martes, 27 de junio de 2017

REFERÉNDUM, NO; VOTAR, SÍ


                        La última incongruencia del “nuevo PSOE” de Sánchez no tiene desperdicio. Ante la incomprensible manifestación de uno de los alcaldes socialistas, el de Blanes, andaluz de nacimiento y catalán de adopción, advirtiendo a su partido de “iré a votar aunque me cueste el carnet” y sumándose así a otros ediles socialistas de siete municipios que, desafiando a Iceta, respaldan de alguna forma el ilegal referéndum, la dirección de Ferraz (la de los militantes) no sólo no les corrige ni les sanciona sino que, además, por boca de su portavoz, Óscar Puente, les avala ya que no ve “reprochable” que sus concejales participen en la hipotética consulta ilegal del 1-O, aunque, por otro lado rechaza el referéndum. ¿Alguien lo entiende? Es más, Miguel Lupiañez, que así se llama la lumbrera que gobierna en Blanes, tras negar el voto al resto de los españoles, que es lo que en definitiva se pretende con el ilegal referéndum, se pregunta, como alcalde, “qué daño hace depositar un voto en urna” y se contesta que “ninguno”, argumenta que, aunque se trata de “un referéndum ilegal” y la actuación “debe ser contundente”, hay que poner límites ya que “no se trata de un delito sino de una falta administrativa” y remata añadiendo que en Cataluña, comparada con el resto de España, “se vive de otra manera” y que “pasa igual con Dinamarca frente al Magreb, como España es distinta a Cataluña”, recordando que nació en La Alpujarra y que a los ocho años emigró con sus padres. Vamos, que le ha faltado decir, como en su día decía Jordi Pujol, que el resto de españoles, especialmente los andaluces, respecto a los catalanes son unos gandules que viven del cuento. Pero lo grave no es que este lumbreras diga lo que dice y se comporte como se comporta, colocándose en el más patético irrealismo, insultando a los españoles que no vivan en Cataluña como él y dando una bofetada a los más elementales principios democráticos y socialistas; lo grave es, sin lugar a dudas, que su partido, el “nuevo PSOE” de Sánchez, justifique semejantes barbaridades, olvidando que, como alcalde, es una autoridad, democráticamente elegida, y, como tal, no sólo ha de acatar la legalidad establecida sino incluso defenderla. ¿Cómo se puede reconocer un acto como ilegal y a su vez participar en él desde una perspectiva democrática? ¿Cómo puede avalarlo un partido con pretensiones de gobernar un Estado democráticamente? ¿Con qué garantías dicho partido pedirá el voto a todos los españoles, incluidos los catalanes, en las próximas elecciones legalmente establecidas y convocadas en tiempo y forma? En fin, el “nuevo PSOE” de Sánchez, el de la militancia, no da pie con bola y s.... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

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