Mientras Susana Díaz
apura un pacto con Ciudadanos para ser presidenta antes del sábado, estando
dispuesta a pedir el acta de parlamentarios a Chaves y Griñán a cambio de
lograr esta misma semana el apoyo del partido de Rivera en la investidura a la
Junta de Andalucía, Ciudadanos apoya también a Cifuentes, la candidata del PP,
quien da en Madrid a C´s la Vicepresidencia primera de la Asamblea como gesto
para cerrar con ellos el Gobierno. Ciudadanos, convertido así en un verdadero
comodín para la gobernabilidad, ya ve “factible” investir tanto a Díaz como a
Cifuentes, considerando que la presidenta andaluza cederá y sacrificará a
Chaves y Griñán (no a priori como mantenían hasta ayer) y, seguramente,
considerando que la corrupción política en la Comunidad de Madrid nada tiene
que ver con Cifuentes. Y todo ello coincide con operaciones de investigación
sobre la corrupción en Andalucía (con decenas de arrestos de cargos importantes
del PSOE y de la Junta de Andalucía) y sobre la corrupción en Madrid (con
registros en domicilios de importantes personajes vinculados al caso Púnica),
que Ciudadanos, erigido en azote contra la misma, ha podido finalmente
considerar que eran asunto del pasado, pues, de lo contrario, no se entendería
su predisposición para favorecer las citadas investiduras, en las que priman
más dar “estabilidad” gubernamental aunque las detenciones por los cursos de
formación y los registros por el caso Púnica “no ayudan” a la consolidación de
los mismos. Por su parte se conoce que Sánchez pidió a Rajoy no tramitar nuevas
leyes hasta las elecciones generales, adelantándole al Presidente que, si las
gana, las derogaría; una advertencia que ha desatado la estrategia del PP
acusándole de radical, mientras... (sigue leyendo en
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