Cada vez se hace más
evidente la deficiente capacidad de nuestros líderes políticos para afrontar la
gobernabilidad del Estado lo que, inevitablemente, nos conduce a nuevas
elecciones….y que cada uno de ellos asuma la parte alícuota de responsabilidad
que le toque. Si son incapaces de pactar una investidura, un programa de
gobierno y un posterior Ejecutivo que lo lleve a efecto, poco más podemos
esperar de ellos, salvo las milongas que nos quieran contar para quitarse las
pulgas de encima cada uno de ellos y endosárselas al otro, que es en lo que
están. En el patético último pleno del Congreso, con luz y taquígrafos,
Sánchez, empeñado en su monocolor gobierno minoritario con el apoyo gratuito de
los demás, dijo cínicamente “no queremos elecciones; lo intentaremos hasta el
final”, mientras pedía a toda la oposición que se abstuviera para facilitar su
investidura y, en caso contrario, les hacía responsables del fracaso; su aliado
preferente, Iglesias, le ofrecía “sentémonos a negociar y a trabajar usted y
yo” para salir del atasco, a lo que el Presidente en funciones se negaba,
remitiéndolo a la fracasada mesa de negociación; y el resto de la oposición,
con quien no había habido ningún intento negociador, le instaba a que, como
candidato a la investidura, él era el máximo responsable de conformar una
mayoría parlamentaria y no los demás. Y tras este desencuentro en sede
parlamentaria, un sumiso Pablo Iglesias (al menos en apariencia) le ofrecía una
coalición temporal con la promesa de que si en el plazo de un año Sánchez no la
consideraba eficaz se retirarían los ministros podemitas pero mantendrían los
apoyos parlamentarios hasta el final de legislatura para demostrarle que es un
socio de gobierno fiable…..pero, como era de esperar, Sánchez lo rechaza a los
diez minutos de la llamada; ni siquiera quiere esta especie de gobierno de
coalición a prueba, siendo obvio que lo que quiere son elecciones o que todo el
arco parlamentario se ponga al servicio de su anhelado gobierno monocolor
minoritario. El Rey, tras constatar la ruptura Sánchez-Iglesias, recibe a la
Presidenta del Congreso y acelera las consultas, dando de plazo a los partidos
hasta el martes para pactar un gobierno estable o convocar elecciones, mientras
tanto Iglesias pretende que Felipe VI medie con Sánchez para una coalición, en
tanto que los constitucionalistas, analizando el artículo 99 de la Constitución
ante el bloqueo político, dejan bien claro que “el problema no es el papel del
Rey, son los políticos”…….¡ya sólo faltaba que éstos involucraran al Jefe del
Estado en su manifiesta incapacidad e irresponsabilidad de la que hacen gala
nuestros dirigentes políticos! Entretanto, asumido ya por Moncloa que habrá
elecciones, mientras dirigentes del PP apoyan una abstención después de los
comicios, Feijóo plantea un acuerdo PP-PSOE para evitarlas, una especie de
“gran coalición” ahora que ya se debatió en el PP en reuniones informales como
hipótesis, dividiendo al partido ya que unos lo ven como “golpe de efecto” y
otros creen que es “indigerible”, desconociéndose cómo reaccionaría Sánchez
ante la oferta de esta “gran coalición” PP-PSOE cuando, a la vista está, tiene
alergia a la “coalición” PSOE-Podemos. Y en medio de este caos político.....(sigue leyendo en Blog Mi punto de vista,
http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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