miércoles, 27 de febrero de 2019

GOBERNAR POR DECRETO, PERVERSIÓN DEMOCRÁTICA

                        Después de criticar desde la oposición con toda la razón del mundo que el anterior Gobierno de Rajoy utilizara de vez en cuando el “decreto ley” como forma de gobernar argumentando que dicha medida, prevista para casos excepcionales, menoscababa la calidad de la democracia al secuestrar el imprescindible debate parlamentario, Pedro Sánchez no se conforma ahora con haberlo utilizado él sistemáticamente durante su breve mandato (sus “decretazos” superan ya a los de Rajoy y Zapatero en tan corto espacio de tiempo) sino que, además, tiene la osadía de anunciar a bombo y platillo que seguirá utilizándolos todavía durante esta larguísima precampaña electoral, que él mismo ha propiciado, cuando es insólito que, una vez anunciada la fecha de los comicios, con un Ejecutivo “de facto” ya en funciones o interino, se hipoteque el futuro de la gobernabilidad con medidas que, por muy populares y necesarias que sean, condicionan al nuevo gobierno que surja de las urnas, sea de nuevo el suyo o el de otro partido, especialmente si, como parece ser, estos decretos-ley incrementan sustancialmente el gasto futuro sin estar contemplado en Presupuesto alguno, como es el caso. En efecto, sin rubor ni recato alguno, la ministra Montero tiene claro y lo hace público que el Gobierno de Sánchez va a utilizar hasta el último día antes de las elecciones que continuará con su “mágnifica” política económica (la ministra no necesita abuelos) y usará para ello la fórmula del decreto-ley y la Diputación Permanente del Congreso, invitando por tanto a los ciudadanos a estar atentos los viernes, cuando se celebran los Consejos de Ministros, ya que en cada uno de ellos habrá decretazos interesantes. A nadie se le escapa ya que el uso del decreto-ley, limitado por la Constitución a casos de “extrema y urgente necesidad”, tiene claros intereses electoralistas que dejan en desventaja al resto de contrincantes políticos, quienes, desde Vox a Podemos, pasando por el resto de partidos del abanico ideológico, ya han descalificado semejante medida, aunque algunos, como ERC y Podemos, dicen que apoyarán tal medida si redunda en beneficio de los ciudadanos. Mayor descaro e incoherencia imposible, pues nadie puede entender en su sano juicio que apenas hace un mes quienes apoyaban al Gobierno de Sánchez se cargaran unos Presupuestos, que contemplaban dicho incremento de gasto, y ahora, sin Presupuesto alguno en que basar dichas partidas presupuestarias, se apoye incrementar caprichosamente el gasto público al margen del debate parlamentario para que lo pague el gobierno que surja de las urnas y, en definitiva, todos los españoles. No en vano, Casado, compara al Presidente con quien entra en un bar e indiscriminadamente pide y ofrece copas para todos pero se larga antes de pagarlas dejándole el marrón a los invitados. Lo cierto es que el Gobierno busca aprobar el máximo número de decretazos antes de las elecciones, entre los que se contempla lanzar la mayor oferta de empleo público, actualizar la financiación de las CCAA entregándoles un anticipo de 6.900 millones, aprobar mejoras de “protección social”, negociar un paquete laboral sin modificar la reforma que hizo el PP, recuperar la reforma del alquiler nuevamente negociada con Podemos que la rechazó en enero….. y que luego........ (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/). 

domingo, 24 de febrero de 2019

DEMAGOGIA O UTOPÍA

                        Dice el Rey Felipe, y con toda la razón del mundo, que “no es admisible apelar a una supuesta democracia por encima del Derecho” y, saliendo al paso de los pretextos de Torra y de los acusados del “procés” para justificar el ilegal 1-O, añade en pleno juicio sobre el totalitarismo secesionista que “hay que garantizar la dignidad de la persona por encima de los sentimientos nacionales”, volviendo a hacer frente, una vez más, a la mentira del separatismo, pues la dignidad de la persona pasa, entre otras cosas, por no atropellar su libertad mancillando sus derechos individuales y colectivos que, como tal y como miembro de una sociedad libre y democrática, tiene reconocidos expresamente, ya que, como dice el Rey, nuestro Jefe de Estado, y cualquier demócrata convencido, “sin leyes no puede haber democracia, sino demagogia”, desmontando las soflamas del independentismo que tanto daño están causando a todos los españoles y muy especialmente a los catalanes. No en vano al Rey Felipe le acaban de otorgar el Premio Mundial de la Paz y la Libertad de la Asociación Mundial de Juristas por “el papel fundamental de la Monarquía parlamentaria española y su inquebrantable compromiso con el Estado de Derecho”, una especie de premio Nobel de la Justicia que en sus 55 años de historia sólo han recibido tres personalidades: Churchill, Mandela y René Cassin, el redactor principal de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Y es que la convivencia pacífica y libre entre las personas y los pueblos sólo cabe dentro del marco democrático constitucional que nos hemos dado, pues fuera del mismo y al margen de sus procedimientos nos moveríamos, como hace el secesionismo totalitario unilateral, entre la demagogia (falsas promesas populares pero difíciles de cumplir y procedimientos similares para convencer al pueblo y convertirlo en instrumento de la propia ambición política) y, en el mejor de los casos, la utopía (sistema ideal de gobierno concibiendo una sociedad perfecta y justa donde todo discurre sin conflictos y en armonía; es decir, un plan o deseo aparentemente atrayente para la comunidad pero alejado de la realidad y, por tanto, improbable que suceda o que se realice en el momento de su formulación); en definitiva, una entelequia (situación perfecta e ideal que sólo existe en la imaginación), como el anarquista principio libertario que aboga por el “orden sin autoridad”, lo que no tiene ni pies ni cabeza al tratarse simplemente de un sueño o una quimera que se desvanece en el instante de despertar o, en caso contrario, se convierte en algo muy peligroso al pretender materializarlo de forma unilateral y al margen de la legalidad democrática establecida. Los totalitarismos visiponarios, ya sean militares o populares, de extrema izquierda o de extrema derecha, populistas o nacionalistas, han sido históricamente, y siguen siéndolo, el cáncer de la libertad, del progreso y de la convivencia pacífica, dejando un trágico balance de miseria, opresión, barbarie y muerte que jamás debiéramos olvidar los pueblos libres. Y hoy, más que nunca, la actual España democrática, experta desgraciadamente en indeseables totalitarismos históricos, necesita..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/).

miércoles, 20 de febrero de 2019

INSEGURIDAD POLÍTICA E INCERTIDUMBRE

                        El inédito e insólito brevísimo gobierno de Pedro Sánchez da paso a un periodo de inseguridad e incertidumbre política, social y económica de consecuencias incalculables que difícilmente se resolverán con las elecciones generales del 28-A, salvo que, cosa improbable, los españoles apostemos mayoritariamente y de forma clara por una de las cinco formaciones políticas de ámbito nacional que se presentan a las mismas. En efecto, el anuncio de convocar las elecciones, que no la disolución de las Cortes, para dentro de casi dos meses y medio (¿es que no había otra fecha anterior diferente al 28-A?) nos mete de lleno en una larguísima precampaña electoral, campaña “de facto”, para desembocar en una campaña electoral “de iure” que habrá de desarrollarse en buena medida en plena Semana Santa, lo que, obviamente no parece lo más razonable, salvo que dicha circunstancia se haya elegido adrede por cualquier razón que se nos escapa. Y, como al mes siguiente, el 26-M, se celebrarán elecciones europeas, autonómicas y municipales, es más que probable que, salvo que algún partido haya obtenido una contundente mayoría de escaños (lo que, a día de hoy, es casi imposible), no tengamos nuevo gobierno hasta el próximo otoño, allá por el mes de octubre, pues, dados los antecedentes (Rajoy necesitó cuatro meses para pactar en 2016), a ver quién es el guapo que, antes de los comicios territoriales y autonómicos, pone sus cartas boca arriba y desvela fehacientemente sus ambigüedades calculadas y sus intereses, con lo que las distintas formaciones partidarias, a la gresca unas con otras, consideran que “negociar antes del 26-M es un suicidio político”….y, obviamente, nadie quiere suicidarse políticamente de forma consciente. Por tanto, los partidos políticos ya trabajan en un indeseable escenario de bloqueo tras el 28-A hasta tener los resultados del 26-M, para asumir pactos largos y a “tres bandas” tanto en Moncloa, como en las CCAA y principales ayuntamientos, lo que supone, de momento, que vamos a tener un gobierno interino para rato, mientras Sánchez recurre a un plan para catástrofes con el fin de poder aprobar sus decretos cuando las Cortes estén disueltas, sin tener en cuenta que gobernar por decreto-ley sólo tiene sentido, democráticamente hablando, en circunstancias muy excepcionales y puntuales, ya que hacerlo sistemáticamente burlaría el imprescindible debate parlamentario. No sin razón, Antonio Garamendi, Presidente de la CEOE, insta a Sánchez, durante su interinidad, a no  modificar la reforma laboral ni tomar más medidas de gasto antes de celebrarse las elecciones con fecha ya fijada, alegando que “el Gobierno debería tener la decencia de no legislar de aquí al 28-A” hasta que hablen las urnas. Y, según los datos demoscópicos, la mayoría de las encuestas (salvo las del CIS de Tezanos que dan una holgada mayoría a Sánchez) avalan la tendencia de que Sánchez ganará las próximas elecciones a no demasiada distancia de Casado, pero que, escaños arriba o abajo, ninguno de los dos gobernaría salvo pactos a tres bandas, bien de PP-CS-Vox, bien de PSOE-IUPodemos-nacionalistas-independentistas; es decir, reeditando  para toda España el gobierno de Andalucía o el Gobierno de Sánchez. Según NCReport, que es una de las.... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/). 

sábado, 16 de febrero de 2019

POR FIN ELECCIONES

                        Como si se tratara de un parto, justo a los nueve meses del engendro político de un minoritario gobierno indeseable e inviable, salvo en la mente de Pedro Sánchez y sus más íntimos, tras un turbulento embarazo, plagado de sobresaltos e incidencias, y siempre con amenaza de aborto, por fin éste se materializa, dando paso a unas nuevas y esperadas elecciones generales que se celebrarán el próximo 28 de abril, finiquitando así el gobierno más corto y sorprendente de toda la historia de nuestra democracia. Han sido los propios padres de tal engendro político quienes se han encargado de darle tan corta vida, dando la razón a quienes, desde el inicio, mantuvimos que una moción de censura no constructiva, como fue el caso, sólo podría aportar más problemas que la permanencia del gobierno derrocado, por merecido que éste tuviera su derrocamiento. Cuestión distinta hubiera sido si, como dice la Constitución, se hubiera conformado un gobierno de coalición alternativo, mayoritario, solvente y creíble, capaz de garantizar la gobernabilidad del Estado, en vez de este engendro caracterizado inevitablemente por los bandazos y rectificaciones permanentes, las dimisiones obligadas de parte de sus miembros, los chantajes por parte de sus supuestos socios, los postureos y demagogias de cara a la galería, las negociaciones opacas y las descalificaciones genéricas gratuitas a sus oponentes. Finalmente, a Sánchez, el mentor y principal padre del engendro, tras constatar que el resto de corresponsables de la paternidad rechazaban los Presupuestos, quitando la mascarilla de oxígeno para impedir que siguiera sobreviviendo la criatura, le quedaban dos opciones: alumbrar ya elecciones inmediatas que él mismo prometió el mismo día de la fecundación in vitro, o someterse a una moción de confianza para que el feto diera muestras de mayor viabilidad antes de ser abortado. Y Sánchez, tras decir lo contrario hasta el final (desdecirse es consustancial a su naturaleza), cayendo por fin del burro y no teniendo claro el apoyo de sus socios a la presunta moción de confianza, acierta de nuevo cuando rectifica y opta por el adelanto electoral, seguramente por aquello de que “rectificar es de sabios”, aunque olvidando que “rectificar permanentemente es de necios”. Su incapacidad para sacar adelante las Cuentas del Estado, es decir, el naufragio definitivo de Sánchez, dan paso a la pugna electoral más fragmentada e incierta de nuestra historia democrática, cuando en diciembre todavía apostaba por seguir gobernando (o desgobernando) aunque le tumbaran los Presupuestos. Eso sí, un día antes de convocarlas, el PSOE registraba cambios en la Diputación Permanente, el órgano parlamentario de “guardia” en los procesos electorales, depurando a los diputados críticos con el esperpéntico “relator”, como Barreda, que es cesado en la Diputación permanente, o Soraya Rodríguez, que es reemplazada como..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

miércoles, 13 de febrero de 2019

SERENIDAD Y SENSATEZ

                        Ha querido el caprichoso destino que confluyan en el tiempo dos asuntos de vital importancia para el futuro inmediato de nuestro país: el inicio del juicio a los líderes del “procés” separatista y el debate de los Presupuestos Generales para 2019 en el Congreso de los Diputados. Dos asuntos interrelacionados ya que la aprobación de las cuentas del Gobierno dependen del apoyo del secesionismo, que se empecina en vincularlo a que Moncloa se someta, sí o sí, a sus exigencias ilegales, entre otras, la de negociar un inexistente e ilegal derecho de autodeterminación, el nombramiento de un mediador internacional para el inexistente “conflicto” entre Cataluña y España, y la ilegal intervención por parte del Ejecutivo en favor de los procesados por el Tribunal Supremo que finiquitaría la separación de poderes. En definitiva, acabar o dejar malherido nuestro democrático Estado de Derecho, lo que finalmente ningún Gobierno democrático se puede permitir por más paripés previos que haya hecho hasta llegar el momento de la hora de la verdad. La hora de la verdad que llega inexorablemente cuando de las palabras se ha de pasar a los hechos concretos, cuando se ha de despejar la hojarasca demagógica para que se pueda ver con claridad la cruda realidad y cuando los protagonistas del enredo han de tomar decisiones palpables y cuantificables que finalmente les hará responsables de las consecuencias posteriores derivadas de ellas. Y en los dos asuntos que nos ocupan, como sucede en casi todos los asuntos, pasar de las palabras a los hechos es bien sencillo: en el primero de ellos, el juicio al procés, afrontar, con el Código Penal en la mano, las pruebas de culpabilidad, concretas y específicas, que puedan demostrar la veracidad de las acusaciones delincuenciales a los imputados; en el segundo de ellos, la aprobación de los PGE, constatar mediante el voto en el Parlamento si gozan o no del favor de la mayoría democrática parlamentaria. Al final, como dice Manuel Marchena, Presidente de la Sala de lo Penal del Supremo y responsable de la redacción de la sentencia sobre los graves acontecimientos del 1-O, que desembocaron en una ilegal declaración de independencia de Cataluña, cada quien ha de asumir la responsabilidad y la tarea que le compete con “serenidad y sensatez”, tal como él mismo declara tener en estos momentos. Serenidad y sensatez, cualidades que desgraciadamente no adornan a muchos de nuestros políticos y gobernantes a la hora de hacer determinadas declaraciones, promesas o negociaciones sin calcular las consecuencias personales y políticas cuando llegue el momento, que siempre llega, de llevarlas a la práctica evidenciando con ello la irresponsabilidad de las mismas. Tanto en el inicio del juicio a los líderes secesionistas del golpe al Estado, como en el debate presupuestario en el Congreso, atrás debieran quedar las previas demagogias y los postureos, las verdades a medias y las falsedades, las descalificaciones gratuitas y las declaraciones rimbombantes, las ambigüedades calculadas y las elucubraciones temerarias irreflexivas o los silogismos que parten de premisas falsas y, obviamente, dan como resultado una falsa conclusión. Sin embargo, no todos...... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/).

sábado, 9 de febrero de 2019

OBSCENO CHANTAJE

                        De “obsceno chantaje” que “calcina la democracia” califica Alfonso Guerra, con toda la razón del mundo, la esperpéntica figura del “relator” que el Gobierno de Sánchez se ha inventado como sucedáneo del indecente “mediador internacional” que exigen los secesionistas, y que ha obligado a Carmen Calvo a esforzarse en explicarlo sin éxito (para que todos pudiéramos entender de qué se trataba o, mejor dicho, de que no se trataba), pues es difícil de entender en democracia semejantes mediadores ya que es el entramado institucional, democráticamente establecido, el cauce adecuado para profundizar en cualquier diálogo con luz y taquígrafos, en vez de hacerlo en la sombra con nocturnidad y alevosía. Y añade además el ex Vicepresidente del Gobierno que “nunca, nunca en la transición necesitamos un relator”, preguntándose “los que han negociado tamaño desatino ¿con qué países equiparan a España? ¿con Yemen del Sur, con Burkina Faso?”….. mientras el ex Presidente Felipe González asegura que el diálogo ha de ser en el Parlament y acusa al Presidente Sánchez de “degradar las instituciones” y la democracia, sumándose así a barones, ex ministros y miembros del Gobierno que reniegan de este mediador inadecuado, que incendia al mismísimo PSOE y moviliza a la oposición, ante el espurio objetivo antidemocrático de complacer a los separatistas a cambio de su apoyo a los Presupuestos, dando argumentos convincentes para que PP, Cs y Vox decidan movilizarse en la calle para “echar a Sánchez” y convoquen una manifestación en Madrid pidiendo elecciones lo antes posible, tal como prometió Sánchez en el debate de moción de censura, y contra la “humillación permanente” del Gobierno, con el lema “por una España unida, elecciones ya”, mientras algunos barones socialistas, como Page, exigen un debate interno, o como Lambán, avisan de que aprobar un Presupuesto no puede “cuestionar la unidad de España”, en tanto que el Presidente del Gobierno, en busca de una nueva foto propagandística, programaba como único acto del día en Moncloa recibir a la selección femenina de fútbol sub-21, campeona en el Mundial de Uruguay. Los barones socialistas se revuelven ya que, aunque no lo entienda el Gobierno de Sánchez, “la soberanía nacional está por encima” de cualquier otra consideración, y, para colmo, Elsa Artadi, portavoz del Govern secesionista, acusa a Carmen Calvo de “mentir” durante su inútil explicación edulcorada sobre el “relator” de marras, diciendo que la Vicepresidenta ha aceptado “hasta tres veces en privado” la creación de una Mesa de partidos estatales, y le deja bien claro que “si el diálogo no se basa en el derecho a la autodeterminación y en poner fin a la represión, no hay espacio posible” y que “el relator es para la mesa de partidos de España y para tratar la autodeterminación”. Ya ven, más claro, el agua: o el Gobierno accede a apoyar el inexistente derecho de autodeterminación y a impedir que se aplique la justicia a los delincuentes secesionistas (dos asuntos que, en todo caso, no dependen de ningún Gobierno democrático) o se rompe la baraja y la negociación. Una encerrona al Gobierno de Sánchez, quien paradójicamente reivindica a España como “democracia plena” en su visita al Tribunal Europeo de Derechos Humanos en Estrasburgo, mientras se sienta a negociar con los maestros del chantaje secesionista, y Moncloa desoye las..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

miércoles, 6 de febrero de 2019

SÁNCHEZ, ¿SUPERVIVIENTE O SUPERVIVIDOR?

                        Nadie puede negar a Pedro Sánchez su capacidad, incluso temeraria y visionaria, de resistir todo tipo de contrariedades, que él mismo relata en su reciente libro autobiográfico, “Manual de resistencia” (primero publicado por un presidente en activo), donde presume de su trayectoria para hacerse con el liderazgo del PSOE contra viento y marea, pretendiendo inmortalizarse con sólo siete meses de Gobierno; y, dada su manifiesta demagogia y su descarado cinismo, genera incluso dudas sobre si cobrará o no por ello (Planeta y Moncloa no lo aclaran) a pesar de que el código ético del PSOE prohíbe expresamente cobrar a los diputados, pues los códigos éticos para los supervivientes o supervividores, como ustedes prefieran, son moldeables y adaptables a las necesidades del protagonista en cada momento con tal de que le sirvan para resistir en su trinchera o alcanzar el objetivo fijado. En efecto, Sánchez, que, imitando el modelo populista de Podemos, había hecho bandera de las primarias frente al anterior aparato del PSOE para ser elegido líder del partido por todos los militantes, una vez asentado en el liderazgo, impone ahora a éstos, desde su aparato, a los candidatos a las instituciones gubernamentales (el caso más llamativo es el de Pepu Hernández a la alcaldía de Madrid) y ni siquiera repara en disimular su “dedazo” intolerable defendiendo ahora su derecho como militante a apoyar a quien él mismo propone, cuando era esto lo que demonizaba del aparato anterior del PSOE por ser parcial y dejar en inferioridad de condiciones al resto de candidatos (en este caso, incluso a candidatos-militantes frente al no militante elegido por él mismo). Es más, entra en campaña de defensa de Pepu en tan prostituidas primarias (como ven, exquisitamente democráticas e imparciales) asegurando que la dirección socialista (es decir, él mismo) no puede desentenderse de buscar “proyectos ganadores” (la dirección anterior debía desentenderse en aras a la neutralidad), añadiendo en el acto de presentación de Pepu, donde recibe el respaldo de todo su aparato, que “puede ganar las elecciones y por eso le atacan”, mientras que, con semejante descarado “dedazo”, desata el malestar generalizado en las bases militantes al viciar así las primarias, que tanto defendía cuando aspiraba a liderar el partido, justificando ahora, incoherente y cínicamente, que puede “posicionarse” (antes era intolerable y antidemocrático), mientras reconoce que “pocos quieren dar el salto” (cualquiera lo da si quiere permanecer en política en semejantes circunstancias), en tanto que los militantes se quejan de que “parece que en el partido no hay gente que pueda ganar las elecciones” y por ello hay que buscar candidatos fuera de la organización. Y mientras el superviviente o supervividor Sánchez, como ustedes prefieran, marca todos los hitos democráticos imaginables (primer Presidente surgido de una moción de censura en vez de unas elecciones generales, primer gobierno sustentado en una manifiesta minoría parlamentaria, primer líder socialista que asalta el poder de su partido mediante una rebelión de las bases, primer gobernante que negocia con totalitarios secesionistas, que escribe y publica un libro autobiográfico estando en el poder, que descaradamente defiende una cosa y la contraria con sus permanentes y famosos bandazos etc etc), sigue coleando su..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/). 

domingo, 3 de febrero de 2019

LA HORA DE LA VERDAD JURÍDICA

                        Los políticos presos (que no presos políticos) del “procés” han sido trasladados de las cárceles catalanas a cárceles madrileñas, pues el Tribunal Supremo inicia el juicio, señalando para el próximo día doce la primera de las sesiones, con el propósito de esclarecer los graves delitos imputados a los líderes independentistas responsables del presunto ataque al Estado de Derecho español. Por tanto llega la hora de la verdad jurídica, que, como en otros juicios, no siempre se corresponde con la realidad percibida por los ciudadanos, pues los delitos que se imputan a los procesados habrán de ser probados fehacientemente, lo que obviamente no siempre se consigue. Por ello sería bueno desde el inicio del juicio que todos, absolutamente todos, dejemos trabajar a la Justicia y, sobre todo, agotadas todas las vías recurribles, nos comprometamos al acatamiento sereno y tranquilo de la sentencia definitiva y firme, lo que, de entrada, parece algo difícil, dado el talante manipulador de los totalitarios secesionistas que, para conseguir su objetivo, no escatiman en denigrar con mentiras o verdades a medias al Estado de Derecho del que Cataluña forma parte. No en vano, el Gobierno despliega ya su diplomacia ante este juicio, intentando contrarrestar la campaña de imagen del independentismo en otros países. Hay que dejar bien claro que no se juzgan ideas políticas, por rechazables que sean políticamente hablando, sino comportamientos concretos de los procesados y, por tanto, frente a lo que dicen malévolamente sus partidarios, que siguen obviamente libres y sin imputación alguna (si se juzgaran ideologías no lo estarían), ni se juzga al nacionalismo independentista, ni al pueblo catalán, ni a sus instituciones gubernamentales…. se juzga sencillamente a personas concretas por presuntos delitos cometidos que habrán de quedar probados en un juicio transparente y con todas las garantías procesales y de defensa. Un juicio que citará a 500 testigos (entre ellos a Rajoy, Soraya Sáenz de Santamaría, Rufián, Montoro, Urkullu, Colau….) en las distintas sesiones que durarán aproximadamente tres meses; que responderá a las peticiones razonables de las defensas, incluido su retraso si fuera preciso; que sería probablemente parado si hubiera elecciones, al margen de la interferencia que puedan tener las locales, autonómicas y europeas si fuera el caso; que será público y televisado; y que comienza con un exquisito traslado VIP de los presos con un furgón policial a estrenar por ellos para evitar quejas por el “mal olor”, escoltado por una treintena de vehículos policiales. Un juicio, en definitiva, en el que, por razones obvias, el Tribunal Supremo rechaza que declare Puigdemont y el resto de fugitivos de la Justici, ya que deberían comparecer como procesados junto a sus compañeros de fechorías y no como testigos, y rechaza también la presencia de “observadores”, ya que, al ser el juicio televisado, público y trasparente, cualquiera puede observar su desarrollo si así lo deseara y, además, porque la figura de observadores internacionales sólo tiene sentido en países de dudosa consolidación democrática, lo que no es el caso en ninguno de lo países de la UE, entre ellos España. Lo impresentable es que..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)