jueves, 30 de abril de 2020

LA NUEVA NORMALIDAD

                        Sánchez anuncia su “plan de desescalada” para conseguir su “nueva normalidad” a la que se llegaría tras cuatro fases comprendidas entre el 4 de mayo y finales de junio; un plan establecido sin acuerdo alguno ni con la oposición ni con las CCAA, ni con los agentes sociales y económicos, por lo que, de entrada, tanto el PP como los nacionalistas se desmarcan del mismo en medio de bastantes críticas por parte de los demás agentes. El anunciado plan, decidido unilateralmente por el Gobierno, se aplicará por provincias e islas a distinto ritmo, con lo que cada demarcación irá avanzando (o no) para superar cada fase y poder pasar a la siguiente, siempre que consiga una serie de criterios establecidos o parámetros como, entre otros, camas libres de UCI, tasa de contagios, etc etc. Así, cada una de las fases de dos semanas de duración, tendrá un nivel y posibilitará el alcance de un disfrute diferente dentro del confinamiento. En líneas generales para la primera fase, o fase 0, que abarcará del 4 al 10 de mayo, se permitirá, entre otras cosas, paseos, peluquerías con cita y bares con comida para llevar; para la fase 1, del 11 al 24 de mayo, apertura de terrazas e iglesias con aforo limitado a un tercio del normal; para la fase 2, del 25 de mayo al 7 de junio, centros comerciales, teatros y futbol a puerta cerrada; y para la fase 3, del 8 al 21 de junio, playas, discotecas y transporte público al 100%. Un plan, en definitiva, impreciso e inconcreto, que más bien parece una declaración de intenciones, una especie de borrador, aceptable desde el punto de vista teórico pero que, en la práctica, deja demasiadas incertidumbres, preocupaciones y contradicciones desde el inicio, entre ellas que, salvo cuatro islas (Formentera, Hierro, Gomera y La Graciosa), que superan los parámetros de la fase cero e iniciarán el itinerario desde la fase uno, todo el resto de territorios inicie el plan de desescalada desde el nivel cero cuando hay lugares que, como dichas islas, cuentan con idéntico nivel para iniciarlo desde el nivel uno, y cuando incluso hay siete CCAA (Extremadura, Murcia, Valencia, Canarias, Andalucía, Asturias y Baleares) que ya reúnen las condiciones para iniciar el desconfinamiento desde la fase uno, pero se ven obligadas a iniciarlo desde el mismo nivel cero que las restantes, cuando algunas de éstas (especialmente Madrid, Cataluña, Castilla-La Mancha o Castilla-León) incumplen los parámetros incluso para iniciar la fase cero, si nos atenemos a la tasa actual de letalidad o de infección. Otros asuntos del plan en discusión son la demarcación provincial (el Gobierno hasta se abre ya a cambiar las provincias por áreas sanitarias), la limitación de la movilidad a la provincia hasta la última fase o el timorato proceso establecido para reactivar la economía con condiciones insuficientes e inviables para lograr tan necesario objetivo. Todo ello cuando se tiene la sensación de que, al no haberse hecho los deberes en tiempo y forma, se pretende ahora cargar las tintas en evitar, como sea y al precio que sea, un rebrote de la infección, cuando, siendo este objetivo muy importante, lo esencial y lo que hay que garantizar es que, en caso de que surja un rebrote (siempre posible salvo que toda la población estuviera confinada eternamente y aislada en sus casas), se cuente con los medios suficientes para controlarlo y erradicarlo lo antes posible, lo que requiere, entre otras cosas un previo y concienzudo estudio de la situación de la pandemia, que, lamentablemente, no se ha hecho en España, entre otras cosas por la escasez de test (y otros materiales sanitarios), admitiendo por fin el Gobierno que ha hecho menos test de los que dice al dar Sanidad, por vez primera, datos precisos al respecto (pese a que Illa habló de 47.000 PCR diarias, en diez días habrían aumentado sólo en 100.000), mientras a la OCDE se daba un dato inflado (incluyendo todo tipo de test y no sólo los PCR), con lo que situaba a España entre los mejores países, el octavo, para, resuelto, el entuerto, tener que bajarla al lugar decimoséptimo. Al final,....... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

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