Mientras Rajoy, que
inicia hoy los contactos para la investidura, está dispuesto a ofrecer a
Sánchez entrar en un gobierno de coalición, incluyendo en la oferta la reforma
constitucional, tan necesaria para el futuro de España, miembros de la
Ejecutiva de Ciudadanos piden que se levante el veto al Presidente del Gobierno
en funciones para ser investido, al extremo de que algunos, como Albert
Boadella, fundador del partido naranja, dice que “el veto de Rivera a Rajoy es
impresentable; es un error ético y político”. Por su parte, en Podemos la
crisis interna es más que evidente, al extremo de que Echenique, en una de sus
frases angelicales, que tanto gustan entre los podemitas, dice, para parar las
discrepancias internas, que “para que crezca el amor no sólo hay que regarlo
sino también extirpar las malas hierbas”, amenazando así de forma filosófica
con purgar a los elementos díscolos y críticos con la estrategia errada que
frenó de golpe todas las expectativas de triunfo e incluso de “sorpasso” a los
socialista el 26-J, cuando ya, con la miel en los labios, muchos de ellos
esperaban tomar definitivamente el cielo por asalto, lo que ha generado tal
desconcierto, tal crisis interna entre “errejonistas” y “pablistas”, que obliga
a convocar un congreso extraordinario. Se avecinan pues acontecimientos
interesantes en buena parte de los partidos políticos españoles que, con los
datos electorales en las manos, habrán de clarificar las causas de los
resultados obtenidos. En Podemos, ya ven, ya se habla de extirpación de las
malas hierbas, haciendo gala del lenguaje gélido comunista frente a las disidencias;
ya se sabe que en ciertas ideologías la implantación del pensamiento único y
monolítico es fundamental y cualquier crítica ha de ser erradicada cueste lo
que cueste. Pero también sabemos que las discrepancias internas en los partidos
de la “casta” son meras luchas por el poder, mientras que en Podemos, tal como
siempre lo venden, se trata de profundos debates ideológicos con un poso
democrático indiscutible. Seguramente, como tantas veces ha sucedido a Pablo
Iglesias, Monedero y compañía, Echenique ha tenido un “lapsus” al hablar de “extirpar
las malas hierbas” y le ha traicionado su subconsciente comunista radical, pues
en las democracias occidentales, hablar de... (sigue leyendo en
Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)