miércoles, 27 de febrero de 2019

GOBERNAR POR DECRETO, PERVERSIÓN DEMOCRÁTICA

                        Después de criticar desde la oposición con toda la razón del mundo que el anterior Gobierno de Rajoy utilizara de vez en cuando el “decreto ley” como forma de gobernar argumentando que dicha medida, prevista para casos excepcionales, menoscababa la calidad de la democracia al secuestrar el imprescindible debate parlamentario, Pedro Sánchez no se conforma ahora con haberlo utilizado él sistemáticamente durante su breve mandato (sus “decretazos” superan ya a los de Rajoy y Zapatero en tan corto espacio de tiempo) sino que, además, tiene la osadía de anunciar a bombo y platillo que seguirá utilizándolos todavía durante esta larguísima precampaña electoral, que él mismo ha propiciado, cuando es insólito que, una vez anunciada la fecha de los comicios, con un Ejecutivo “de facto” ya en funciones o interino, se hipoteque el futuro de la gobernabilidad con medidas que, por muy populares y necesarias que sean, condicionan al nuevo gobierno que surja de las urnas, sea de nuevo el suyo o el de otro partido, especialmente si, como parece ser, estos decretos-ley incrementan sustancialmente el gasto futuro sin estar contemplado en Presupuesto alguno, como es el caso. En efecto, sin rubor ni recato alguno, la ministra Montero tiene claro y lo hace público que el Gobierno de Sánchez va a utilizar hasta el último día antes de las elecciones que continuará con su “mágnifica” política económica (la ministra no necesita abuelos) y usará para ello la fórmula del decreto-ley y la Diputación Permanente del Congreso, invitando por tanto a los ciudadanos a estar atentos los viernes, cuando se celebran los Consejos de Ministros, ya que en cada uno de ellos habrá decretazos interesantes. A nadie se le escapa ya que el uso del decreto-ley, limitado por la Constitución a casos de “extrema y urgente necesidad”, tiene claros intereses electoralistas que dejan en desventaja al resto de contrincantes políticos, quienes, desde Vox a Podemos, pasando por el resto de partidos del abanico ideológico, ya han descalificado semejante medida, aunque algunos, como ERC y Podemos, dicen que apoyarán tal medida si redunda en beneficio de los ciudadanos. Mayor descaro e incoherencia imposible, pues nadie puede entender en su sano juicio que apenas hace un mes quienes apoyaban al Gobierno de Sánchez se cargaran unos Presupuestos, que contemplaban dicho incremento de gasto, y ahora, sin Presupuesto alguno en que basar dichas partidas presupuestarias, se apoye incrementar caprichosamente el gasto público al margen del debate parlamentario para que lo pague el gobierno que surja de las urnas y, en definitiva, todos los españoles. No en vano, Casado, compara al Presidente con quien entra en un bar e indiscriminadamente pide y ofrece copas para todos pero se larga antes de pagarlas dejándole el marrón a los invitados. Lo cierto es que el Gobierno busca aprobar el máximo número de decretazos antes de las elecciones, entre los que se contempla lanzar la mayor oferta de empleo público, actualizar la financiación de las CCAA entregándoles un anticipo de 6.900 millones, aprobar mejoras de “protección social”, negociar un paquete laboral sin modificar la reforma que hizo el PP, recuperar la reforma del alquiler nuevamente negociada con Podemos que la rechazó en enero….. y que luego........ (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/). 

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