En pleno desconcierto
mayúsculo, con menos de media Ejecutiva socialista reunida y encerrada en la
sede de Ferraz a pesar de estar ya inhabilitada estatutariamente por quedar
vacante la mitad más uno de sus componentes tras la dimisión masiva de la
mayoría de ellos, aparece, asediada por los periodistas en plena calle (no pudo
acceder a ninguna estancia de la sede socialista), Verónica Pérez, líder
socialista sevillana y Presidenta de la Mesa del Comité Federal, para decir a
los cuatro vientos “la única autoridad en el PSOE soy yo, les guste o no”. Y,
como si el grave trance que atraviesa el PSOE
fuese cuestión de gustos, se desencadena un debate entre unos
socialistas y otros sobre interpretaciones estatutarias, mientras los tertulianos
al uso, en medio del revuelo mediático, cada uno arrima el ascua a su sardina
para desautorizar al contrario. Que si Gestora sí o no, que si golpe de Estado
interno contra Sánchez o acto de responsabilidad para poner fin al caos interno
del partido, que si Congreso ya o para después de que haya Gobierno en España,
que si primarias inmediatamente para decidir el candidato…. La realidad es que
en estos momentos el PSOE está descabezado y, en estos casos, el Comité
Federal, órgano máximo del Partido entre Congresos, tiene la última palabra y
es donde se habrá de decidir si se elige una Gestora (como ya ha sucedido en
otras ocasiones) o se convoca un Congreso Extraordinario que ponga punto final
al asunto. Pero la postura de Sánchez, atrincherándose en su cargo y no
acatando su automática inhabilitación, ha dado paso a que sus críticos
dimisionarios pidan una urgente reunión del Comité de Garantías (cinco
miembros) para decidir al respecto antes del Comité Federal (convocado antes de
estos graves acontecimientos), que se celebrará mañana, petición negada por su presidenta (afín a
Sánchez y en minoría), por lo que tres de sus miembros (contrarios a Sánchez)
amenazan con reunirse y decidir al ser la mayoría. A estos límites de anarquía
y desbarajuste está llegando la guerra interna del PSOE, mientras los dos
bandos existentes, reconocidos por el propio Sánchez (otro grave error suyo al
proclamarse perteneciente a uno de ellos siendo el Secretario General de todos
los socialistas), ya especulan, ante el choque que se avecina, sobre cuál de... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
viernes, 30 de septiembre de 2016
jueves, 29 de septiembre de 2016
SÁNCHEZ, EL REBELDE
Cómo era de esperar la
mayoría de la Ejecutiva del PSOE que dirige Pedro Sánchez ha presentado su
dimisión “debido a discrepancias con las decisiones del Secretario General” lo
que, acorde con los Estatutos del PSOE, supone la renuncia de la Ejecutiva, incluido
el propio secretario general, y la elección de una Gestora que tome las riendas
del partido con el mandato ineludible de convocar un Congreso Extraordinario en
el que se elija una nueva Ejecutiva y el resto de órganos dirigentes del mismo.
Así ha sido siempre en el PSOE, así se supone que debe seguir siéndolo hoy y
así, mientras no se decida lo contrario, seguirá siendo en el futuro. Pero
Sánchez se declara en rebeldía frente a lo que dicen los Estatutos del partido,
que vienen a ser para los militantes lo que la Constitución es a los españoles,
por lo que el acatamiento a los mismos debe ser un asunto indiscutible. El
atrincheramiento de Sánchez tras su cese como Secretario General ahonda más aún
en la crisis histórica entre los socialistas españoles, pues, si no fuera poco
la desobediencia de Sánchez a las decisiones del Comité Federal que le impedía
negociar con los podemistas y su chulería manifestando que no dimitiría pasara
lo que pasara en la reunión próxima del mismo, al quedar obviamente sin funciones
por dimisión de la mitad más uno de los miembros de la Ejecutiva ignora la
decisión y se queda al frente de una minoría de la misma, mientras con toda
razón los dirigentes dimitidos niegan legitimidad al rebelde líder y a su
equipo, esperando que una Gestora conduzca el partido hasta un congreso.
Dinamitado el partido, Sánchez y su equipo se atrinchera en el mismo
maniobrando para resistir hasta las primarias del 23 de octubre aunque los
dimitidos y otros muchos socialistas, acatando los Estatutos, ya no le
reconozcan como Secretario General y esperan que el Comité de Garantías
disuelva hoy mismo la dirección del partido, mientras el líder, en vez de
dimitir, acusa a los críticos de instigar un golpe contra las bases y pide un
congreso ya en el que, desde su poder como dirigente, pueda ser reelegido con
mayor facilidad. El PSOE, hoy por hoy, queda inexorablemente partido en dos
mitades irreconciliables o, como dice Sánchez contestando a Felipe González
pero sin desmentir que le dijera que se abstendría en segunda votación en la
investidura de Rajoy y se quedaría como líder de la oposición, en dos bandos,
los partidarios de la abstención (como Felipe, según Sánchez) o los del no es
no a Rajoy (como él mismo), mientras se pregunta en qué bando de los dos está
Susana Díaz. Obviamente nada dice sobre que el bando del... (sigue leyendo en
Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
miércoles, 28 de septiembre de 2016
GUERRA INTERNA EN EL PSOE
De “guerra interna” se
puede calificar lo que está sucediendo en las filas del PSOE. Lo que venía
siendo un descontento cada vez mayor por el insólito comportamiento de Pedro
Sánchez, su secretario general, ha desembocado en una guerra sin cuartel de
incalculables consecuencias para frenar su osadía de saltarse a la torera las
decisiones del Comité Federal, máximo órgano entre congresos, y de amenazar con
seguir saltándoselo si en la próxima reunión del mismo las decisiones que tome
no le son favorables a los intereses personales que pretende. En efecto, ya no
sólo es intolerable que desde agosto negocie con Iglesias, cuando el Comité
Federal se lo tiene prohibido, sino que es inadmisible que anuncie públicamente
que no piensa “dimitir” pase lo que pase en el mismo. El cambio de su dimisión,
tras soportar otro varapalo electoral en Galicia y País Vasco, por unas
primarias y la convocatoria de un Congreso y su tozudo interés de montar un
gobierno alternativo con Unidos Podemos, apoyado por independentistas y quien
quiera sumarse al experimento, ha desquiciado definitivamente al PSOE al
extremo de que sanchistas y críticos, cada vez más distanciados, estaban
dispuestos a medir sus fuerzas en el Comité, mientras González, Rubalcaba o
Almunia, entre otros ilustres históricos, se disponían a actuar para “salvar el
partido”, mientras Podemos, el más interesado en que prosiga la deriva de
Sánchez, ponía fin al pacto con los socialistas en Castilla-La Mancha y
amenazaba hacerlo con otras CCAA que, como la castellano-manchega, la dirigen
barones socialistas críticos con Sánchez, para forzar a los socialistas a
mantener el bloqueo gubernamental y que haya terceras elecciones o
desbloquearlo mediante el experimento del ya famoso gobierno “frankestein”. En
definitiva, el reto de Sánchez a Susana Díaz a batirse con él ante las bases,
pasando por encima de los órganos de dirección del partido, y la petición de
Sánchez de tener manos libres para negociar ese experimento de gobierno
alternativo, junto a las maniobras de los críticos para evitarlo, exigiéndole
que asuma “responsabilidades”, que no quiere asumir, han convertido el PSOE en
un verdadero campo de batalla. Así las cosas, los críticos planean que dimita
el 51% de la Ejecutiva, lo que provocaría la dimisión de toda ella, incluido el
Secretario General, y nombrar una Gestora que se encargaría de convocar el
próximo Congreso. Pero Sánchez reta a los barones a que defiendan en público la
abstención ante una... (sigue leyendo en
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