Sólo a una semana
después del Congreso Federal que ha ratificado de nuevo a Pedro Sánchez en el
liderazgo del PSOE de los militantes, el filopodemita líder socialista ya da de
nuevo sobradas muestras de poca fiabilidad y mucha inconsistencia como hombre
de Estado y, al igual que hizo la anterior vez (cuando lideraba el PSOE de
siempre), rompiendo el acuerdo para elegir los cargos de las principales
instituciones europeas, rompe ahora de nuevo con sus aliados y rechaza el
Tratado UE-Canadá de Libre Comercio, obligando a su “nuevo PSOE” a corregir el
voto, pasando vertiginosamente del sí al no a dicho Tratado, para quedarse
finalmente con la abstención definitiva, en menos de 24 horas. En efecto, todas
las posturas posibles en un instante, pues tras haber apoyado el Tratado en el
Parlamento Europeo, junto al resto de partidos socialdemócratas y otras fuerzas
políticas moderadas y mayoritarias en Europa, y tras haber hecho lo propio en
la pertinente Comisión del Congreso de los Diputados, antes de pasarlo al
Pleno, ya que ha de ser ratificado por todos los parlamentos de los países
miembros de la UE, sorprendentemente, por boca de la nueva Presidenta
socialista, Cristina Narbona, se anuncia el rechazo al mismo en el pleno, alineándose
así con IU-Podemos y con el resto de fuerzas políticas eurófobas, provocando la
sorpresa mayúscula en extraños y propios pues sólo la izquierda radical y la
extrema derecha radical europea están en semejante posición. Obviamente toda
Europa censura la posición de Sánchez contra la globalización, al extremo de
que hasta el mismísimo Moscovici, Comisario Europeo de Economía y socialista
por cierto, sorprendido ante la inconsistencia política de Sánchez, se reúne
con él y le reprocha que no respete el “patrimonio común” del proyecto
europeísta, le aclara además que “es el acuerdo comercial más progresista” y le
aconseja que “hay que conciliar ser de izquierdas y ser creíble”, para
diferenciarse de otras izquierdas populistas, y que “no siga los pasos del
socialismo francés”, totalmente destrozado. Y, ante tales recomendaciones,
Sánchez confirma a Moscovici que ni sí, ni no, simplemente abstención, con lo
que ni se alineará con la extrema derecha (de Le Pen, por ejemplo) y la extrema
izquierda (de Iglesias, por ejemplo) en el rechazo al Tratado, ni con la
mayoritaria postura de las fuerzas políticas europeístas, entre ellas la
socialdemocracia europea, en el apoyo al Tratado. Ya ven, al final, ni unos ni
otros, sólo Sánchez y su “nuevo PSOE” están acertados en Europa, el resto está
equivocado, no sabemos si todo este recorrido ideológico es producto de una
previa consulta a los militantes o de una decisión del actual aparato que
lidera, ya que anunció que todo lo importante lo consultaría previamente con la
militancia. Sí sabemos que en esta alocada deriva para captar votos (o apoyos)
de Podemos, el PSOE revisará... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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