La muerte de un
senegalés en el pueblo catalán de Salou cuando huía de una redada anti “top
manta” (al parecer se tiró por la ventana durante un registro a su vivienda)
desata la violencia de un centenar de compatriotas suyos al enfrentarse a los
“mossos”; una verdadera batalla campal, enmarcada en un contexto racista, que
deja un detenido y un par de decenas de heridos, el corte de la vía ferroviaria
y cuantiosos daños en una localidad volcada en el turismo y en pleno verano. Es lo que le faltaba a Cataluña, por si no
tuviera ya suficientes problemas. Entretanto se conocen aspectos organizativos
de la Diada, en cuya marcha, perfectamente organizada, los participantes serán
separados por tramos según su “segmento social”, pues, según el recorrido
propuesto por Ara es l´Hora, la entidad organizadora avalada por la ANC y
Omnium Cultural, los participantes (bien organizados como en los mejores
momentos del franquismo) serán colocados convenientemente en tramos
predeterminados en que figurarán jóvenes, payeses, bomberos, catalanes por el
mundo, inmigrantes, feministas, sindicalistas, sordos…. Impidiendo así la participación libre y espontánea de los
ciudadanos a la misma, aunque, de momento, se desconoce si se marcará incluso
la baldosa en la que cada uno de ellos habrá de colocarse. Tampoco sabemos si,
por ejemplo, un inmigrante, sordo, joven y feminista, tendrá la libertad
suficiente para optar por el “segmento social” de los cuatro a los que
teóricamente pertenecería. En fin, un despropósito más de estos liberticidas
que, sin lugar a dudas, venderán después la Diada como la manifestación
festiva, libre y espontánea que debiera ser, cuando, visto lo visto, tendrá más
parecido con aquellas celebraciones del famoso 18 de julio. Lo triste es que,
ante semejante esperpento organizado por los independentistas, partidos como el
PSC no tengan una contundente respuesta de repulsa, no extrañando que los
poderes regionales del PSOE, especialmente andaluces y manchegos, se opongan a
los privilegios fiscales como los que piden los socialistas catalanes (un claro
signo de solidaridad entre todos los españoles y de internacionalismo
ideológico) y rechacen... (sigue leyendo en
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