Tras el sonado refuerzo
por parte de su pueblo en el referéndum, Tsipras pide un tercer rescate a
Europa sin que su nuevo ministro de Finanzas, Tsakalotos, sustituto del
polémico y chulesco Varoufakis, aporte ningún plan de reformas concreto que
avale la viabilidad del mismo. Para algunos Grecia se sigue burlando de Europa,
consciente de que su salida del euro no es la mejor de las soluciones al
conflicto, por sus repercusiones europeas no ya en el ámbito económico sino en
el político estratégico. Esa es la fuerza de Tsipras y no la de su ninguneado
pueblo. Esta postura irresponsable del gobierno de Syriza causa estupor y enojo
entre los demás líderes de la UE que observan atónitos como, sin concretar
contrapartida alguna, Tsipras tiene el descaro de solicitar un nuevo rescate de
unos 50.000 millones, mientras a los bancos helenos se les agotan los fondos y
el “corralito” tercermundista se prolonga más de lo deseable. Ante la petición
de este nuevo rescate, son los europeos quienes deben ahora fijar las
condiciones, con el precedente de que las fijadas anteriormente para solucionar
el aún pendiente segundo rescate fueron desestimadas por el pueblo griego a
instancias de su gobierno que ahora insiste en ser rescatado por tercera vez.
Son las contradicciones de un indecente populismo irresponsable del que nadie
se puede fiar. Y, entretanto, Obama presiona a Merkel, hablando con la
canciller alemana y con Tsipras para forzar un acuerdo que evite la salida de Grecia
del euro (razones geoestratégicas mandan) ante la resistencia a los chantajes
por parte de la UE, que son un virus peligroso para el futuro de la Unión. Menos
mal que ante este laberinto de intereses, de engaños y demagogias, siempre hay
alguien que pone unas gotas de sensatez, se trata en este caso del reputado
escritor Petros Markaris, manifestando tajante que “Ángela Merkel no es
culpable de la crisis sino Grecia”, ya que los griegos “necesitamos un acuerdo,
aunque sea malo, sino Grecia se irá al garete”, huyendo así del victimismo del
gobierno griego y sus teloneros e invitándoles a la autocrítica. Y lo hace
justo cuando el... (sigue leyendo en
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