El primer cara a cara
electoral a través de Internet, entre Sánchez, Rivera e Iglesias, con el
asiento vacío de Rajoy, ha pasado finalmente con más pena que gloria. Al debate
sólo podían asistir los candidatos a presidente, por lo que los organizadores
vetaron la presencia de cualquier otro representante popular que no fuera el
Presidente del Gobierno, quien insiste en que, tal como se ha hecho siempre,
sólo debatirá en el cara a cara con el Jefe de la Oposición. Así el PP, que pretendía
estar presente pero con otro representante de relevancia política, quedaba
fuera del debate, que, por razones
obvias, quedaba devaluado. Un debate entre PSOE, Ciudadanos y Podemos, cuyos
candidatos, empeñados en consolidar las opciones de cambio el 20-D y sin el
referente obligado para contrastarlo, se enzarzaron entre sí en una serie de
acusaciones y en bastantes menos propuestas concretas, que, en todo caso,
quedaron sin el aval de la pertinente explicación de cómo se financiarían.
Según Rivera “para regenerar España es necesario solucionar los efectos de la
locura de la alternancia de PP y PSOE”, Sánchez se defiende diciendo que “los
socialistas hicimos las mayores transformaciones y avances en España y lo
volveremos a hacer”, e Iglesias, en su pertinaz rechazo a todo lo hecho hasta
ahora, dice que “hemos vivido muchos avances los últimos 40 años, pero es hora
de decir, muchas gracias 1978, hola 2016”, una más de sus frases para anunciar
la nada. Entretanto el PP, que no ve ningún “drama” en que Aznar no participe
en la campaña, promete, por boca de Rajoy, ayudar con 2.000 euros al año a
madres menores y olvida la ley del aborto, mientras fía su apuesta electoral a
las ayudas para el empleo, anunciando que eximirá de cotización los primeros
500 euros de los nuevos contratos durante toda la legislatura y que
subvencionará el paso de contratos temporales a indefinidos, bonificando
durante cuatro años a los empresarios que creen empleo fijo. Y si para el PP no
hay “drama” por el asunto de Aznar, en el PSOE puede haber tragedia en caso de
que se confirme la caída que vaticinan los sondeos, lo que eleva la presión
para relevar tras el 20-D a Sánchez, quien no acaba de iniciar,
demoscópicamente hablando, la esperada remontada frente a un PP que perdería un... (sigue leyendo en
Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es)
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