sábado, 10 de septiembre de 2016

QUE SE VAYAN TODOS


                        Mientras prosigue la incertidumbre sobre el desbloqueo de la ingobernabilidad en España, como si todos los partidos políticos se hubieran instalado cómodamente en la inopia, arrecian las preocupaciones en Bruselas sobre las consecuencias que se puedan derivar de tan irresponsable proceder no sólo en España sino en el conjunto de la UE. En efecto, la impaciencia de Bruselas por España es cada vez más ostensible y así lo manifiesta Dijsselbloem, el presidente del Eurogrupo, manifestando que “nosotros no podemos formar Gobierno en España, aunque algunas veces nos gustaría”, o Moscovici desde la Comisión Europea al decir que “hay unas reglas que deben ser respetadas” o que “De Guindos no me ha advertido de nada”, o Coeuré desde el BCE al afirmar que “hay mucho en juego y las reglas del marco fiscal han de ser implementadas de forma clara y creíble”, o tantas otras voces que se podrían sumar a esta triple reprimenda de la UE ante la parálisis de gobernabilidad que incomprensiblemente sostienen nuestros líderes políticos en su conjunto, aunque obviamente con distintos grados de responsabilidad, que ya comienza a causar un cierto deterioro económico, social y político en España de cara al futuro. No extraña pues que Rivera, que ha demostrado su capacidad negociadora tanto con Sánchez como con Rajoy, exija a ambos líderes que se pongan de acuerdo para desbloquear la situación o que se vayan; ni extraña que Felipe González, vaya incluso más allá, pidiendo que no repitan los candidatos de todos los partidos si hay otras elecciones. Y no les falta razón a ninguno de los dos, los españoles no podemos estar votando constantemente hasta que a nuestros políticos les venga bien el resultado; ni siquiera podemos hacerlo como compensación por todos los años que durante la dictadura franquista no pudimos hacerlo, pues, al final, casi tan nefasto es lo uno como lo otro y la gente se cansa al final de tamaña irresponsabilidad e incompetencia. Pero nuestros impresentables líderes políticos siguen erre que erre en su tozudez antidemocrática, sobredimensionando asuntos secundarios como cortina de humo de lo sustancial. Ahora el gran problema de España es si De Guindos acude al pleno del Congreso o comparece en la Comisión de Economía para informar sobre el ya caducado “caso Soria”; el Gobierno rechaza que vaya al pleno a someterse al control ya que está en funciones y queda pendiente una... (sigue leyendo en
Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

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