Sería de necios, como pretenden algunos,
ignorar o minimizar el éxito de Pablo Iglesias en su mitin del pabellón
deportivo de la Vall d`Hebrón de Barcelona ante unas tres mil personas, que
abarrotaban el recinto, y con varios cientos que se concentraban en las puertas
por la limitación del aforo. Perfecto escenario y, como debe ser, eufórico
auditorio para escuchar al líder de Podemos en su primer mitin tras su elección
como Secretario General, así como a Gemma Ubasart, cabeza del partido en
Catalunya, que se estrena con “Zapatero nos falló”, dejando claro que los
votantes del PSOE son su principal objetivo, y rematando con que toda aquella
esperanza puesta en el “no nos falles”, que ZP acogió con tanto entusiasmo, “se
vino abajo con una llamada de Berlín” para reiterar el ya conocido
euroescepticismo de Podemos. Un éxito no sólo por la habilidad dialéctica de
Iglesias, que también, sino por la habilidad estratégica, al elegir como
escenario el mayor caladero de votos socialistas en Cataluña, conocido como el
cinturón rojo por ser feudo tradicional del voto socialista, justo cuando el
PSOE-PSC está desacreditado para liderar y atraer con éxito al electorado de
izquierdas, justo cuando han hundido ya prácticamente a IU y justo cuando ambos
andan enredados en una paranoica indefinición ideológica con el tema
independentista y están siendo sobrepasados por las esquizofrénicas políticas
de CiU-ERC, CUP y compañía. Tras ella, remata Iglesias añadiendo, con toda
razón, que ... (sigue leyendo en Blog Ojo crítico, http://jcremadesena.blogspot.com.es/)
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