viernes, 30 de septiembre de 2016

LA AUTORIDAD SOY YO


                        En pleno desconcierto mayúsculo, con menos de media Ejecutiva socialista reunida y encerrada en la sede de Ferraz a pesar de estar ya inhabilitada estatutariamente por quedar vacante la mitad más uno de sus componentes tras la dimisión masiva de la mayoría de ellos, aparece, asediada por los periodistas en plena calle (no pudo acceder a ninguna estancia de la sede socialista), Verónica Pérez, líder socialista sevillana y Presidenta de la Mesa del Comité Federal, para decir a los cuatro vientos “la única autoridad en el PSOE soy yo, les guste o no”. Y, como si el grave trance que atraviesa el PSOE  fuese cuestión de gustos, se desencadena un debate entre unos socialistas y otros sobre interpretaciones estatutarias, mientras los tertulianos al uso, en medio del revuelo mediático, cada uno arrima el ascua a su sardina para desautorizar al contrario. Que si Gestora sí o no, que si golpe de Estado interno contra Sánchez o acto de responsabilidad para poner fin al caos interno del partido, que si Congreso ya o para después de que haya Gobierno en España, que si primarias inmediatamente para decidir el candidato…. La realidad es que en estos momentos el PSOE está descabezado y, en estos casos, el Comité Federal, órgano máximo del Partido entre Congresos, tiene la última palabra y es donde se habrá de decidir si se elige una Gestora (como ya ha sucedido en otras ocasiones) o se convoca un Congreso Extraordinario que ponga punto final al asunto. Pero la postura de Sánchez, atrincherándose en su cargo y no acatando su automática inhabilitación, ha dado paso a que sus críticos dimisionarios pidan una urgente reunión del Comité de Garantías (cinco miembros) para decidir al respecto antes del Comité Federal (convocado antes de estos graves acontecimientos), que se celebrará mañana,  petición negada por su presidenta (afín a Sánchez y en minoría), por lo que tres de sus miembros (contrarios a Sánchez) amenazan con reunirse y decidir al ser la mayoría. A estos límites de anarquía y desbarajuste está llegando la guerra interna del PSOE, mientras los dos bandos existentes, reconocidos por el propio Sánchez (otro grave error suyo al proclamarse perteneciente a uno de ellos siendo el Secretario General de todos los socialistas), ya especulan, ante el choque que se avecina, sobre cuál de... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

jueves, 29 de septiembre de 2016

SÁNCHEZ, EL REBELDE


                        Cómo era de esperar la mayoría de la Ejecutiva del PSOE que dirige Pedro Sánchez ha presentado su dimisión “debido a discrepancias con las decisiones del Secretario General” lo que, acorde con los Estatutos del PSOE, supone la renuncia de la Ejecutiva, incluido el propio secretario general, y la elección de una Gestora que tome las riendas del partido con el mandato ineludible de convocar un Congreso Extraordinario en el que se elija una nueva Ejecutiva y el resto de órganos dirigentes del mismo. Así ha sido siempre en el PSOE, así se supone que debe seguir siéndolo hoy y así, mientras no se decida lo contrario, seguirá siendo en el futuro. Pero Sánchez se declara en rebeldía frente a lo que dicen los Estatutos del partido, que vienen a ser para los militantes lo que la Constitución es a los españoles, por lo que el acatamiento a los mismos debe ser un asunto indiscutible. El atrincheramiento de Sánchez tras su cese como Secretario General ahonda más aún en la crisis histórica entre los socialistas españoles, pues, si no fuera poco la desobediencia de Sánchez a las decisiones del Comité Federal que le impedía negociar con los podemistas y su chulería manifestando que no dimitiría pasara lo que pasara en la reunión próxima del mismo, al quedar obviamente sin funciones por dimisión de la mitad más uno de los miembros de la Ejecutiva ignora la decisión y se queda al frente de una minoría de la misma, mientras con toda razón los dirigentes dimitidos niegan legitimidad al rebelde líder y a su equipo, esperando que una Gestora conduzca el partido hasta un congreso. Dinamitado el partido, Sánchez y su equipo se atrinchera en el mismo maniobrando para resistir hasta las primarias del 23 de octubre aunque los dimitidos y otros muchos socialistas, acatando los Estatutos, ya no le reconozcan como Secretario General y esperan que el Comité de Garantías disuelva hoy mismo la dirección del partido, mientras el líder, en vez de dimitir, acusa a los críticos de instigar un golpe contra las bases y pide un congreso ya en el que, desde su poder como dirigente, pueda ser reelegido con mayor facilidad. El PSOE, hoy por hoy, queda inexorablemente partido en dos mitades irreconciliables o, como dice Sánchez contestando a Felipe González pero sin desmentir que le dijera que se abstendría en segunda votación en la investidura de Rajoy y se quedaría como líder de la oposición, en dos bandos, los partidarios de la abstención (como Felipe, según Sánchez) o los del no es no a Rajoy (como él mismo), mientras se pregunta en qué bando de los dos está Susana Díaz. Obviamente nada dice sobre que el bando del... (sigue leyendo en
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miércoles, 28 de septiembre de 2016

GUERRA INTERNA EN EL PSOE


                        De “guerra interna” se puede calificar lo que está sucediendo en las filas del PSOE. Lo que venía siendo un descontento cada vez mayor por el insólito comportamiento de Pedro Sánchez, su secretario general, ha desembocado en una guerra sin cuartel de incalculables consecuencias para frenar su osadía de saltarse a la torera las decisiones del Comité Federal, máximo órgano entre congresos, y de amenazar con seguir saltándoselo si en la próxima reunión del mismo las decisiones que tome no le son favorables a los intereses personales que pretende. En efecto, ya no sólo es intolerable que desde agosto negocie con Iglesias, cuando el Comité Federal se lo tiene prohibido, sino que es inadmisible que anuncie públicamente que no piensa “dimitir” pase lo que pase en el mismo. El cambio de su dimisión, tras soportar otro varapalo electoral en Galicia y País Vasco, por unas primarias y la convocatoria de un Congreso y su tozudo interés de montar un gobierno alternativo con Unidos Podemos, apoyado por independentistas y quien quiera sumarse al experimento, ha desquiciado definitivamente al PSOE al extremo de que sanchistas y críticos, cada vez más distanciados, estaban dispuestos a medir sus fuerzas en el Comité, mientras González, Rubalcaba o Almunia, entre otros ilustres históricos, se disponían a actuar para “salvar el partido”, mientras Podemos, el más interesado en que prosiga la deriva de Sánchez, ponía fin al pacto con los socialistas en Castilla-La Mancha y amenazaba hacerlo con otras CCAA que, como la castellano-manchega, la dirigen barones socialistas críticos con Sánchez, para forzar a los socialistas a mantener el bloqueo gubernamental y que haya terceras elecciones o desbloquearlo mediante el experimento del ya famoso gobierno “frankestein”. En definitiva, el reto de Sánchez a Susana Díaz a batirse con él ante las bases, pasando por encima de los órganos de dirección del partido, y la petición de Sánchez de tener manos libres para negociar ese experimento de gobierno alternativo, junto a las maniobras de los críticos para evitarlo, exigiéndole que asuma “responsabilidades”, que no quiere asumir, han convertido el PSOE en un verdadero campo de batalla. Así las cosas, los críticos planean que dimita el 51% de la Ejecutiva, lo que provocaría la dimisión de toda ella, incluido el Secretario General, y nombrar una Gestora que se encargaría de convocar el próximo Congreso. Pero Sánchez reta a los barones a que defiendan en público la abstención ante una... (sigue leyendo en
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