Mientras anda el Gobierno pretendiendo, con
la reforma de la ley de Enjuiciamiento criminal, entre otras cosas, ampliar las
escuchas sin autorización judicial, pudiendo el Ministro de Interior ordenar
que se intercepten comunicaciones sin la orden de un juez en casos “de especial
gravedad”, el fiscal Horrach ofrece a Urdangarín un juicio de conformidad… y
aquí paz y allí gloria. Un juicio de conformidad si el cuñado de Felipe VI no
quiere arriesgarse a ser condenado a más de 15 años de cárcel y acepta la oferta
de Fiscalía consistente en seis años de prisión y el pago de seis millones de
euros; no obstante, el Fiscal General, que da autonomía a Horrach sobre el
asunto, prefiere que no haya acuerdo. Aunque no es nada extraño esto de los
juicios de conformidad, a mi juicio, debieran aplicarse sólo en casos de
difícil investigación o para ahorrar gastos y esfuerzos determinados al Estado
si el acusado facilita el trabajo de la justicia considerándose culpable de los
delitos que se le imputen. En todo caso, Urdangarín tiene la posibilidad de
acogerse a esta figura que le brinda la ley. Él sabrá qué hace. Entretanto, en
el asunto de Bankía, Rato (que rechaza que hubiese “engaño”), Olivas y
Norniella, cobraron casi un millón y medio de euros en dietas “indebidas”, en
tanto que el fiscal correspondiente investiga casi cincuenta operaciones
irregulares denunciadas. Y, mientras en el “caso Gürtel” (los hay para todos
los gustos), el juez Pablo Ruz podrá continuar, al menos, hasta marzo, al
seguir hasta dicho mes en la Audiencia Nacional, Errejón, para intentar curarse
en salud de lo suyo, entrega textos antiguos para justificar su trabajo en la
universidad, que no hizo, en tanto que, en esto de justificar lo injustificable
(en la mejor sintonía con la estrategia de la “casta”) le avala su ... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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