Salvo que alguien lo
remedie estamos a punto de consumar un fraude electoral sin precedentes tanto
en Cataluña como en el resto de España, aplicando de forma torticera el juego
democrático tras la ausencia directa de mayorías absolutas indiscutibles, tanto
en las últimas elecciones autonómicas catalanas como en las generales que
acaban de ejercerse. Que la suerte de Cataluña en buena medida esté en manos de
la mayoría de la asamblea de la minoritaria CUP y que la suerte de España pueda
estar en manos de la minoritaria Podemos, tercera fuerza política elegida por
los españoles, no sólo es un fraude electoral a los ciudadanos sino además un
ejercicio de irresponsabilidad política ante ellos por parte, en este caso, de
Junts pel Sí en el caso catalán y del PSOE en el caso español, avalistas
respectivos, cuando no titulares, del engaño manifiesto a todos los españoles,
incluidos los catalanes, que en ninguno de los casos eligieron mayoritariamente
ser gobernados por opciones anticapitalistas y antisistema democrático, ni que
estas anacrónicas formaciones comunistas, en el mejor de los casos, ejercieran
un papel primordial en la gobernabilidad de sus destinos. Ni Artur Mas, que
cada vez pinta menos, por parte de Junts pel Sí, ni Pedro Sánchez, cada vez más
discutido como líder socialista, por parte del PSOE, entienden que, aunque
formalmente les avalase la matemática democrática y pudieran legítimamente
acceder al poder, no se pueden sumar churras con merinas ya que la suma de
elementos heterogéneos es, en el mejor de los casos, confuso y, tratándose de
elementos tan dispares, como es el caso, sólo puede acarrear graves
consecuencias, como ya ha sucedido en otras ocasiones. Si en el caso catalán la
gravedad ya radica en la variopinta y heterogénea oferta política de Junts pel
Sí, que engloba desde marxistas radicales a liberales, haciendo imposible
cualquier proyecto de gobernabilidad y pretendiendo además sumar ahora a
elementos claramente antisistema democrático, en el caso español lo grave, de momento,
es incorporar, como ya se ha hecho en la gobernabilidad de ayuntamientos y
autonomías, al variopinto mundo de... (sigue leyendo en
Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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