sábado, 25 de julio de 2015

DECORAR LOS AYUNTAMIENTOS


                        Ahora resulta que colocar imágenes del Jefe del Estado, es decir el Rey, en lugar preferente en los ayuntamientos, tal como dice la ley, democráticamente establecida, es simplemente un asunto de decoración de los mismos. Es lo que se deduce tras la caprichosa retirada, por orden  de Colau, del busto de Juan Carlos I y del retrato de Felipe VI, posteriormente colocado en el Salón de Plenos por el portavoz del PP, ya que Podemos defiende semejante actuación con el argumento de que la alcaldesa “decore el Ayuntamiento como quiera”, mientras ella argumenta que lo hace por sus “convicciones republicanas”. En fin, simplemente un tema de decoración, como si se tratara del salón de su domicilio. La miopía política y el sentido patrimonialista del poder que tienen semejantes personajes les incapacita para entender que los símbolos de la Corona, porque así lo han decidido los españoles, trascienden las convicciones personales de cada uno, incluso la figura concreta de este o aquel rey, sino que representan a todos los españoles y su unidad, como sucede en cualquier Jefatura de Estado de cualquier estado democrático. Dicho de otra forma, Colau y su pandilla, puede tener a nivel personal las convicciones que le venga en gana, tan respetables como otras cualesquiera, pero como alcaldesa de todos los barceloneses (de todos, que no sólo de sus partidarios) está obligada a cumplir la ley y respetar al resto de instituciones que democráticamente los españoles, incluidos los barceloneses, se han dado. ¿Es tan difícil de entender? Lo triste es que retirar el retrato del Rey sólo conlleva, además de la reposición del mismo, una multa como sanción administrativa de hasta 1.500 euros, que esperemos se imponga a la citada alcaldesa. Lo grave es que no se trata de una mera ignorancia, sino de una estrategia de los grupos antisistema, tanto independentistas como radicales izquierdistas y populistas, para derribar el “régimen del 78”, comenzando por eliminar los símbolos de la Monarquía de los ayuntamientos donde gobiernan. No en vano, lo de Barcelona no es un asunto aislado, también sucede en Cádiz y otras ciudades, como Zaragoza, quitando el nombre de Príncipe Felipe al principal pabellón deportivo de la ciudad, o Montcada, retirando los símbolos monárquicos, en tanto que, en Baleares (donde el catalán vuelve a ser obligatorio    para los funcionarios), Armengol pide que se abra al público Marivent… En fin, cualquier cosa con tal de... (sigue leyendo en
Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

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