jueves, 17 de diciembre de 2015

AGRESIÓN A RAJOY


                        Un joven agrede a Rajoy en un paseo electoral en Pontevedra, propinándole un fuerte puñetazo en el rostro, que queda contusionado, tras acercarse al Presidente para pedirle un selfi, rompiéndole las gafas y haciéndole tambalearse. El agresor es un menor de 17 años, corpulento, que, presuntamente se declara galleguista, independentista, ultra del Pontevedra, radical, de extrema izquierda, simpatizante de las mareas y “antifascista”, por más que su comportamiento sea un acto puramente fascista; pertenece a una familia acomodada gallega, y, presuntamente, ha sido expulsado de varios colegios y ha necesitado tratamiento psiquiátrico. Tanto el Rey como los distintos líderes de los partidos políticos condenan la agresión, mientras Rajoy resta importancia al incidente y mantiene todos los actos de su campaña electoral, en tanto que el agresor es reducido por los escoltas y finalmente arrestado a la espera de lo que decida el fiscal. Hasta aquí el relato de unos hechos intolerables y la reacción políticamente correcta de los distintos líderes políticos. Sin embargo ni el suceso es casual, ni producto de un arrebato momentáneo, pues, al parecer, el agresor no sólo alardeó del ataque vil y cobarde, sino que además ha asegurado: “estoy muy contento de haberlo hecho” (en fin, una bomba de relojería suelta por las calles) y, lo que es peor aún, pues, supuestamente, la agresión fue preparada previamente ya que según los mensajes previos, sus amigos le jaleaban y le daban instrucciones con textos como “Capi, mátalo: los pulgares en los ojos…” y el propio Andrés, que así se llama el prenda, aseguraba “voy a hacer un atentado al PP”, lo que, de confirmarse definitivamente estos chats de WhatsApp nos pone en un escenario mucho peor ya que corroboraría que con sus amigos preparó la agresión y el más descerebrado de todos ellos la ejecutó. Ya sabemos que el figura, al ser menor de edad, está exento de responsabilidad penal, por lo que habrá que aplicarle la ley del menor aunque sólo le falten meses para ser mayor de edad, pero habría que investigar en su entorno, en sus amistades ideológicas y personales, si cabe la posibilidad de que haya sido el instrumento propiciatorio (su minoría de edad le haría idóneo) de hechos altamente peligrosos inducidos por mayores. Asimismo, aunque este no sea el momento ni el espacio, habría que reflexionar seriamente sobre cuestiones relativas a la ley de menores, a los responsables parentales o tutoriales de los mismos, sobre la violencia en general, no sólo sobre la física sino también sobre la violencia oral, y especialmente sobre la violencia política, sobre la educación de nuestros jóvenes, sobre los entornos que frecuentan… y sobre.... (sigue leyendo en
Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

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