jueves, 24 de diciembre de 2015

SÁNCHEZ DICE NO A RAJOY


                        Como estaba previsto se produjo el encuentro en la Moncloa entre Mariano Rajoy y Pedro Sánchez; y, como se intuía, el líder de la oposición dice no al Presidente en funciones, lo que, de entrada y tal como está la matemática parlamentaria, supone decir no a la estabilidad gubernamental para la legislatura que acaba de iniciarse. En efecto, Sánchez, desoyendo a otros líderes de su partido, da un portazo a Rajoy y se cierra, al menos de momento, a cualquier propuesta afirmando que el país ha votado cambio, lo que, en principio, es no decir nada, pues, si nos atenemos a los resultados, habrá que convenir que los españoles no han decidido que ese supuesto cambio lo lidere el líder socialista al relegarle a la segunda posición política y concederle veinte diputados menos de los pocos que el PSOE ya tenía. Pero Sánchez, para corroborar su postura confía tener el respaldo de su partido el próximo lunes, aunque afirma “las líneas las marco yo”, mientras Susana Díaz precisa que “la política de pactos se decide en el Comité Federal”, lo que, para los analistas, supone, bien un desafío de Sánchez a Susana, bien una desautorización por parte de la líder andaluza a la supuesta pretensión del Secretario General del PSOE de buscar apoyos en Podemos, IU y los separatistas para convertirse en Presidente del Gobierno y camuflar de alguna forma su rotundo fracaso electoral. En fin, Pedro Sánchez, rotundamente, se empeña en no “permitir” que sus diputados respalden a Rajoy, ni con votos afirmativos a su investidura ni con la abstención, mientras Pablo Iglesias, frotándose las manos, cree que “no le dejarán” sus propios compañeros socialistas pactar con él, sin responder a las sugerencias del socialista de que no imponga una línea roja con el referéndum catalán que el podemita ha comprometido pública y definitivamente como guiño a los independentistas catalanes y a Ada Colau, quien acaba de permitir con la abstención de su grupo que el Ayuntamiento de Barcelona apoye la declaración radical rupturista de independencia de Cataluña, claramente antidemocrática, mientras Artur Mas presiona con que convocará elecciones si la CUP no respalda su investidura, por devaluada que quede, como President. En fin, este es el... (sigue leyendo en
Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

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