a Sánchez, exigiendo un imposible referéndum legal (para ello habría que modificar profundamente la Constitución con una mayoría muy cualificada que, de momento, no tienen) y advirtiéndole de que el “sí” a los Presupuestos pasa por una “solución histórica” pactada, mientras los de Otegi incluso se “jactan” en el Congreso de tener secuestrado al Gobierno con sus votos. Es el callejón sin salida en que se ha metido Sánchez, él solito, pactando con los radicalismos secesionistas y dejando que el populismo podemita, cada vez más protagonista, pivote las decisiones en temas de Estado tan delicados donde ya no sólo está en juego una mayor o menor eficacia gubernamental, sino además la pervivencia del Estado de Derecho democrático e incluso la supervivencia de la integridad de España como Estado, siendo el más antiguo de los Estados modernos europeos. No en vano Podemos presiona para que Felipe VI haga un guiño en el mensaje de Navidad y en plena campaña contra el Jefe del Estado exija que “debe rectificar el discurso del 3-O”, cuando se trataba de un espléndido discurso desde el punto de vista de la defensa de los valores democráticos…..lo más preocupante es que el sector sanchista del PSOE comparte que así, con la rectificación, Felipe VI “volvería a ser el Rey de todos”…..¡como si hubiera dejado de ser el Rey de todos y el Jefe de Estado de España alguna vez!. No extraña que...... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)