En esta especie de ruleta maldita de la
corrupción le toca ahora el turno a Chaves y Griñán, ex presidentes ambos de la
Junta de Andalucía, que serán investigados por el Supremo por el archiconocido
“caso ERE”, siendo encausados al ser la cúpula de la Junta mientras se
produjeron semejantes comportamientos indecentes que todo el mundo conoce por
parte de otros altos cargos. El TS cree “imprescindible” investigarlos, junto a
Zarrías y otros altos ex cargos, hoy aforados como ellos, por malversación de
855 millones y por prevaricación, ante determinados indicios de tener responsabilidad
penal sobre los hechos, mientras ellos, al parecer, solicitarán su declaración
voluntaria que les convertirá definitivamente en imputados. La jueza Alaya que
instruye el complejo caso de los ERE fraudulentos en su auto consideraba que
Chaves y Griñán permitieron la “disposición ilícita de fondos” y ahora habrá de
ser el Supremo quien decida finalmente al respecto. Como era de esperar, una vez
más, se desencadena el ritual a que ya nos tienen acostumbrados unos y otros
cuando algún político relevante queda en el punto de mira dentro del negro
horizonte de la corrupción. Mientras el PP exige a Susana Díaz que les reclame
el escaño, ella reafirma su confianza en ellos y defiende la “honradez” de
ambos, en tanto que el PSOE se “piensa” la expulsión del PSOE como viene
haciendo Pedro Sánchez últimamente con otros compañeros que le han salido rana.
Es lo estrictamente ajustado al ritual de la corrupción que, simplemente,
comparándolo con otro caso cualquiera en que ... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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