No, lamentablemente, no
me refiero a algún acontecimiento o circunstancia de relevante importancia para
una radical mejora de las perspectivas futuras de nuestro país. Me refiero a la
respuesta que Errejón ha dado al líder socialista catalán al confirmar que
pactaría con Podemos, mientras el líder socialista a nivel nacional, Pedro
Sánchez, desencadenaba una guerra interna contra los barones por su propuesta
electoral de “trato diferencial” a Cataluña, y, obviamente, la respuesta del
número dos podemita es bien clara y significativa: “es una muy buena noticia”.
En efecto, lleva razón, pero una buena noticia, no para los españoles,
incluidos los catalanes, ni para los socialistas, sino para los comunistas
populistas de Unidos Podemos que avanzan con su “leninismo amable” a costa de
las ocurrencias del líder socialista, que se “podemiza” para gobernar con
Iglesias, presentando un “plan de emergencia social” y subidas de impuestos,
traicionando de momento el acuerdo con C´s, mientras Borrell, elevado ahora a
la primera línea del socialismo, revela que aceptaría ministros de Podemos y,
como Sánchez, asume la “singularidad catalana”, como alternativa al referéndum
independentista, en un claro guiño a una posible investidura social-comunista
gracias a la abstención de los soberanistas. Entretanto, ante semejantes
despropósitos, los barones y personas relevantes del PSOE rechazan esa oferta
de antidemocrático pacto bilateral con Cataluña sobre su singularidad (como si
no estuviera contemplada ya en la norma constitucional actual, al igual que la
de otras nacionalidades españolas), mientras Sánchez desvela lo siguiente:
“descarto que gobierne el PP con la abstención del PSOE” (pero pide la
abstención del PP si gana él las elecciones), “no se elige presidente al que
tiene más votos sino al que gana más escaños para la investidura” (aunque sea a
costa de la sopa de letras incluyendo radicales, comunistas y lo que haga
falta), y “el mejor jefe de campaña de Pablo Iglesias se llama Rajoy, que
quiere que pasemos a ser la tercera fuerza política” (no se entera que él es
quien se está convirtiendo en el mejor jefe de campaña de Iglesias, Garzón y
compañía al no contraponer con energía su programa socialdemócrata frente al
modelo comunista-populista); y, frente a lo que dicen las encuestas, contesta
que “los españoles nos quieren más que las encuestas, que nos daban entre 10 y 15 escaños menos el
20-D”, con lo que se siente satisfecho con los peores resultados de la historia
del PSOE (¡sólo hubiese bastado que en vez de 90 escaños hubiese obtenido los
75 u 80 que vaticinaban algunas encuestas). En fin, sin más comentarios ante
tan preocupante deriva de la Ejecutiva socialista que hace aguas por todas
partes. Y, entretanto, Rajoy, que lanza una... (sigue leyendo en
Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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