Artur Mas despide el año,
como ya es costumbre en todos los presidentes de nuestras CCAA, con un mensaje
en el que no menciona la corrupción ni hace referencia alguna a tan intolerable
asunto, justo cuando su maestro y padre político, según él mismo admite, Jordi
Pujol, su antecesor en la Presidencia de la Generalitat, es imputado por
blanquear comisiones que cobró su hijo, mientras el juez asimila al clan
familiar de los Pujol con una organización de tipo criminal. Es obvio que a
Mas, por mera conveniencia o por mero instinto de supervivencia política, lo de
la corrupción ni mentarlo, mientras el caos interno de la CUP, a la que sigue
presionando o suplicando para que apoye su investidura, retrasa una y otra vez
su decisión sobre Mas, dejándole con la miel o la hiel en la boca. Su
totalitario “procés” independentista, que comparte con ERC y otras fuerzas
catalanas, agrupadas en la coalición Junts pel Sí, donde las ideologías
políticas no importan (cabe desde la extrema izquierda a la extrema derecha),
tras fracasar en su empeño plebiscitario, le absorbe todas sus energías, sobre
todo desde que la CUP, formación anticapitalista donde las haya, se niega a
apoyarle como President, lo que supone, adelantar sobremanera su muerte
política anunciada. Por todo ello, entre otras cuestiones, el alumno aventajado
Mas no quiere ni oír hablar de las aventuras y andanzas de su maestro Pujol por
los escabrosos caminos de la corrupción (él, pegado al maestro durante toda su
vida, nada sabe del asunto) y prefiere quedarse con sus enseñanzas por los
escarpados caminos del nacionalismo político (bandera para ocultar cualquier
asunto) a las que ha superado dando el paso a un proceso independentista
claramente totalitario y antidemocrático. Por ello nada dice sobre que,
cercados los Pujol tras años y años de impunidad total, la Audiencia Nacional,
que asume ya toda la investigación al respecto, describa a la familia de su
maestro como una “organización” delictiva, o que el clan creó una trama para
“ocultar y lavar” su fortuna, o que los Pujol “orquestaron durante años una
estrategia para lavar capitales de presunto origen criminal”, como asegura el
juez, quien cita al patriarca del clan y a su esposa Marta para que explique el
día 10 de febrero en el juzgado por qué mintió al atribuir a una herencia el
dinero que tenía escondido en Andorra, acusándole de un delito de blanqueo de
dinero… Convergència, el partido nacionalista creado por Pujol y hoy sustituido
por su alumno Mas por DyL (intentando borrar la atiborrada mochila de
corrupción que lleva a sus espaldas), cree ahora que... (sigue leyendo en
Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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