Aunque todo el mundo
sabe que en política, con minúsculas, cabe todo y a veces se dan extraños
compañeros de viajes, no está nada mal que, de vez en cuando, haciendo repaso
de las ocurrencias del pasado, cada líder político revisara sus ocurrencias
impresentables y pidiera disculpas por ello, bien a la ciudadanía, bien, en su
caso, al o los ofendidos. Pues bien, mientras en esta semana clave Pablo
Iglesias y Pedro Sánchez mantienen un pulso por liderar los pactos de
izquierdas (al margen de que el socialista negocie con Ciudadanos para intentar
que Gabilondo gobierne en la Comunidad de Madrid en detrimento de la ganadora
popular Cifuentes) e Iglesias se burla sacando pecho de que Sánchez haya sacado
el peor resultado electoral desde 1979, con lo que, aun perdiendo, el podemista
se autoproclama como indiscutible líder de la izquierda (por más que añada,
para disimular y obtener más rédito electoral, que no es ni de izquierdas ni de
derechas), no está nada mal que, echando mano de videotecas o hemerotecas,
sepamos con quienes nos estamos jugando los cuartos o, mejor aún, con quien se
está jugando el futuro el PSOE, cuyos militantes debieran conocer el concepto,
manifestado públicamente, que tiene Pablo de los socialistas y algunos de sus
líderes. Cierto que aún Iglesias no era líder de Podemos (todavía no se había
creado el partido como tal y éramos “casta” todos los políticos del sistema),
pero en diciembre de 2013, siendo presentado como politólogo y director de La
Tuerka, se permitió decir públicamente en una charla, sobre Carmona, que era
diputado en la Asamblea de Madrid, “el otro día el tonto de Carmona, del
Partido Socialista, dijo ´voy a hablar bien de los inspectores de Hacienda´, es
como que subnormal”. No cabe imaginarse la reacción de Pablo y compañía si
cualquiera de la “casta” le llamase a él o a cualquiera de ellos “tonto y
subnormal” con las connotaciones que conlleva tan intolerable lenguaje usado
despectivamente como es el caso. Hoy curiosamente el “tonto y subnormal” le es
necesario para que la lista de Podemos gobierne Madrid sin haber ganado las
elecciones, por más que en Barcelona, la candidata de Podemos reclame su
derecho a gobernar por haberlas ganado en la ciudad condal. ¿Sigue pensando Iglesias
lo mismo sobre Antonio Miguel Carmona? Convendría que lo aclarara cuando tanto
lo requiere como socio, pues esperemos que no se trate ahora de considerarlo
como un tonto útil (lo de subnormal, dada la superdotada inteligencia de
Iglesias, supongo que con poco que reflexione, no lo mantendrá). Aunque nada
debiera extrañarnos cuando... (sigue leyendo en
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