De “obsceno chantaje”
que “calcina la democracia” califica Alfonso Guerra, con toda la razón del
mundo, la esperpéntica figura del “relator” que el Gobierno de Sánchez se ha
inventado como sucedáneo del indecente “mediador internacional” que exigen los
secesionistas, y que ha obligado a Carmen Calvo a esforzarse en explicarlo sin
éxito (para que todos pudiéramos entender de qué se trataba o, mejor dicho, de
que no se trataba), pues es difícil de entender en democracia semejantes
mediadores ya que es el entramado institucional, democráticamente establecido,
el cauce adecuado para profundizar en cualquier diálogo con luz y taquígrafos,
en vez de hacerlo en la sombra con nocturnidad y alevosía. Y añade además el ex
Vicepresidente del Gobierno que “nunca, nunca en la transición necesitamos un
relator”, preguntándose “los que han negociado tamaño desatino ¿con qué países
equiparan a España? ¿con Yemen del Sur, con Burkina Faso?”….. mientras el ex
Presidente Felipe González asegura que el diálogo ha de ser en el Parlament y
acusa al Presidente Sánchez de “degradar las instituciones” y la democracia,
sumándose así a barones, ex ministros y miembros del Gobierno que reniegan de
este mediador inadecuado, que incendia al mismísimo PSOE y moviliza a la
oposición, ante el espurio objetivo antidemocrático de complacer a los
separatistas a cambio de su apoyo a los Presupuestos, dando argumentos
convincentes para que PP, Cs y Vox decidan movilizarse en la calle para “echar
a Sánchez” y convoquen una manifestación en Madrid pidiendo elecciones lo antes
posible, tal como prometió Sánchez en el debate de moción de censura, y contra
la “humillación permanente” del Gobierno, con el lema “por una España unida,
elecciones ya”, mientras algunos barones socialistas, como Page, exigen un
debate interno, o como Lambán, avisan de que aprobar un Presupuesto no puede
“cuestionar la unidad de España”, en tanto que el Presidente del Gobierno, en
busca de una nueva foto propagandística, programaba como único acto del día en
Moncloa recibir a la selección femenina de fútbol sub-21, campeona en el
Mundial de Uruguay. Los barones socialistas se revuelven ya que, aunque no lo
entienda el Gobierno de Sánchez, “la soberanía nacional está por encima” de
cualquier otra consideración, y, para colmo, Elsa Artadi, portavoz del Govern
secesionista, acusa a Carmen Calvo de “mentir” durante su inútil explicación
edulcorada sobre el “relator” de marras, diciendo que la Vicepresidenta ha
aceptado “hasta tres veces en privado” la creación de una Mesa de partidos
estatales, y le deja bien claro que “si el diálogo no se basa en el derecho a
la autodeterminación y en poner fin a la represión, no hay espacio posible” y
que “el relator es para la mesa de partidos de España y para tratar la
autodeterminación”. Ya ven, más claro, el agua: o el Gobierno accede a apoyar
el inexistente derecho de autodeterminación y a impedir que se aplique la
justicia a los delincuentes secesionistas (dos asuntos que, en todo caso, no
dependen de ningún Gobierno democrático) o se rompe la baraja y la negociación.
Una encerrona al Gobierno de Sánchez, quien paradójicamente reivindica a España
como “democracia plena” en su visita al Tribunal Europeo de Derechos Humanos en
Estrasburgo, mientras se sienta a negociar con los maestros del chantaje
secesionista, y Moncloa desoye las..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista,
http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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