Así ha
definido Montoro el presupuesto para 2016 durante su presentación en el
Congreso y, como era de esperar, los distintos partidos usan el debate de los
presupuestos para lanzar su menaje electoral, dada la cercanía de la
convocatoria de elecciones generales. Como es lógico, el Gobierno esgrime la
recuperación económica como aval de una política económica que la oposición
enmienda en su totalidad. Dice Montoro que los presupuestos, alejados de
cualquier utopía irrealizable, sirven “para garantizar la estabilidad y el
empleo”, mientras que Sánchez los califica de “programa electoral” del PP… al
final, tanto PP como PSOE aprovechan la discusión parlamentaria de los
Presupuestos para hacer una serie de promesas electorales que los electores
tendrán que valorar en su justa medida. Sánchez da su primer mitin de campaña y
acusa a Rajoy de ser “un peligro”, mientras Montoro remarca el carácter
“social” del presupuesto frente a la “utopía” y recuerda al líder socialista
sus pactos municipales y autonómicos con los radicales tras las pasadas
elecciones. Esperemos que en el debate pormenorizado de los Presupuestos, ya
superado el debate de enmiendas a la totalidad con carácter generalizado, se
vaya diluyendo el tono mitinero de unos y otros para con datos claros,
concretos y concisos aprobar unas cuentas que, en este momento político, son de
vital importancia para el futuro inmediato de España. Ni la realidad, que sigue
siendo cruda a pesar de la recuperación macroeconómica, puede servir de excusa
para no priorizar un esfuerzo en atender a aquellos sectores sociales que lo
están pasando peor, ni la utopía demagógica e inviable puede imponerse
aprovechando el descontento de dichos sectores, pues, al final, confundir los deseos
con la realidad puede ser la peor de las soluciones y aprovechar la cruda
realidad para abandonar a los más desfavorecidos puede ser la peor de las
villanías. Esperemos que... (sigue leyendo en
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