lunes, 21 de diciembre de 2020

NAVIDADES CAÓTICAS

                             Mientras la vacuna está a punto de llegar a medio centenar de puntos secretos en España, al igual que sucederá en el resto de países de la UE, el Tribunal Supremo, desoyendo al fiscal, pedirá investigar la gestión de la pandemia del coronavirus aunque dejando que sean los juzgados ordinarios competentes quienes estudien si hubo responsabilidades penales en la crisis sanitaria; por tanto, el TS rechaza la posición de Fiscalía de archivar las querellas y las remite a los juzgados ordinarios para que, entre otros aspectos, investiguen en cada caso la omisión de medidas de seguridad para sanitarios o policías y las muertes de ancianos en residencias, considerando que determinadas conductas durante la pandemia deben ser investigadas frente al criterio de Fiscalía, que apostaba por un archivo generalizado de las querellas y denuncias presentadas, y si las diligencias que practiquen dichos juzgados evidencian la existencia de indicios de responsabilidad contra algún aforado será cuando, en su caso, el juez instructor lo eleve al Alto Tribunal.  Todo ello cuando, al margen de los estragos anteriores, son casi 18.000 muertos más por la pandemia los que hay que sumar en este otoño negro, y cuando se constata un alarmante repunte de infecciones que nos aboca a unas Navidades caóticas a causa de la falta de un modo de actuación común y concreto contra el virus en todo el territorio español ya que serán las CCAA quienes decidan en sus respectivos territorios al respecto. En efecto, unas Navidades del caos ya que, según la región española donde se celebren, darán lugar a diecisiete Navidades diferentes pues, aunque el Gobierno avisa de que “crecerán los contagios”, renuncia al mando único para combatirlos, con lo que cierres, viajes, número de personas en reuniones familiares y horarios de toque de queda dependerán de cada Autonomía en medio de una confusión generalizada para el conjunto de los españoles que habrán de echar mano de una especie de manual de instrucciones para que, dadas las variedades territoriales, su conducta se ajuste a la variopinta normativa. ¿No hubiera sido más razonable acordar e imponer una normativa común para todo el territorio español como hacen otros países? Por lo visto, no. Aquí Illa se inhibe de la responsabilidad ministerial en las “17 Navidades diferentes”, que niega a pesar de su evidencia, y se limita a comunicar que el reparto de vacunas empezará el día 27 de diciembre y que será “equitativo”, dejando hacer a los gobiernos regionales cuando apenas hace un mes dijo todo lo contrario, con lo que al final, delegando en las CCAA los temas logísticos, de personal y administración, tanto para vacunar como para celebrar las Fiestas Navideñas, se consolidan diecisiete planes diferentes en ambos asuntos en esta España esquizofrénica de las Taifas o Estados Autonómicos que en vez de un Estado, centralizado o federal, más bien parece un conjunto de territorios a la gresca entre ellos y empeñados en agudizar sus diferencias en vez de consolidar sus semejanzas e intereses comunes, como hacen incluso los Estados Federales existentes en el mundo. En definitiva, un Estado, el español, con tendencia a convertirse en un Estado fallido, en el que sus ciudadanos cada vez agudizan más lo que les separa en vez de lo que les une, que es mucho, por lo que cada vez con más intensidad se cuestionan sus instituciones, empezando por la propia Jefatura del Estado, y se degrada la esencial división de poderes que ha de inspirar a cualquier estado democrático. No extraña pues que, según NCReport, en medio de una alentada división ciudadana ante una posible vuelta del Emérito a España, la mayoría de españoles crea que el Gobierno actual de coalición no apoya la Monarquía como forma de Estado, pues es obvio que, al menos, parte de dicho Gobierno, el sector comunista, defiende sin rodeos desde la propia institución el derribo de lo que llaman el “régimen del 78”, es decir nuestro actual sistema democrático, homologado y homologable con el del resto de países de la UE. Ni extraña que al inaugurar los Reyes en Madrid el monumento en memoria de los profesionales sanitarios fallecidos, acompañados de Ayuso e Illa, se oigan pitos para el Ministro y vivas al Jefe del Estado, pues la ascendiente división de los españoles en todos los niveles distorsiona ya incluso actos protocolarios que debieran ser aplaudidos por todos. Y mientras Sánchez hace cuarentena, a pesar de dar negativo, tras haber estado con Macron, infectado por el virus, lo que ha generado ciertas críticas ya que cuando dio positivo su mujer no se puso en cuarentena, el puente y las compras navideñas siguen empujando los contagios en esta dislocada España de variopintas fiestas navideñas según el territorio dónde se viva, la mayoría de ellos endureciendo las restricciones ante la inhibición del Gobierno que es en definitiva quien debiera tomarlas. Y por si fuera poco lo anterior....... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

 

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