En los momentos
difíciles que atraviesa Europa, amenazada por el yihadismo y en plena crisis
inmigratoria e identitaria, conviene reflexionar sobre la guerra en que está
inmersa Francia tras los últimos ataques terroristas, que no los únicos, pues
algunos grupos sociales y políticos buscan aprovecharla electoralmente
movilizando irresponsablemente a gentes de buena fe con proclamas demagógicas y
maniqueas erigiéndose en recalcitrantes pacifistas, es decir, en los buenos,
frente a quienes ejercen el natural y legítimo derecho a defenderse, a los que
presentan como recalcitrantes belicistas, es decir, como los malos, cuando la
realidad es que los malos, los perversos, son quienes, armados hasta las
trancas, arremeten adrede y de forma directa contra poblaciones civiles
indefensas en sus propios territorios o en los ajenos, provocando crueles
matanzas colectivas, sin ofrecerles ninguna alternativa concreta de defensa
inmediata ante semejante barbarie, sino meras reflexiones filosóficas sobre
genéricos principios de lo que debiera ser, pero no es, la condición humana, lo
que, en definitiva, favorece a los verdaderos recalcitrantes violentos, que son
quienes actúan de forma tan sanguinaria e intolerable. La realidad es que,
lamentablemente, la violencia y la guerra existen desde que el hombre es un ser
socialmente organizado, en términos científicos, o desde que Caín mató a Abel,
en términos bíblicos, y pretender acabar con semejante cruel realidad humana a
través de proclamas callejeras con la patente pacifista genérica de un “no a la
guerra” es, como mínimo, una ingenuidad irresponsable que, en definitiva,
favorece a los contendientes más perversos y crueles. La realidad es que en
todas las guerras que en el mundo han sido, al margen de vencedores y vencidos,
poner equidistancia entre los contendientes es un garrafal error o un perverso
proceder intencionado pues ni los objetivos, ni los principios, ni los niveles
de crueldad de los contendientes son equidistantes, siempre unos son mejores y
más humanos que otros. Y en esta concreta guerra de Francia, que es, o debiera
ser, de... (sigue leyendo en
Blog Ojo crítico, http://jcremadesena.blogspot.com.es/)
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