lunes, 31 de diciembre de 2018

ADIÓS, 2018; HOLA, 2019

                        Procede despedir 2018, un año preñado de insólitos e inesperados cambios políticos en España, para dar la bienvenida a 2019, un año electoral por excelencia que presagia notables incertidumbres. Atrás queda pues un año caracterizado por hechos jamás experimentados a lo largo de nuestra ya no tan joven democracia como es, entre otros, el triunfo de una insólita moción de censura y el pertinente desalojo del Gobierno, para dar paso a otro que sólo cuenta con 84 escaños en el Congreso; la insólita investidura de un President-marioneta en Catalunya a las órdenes de quien, fugado de la Justicia, se autoproclama como tal y, como tal, se le presta pleitesía en su refugio exterior mientras los miembros de su Govern, presos o fugados, están siendo procesados y acusados de gravísimos delitos como la rebelión; o la insólita alternancia política en Andalucía por vez primera en democracia gracias a la fuerte irrupción de un partido de extrema derecha que la posibilitará. Y, tras ello, se abre paso otro año, necesariamente electoral, plagado de incertidumbres sustanciales que obliga a los partidos políticos a redefinir sus estrategias, conscientes de que cualquier error, cualquier metedura de pata sustancial, puede truncar sus expectativas futuras. En efecto, el socialista Sánchez busca tiempo para consolidar su precario Gobierno y pide a sus ministros que resistan como sea al menos hasta el otoño a pesar de la más que probable desaprobación de sus Presupuestos para 2019; el popular Casado se marca la “vía andaluza” para llegar a Moncloa sin chocar frontalmente con Vox, eufórico tras su éxito electoral en Andalucía; el naranja Rivera busca cierta equidistancia para entrar en futuros gobiernos locales o autonómicos pactando a derecha o izquierda; el populista Iglesias fía casi todo su futuro al tirón femenino de Montero ante la evidente sangría de votos de su formación política, como se ha constatado en los comicios andaluces, y el estancamiento de su popularidad en el liderazgo de la coalición morada; y Abascal, el extremo opuesto de Podemos, aspira a conseguir esos dos millones de votos que le permitan, como en Andalucía, inclinar el “vuelco” a la derecha en toda España. Entretanto, los secesionistas catalanes, sabedores de que los tiempos se agotan y con el juicio del “procés” a la vuelta de la esquina, quedan obligados a tomar decisiones lo antes posible y a recomponer, al menos en apariencia, su resquebrajada unidad para dar la sensación a sus seguidores de que, como bloque totalitario indestructible, pueden salir del callejón totalitario sin salida en el que solitos se han metido, pues el paripé de un inexistente “diálogo” sobre lo imposible, democráticamente hablando, al que se presta el precario Gobierno de Sánchez, no puede durar eternamente sin materializarlo en cambios concretos o en ofertas viables (previa renuncia al totalitarismo hipernacionalista) que ni depende del Presidente del Gobierno ni del President de la Generalitat ya que, en todo caso, exigiría el consenso de amplias fuerzas políticas españolas mayoritarias y, en definitiva, el de casi todos los españoles, incluidos los catalanes, para iniciar con ..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/).

viernes, 28 de diciembre de 2018

LA VÍA ANDALUZA

                        Es obvio que en democracia es el pueblo quien decide su propio destino, aunque luego los partidos políticos, si los ciudadanos no le otorgaron a ninguno de ellos una mayoría parlamentaria suficiente para gobernar, decidan, en el ejercicio de su responsabilidad y de su libertad, conformar las alianzas necesarias entre ellos para materializar gobiernos estables o inestables (¡allá ellos!), pues, al final, de lo que hagan dependerá el futuro de cada uno y, en definitiva, el de todos los ciudadanos. Por eso, tras cada proceso electoral, y finalizadas ya las demagogias y los mantras utilizados para captar votos, no caben medias tintas, sino tomar decisiones que, sin duda, los ciudadanos tendrán en cuenta de cara al futuro, asignando a cada quien el grado de responsabilidad o irresponsabilidad sobre lo que decidan. Ya no cabe modificar reglas ni procedimientos (si gobierna la lista más votada, si quien consigue más apoyos parlamentarios, si se aísla a partidos radicales extremistas….etc etc), pues todo eso había que haberlo acordado antes y, si no se hizo, ahora cada partido, cada grupo parlamentario, responde de sus actos y puede tomar las decisiones que considere oportunas, sabiendo que de su acierto o error dependerá el grado de apoyos ciudadanos futuros, y que de los argumentos, coherentes o no, demagógicos o no, que utilice para justificar su definitiva decisión, dependerá su futura credibilidad. Es lo que sucede en estos momentos en Andalucía (como ya ha sucedido en otras CCAA, municipios e incluso en elecciones generales), donde los andaluces han decidido no otorgar mayoría suficiente a ningún partido político, con lo que, o se va a nuevas elecciones o se configura un Gobierno, más o menos estable, dentro del abanico de posibilidades de alianzas, entre las que PP y Ciudadanos han decidido sellar un acuerdo para gobernar en la Junta, pero, como entre ambos no consiguen una estable mayoría parlamentaria, dependen de algún otro partido (PSOE, Podemos o Vox) y, parece ser, que sólo Vox se presta a ello, frente a las pretensiones del PSOE, el partido más votado, que no consigue apoyos de nadie tras haber apostado todos los partidos durante la campaña por “el cambio”, es decir, por el desalojo del Gobierno de Susana Díaz. El cambio pues, se impone en Andalucía y, tras duras negociaciones entre PP y Ciudadanos, ya se han dado los primeros pasos, con un previo acuerdo de programa de Gobierno de coalición (y no sólo de apoyos parlamentarios) y con la conformación de la nueva Mesa del Parlamento andaluz que presidirá Marta Bosquet de Ciudadanos, gracias a los votos de PP, Cs y Vox, mientras Podemos monta una pataleta renunciando a un puesto en la Mesa y PSOE, que tendrá dos puestos, sigue con el mantra del “pacto de la vergüenza” que, utilizado ya en campaña, ha echado del poder a Susana, quien, por cierto seguirá como diputada, y coloca en la Mesa de la Cámara a la diputada Verónica Pérez, famosa por haber dicho que era la “máxima autoridad” del PSOE cuando Pedro Sánchez fue desalojado de la dirección. Entretanto el...... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/). 

miércoles, 26 de diciembre de 2018

FRÁGIL CONVIVENCIA

                        En otro genial discurso de Nochebuena, nuestro Jefe de Estado, el Rey Felipe, ha puesto el dedo en la llaga sobre las principales amenazas a nuestro Estado de Derecho y los comportamientos adecuados para afrontarlas con cierto éxito, lo que debiera sensibilizar a todos los demócratas del signo ideológico que sean para unirse frente a ellas pues, en definitiva, atentan contra el bienestar, la libertad y los derechos de todos los ciudadanos. En efecto, Felipe, entre otras cosas, ha dicho que “es imprescindible que aseguremos en todo momento la convivencia”; que hay que facilitar a las nuevas generaciones “un trabajo y un salario dignos” para asegurar el progreso de los jóvenes; que “la Constitución no es una realidad inerte, sino viva, que tutela las libertades”; que “la convivencia exige el respeto a nuestra Constitución”, apelando a los ideales de la Transición, base de nuestro progreso y pidiendo “consensos” para asegurar la “frágil convivencia”; que la violencia contra las mujeres “merece nuestra condena y repulsa más enérgica”; que “cuidemos y reforcemos los profundos vínculos que nos unen y que siempre nos deben unir a todos los españoles”; que hay que “hacer lo que esté en nuestras manos” para que no se pierdan esos principios de la Constitución; que “el rencor y el resentimiento forman parte de nuestra peor historia y no debemos permitir que renazcan”……y, en definitiva, por todo ello, pide a los líderes políticos, a todos ellos al margen de su ideología, como generadores de opinión, “voluntad de entendimiento” pese a sus diferencias ideológicas, para que apuesten siempre por la “convivencia” frente a la “división”, llamándoles a la responsabilidad para dejar a las nuevas generaciones el legado de la Transición que nos reconcilió a todos los españoles y que tanto bien y progreso nos ha proporcionado a todos desde entonces. Un excelente discurso de Estado en defensa de la Democracia, enmarcada en las reglas de juego y principios de nuestra Constitución, como garantía de nuestras libertades y derechos como ciudadanos que todos, absolutamente todos los demócratas, debiéramos respetar, acatar y defender si no queremos regresar a la ancestral y repudiable barbarie que a lo largo de los siglos ha manchado de violencia y sangre nuestra triste historia democrática siempre truncada por los desencuentros totalitarios. ¿Quién puede oponerse a tan sensato y democrático discurso? En principio, ningún demócrata debiera oponerse y por tanto sólo los totalitarios anti-demócratas, tanto de izquierdas como de derechas, avalarían la repulsa, irracional y tendenciosa, al discurso en su conjunto o a cualquiera de las apelaciones concretas hechas por el Jefe de Estado con exquisita prudencia, pero con absoluta contundencia. Y así ha sido; los partidos mayoritarios con representación parlamentaria y no independentistas, incluido Podemos, alaban de una u otra forma el tono del mensaje de nuestro Jefe de Estado, como no puede ser de otra forma desde la racionalidad democrática, quedando al margen de ella quienes, como..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

lunes, 24 de diciembre de 2018

MÁS OPTIMISTAS…. ¿POR QUÉ?

                        Dice Pedro Sánchez, tras celebrar la “cumbre de gobiernos” con Torra y compañía, dirigida por Puigdemont desde Suiza, que “somos más optimistas que hace una semana”, con la expectativa de aguantar en el Gobierno al menos hasta otoño de 2019. Y la verdad es que tan contundente optimismo del Presidente no lo entiende nadie, salvo que se refiera a su mejor apuntalamiento personal en La Moncloa, pues el “conflicto” catalán no ha mejorado en nada ni ha habido siquiera declaración alguna para albergar cualquier atisbo de esperanza para resolverlo. En efecto, apenas pocas horas después de la “cumbre” y tras la celebración con fuertes medidas de seguridad del Consejo de Ministros en Barcelona, criticado y rechazado por el independentismo hasta la saciedad, la Generalitat, conseguida la foto de hipócrita concordia con Sánchez que deseaba, arremete de nuevo contra el Gobierno de España (y, por tanto, también de todos los catalanes) y lo desprecia (a pesar de los “gestos” y guiños a los secesionistas) afirmando Artadi, la portavoz del Govern, que “para eso no hacía falta venir” y además culpando al Ejecutivo de provocar los disturbios (que los hubo y no pocos) y tachando de “acuerdos estéticos” lo acordado por el Consejo de Ministros para Cataluña. Es evidente que la voracidad totalitaria del secesionismo sólo se satisfará si el Gobierno de España, plegándose a sus exigencias antidemocráticas, actúa, como ellos, al margen de la Constitución y de la Ley, ofreciéndoles de forma clara lo que no pueden ofrecer democráticamente. Eso sí, mientras tanto, por mutuo interés, Sánchez y Torra desbloqueaban la negociación del Presupuesto (no vaya a ser que se desestabilice su respectiva permanencia en Gobierno y Govern y se les acabe el chollo irresponsable del ficticio “diálogo”), los secesionistas asediaban, como siempre, al Estado mientras se celebraba el Consejo de Ministros en Barcelona con altercados en las calles (cortes de carreteras, casi ochenta heridos, la mayoría mossos, y 13 detenidos….) y al grito de “tumbemos el régimen” (es decir, la democracia). Pero no pasa nada, hay que ser optimistas, mientras los CDR cercaban el Consejo de Ministros horas después de la patética “cumbre de gobiernos”, aunque Moncloa ve encauzada “la salida al conflicto” y el Govern le reprocha haber ido a Barcelona para tomar simplemente “medidas estéticas” en tanto que la Generalitat justifica los altercados y protestas culpando de la violencia a “infiltrados” que, curiosamente, nunca son apresados. No en vano, los gestos estéticos de Sánchez con la Generalitat inflaman a la oposición y desestabilizan al propio PSOE: de un lado, PP y Ciudadanos censuran el inexistente “diálogo” entre Gobierno y Torra, mientras Casado y Rivera denuncian la “traición” a España y exigen elecciones ya; y de otro lado, mientras el Presidente abandona Barcelona sin atar ninguna contrapartida a cambio de sus cesiones al independentismo, el socialista Lambán, entre otros, afirma que los separatistas son un “cáncer” y le advierte al optimista Sánchez de que no admitirá “transacciones”. Por otro lado, se conoce que..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

viernes, 21 de diciembre de 2018

CUMBRE ENTRE GOBIERNOS

                        Tras la grotesca parafernalia por parte del Gobierno de España y de la Generalitat de Catalunya para intentar llevarse el gato al agua de lo indefendible, como es un diálogo inexistente, se produce el encuentro en Pedralbes entre Sánchez y Torra, sin luz ni taquígrafos, al extremo de que, ya iniciada la reunión, protocolo de Moncloa tiene que añadir a la escenografía, preparada intencionadamente por el Govern, una flor de pascua roja a las dos amarillas ya colocadas, mientras Torra exhibía en su solapa el famoso lazo amarillo reivindicando la libertad de los que el secesionismo considera “presos políticos” en vez de políticos presos por haber cometido presuntos graves delitos contra el Estado. Y es que la necesidad obliga a ambas instituciones para buscar salidas a sus irresponsables e indeseables posiciones: al Gobierno de Sánchez para intentar hacer ver que es posible gobernar España con una minoría de 84 diputados y al Govern de Torra para escenificar que es posible su ilegal “procés” independentista, cuando ambos supuestos son inviables sin chapuzas. De ahí la polémica previa sobre el formato de la reunión Sánchez-Torra, así como el carácter de la misma. Sánchez pretendía un estricto encuentro con Torra para venderlo como el de cualquier otro encuentro con un Presidente de una Comunidad Autónoma, y Torra pretendía una cumbre entre Estados, de igual a igual, como si la Generalitat, un gobierno territorial, no estuviese subordinado al Estado al que pertenece. Y con el maximalismo del “diálogo” como señuelo de por medio (nadie obviamente va a rechazar el concepto de diálogo para resolver los problemas) como objetivo de ambas instituciones, en vez de dialogar de forma transparente dejando previamente bien claro que cualquier solución pasa por el acatamiento a las reglas de juego establecidas en la Constitución española, de donde deriva la legitimidad del Parlament y del Govern de Catalunya, se produce un opaco encuentro Sánchez-Torra y la posterior foto de familia de ambos con parte de sus ministros y consellers, reunidos paralelamente “ad hoc”, al extremo de permitir que Moncloa pueda vender el evento como, simplemente, un “saludo de cortesía” y la Generalitat lo venda como una “cumbre de gobiernos” de tú a tú y de igual a igual. Y así todos los ilusos contentos. Como consecuencia y ante tanto oscurantismo deplorable, solo trasciende que Presidente y President pactan buscar “una propuesta política de amplio apoyo”, anunciando una vía de diálogo (Torra acababa de apostar por la “vía eslovena”) para lograr una solución al “conflicto” en Cataluña “en el marco de la seguridad jurídica”. Así Sánchez, reo de su pacto de investidura, claudica ante Torra que convierte la cita de Barcelona en una cumbre bilateral y le obliga a asumir que “ambos gobiernos” pactarán una “solución política” al “conflicto” catalán que cuente con un “amplio apoyo” pero sólo entre los catalanes…..lo que obviamente es imposible ya que..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

miércoles, 19 de diciembre de 2018

ATENTADO CONTRA EL ESTADO

                        Finalizada la fase de instrucción, la vista previa del juicio contra los líderes independentistas del “procés” acaba en un previsible choque entre la acusación, que sostiene que el Tribunal Supremo es el competente para entender del caso, y las defensas, que piden que la vista se celebre en Cataluña, mientras el Gobierno negocia una especie de “minicumbre” de Estado en la que se reunirán Sánchez y Torra, y muy probablemente algunos ministros con los consellers de su mismo ramo. En efecto, mientras las defensas intentan que el juicio del “procés” no corra a cargo del Supremo (el Tribunal más cualificado por excelencia), Fiscalía tiene clarísimo que por la índole de los presuntos delitos cometidos, amén de los aforamientos, compete al Alto Tribunal entender y juzgar el caso, ya que los dieciocho procesados “han atacado el corazón de la democracia española”, en definitiva, “un atentado contra el corazón del Estado”, defendiendo así la competencia del Supremo para juzgar a los líderes del “procés” ya que pusieron “en la diana” el “orden constitucional” y, por tanto, califica el “procés” de “atentado al interés de España”, que no sólo al de Cataluña. Tras la contundencia de Fiscalía, que obviamente habrá de probar dichas acusaciones durante el juicio con todas las garantías procesales, como no cabe de otra forma en democracia, parece más que probable la gravedad de unos hechos que apuntan directamente a un verdadero delito de rebelión, un golpe de Estado en toda regla, que no tiene desperdicio, protagonizado, no por ciudadanos de a pié, sino por gobernantes investidos con la autoridad legítima que les confiere el Estado de Derecho democrático y que ellos, en vez de defenderlo como sería su obligación, arremeten contra dicho Estado para satisfacer sus objetivos políticos al margen de la ley e imponer unilateralmente su voluntad a todos los españoles, incluidos los catalanes. ¿Acaso no es golpismo y rebelión poner “en la diana”, concienzuda y sistemáticamente, el “orden constitucional” cuyo acatamiento es obligado para todos los ciudadanos y muy especialmente para quienes, como es el caso, gracias al mismo ejercen un plus de responsabilidad y poder institucional? ¿Acaso, salvando las formas, no eran estos objetivos los pretendidos por Tejero y compañía en el frustrado golpe del 23-F? ¿Acaso ambas aberraciones antidemocráticas no son atentados “al interés de España” y “contra el corazón del Estado y de la democracia española”?..... Al igual que nadie, ningún demócrata, hubiera entendido el 23-F negociar con Tejero o Miláns del Bosch, y menos aún sin deponer nítidamente sus totalitarios comportamientos fascistoides y rendirse, ahora ningún demócrata puede justificar o minimizar hechos tan graves ni contemporizar con comportamientos y objetivos tan similares….pues en ambos casos lo que está en juego es la Democracia. Es por tanto deprimente y preocupante ver y oír en determinados medios a tertulianos (políticos o no), supuestamente democráticos, poniéndose de perfil ante semejantes liberticidas; y es inquietante y peligroso que desde el Gobierno se mantenga el paripé de un diálogo inexistente, con el argumento de ser un deber institucional, sin exigir previamente un acatamiento expreso al orden constitucional establecido y una previa renuncia clara a cualquier procedimiento totalitario. Pero, ya ven, el actual...... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

lunes, 17 de diciembre de 2018

ZAPATERO, EL QUE FALTABA

                        En plena ebullición de la crisis catalana aparece en escena su principal muñidor, el ex Presidente Zapatero, cuyo Gobierno dejó a Cataluña, en colaboración con el ex President Montilla, y al resto de España en la mayor crisis política y económica conocida en toda nuestra Democracia. Y aparece ahora ZP manifestando, entre otras cosas: “no justifico a Maduro; trabajo para que no haya un conflicto civil allí”, “me pareció interesante hablar con Otegi sobre el proceso del fin de ETA”, “el resultado andaluz debe preocupar en el PSOE, pero no angustiar” y, referente a los secesionistas, “no son golpistas; yo animo a Sánchez a seguir con el diálogo”. Ya ven, ninguna de sus declaraciones tiene desperdicio. Sobre Venezuela, donde hasta el mismísimo Pablo Iglesias reconoce ya que “la situación política y económica ahora es nefasta”, sólo le faltaría justificar al visionario Maduro…..¡menos mal que, según ZP, su “trabajo”, que nadie quiere en la oposición al régimen chavista, es lo que está evitando un “conflicto civil”!....como si no fuera poco conflicto carecer de libertades, de alimentos y de las necesidades más básicas del ser humano y tener que buscar refugio masivamente fuera del país. Sobre ETA, derrotada y aislada por la Democracia española, no se entiende dónde puede encontrarse aspectos interesantes hablando con sus dirigentes, en este caso con Otegi, sobre el proceso del fin del terrorismo por parte de la banda, cuando lo único que interesa en estos casos es la exigencia contundente de disolución de la misma y de la entrega de las armas, así como que los asesinos se entreguen y comparezcan ante los tribunales de Justicia para dar cuenta de todo el daño causado a los españoles y pagar en las cárceles por ello. Sobre el PSOE, que él ya dejó bien tocado, aunque Sánchez superó luego con creces el descalabro electoral socialista, cabría decir que en PSOE cabe algo más que una simple preocupación, como dice ZP, ante la deriva hacia ninguna parte de sus actuales dirigentes desde que tomaron el relevo de Felipe González y compañía, llevando al partido a esta situación dramática si tenemos en cuenta su indiscutible protagonismo en la gobernabilidad de España durante la democracia como para andar ahora apenas gobernando y gracias al escaso apoyo de populismos radicales y secesionistas totalitarios tanto de izquierdas como de derechas. Y sobre los secesionistas, lo que dice ZP, ya es el colmo, animando a Sánchez a un diálogo inexistente e imposible, que, en realidad, es una permanente amenaza de los secesionistas, que para él no son golpistas, cuando sus dirigentes están procesados por gravísimos delitos de rebelión o sedición por el alzamiento contra el Estado de Derecho y el no acatamiento desde las instituciones que gobiernan de las reglas de juego democráticas establecida en nuestra democrática Constitución, que, cuando les interesa, se la saltan a la torera, desde aquella irresponsable promesa que les hiciera ZP cuando gobernaba en España en el sentido de que todo lo que saliera del Parlament de Catalunya sería respaldado por el Gobierno español…..y pasó....(sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

viernes, 14 de diciembre de 2018

INSÓLITO E INTOLERABLE

                        Es insólito, y sería intolerable en cualquier país democrático del Planeta, que el Gobierno legítimo y democrático sea coaccionado en su libertad de celebrar el Consejo de Ministros en la ciudad del país que considere oportuno. Pero en España, por lo visto, es normal y tolerable. Pero es más insólito e intolerable todavía que el citado Gobierno encima no tome medida alguna contra quienes le coaccionan con el apoyo, por acción u omisión, de otras instituciones territoriales del Estado, sino que, por el contrario, intente reunirse con sus totalitarios gobernantes como si nada anormal sucediera y sin contrapartida democrática alguna a cambio, aunque sólo fuera de cara a la galería. Es lo que sucede con la anunciada celebración en Barcelona del Consejo de Ministros el próximo día 21, para lo que el Ejecutivo se ve obligado a movilizar nada menos que a unos 9.000 agentes si quiere garantizar dicha celebración y proteger al Consejo Ministerial, mientras los CDR, alentados desde la propia Generalitat, con cuyos dirigentes quiere reunirse Sánchez, llaman directamente a dar la batalla contra dicha iniciativa gubernamental. En efecto, los radicales, sin desautorización alguna por parte del Govern dirigido por Torra, organizan comandos para asaltar Barcelona ese día, pues un “ejército” de unos 6.000 CDR recluta a la guerrilla (no se puede llamar de otra forma) del 21-D, según los planes para reventar la reunión del Ejecutivo en la capital catalana y sembrar el caos en Cataluña, marcando objetivos que van desde el centro de Barcelona a carreteras, puertos, estaciones y aeropuertos, en tanto que los GAAR (Grupos Autónomos de Acciones Rápidas, nacidos a la sombra de los CDR hace unos meses), “brazo operativo” de los radicales CDR y que utilizan métodos de la “kale borroka” de ETA, se encargarán de atacar a las Fuerzas de Seguridad del Estado, poniendo de alguna forma la totalitaria y violenta “vía eslovena” que tanto le gusta a Torra. Por su parte los Mossos, en plena protesta por las condiciones laborales en que les tiene sometidos el Govern catalán, alertan de que “la Llotja es una ratonera para el Consejo de Ministros”, siendo el lugar elegido por Sánchez para celebrar el evento, mientras Artadi, la Consellera y Portavoz del Govern, sostiene que “si la preocupación del Gobierno es la movilidad, la reunión en el centro de Barcelona seguramente no es la mejor elección” e insiste en que el Govern va a garantizar “todos los derechos, tanto el de reunión como el de manifestación” a través del Cuerpo de los Mossos, olvidando Artadi que una cosa es el derecho de manifestación (pacífica, previamente solicitada y reivindicativa) y otra bien distinta la amenaza violenta, que obviamente no supone derecho alguno sino todo lo contrario….en este caso, convocada para impedir mediante la violencia el derecho del Gobierno de España a celebrar un Consejo de Ministros donde considere oportuno, lo que no generaría problema alguno, ni tamaño despliegue de las Fuerzas de Seguridad para garantizar el orden, en ningún Estado de Derecho Democrático del mundo. Pero aquí, ya ven….y, para colmo...... (sigue leyendo en  Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

miércoles, 12 de diciembre de 2018

FASCISTOIDE, INSENSATO E INCAPACITADO

                        El fiasco del plan de Sánchez en Cataluña, manteniendo una absurda apariencia de diálogo con el totalitario Torra y compañía, hace saltar todas las alarmas tras la apelación de éste a la vía violenta para conseguir la independencia unilateral de Cataluña, con los incontrolados CDR en las calles, haciendo de las suyas, y con dirigentes del grupo terrorista Terra Lliure resurgiendo para exigir la toma del Parlament. A base de golpes, totalmente predecibles, Sánchez va bajando del burro y poco a poco (¡mira que le cuesta!) va entendiendo que con los secesionistas totalitarios no se puede ir ni a la vuelta de la esquina, mientras él gobierna gracias a su apoyo. En efecto, cada vez cuelan menos los paños calientes y las comprensiones incomprensibles, sobre conductas claramente fascistas y antidemocráticas, pisoteando el Estado de Derecho y la Constitución que le avala. Y Sánchez lo va entendiendo con cuentagotas, no sólo porque tanto PP y Ciudadanos se lo exija, sino que también porque muchos socialistas ya se lo piden. Y, aunque el Gobierno sigue amagando con el 155, pero no actúa pese a la tensión social, las amenazas in crescendo de Torra y la crisis manifiesta entre Govern y los Mossos, al menos ya da el paso de empezar a llamar las cosas por su nombre, para que todo el mundo lo entienda, y de advertir por carta a la Generalitat de las posibles consecuencias que podrían derivarse si persiste en su intolerable actitud antidemocrática. Algo es algo. En efecto, el Gobierno de Sánchez, tras acusar a Casado y Rivera de crispar, no descarta ahora la posibilidad de suspender la autonomía catalana, y, asumiendo el fracaso de la distensión tras la “vía eslovena” de Torra y el varapalo del PSOE en Andalucía, manda tres cartas (Carmen Calvo, Marlaska y Ábalos) al Govern de la Generalitat advirtiéndole de que tomará medidas ante “la dejación de funciones” y de que enviará a la Policía, mientras Moncloa estudia asumir el control de las cuentas de la Generalitat, de los Mossos y de las infraestructuras para garantizar el orden (mínimo cometido de todo Gobierno que se precie). Y, mientras el PP pide en el Senado aplicar ya la Ley de Seguridad para intervenir la policía autonómica, la vicepresidenta Carmen Calvo advierte de “consecuencias” por la permisividad ante los CDR, Marlaska advierte de que las Fuerzas de Seguridad intervendrán si se mantiene la pasividad de los Mossos, y antidisturbios vigilarán la reunión del Consejo de Ministros en Barcelona, que los secesionistas pretenden reventar, en tanto que un fundador del grupo terrorista Terra Lliure llama a tomar el Parlament ese día. Lógicamente van surgiendo voces críticas socialistas ante la nefasta gestión de la crisis catalana: el Presidente de Aragón exige al Gobierno elevar la presencia del estado en Cataluña y tacha a Torra de “fascistoide”, la ministra Margarita Robles dice que el líder catalán es un “insensato” que está “incapacitado” para el cargo, y la diputada socialista Soraya Rodríguez atribuye el descalabro andaluz “a la moción de censura apoyada por los independentistas”. Ya ven, lo que todos sabemos y lo que a Sánchez le cuesta tanto entender. Entretanto....... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

lunes, 10 de diciembre de 2018

LA VÍA ESLOVENA

                        Aunque nada tenga que ver Yugoslavia con España, ni en términos históricos (la República Federal Socialista de Yugoslavia nace en el s. XX tras la Segunda Guerra Mundial, y España es uno de los primeros estados modernos nacidos en el s. XV, nada más finalizar la época feudal en la Europa Occidental), ni en términos políticos (la Yugoslavia socialista no gozaba de libertades democráticas y España goza de todas la libertades al uso en las democracias occidentales), Torra se empeña en buscar similitudes entre ambos países para justificar su proyecto de independencia unilateral de Cataluña y, en su esquizofrénico proceder, apoya ahora la “vía eslovena” como paradigma, cuando con la independencia unilateral de Eslovenia se desencadenó la llamada guerra de los Balcanes que finalmente acabó con la desaparición del Estado de Yugoslavia y la independencia consecuente de varios de sus territorios. Obviamente mediante la violencia y la guerra. Así Torra, en un ataque de sinceridad subconsciente, desvela su apego al uso de la violencia para conseguir su objetivo secesionista, olvidando que, en ese caso, no siempre, como en Yugoslavia, se consigue el éxito de la independencia pues el Estado quedaría legitimado para responder a la violencia y someter al territorio en cuestión…y, en todo caso, al margen del resultado final, dejando un rastro de sangre y ruina económica inevitable. No extraña pues que Torra haya desatado la indignación casi generalizada al invocar la vía violenta de la secesión eslovena (vamos, que si tuviera unas fuerzas armadas a su cargo no tendría escrúpulos en alzarse militarmente contra España), por lo que, desde Colau a Fernández, pasando por Iceta, Arrimadas o Ábalos, le tachan de irresponsable al poner de ejemplo un conflicto armado para conseguir la independencia de Cataluña. Pero obviamente, la vía violenta, que defiende Torra, ya sin tapujos, no surge por arte de magia y, al efecto, los Comités de Defensa de la República campan a sus anchas y utilizan la violencia para amedrentar a los catalanes y cuando los Mossos actúan contra ellos el President en vez de apoyarlos para que restablezcan la paz y el orden se inclina por cargar contra su propia policía (insólito en cualquier gobernante), ordenando a su Conseller de Interior que depure a los mandos y provocando la lógica indignación en los propios mossos, mientras el Gobierno de Sánchez calla ante la intención de Torra de depurarles. No extraña pues que los violentos CDR, con el apoyo, por acción u omisión, del Govern a sus protestas callejeras, rechacen tumultuariamente en las calles la anunciada celebración del Consejo de Ministros el día 21 en Barcelona; que colapsen la AP-7 durante quince horas ante la pasividad de la Generalitat; o que los jueces denuncien la pasividad del Govern frente a los ataques que reciben en Cataluña. Es lo lógico con un Quim Torra que da cuatro días de plazo a su conseller para que depure responsabilidades por las actuaciones de los mossos, quienes amenazan con bajas ante la anunciada purga y se sublevan por la continua politización, al acusarles el conseller de no ser una “policía democrática” por haber cargado contra los violentos CDR durante los disturbios del 6-D para intentar impedir celebrar el aniversario de la Constitución por las calles catalanas, especialmente en Gerona y Tarrasa. Y ante este indignante...... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

viernes, 7 de diciembre de 2018

MANDATO PERMANENTE DE CONCORDIA

                        Hace cuarenta años los españoles, haciendo memoria histórica, a la que tanto se apela ahora, decidimos finiquitar un pasado de discordia y desencuentro entre nosotros mismos que, durante casi dos siglos, nos había dejado un repudiable legado de motines, pronunciamientos militares, golpes de Estado y dictaduras, tras los que los vencedores diseñaban parcialmente su proyecto constitucional (a veces con apariencia democrática), es decir, unas reglas de juego, pero contra los vencidos quienes dentro de las mismas no podían desarrollar el normal ejercicio libre y democrático de sus objetivos. La consecuencia, breves periodos de paz impuesta y apariencia de cierta concordia hasta el siguiente golpe, conservador o progresista, y vuelta a empezar. Era la cruda y trágica realidad decimonónica, pues media España, la vencedora, contra la otra media, la vencida, más que un marco de libertades le imponía un corsé asfixiante hasta que, para colmo, Cánovas y Sagasta, tras el estrepitoso fracaso de la Primera República y el pertinente golpe de Estado, deciden un cambalache de turno formal pacífico de sendos partidos, que acaba definitivamente con el escaso pluralismo político anterior, dando paso a una dictadura, la del General Primo de Rivera, y a la Segunda República, que desemboca finalmente en una cruel y sangrienta Guerra Civil para dar paso (de nuevo los vencedores y vencidos) a la larga dictadura de Franco, tras cuya muerte los españoles dimos este giro copernicano, elaborando, por primera vez en la Historia de España, una Constitución consensuada para todos y entre todos, por amplísimo consenso, en la que cupieran todos los españoles y no sólo los violentos vencedores, como había venido sucediendo hasta entonces. La positiva consecuencia, el mayor periodo, cuarenta años, de progreso y convivencia en paz y libertad de todos los españoles. No en vano, en este cuarenta aniversario, el Jefe de Estado, Felipe VI, reivindica la Carta Magna como la primera norma que une, y no divide, a los españoles, asegurando con razón que es “La Constitución, un mandato permanente de concordia entre los españoles” y “el alma viva de la democracia”, que “no hay que desvirtuar los valores de la Constitución sino reivindicarlos”, ensalzando su “espíritu de reconciliación e integración”, reiterando el compromiso de la Corona con el pacto de convivencia que “trajo a España democracia y libertad” y pidiendo “construir una España abierta a los cambios en la sociedad”. Además el Rey destaca el papel que en la Transición tuvo su padre y reconoce, como hace todo el mundo, su labor en aquellos difíciles años, al extremo de que el acto en el Congreso del cuarenta aniversario de la Carta Magna, con presencia de todos los ex Presidentes del Gobierno, se convierte en un homenaje a la Corona, recibiendo Juan Carlos una larga ovación de todos los diputados salvo los de Podemos, que se mantuvieron al margen. Sabias y acertadas palabras de nuestro Jefe del Estado justo cuando algunos ...... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

miércoles, 5 de diciembre de 2018

TENEMOS UN PROBLEMA

                        Mientras PP y Ciudadanos pugnan por presidir el Gobierno de Andalucía, ya que, tanto Moreno como Marín se ven con igual legitimidad para liderar el cambio que han votado los andaluces, castigando severamente al PSOE-A, lo que ha disparado las hostilidades entre Pedro Sánchez y Susana Díaz, quien, al igual que otros barones del PSOE, atribuye el fracaso electoral, entre otras cosas, a la relación del sanchismo con los independentistas, Pedro y su Ejecutiva reaccionan pidiendo cínicamente  la cabeza de Susana por haber obtenido los peores resultados de toda la historia del PSOE-A, olvidando incoherentemente que él, después de obtener los peores resultados históricos del PSOE en España, no hizo lo que ahora exige a la Presidenta andaluza y ni siquiera cuando, empecinado en seguir como líder del socialismo español, superó su propio histórico fracaso en las siguientes elecciones generales (dos fiascos electorales socialistas consecutivos  liderados por él), dejando al PSOE al nivel mínimo histórico de apoyos ciudadanos. Haz lo que yo diga, pero no lo que yo haga. No en vano los barones socialistas temen que el fracaso electoral en Andalucía, siendo el territorio con mayor implantación socialista, “se puede reproducir" en otras Comunidades Autónomas por el mal rollo del Gobierno de Sánchez con los secesionistas catalanes, y exigen tomar distancia clara del independentismo, considerando que, de no hacerlo, “tenemos un problema”; pero Sánchez, con tal de resistir en Moncloa como sea, opta por agitar un frente antiderecha y busca aprobar los Presupuestos con ERC y PDeCat, protagonistas de un ilegal y anticonstitucional “procés” secesionista, para retrasar la convocatoria de elecciones generales, mientras su socio Pablo Iglesias ya moviliza la calle contra Vox, cuyos dirigentes advierten de que “cuanto más nos insulten más nos van a apoyar”. Y, con cientos de estudiantes manifestándose en varias ciudades andaluzas tras la llamada de Podemos y con Ferraz marcando la salida de Susana, que se resiste a dimitir y achaca los malos resultados electorales a la política del Gobierno, PP y Ciudadanos, condenados a entenderse, pugnan por presidir la Junta, con el inesperado protagonismo de Vox, cuyo líder territorial, Serrano, dice que “sin nosotros no se hubiera producido este vuelco histórico; somos la llave del Gobierno con nuestros doce diputados”, mientras Moreno, el líder del PP, que acepta los votos de Vox, sostiene que “el apoyo de Vox es necesario para la investidura, luego ya se verán pactos puntuales y formas de Gobierno” y Marín, el líder de Ciudadanos, que trata de lograr la abstención del PSOE, dice “vamos a volcarnos en un Gobierno presidido por Cs con el apoyo del PP y el desbloqueo del PSOE; estamos legitimados”, a lo que el popular Moreno responde que “si Ciudadanos salva a Susana Díaz, no podrá volver a Andalucía”. Y Santiago Abascal, el líder máximo de Vox, pontifica, pensando ya en las generales, con que.... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

lunes, 3 de diciembre de 2018

Y ANDALUCÍA VOTÓ

                        Susana Díaz se empeñó en adelantar las elecciones andaluzas, precisamente para que no coincidieran con un previsible fallo judicial condenatorio por el caso de los ERE, y ya tiene los resultados. Al efecto, había borrado la palabra “corrupción” de su programa electoral y al final de la campaña incluso había agitado la bandera del miedo para convulsionar el voto de derechas, alertando del peligro de votar a Vox, partido que centraba el debate político y al que hasta la Vicepresidenta del Gobierno, la inigualable Carmen Calvo, tachaba de “inconstitucional” (cuando ella no tiene reparos en gobernar España con apoyo de secesionistas totalitarios y populistas radicales), mientras Susana lo acusaba de ser “cómplices de maltratadores”, provocando que su líder, Abascal, calificara a la Presidenta andaluza de “sinvergüenza”. Y obviamente, Susana, para descontaminar a Andalucía de las pintorescas políticas del Gobierno socialista español, había minimizado la presencia en la campaña de su jefe, Pedro Sánchez, su encarnizado rival por el liderazgo socialista, del que había sido desplazada por él mediante una bronca campaña interna de primarias, repleta de insultos y descalificaciones públicas groseras, indigna entre socialistas de verdad, aunque, eso sí, aparentando ahora, pública y demagógicamente, absoluta sintonía con él en los escasos actos de campaña para dar sensación de normalidad en sus frías relaciones y paliar sus evidentes discrepancias políticas en temas fundamentales para España. Pero ninguna de las estrategias de Susana Díaz y Pedro Sánchez ha funcionado. Andalucía votó, como ella quería, y, superando las más negativas previsiones demoscópicas para el PSOE, los andaluces le han dicho un no rotundo precisamente en su más fiel y mayor granero de votos socialistas, en el único territorio español donde todavía no ha habido alternancia política durante todo el periodo democrático. Los resultados (y ahora ya no son encuestas), con una abstención del 41´35%, la más alta de los últimos 28 años, han sido los siguientes: PSOE, 27´9% de votos y 33 diputados (frente a los actuales 35´4% y 47 escaños); PP, 20´7% y 26 (frente a 26´7% y 33); Ciudadanos, 18´2% y 21 (frente a 9´2% y 9); Adelante Andalucía Podemos-IU y compañía, 16´1% y 17 (frente a 14´8% de Podemos y 6´8% de IU, es decir, frente a un 21´6%, y 15 de Podemos y 5 de IU, es decir, frente a 20 escaños); y Vox, 10´9% y 12 (frente a 0´4% y 0). Aunque ahora toca hacer todo tipo de análisis pormenorizados, está claro que la espectacular subida de Ciudadanos (9 puntos porcentuales y 12 escaños) y la de Vox en su irrupción parlamentaria (10´5 puntos y 12 escaños), frente a la importante caída del PP (6 puntos y 7 escaños), la de Adelante Andalucía Podemos (5´5 puntos y 3 escaños) y el descalabro del PSOE (pierde 7´5 puntos y 14 escaños), diseñan un claro triunfo de la derecha (PP, Ciudadanos y Vox) con un 49´8% de votos y 59 escaños, frente a la izquierda (PSOE-Podemos) con un 43% de votos y 50 escaños. En definitiva, el PSOE se hunde en Andalucía y la ultraderecha irrumpe en España, el PP aguanta a duras penas como segunda fuerza política andaluza y Ciudadanos, que dobla escaños, no consigue el ansiado “sorpasso” a los populares. Y mientras.....  (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)