El Gobierno se dispone a
iniciar una desescalada gradual y progresiva en medio de discrepancias con las
CCAA, que quieren pivotarla en sus respectivos territorios, aunque Sanidad lo
tiene bien claro y afirma que “la desescalada la dirige el Gobierno” y que las
CCAA, cuya presión para el fin del encierro ya desborda al Ejecutivo, sólo
saldrán del confinamiento cuando hagan test a toda persona con síntomas (los
famosos y escasos test que ya debieran haberse aplicado a gran parte de la
población). Es obvio pues que las CCAA proponen y el Gobierno, con todo el
poder en sus manos, dispone en una desescalada por territorios mientras Illa
enfría las expectativas de las autoridades autonómicas vetando sus hojas de
ruta ya que será el Ejecutivo y no las comunidades quien dirigirá y autorizará
los planes para un desconfinamiento gradual seguro cada vez más deseado. De
entrada, las CCAA que quieran suavizar el actual encierro tendrán duras
condiciones del Gobierno que les exige un nivel de capacidad sanitaria para
evitar que el sistema colapse en caso de un rebrote de contagios y pide
“habilitación de hoteles para casos leves que no puedan aislarse en un
domicilio”, pues no se trata de salir pronto y mal sino a su debido tiempo y
bien, con las mayores garantías de éxito posibles. No obstante las CCAA
presentan sus planes y alternativas, como dividir entre días pares e impares, por más que el
Ministerio las rechace y diga que es competencia “suya” el desconfinamiento.
Así las cosas, por decisión gubernamental, los niños menores de catorce años ya
pueden salir a pasear por un área inferior a un kilómetro de su domicilio y durante
una hora diaria acompañados por un mayor que conviva con ellos, mientras los más
mayores amenazan con protestas si son los últimos en poder abandonar el
confinamiento, tras el anuncio de Sánchez de que a partir del 2 de mayo, si
siguen disminuyendo los contagios, se podrá salir a pasear, correr y hacer deportes
individuales, aclarando que el Consejo de Ministros del martes día 28 aprobará
por fin el plan de desescalada progresiva, mientras Illa admite ante los
alcaldes que no existe aún un plan para desconfinar y el ministro Duque
reconoce que “no teníamos planes concretos y operativos para una pandemia”, lo
cual es cierto, lo que no debe servir de excusa para no reconocer los aciertos
y errores de gestión que se cometan para salir del laberinto. Entretanto, Illa
anuncia que hay por primera vez menos contagiados que curados tras eliminar a
los diagnosticados con los test rápidos o de inmunidad, afirmando que se han
“limpiado” los datos para valorarlos mejor. La realidad es que con 223.759
infectados, 23.190 fallecidos y 98.732 altas médicas, nuestros niños vuelven a
salir a la calle después de 42 días de confinamiento, quejándose algunos de que
“ni siquiera podemos jugar a la pelota”, mientras los expertos alertan de un
brote tras la salida de los menores y de que son necesarios los test para
garantizar la seguridad, que obviamente dependerá, entre otras cosas, de la responsabilidad
individual de cada uno de nosotros. Y aunque el primer día de paseo de los
niños se ha vivido con bastante normalidad, lamentablemente se han dado algunas
aglomeraciones indeseables en espacios públicos, pues..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista,
http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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