DIFÍCIL DE ENTENDER

                        En política las decisiones que se toman no sólo han de ser y resultar convenientes, oportunas y acertadas sino parecerlo pues, en caso contrario, son susceptibles de dar pábulo a la crítica razonada y razonable dejando a sus autores en mal lugar ante los ciudadanos que, en definitiva, tienen difícil entenderlas. Es, entre otras decisiones, lo que sucede con el nombramiento del ex ministro Soria que ha propiciado que el propio PP se plante por primera vez ante Rajoy con serias críticas públicas por parte de dirigentes populares, como Cifuentes, Aguirre o Monago, entre otros. Y es que, no en vano, el mismísimo Feijoo, metido ya en campaña electoral en Galicia, cree que el citado nombramiento es “difícil de entender”, pues hasta el más ciego, políticamente hablando, puede ver su inconveniencia, inoportunidad y desacierto para los propios intereses partidarios del PP, generando alerta entre los “barones” populares por el coste electoral que pueda tener el uso político del nombramiento, pues la pretendida explicación técnica que se ha puesto en marcha ni los propios ministros se la creen. Igualmente se hace difícil de entender las decisiones contradictorias de Pedro Sánchez al extremo de que el PSOE andaluz ya le pide que “no canse a la gente” con pactos inviables, pues ahora el líder socialista dice que no se postulará para la investidura aunque llamará hoy a Rajoy cuando el pasado viernes lanzó por sorpresa un diálogo con las “fuerzas del cambio”, es decir, con Podemos y Ciudadanos, y días antes de la fallida investidura de Rajoy consideró “prescindible” el diálogo con él, en tanto que ahora, como si fuera el vencedor indiscutible de las elecciones, abre una ronda de contactos con todos los partidos, incluido el de Rajoy, mientras Díaz le pide que no “engañe” con ella a los ciudadanos, pues  la realidad es que Sánchez descoloca de nuevo a la clase política al anunciar esta ronda de contactos sin objetivo concreto alguno, lo que sólo es aplaudido por sus palmeros con orejeras. Y mientras Rajoy no tira la toalla y mantiene la mano tendida al PSOE, que es quien tiene la llave de la gobernabilidad, el Rey pide a los partidos que piensen en los ciudadanos dándoles más tiempo para pactar, aplaza otra ronda de contactos y urge al acuerdo político para resolver el bloqueo de una vez por todas; no en vano las... (sigue leyendo en

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