Por más que nuestros líderes políticos
intenten vendernos la burra, obviamente cada uno la suya, la realidad es que,
incluso intentando ser optimista, el panorama en España (y en Europa) sigue
empeorando a pasos agigantados y, lo más grave aún, sin perspectivas de que la
tendencia cambie a corto y medio plazo. Ninguno de los partidos políticos,
salvo Podemos, genera ilusión a los electores de cara al futuro, mientras
Podemos lo consigue precisamente porque no tiene pasado. Así lo reflejan las
últimas encuestas, incluidas al parecer las del CIS que están a punto de salir,
en las que entre los dos partidos, PP y PSOE, que nos han gobernado en
democracia, son incapaces de sumar el 50% de los votos en unas hipotéticas
elecciones generales, mientras el resto de partidos, eufóricos porque se
finiquite el bipartidismo, ven como las encuestas les relegan casi a una
presencia política testimonial ante el tsunami político de Podemos que, como
primer sorprendido por su meteórico ascenso, intenta bajar el pistón de sus
iniciales soflamas populistas de ultraizquierda y se autodefine como ni de
izquierdas ni de derechas (sino todo lo contrario) para seguir aglutinando el
voto de los descontentos y desencantados de la política democrática tradicional
al margen de su ideología. Por tanto no se trata de apostar por un proyecto .... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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