viernes, 17 de junio de 2016

EL BREXIT ENSANGRENTADO


                        La diputada laborista de 42 años de edad, Jo Cox, ha sido asesinada tras ser tiroteada, apuñalada y pisoteada en la calle, tiñendo de sangre la campaña del referéndum sobre el Brexit; el presunto asesino de la diputada proeuropea, Tommy Mair, probablemente un fanático, que ha sido detenido tras el trágico suceso, según testigos del mismo, lo cometió al grito de “¡Gran Bretaña primero!”, lo que, en caso de confirmarse y al margen de otras circunstancias, que se están investigando, lo relaciona directamente con la guerra dialéctica desencadenada entre los británicos a favor y en contra de la permanencia de Reino Unido en la UE, que divide peligrosamente a la sociedad británica en estos momentos hasta extremos insospechados. La Policía investiga pues si detrás del crimen hay un móvil político, mientras los expertos apuntan, en todo caso, a un giro a favor de la permanencia en la Unión por el impacto del crimen de Yorkshire y los empresarios británicos defienden las ventajas de dicha permanencia; por su parte Europa retrasa algunos proyectos, como la reforma del asilo, hasta que se conozca el resultado del referéndum. Y en este enrarecido ambiente, los partidos políticos, ante el suceso, han suspendido sus actos programados, incluido el mitin de Cameron en Gibraltar, cuya presencia en el Peñón había entrado de lleno en la campaña electoral del 26-J en España convirtiéndose en asunto de debate político; en todo caso, Cameron, suspendido el mitin, se ha reunido con Picardo, mientras Rajoy reivindica que el Peñón “es español gane o pierda el Brexit”. De todas formas, al margen del esclarecimiento de tan trágico suceso, conviene reflexionar sobre el auge de irracionales ultranacionalismos populistas que están proliferando en demasiados países de la UE, amenazando seriamente su propio futuro y el de la Unión, así como el de determinados gobiernos que con cierta irresponsabilidad, en nombre de la democracia, delegan demasiados asuntos en la decisión directa de los ciudadanos, mediante refrendos sobre asuntos de marcado corte irracional o sentimental que, en caso de irse de las manos puede acarrear gravísimas consecuencias para todos. Valga el ejemplo de Reino Unido (por no citar otros casos), que jamás fue un pro-europeísta convencido y siempre estuvo reticente a los avances de una Unión Europea políticamente sólida (ni siquiera forma parte de la unión monetaria) y que con un... (sigue leyendo en
Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

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