Se destapó
definitivamente con el “caso Lezo” el gigantesco escándalo de corrupción en la
Comunidad de Madrid, mientras el juez Velasco investiga otra vía de
financiación ilegal del PP, rastreando el destino de 16´5 millones de dicha
Comunidad, y, finalmente, la ola de corrupción entre los populares madrileños
alcanza políticamente a Esperanza Aguirre, la ex presidenta madrileña, quien,
tras decir a Maíllo que “este calvario ha terminado” y enviar a Rajoy un SMS
para informarle de su decisión de dejar la política, comparece ante los medios
para dar a conocer su dimisión al sentirse “engañada y traicionada” por Ignacio
González, su mano derecha indiscutible, asumiendo así su responsabilidad
política por no haber vigilado más y mejor la gestión de sus subordinados,
nombrados directamente por ella. Alcanzada pues por la ola de corrupción,
aunque ella directamente no esté investigada, Aguirre deja la política y tanto
el PP de Madrid como a nivel nacional responden con frialdad a su decisión e
intentan limitar la responsabilidad política de la “operación Lezo” a la
dimisión de la dirigente que, en su día, aspiró a disputar al propio Rajoy el
liderazgo del partido; pero la oposición, ante tan suculento bocado, no se
conforma y acomete una ofensiva para pedir explicaciones al Gobierno de Rajoy,
exigiendo que Nieto, “número dos” de Zoido, explique su cita con el hermano de
Ignacio González y criticando a Catalá por mandar un SMS al expresidente
madrileño que decía “ojalá se cierren los líos”, que el ministro desvincula del
caso ya que, enviado el mensaje hace un año, se refería a los líos de
gobernabilidad que por aquel tiempo había en España. En definitiva, tirios y
troyanos a la gresca, mientras en Génova se teme que Ciudadanos fuerce a Rajoy
a comparecer en el Congreso y ya se piden dimisiones de ministros en el
Parlamento, complicando la agenda política del Ejecutivo, que atraviesa una
difícil situación, lo que añade incertidumbres al desarrollo de esta complicada
legislatura con un PP en la cuerda floja, por lo que ya se apunta incluso a
nuevas elecciones que, visto lo visto, serían poco recomendables en estos
momentos. Entretanto el juez Velasco, que investiga a Zaplana y a Villar Mir y
pide información sobre otros 58 presuntos implicados en la trama, concluye que
Casals y Marhuenda no coaccionaron a Cifuentes y confirma su inocencia cerrando
la investigación tras constatar que no existió ninguna “campaña” contra la
Presidenta de Madrid para favorecer a Edmundo Rodríguez, mientras se publica
que... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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